Parte VIII
Chuck se caracterizaba por jugar sucio, siempre lo hacía y eso no iba a cambiar solo porque ahora fuera bueno, además sus intenciones no eran malas, solo quería llegar a una conclusión de que fuera lo que fuera que existiera entre Dan y él, era algo que deberían enfrentar.
Uno de ellos debía dar el primer paso, y Chuck sabía que no sería Dan.
El fin justificaba los medios. Y el fin no era otro que tener a Dan justo como en ese momento, observándolo con suspicacia cada cierto tiempo, sus ojos mirando alrededor con nerviosismo. Y Chuck, apropósito rozaba con su rodilla la de Dan.
Chuck no había vuelto a recibir noticias de Gossip Girl, no aparte del audio que se cortaba después del "eres un idiota" y se preguntaba que era lo que esta quería.
En fin, prefería no pensar en ello demasiado ahora.
Hace un par de horas le mandó un mensaje con el teléfono de Nate a Daniel, pidiéndole que se encontraran para jugar Mario Kart en la nueva Nintendo que salió. Tuvo que agregar que Chuck no iba estar porque tenía una reunión, y claro que estaba, después de todo él mandó el mensaje.
A Dan le tomó tiempo en darse cuenta. Y Nate, Nate solo se mostró sorprendido ante su aparición, pero les ofreció jugar con amabilidad. Sin notar los sucios planes de Chuck. Nate siempre tan bueno.
-¡No, no, no!- gritó Nate a la pantalla donde su auto, siendo conducido por Mario era superado por Chuck que ocupaba al Bowser y acababa de arrojarle un caparazón rojo
Dan quedó en tercer lugar, quedándose muy atrasado en la pista, y era porque no estaba demasiado concentrado, no le extrañaba, Chuck tampoco se concentraría si alguien estuviera aprovechando la distracción de Nate para tocarlo.
Cada vez que Nate se volteaba o se distraía por estar tan abstraído jugando Chuck colocaba su mano sobre el muslo de Dan, o le respiraba en el oído, o le acariciaba la espalda, bajando más de lo aptamente debido.
-¡Dan, venga ya, podrías jugar enserio!- exclamó Nate, mirándolo suplicante cuando perdieron por cuarta vez- Chuck nos está destrozando ¿Vas a dejarlo?
Dan se sonrojó. Y Chuck solo sonrió con malicia.
-Lo siento, no puedo... es que estoy distraído
-Y yo hambriento- murmuró Chuck reclinándose en el sillón- deberíamos ir a comprar algo de comer ¿Nathaniel?
-¿Por qué yo? Dan perdió más veces- alegó este
Dan se dio cuenta al instante de lo que Chuck intentaba hacer, y repentinamente sintió la necesidad de abrazar a Nate pidiéndole que no le dejara solo con Chuck. No tenía sentido, Chuck no iba asesinarlo, y de todas formas Chuck aun así encontraría la forma de acorralarlo, pero prefería tener calma por al menos unos días más.
-Yo iré a comprar algo- se ofreció Dan, levantándose más rápido de lo que quería
-Eres nuestro invitado
-No me molesta- replicó mirando a Chuck con reto en sus ojos
-Quiero servicio a la habitación- dijo Chuck
-Bien
-Nathaniel sabe como pido mi comida
-Pues, lo averiguaré- replicó Dan cada vez más ansioso y molesto
-¿Ah sí, y cómo?
-¡Oh por amor de Dios!- exclamó Nate levantándose de su asiento con exasperación y arrojando el mando al sofá - ¡Iré yo, solo si se callan de una vez!
-¿¡Qué!?- preguntó Dan, casi gritando y yendo tras Nate que había comenzado a ir hacia el elevador- Nate, te dije que yo...
-Perfecto, está decidido- les interrumpió Chuck apareciendo tras él, con esa sonrisa, esa sonrisa de yo siempre obtengo lo que quiero
Dan se debatió entre tirarse por la ventana o bórrasela con un beso. No pudo hacer ninguna porque Chuck le tomó del brazo mientras Nate desaparecía tras las puertas del elevador y lo condujo hacia el sofá.
Chuck le miraba satisfecho.
-¿Has pensado en lo que te he propuesto?
Dan se encogió en el sillón.
-No consideraría un par de besos en una propuesta
-Que mal- susurró Chuck- pensé que había sido evidente
-No va a pasar de nuevo, Chuck
-¿Quieres apostar?
Dan bufó, típica apuesta cliché de historia para adolescentes, una apuesta, donde siempre la que terminaba perdiendo era la chica contra la que apostaban, bueno excepto cuando el chico se daba cuenta que si la quería y la chica lo perdonaba y se quedaban juntos...
Chuck no era el chico, y él, en definitiva, no era la chica, porque no había forma en el mundo en que Chuck le dijera algo remotamente parecido a un te quiero.
-Mira- gruñó Chuck sacándolo de sus pensamientos- hagámoslo justo, una carrera de Mario Kart. Es todo. Si yo gano, me das lo que quiero, y que seamos honestos, en el fondo sabes que también lo quieres- Dan abrió la boca para replicar pero Chuck se adelantó- si tú ganas te dejo tranquilo. Olvidaré lo que hicimos y fingiremos que nada ocurrió
Dan se lo pensó un momento, tendría mucho que perder si no le ganaba, perdería su dignidad, salir herido de alguna forma, no era algo que no habían hecho, pero el corazón de Dan no podía hacer cosas así y que no significaran algo más. Y si accedía y ganaba podría conseguir realmente que Chuck lo dejara en paz de una vez por todas, era lo que debería hacer, seguía repitiéndose mentalmente. Pero ¿Realmente quería que lo dejara?
De todas formas, debía intentarlo, debía olvidarse de Chuck porque esto no estaba yendo por buen camino.
Sin pensarlo demasiado, lo cual era extraño en él, asintió.
-Hecho
Y la carrera comenzó, con el típico contador a 3, 2, 1. Y Dan presionó el botón A, manteniéndolo así, consiguiendo velocidad, no les tomó demasiado tiempo dar la primera vuelta, Dan iba ganando, después de todo sin distracciones era bastante bueno. Sonrió, al ver que llevaba bastante ventaja. Pero entonces Chuck arrojó un caparazón rojo que le hizo perder algo de velocidad.
Pero aun seguía ganando, contuvo la respiración, quedaba tan poco para la meta, el iba primero, y la pista era peligrosa y... dio un salto cuando Chuck colocó su mano sobre su muslo. Apartando la vista de la pantalla un segundo, cosa que Chuck aprovechó para obtener mas ventaja.
Dan se apartó.
-Chuck...
Chuck se inclinó y sin apartar la vista de la pantalla le mordió el lóbulo y le respiró en la oreja.
-Quiero follarte, Daniel
-¡Chuck!- gritó Dan apartando el rostro de Chuck y levantándose de un salto, distrayéndose lo suficiente para ver que justo en la pantalla el auto del Bowser rebasaba la línea de la meta y a su personaje, Yoshi, ganando- ¡No es justo, hiciste trampa!
-Yo lo veo justo- dijo con una sonrisa satisfecha- nunca establecimos reglas
-¡La integridad no es algo que estableces, es algo que debería siempre estar ahí!- exclamó pasando la mano por sus rizos, perdiendo la cabeza
-¿Por qué sigues negándote, Daniel?- inquirió levantándose también, dando un paso hacia él, desafiándolo- Lo deseas tanto como yo, y...- levantó su mano, pasándola por la muñeca de Dan, y de un movimiento brusco lo atrajo hacia él, susurrándole al oído- y de todas formas gané
-Haciendo trampa- jadeó
Chuck solo le sonrió, como disculpándose por ser así, pero de todas formas no demostrando que lo sentía en absoluto. Y Dan, solo pudo permitirle que le tomara de las caderas, acercando su rostro a su cuello, dando un pequeño mordisco.
Dan se sorprendió cuando Chuck lo atrajo más hacia sí, dejando que ambos cayeran en el sillón, Dan sentado sobre su regazo, a horcajadas, el millonario pasó sus manos al rededor de sus caderas, abrazándolo firmemente, pegando cada centímetro de su cuerpo al suyo, y hundiendo su rostro en el cuello pálido, quedándose así por unos minutos y Dan dudoso se abrazo a su cuello.
-¿Has estado alimentándote adecuadamente, Humphrey?- cuestionó de repente, a lo que Dan se estremeció al sentir la respiración de Chuck en su cuello
-Yo uhmm... sí- respondió confundido, acariciando la nuca y el cabello de Chuck con manos temblorosas- ¿A que viene... eso?
Sintió su rostro arder cuando las manos de Chuck se deslizaron hasta la parte trasera de sus muslos, pasando sobre su trasero, pero sin tocarlo o apretarlo, tentándolo, jugando con él, disfrutando eso de impacientarlo.
-Estas más delgado, Daniel, no es que no me parezcas absolutamente exquisito- confesó Bass con una pequeña sonrisa irónica- pero en tu primer año de universidad tenias mas piel donde agarrar, ahora tus caderas...- dijo apartándose y recorriendo su cuerpo con los ojos de arriba a abajo- me sorprende que los pantalones no se te caigan, supongo que debe ser porque estas usando esto- comentó ahora tomando el cinturón y jalándolo hacia él para besar la nariz de Dan- lo que me está incitando...- dijo comenzando a desabrochar el cinturón- a quitártelo
-Espera no, no podemos hacerlo aquí, Nate podría llegar en cualquier momento y vernos ahh... haciendo lo que sea que emm estemos... - bajo la mirada haciendo un gesto con las manos, cosa a Chuck encontró algo adorable
-Que disfrute el espectáculo entonces- susurró levantándole la camiseta y acariciando hacia arriba, hasta dejar al descubierto un pezón, al cual se inclinó y mordió con una pequeña sonrisa
-Chuck- susurró cuando el otro comenzó a desabrocharle los pantalones- Enserio no quiero que Nate nos encuentre
-¿Por?
Dan se sonrojó, de un rojo brillante.
-Porque... porque justo ahora parezco una puta a la que solo traes aquí para follarte, y no quiero que Nate... me vea así
-¿El hecho de que folles conmigo te convierte automáticamente en una puta?
-No, pero sí el hecho de que me regales trajes, y eso de follar sin compromiso...
-Solo fue un traje, y ni siquiera lo usaste
-Aun así- insistió Dan removiéndose, abrochándose nuevamente el cinturón- No quiero que Nate lo descubra de esta forma, es nuestro amigo, y no te ofendas, pero puede que piense que te estas aprovechando de mi
-Yo sería incapaz- dijo con sorna, intentando volver a desabrocharle el cinturón, pero justo en ese momento se escuchó el elevador, y Dan empujó con fuerza a Chuck, solo consiguiendo el mismo irse hacia atrás y terminando a un par de pasos de estos, se cubrió el cinturón desabrochado con la camisa, y también la erección
Nate entró con una bolsa en la mano.
-Traje algo de sushi, pero no había wasabi, Chuck así que...- hizo una pausa, mirando a Dan con una ceja alzada- ¿Por qué estas en el suelo, Dan?
Chuck tuvo el descaro de soltar una risita.
-Perdí... algo, mi... teléfono
-Ahh- asintió Nate, pero entonces volvió a mirarle- pero está en la mesita de centro- apuntó en dirección a esta
-Sí, gracias- dijo rápidamente Dan, tomándolo- no lo había visto
Chuck solo sonrió con burla, cuando Nate se dio la vuelta en dirección al comedor, se inclinó hacia él y le susurró.
-Esto no ha terminado
(...)
La segunda vez que Chuck intentó que volvieran a hacerlo fue en el loft de Dan a las once de la mañana cuando él recien se había despertado y lavado lo dientes,
aun en pijama. Ni siquiera se había molestado en llamar para avisar que iba, solo se presentó y comenzó a jalarlo hasta su habitación, ignorando deliberadamente las replicas de Daniel que le decía que su padre solo fue a comprar mercadería.
-Tenemos mucho trabajo que hacer- susurró sobre su oído mordiéndole el lóbulo
-¿Qué quieres decir?- preguntó Dan, estremeciéndose cuando Chuck comenzó a desabotonarle la camisa
-No tienes idea de las posiciones en las que quiero ponerte
Claro que no pudieron concluir nada de aquello ya que el padre de Dan había vuelto cuando su hijo ya estaba bajo Chuck, suerte que no lo vio ya que Dan a una velocidad sobre humana se reacomodó la ropa, y se levantó.
-Estoy comenzando a molestarme- murmuró Chuck una vez Rufus salió de la habitación no sin antes ofrecerle a Chuck quedarse a desayunar
-Bueno, lamento no tener un hotel para mi solo
-Le diré a Nate que se largue esta noche
Se podría decir que el tercer intento fue el victorioso.
Fue en el hotel de Chuck, cuando Nate le informó a este que iba pasar la noche afuera.
-Chuck...- exclamó Dan antes de ser apartado de los besos y arrojado a la cama sin ningún cuidado
Dan no se había dado cuenta de cuanto extrañaba esto hasta que Chuck comenzó a quitarle la ropa, hasta dejarlo sin una sola pieza, y entonces él se comenzó a desnudar, sin despegar su vista de Dan, como una advertencia. Justo como un depredador mira a su presa antes de proceder a hacer algo más.
Dan sintió su erección crecer aun más, se sentía tan vulnerable frente a Chuck Bass.
Este se inclinó hacia él y comenzó a besarle la mejilla, bajando por su cuello, hasta su pecho, acariciando con sus ávidas manos sus caderas. Dan algo vacilante le acarició la espalda, sus manos temblaban, sabía que no debería sentirse tan nervioso, no era como si fueran a hacer algo que no habían hecho antes, pero no quería arruinarlo.
-Deja de pensar- Chuck dijo antes de morderle el cuello, comenzando a dejar una marca
-No lo hago- mintió
-Prácticamente escucho los engranajes girando en tu cabeza, deja de pensar
Chuck comenzó a bajar hasta su ombligo y pasó su lengua por la línea de vello, hasta llegar a su cintura. Dan jadeó y echó su cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y separando los labios, su pecho subiendo y bajando, una imagen encantadora para los ojos de Chuck Bass.
Se le escapó un gemido cuando Chuck se metió de lleno su pene en la boca, sin previo aviso, sin vacilación, y comenzó a succionar, y eso fue suficiente para que Dan dejara de pensar, sintiendo que se correría aun cuando habían empezado porque Chuck era demasiado bueno en todo esto. Sin embargo, intentó pensar en algo más, controlar sus impulsos, porque no quería acabar tan vergonzosamente rápido.
-Espera, Chuck, espera- gimió comenzando a empujar la cabeza de este
-¿Daniel?
-No quiero acabar así, quiero... quiero tenerte dentro- murmuró con timidez, aun con la respiración agitada
Chuck sonrió. Y no era una sonrisa malévola, o quizás, pero había algo más en el brillo de sus ojos. Una calidez que Dan no había visto, algo que hizo que su corazón diera un vuelco.
-Como desees
Dan asintió, con sus enormes e inocentes ojos hipnotizados. Chuck le besó en la mejilla.
-Entonces voy a...- Dan comenzó a darse la vuelta pero Chuck le tomó de las caderas y lo mantuvo en esa posición
-No, quédate así
-Pero...
-Quiero verte a los ojos cuando lo haga
-Oh
Dan no pudo atinar a decir algo más ya que Chuck había alcanzado el velador y sacó del cajón un lubricante y un par de condones. Se acomodó mejor entre sus piernas, y Dan algo vacilante las separó más observando como el millonario untaba un par de dedos en el lubricante, quedándose así un momento, viendo su entrada con las pupilas dilatadas.
-Chuck...- jadeó algo inseguro, debatiéndose entre cubrir esa zona tan íntima de los ojos del otro, o separar más sus piernas y darle un espectáculo
Chuck se inclinó y le beso la mejilla.
-Relájate- susurró- y respira
Dan no se dio cuenta que había estado conteniendo la respiración hasta que Chuck le dijo aquello, y dejó escapar el aire con una risita nerviosa.
Chuck adentró uno de sus dedos, centrándose en ver sus expresiones, que le indicaran si estaba incómodo, o si le gustaba. Dan hizo un ruidito entre placer e incomodidad, y Chuck comenzó a prepararlo, y a moverse para que la incomodidad desapareciera.
Lo estaba haciendo lento como si quisiera disfrutar cada momento.
-¿Te gusta?
Dan asintió, con las mejillas rojas, incapaz de hablar. Y dirigió su mano izquierda hasta su miembro, moviéndola de arriba abajo.
-No- dijo Chuck apartándola, Dan le miró con replica en sus ojos, pero el solo sonrió- quédate quieto, o voy a tener que atarte
Dan sintió su miembro dar un salto interesado ante la idea.
-Parece que te gusta eso- susurró Chuck, en su oído- ¿Te gusta ser dominado, Daniel?
Dan cerró los ojos, siendo sincero jamás había pensado que le gustaría tanto ser atado o dominado, pero ahora que lo pensaba la idea era tan tentadora que lo volvía loco. Cuando volvió a abrir los ojos notó que Chuck llevaba una corbata en sus manos.
-Chuck ¿Qué...
-Quieto- repitió tomando sus manos y colocándolas sobre su cabeza, cerca del cabecero, comenzando a hacer un nudo- dime si es demasiado
Dan asintió repetidas veces. Y Chuck volvió a lo que estaba, bajando hasta estar de nuevo entre sus piernas.
Dan intentó mover las manos, pero estas estaban firmemente atadas al cabecero. Y Chuck continuaba preparándolo, gimió fuerte cuando los dedos de este al fin tocaron ese punto dentro de él, ese punto tan placentero.
-Chuck, ah, más- gimió con desesperación- ya está, estoy listo Chuck mm... hazlo
-¿Qué quieres?- preguntó con sorna, besándole la mejilla- pídemelo, sabes que me gusta que hables claro
Dan gimoteó, queriendo soltarse para poder tocarse, y terminar con esa dulce y placentera tortura.
-Fóllame, Chuck- pidió mordiéndose el labio, separando más sus piernas, dándole una visión más clara de lo que quería- por favor, follame
Chuck por un segundo, el Chuck siempre perfectamente controlado y calculador, pareció perder la cordura ya que se inclinó a devorar sus labios, adentrando más sus dedos, aun tentando ese punto dentro de él. Y luego quitó sus dedos, colocándose uno de los condones que estaban allí, con movimientos de un profesional en ello.
Y se acomodó mejor entre sus piernas, colocó una almohada bajo el trasero de Dan, para elevarlo un poco, y dirigió su pene duro hasta la entrada, metiendo la cabeza, viendo todas y cada una de las expresiones de Daniel cuando lo hacía.
Se adentró con calma, a pesar de que lo que menos tenía era eso. Hasta que después de interminables segundos estuvo ya todo dentro.
-¿Estas bien?- cuestionó cuando notó que Dan tenía los ojos cerrados
-Nunca estuve mejor- jadeó este, apretando los dientes, y sonrió un poco al escuchar la risa de Chuck
-Estas tan apretado- murmuró comenzando a moverse- que pareciera que es tu primera vez
-Bien sabes que no lo es ¡ah!- gimió cuando este se adentró nuevamente- Mmm... ya te encargaste de ello
Los movimientos comenzaron a hacerse más rápidos, Chuck presionaba sus dedos en sus caderas, intentando dejarlas impresas allí, y sus dientes se clavaban en su cuello y succionaban con la intención de marcarlo, era posesivo, de una forma que hacía que Dan quisiera correrse de solo pensar en ser suyo.
Dan gemía con fuerza, sin poder cubrirse la boca con sus manos o clavarle las uñas en la espalda a Chuck, seguía atado, y por más que se removiera no podía zafarse, Chuck le sonrió cuando notó que lo intentó, adentrándose más fuerte.
-Chuck- gimió- desátame
-No-gruñó adentrándose más fuerte, de forma casi animal, con los ojos oscurecidos, queriendo mantenerlo allí por siempre
-Chuck...
-No- le cortó mordiendo el pecho de Dan y saliendo de él y adentrándose con más fuerza
-Ah por favor- suplicó Dan, Chuck tenía una expresión inusual en su rostro, un atisbo de inseguridad en sus ojos, miedo- Chuck, no iré a ningún lado- le aseguró queriendo acariciar su rostro, y hacer que esa expresión desapareciera
Chuck algo vacilante, desató el nudo, aun sosteniéndole de las caderas con la otra mano.
Dan se frotó las muñecas algo escocidas con una pequeña sonrisa, antes de empujar a Chuck sobre su espalda, y colocarse a horcajadas sobre él, follándose a sí mismo con el pene de este, moviéndose con lentitud de arriba abajo.
Chuck pareció sorprendido, pero entonces sonrió con malicia y con una de sus manos le dio un golpe en el trasero, disfrutando del gemido que escapó de los labios de Dan, antes de comenzar a saltar sobre Chuck.
-Mierda, Daniel- gruñó cuando Dan clavó sus uñas en su pecho- te mueves tan bien
-Chuck ah- gimió echando su cabeza hacia atrás, sin dejar de moverse- más, más, por favor, tócame
Chuck extendió su mano y tomó su pene en esta, masturbándolo, presionando y volviendo a golpear su culo con fuerza, queriendo dejarlo estampado allí, y repitió la acción una y otra vez, sin dejar de masturbarle, hasta que Dan aceleró los movimientos aun más, y corriéndose finalmente sobre su estómago, siendo seguido de Chuck que después de continuar penetrándolo se corrió en su interior.
Dan se dejó caer sobre él, hundiendo su rostro entre su cuello y hombro, encontrándose por un momento incapaz de verlo a los ojos.
-¿Estas bien, Daniel?- preguntó algo sorprendido cuando Dan no dijo nada después de un momento
-Sí- asintió, Chuck alzó una ceja, algo sorprendido ante la repentina timidez del otro
Después de un minuto, Dan se separó un poco, con las mejillas enrojecidas, y lo sacó de su interior, pero antes de que se alejara más Chuck lo jaló de la muñeca y lo besó con fuerza, comiéndose sus labios, dejándolo pasmado cuando se separó.
-¿Quién diría que el inocente Dan Humphrey es toda una fiera en la cama?
Dan se quedó mirándolo sorprendido antes de gruñir y cubrirse el rostro.
-Eres tan insoportable
-Eso no lo decías hace un momento- comentó triunfante cuando Dan gimió y se dejó caer de espaldas en la cama, avergonzado
-Chuck, enserio
-¿Quieres cenar?
La pregunta tomó a Dan desprevenido, y quitó sus manos de su rostro.
-¿Cenar?
-Puedo pedir que traigan servicio a la habitación, lo que tu desees- decía como si intentara convencerlo de que se quedara más tiempo
Y Dan aceptó, y no supo como o porqué, pero terminó quedándose hasta tan tarde que Chuck le ofreció que durmiera allí.
(...)
Dan al día siguiente se despertó por los rayos de la luz del sol, y observó al rededor notando que Chuck no estaba por ninguna parte, lo último que recordaba era que este se durmió abrazándole por la cintura.
Quizás de dio cuenta de lo que hizo y se fue, probablemente lo iba a botar de su hotel ya que había terminado de hacer lo que quería, y se iba a ir con alguna supermodelo sexy que no fuera tan neurótica y aburrida como él.
Decidió ir al armario de Chuck, su ropa no estaba por el cuarto así que iba tomar algo prestado, lo abrió, quedándose pasmado al ver lo gigantesco que era, podría jurar que era más grande que su habitación completa, habían tantas camisas formales y trajes con pantalones a juego y zapatos elegantes y lustrosos, se espabiló y comenzó a rebuscar algo que no fuera tan extremadamente costoso, algo que probablemente no le de miedo de ensuciar.
Pero no encontraba ya que todo eran trajes y camisas de marcas que estaba seguro una sola de ellas costaba mas que todo lo que tenía en su armario. Continuó buscando hasta que vio una camisa que conocía, que conocía bastante, la tomó y al verla confirmó sus sospechas, era la que usó la primera vez que tuvo sexo con Chuck, y hablando del rey de Roma este justo entró descubriéndolo con esta en la mano.
-Chuck, hey, estaba...-hizo una pausa algo inseguro- ¿Por qué tienes mi camisa aquí?
-¿Por qué revisas mis cosas?
-Yo... no lo hacía, solo... buscaba algo de ropa
Chuck se quedó en silencio, llevaba un traje azul puesto, y le recorrió de arriba abajo con una mirada depredadora, recordándole a Dan que este seguía desnudo.
-Me dijiste que la tiraste a la basura
-¿Y?- preguntó con desafío en sus ojos
-Bueno... uhm... nada- terminó diciendo Dan, a lo mejor no estaba de tan buen humor, ya le preguntaría luego, cuando no estuviera viéndolo como si acabara de encontrar una bomba que iba estallar en cualquier momento
Chuck dio un par de pasos y se la quitó de un tirón, regresándola a donde estaba.
-¿No me la vas a devolver?
-No- fue toda su respuesta
-Chuck...
-Te dejé ropa en el baño, ve a ducharte y te espero afuera, el desayuno está listo
-Pero...
Antes de replicar Chuck le dio un fuerte golpe en el trasero, ganándose un grito sorprendido de Dan.
-Solo ve- fue todo lo que dijo antes de salir
Dan se volteó observando su camisa, con confusión, y es que enserio cada vez que pensaba que estaba comenzando a conocer a Chuck, este iba y actuaba tan raro.
De todas formas, se alzó de hombros e hizo lo que este le ordenó, y el desayuno fue silencioso, algo incómodo, Dan no dejaba de removerse en su asiento, su trasero dolía un poco, Chuck parecía ser el único que disfrutaba aquello.
Justo en ese momento el teléfono de ambos sonó. Con una notificación de Gossip Girl.
Ambos lo abrieron al mismo tiempo.
Spotted
Chico solitario visitando a nuestro Rey Chuck Bass. Se dice que cuando los hombres quieren algo no paran hasta conseguirlo, en especial si ese hombre es Chuck Bass, cuidado chico solitario, los rumores dicen que te vieron entrar por la noche, pero nunca te vieron salir.
XOXO Gossip Girl
N/A: Holaaa, muchas gracias por leer, espero que les haya gustado. Lo escribo con el corazón 💓
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