Parte VII
Dan Humphrey:
Chuck Bass:
Dan solía sentirse incómodo en las fiestas a las que asistía, sí, siempre había sido así, bueno excepto en la Universidad donde estaba con gente que era de su estilo. Pero ahí de pie en una fiesta organizada por Lily y llena de gente de la alta jerarquía social, él, Dan, al lado de la mesa donde servían las bebidas jamás se sintió tan como un infiltrado.
Estaba con un ridículo traje blanco que era rentado, el saco le quedaba una talla más grande pero le daba igual, la camisa estaba abierta en los primeros botones, y los pantalones sin duda se le caerían si no llevara cinturón.
Se sentía incómodo, era una fiesta a plena luz del día, al aire libre, y no veía por ninguna parte a Nate o Serena o a otra persona con la que hablar y que le agradara, su papá estaba de la mano con Lily charlando con otra pareja a unos metros y Dan no quería interrumpir.
Y por último Chuck.
Chuck quien estaba medio recostado en una silla de playa, aceptando una frutilla de una de las manos de las chicas rubias, guapas y altas que estaba ahí, cada cierto tiempo lanzaba miraba en su dirección como si toda su intención fuera que Dan lo viera.
Llevaba así casi dos horas, eran al rededor de las seis de la tarde, y lo único que quería hacer era largarse, o alejar a alguna de esas chicas de Chuck y rayos, no tenía sentido aquello, porque era Chuck y él, Dan Humphrey, estaba celoso de Chuck con otras personas, pero haría nada al respecto porque sabía que él no sería algo más que un juguete para Chuck, su "entretenimiento de la noche" como le llamó una vez hace años, cuando salieron a tomar unos tragos y terminaron en prisión.
Solo le quedaba aceptar que nada debería volver a suceder, y seguir adelante. Y con ese pensamiento pidió una margarita, quizás la fiesta se pasaría más rápido con algo de alcohol en su sistema.
Cuando se acabó la primera de un trago rápido, volteó y notó que Chuck mantenía sus feroces ojos fijos en él, y su mano acariciaba el muslo de una mujer ahora morena, que le masajeaba el cuello.
Se giró nuevamente hacia la barra, pidiendo otro trago, ignorando esa incomodidad en su estómago que le decía que fuera, se sentara en las piernas de Chuck, y lo besara para borrarle esa sonrisa de superioridad.
-¿Que hace un chico tan lindo bebiendo solo en una fiesta?
Una voz a sus espaldas preguntó y Dan de mala gana volteó, encontrándose frente a Gabriel, el mismo Gabriel que había sido golpeado por Chuck cuando idearon todo el tonto plan de Georgina, el Gabriel que se interesó por él.
-Amm solo... estaba intentando divertirme- respondió algo atontado
Dan se mordisqueó los labios, nervioso, y recordó que ese hombre había intentado besarlo, y quizás era justo la respuesta a sus problemas, quizás había tomado el camino erróneo intentando olvidar a Chuck pensando en chicas, quizás debería pensar en un hombre.
-Si es así- dijo con su voz suave y extranjera Gabriel- permíteme acompañarte con uno
-Yo uhmm... esta bien es un mundo libre y todo eso, no tienes... no tienes que acompañarme o bien si quieres también puedes hacerlo, no me molesta en lo absoluto solo...
La risa del tipo lo sacó de sus pensamientos.
-Serena tenía razón, eres adorable cuando estas nervioso
-No estoy... espera ¿Serena?- preguntó dándole un sorbo al trago que le dio Gabriel
-Me habló de su pasado, dijo que eras su primer amor esa noche que nos conocimos, no sé si lo recuerdas, pero luego comenzó a hablar de ti más y más cuando comenzamos a salir
-Cuando nos conocimos estaba intentando ayudar a Serena, pensé que estaba en problemas y recuerdo...
-Y yo recuerdo- le interrumpió acortando un poco la distancia, sin embargo no demasiado para no ser inapropiado- que te veías adorable como camarero, casi le pido el número de la compañía a la anfitriona para contratarte personalmente para mi
Dan balbuceó un par de cosas en voz baja, no acostumbrado a ese tipo de coqueteo, Chuck quizás respondería de la mejor de las formas, siempre tan sensual, atinado, depredador porque siempre todo en él era como si todos sus movimientos fueran calculados y en cámara lenta y la piel de Dan se estremecía, justo como ahora cuando pensaba en él.
-¿Tienes frío? -le preguntó Gabriel colocando una de sus grandes manos en su antebrazo- ¿Quieres ir a dentro, Dan?
-Seguro
Cualquier cosa para dejar de sentir la mirada de Chuck taladrándole la nuca. Quizás era su imaginación, Chuck debía de estar ignorándolo y pasado a segunda base sobre su silla de playa con alguna de esas chicas, con suerte siquiera recordaría el nombre de Dan.
Se terminó su trago y comenzó a caminar, y se dio cuenta de algo, se sentía mareado, notó sorprendido, no había tomado tanto, pero estaba mareado, le costaba algo de trabajo caminar en línea recta, de hecho antes de entrar a la casa Gabriel lo tomó de las caderas para que no se cayera, y pegó su pecho fuerte a su espalda.
-Lo siento- se disculpó Dan reincorporándose con torpeza- no sé que me pasa...
-Descuida- susurró sobre su oído- ¿Te importaría acompañarme a buscar algo a mi limusina?
Dan quería sentarse tomar agua, ahora que estaban dentro de la casa, solo para evitar que el mareo se tornara más fuerte, pero Gabriel estaba siendo tan amable y era tan guapo y alto, y tropezó de nuevo, esta vez siendo pegado al fuerte pecho del hombre. Sus párpados se cerraban involuntariamente, y enserio ¿Cuanto había tomado para que su cuerpo estuviera tan torpe?
La respuesta era; no lo suficiente.
-Quiero agua- jadeó Dan aferrándose al cuello del otro para no caerse y justo se encontraron afuera de la casa con una limusina blanca
-Adentro de la limo tengo agua de sobra-informó cuando el chofer les abrió la puerta y Dan entró gateando sobre los asientos, Gabriel entró tras él
El camino fue realmente rápido, o eso pensó Dan ya que sus ojos se cerraban y abrían cada ciertos minutos y no sabía si de a ratos perdía la conciencia porque estaba demasiado ido para ponerse a asimilarlo.
Un rato después se encontraba en la entrada de un hotel bajándose con dificultad de la limusina, era enorme con puertas de cristal y una extraña cabeza de estatua tallada en la puerta, y Dan no recordó más que eso ya que cerró los ojos y Gabriel estaba sosteniéndolo contra la pared del elevador. Justo como cuando Chuck intentó chupársela cuando lo llevó a su hotel con la intención de tener una noche satisfactoria para ambos.
Solo quería recostarse y cerrar los ojos un momento.
Y al parecer Gabriel le concedió ese privilegio porque apenas entraron en la habitación lo llevó a la cama.
Gabriel lo observaba desde arriba con una sonrisa satisfecha. Había sido realmente fácil drogar al niño y llevárselo a su hotel, recordó a Chuck Bass mirándole desde lejos, pero parecía estar divertido acariciando esas mujeres, claro que cuando se puso de pie para caminar hacia ellos él logró convencer a Daniel de salir de allí.
Gabriel se inclinó, quitándole el pañuelo blanco del cuello al niño, observando unas marcas que casi habían desaparecido en la blanca piel, este, algo sorprendido, se alzó de hombros y comenzó a besar el cuello, el podría dejar nuevas marcas, pero ya habría tiempo para ello.
Pensó saliendo de la habitación.
Dan alcanzó su teléfono que estaba en su bolsillo y marcó un número, el último que había llamado, fue mandado a un correo de voz o eso creía la verdad no entendió lo que decía la voz.
-Chuck- susurró- Hey, Chuck, yo... solo llamo para decirte que eres un imbécil, pero eso ya lo sabes...- lanzó una risita tonta y dejo escapar un suspiro, cerrando los ojos por un rato- pero... de alguna forma no puedo dejar de pensar en esa noche y... y quiero que me la chupes como hiciste nuestra primera vez, también quiero tenerte dentro mío, quiero que me la metas, como esa vez en tu hotel, y no me importa si... crees que soy una puta, no me importa ser la puta de Chuck Bass, porque... porque yo... te quiero y...
-¿A quien llamas?- preguntó Gabriel entrando en la habitación, con una vaso de whiskey en la mano derecha
-A Chuck- respondió Daniel y Gabriel le quitó el teléfono de las manos y colgó
-No le llames- susurró posándose sobre él, acercándose y besando su cuello, comenzando a desabrocharle la camisa- creí que nos estábamos divirtiendo
-Pero yo no... no creo...
Antes de que continuara con los pantalones el teléfono de Dan volvió a sonar. Gabriel presionó responder, pero antes de que hablara escuchó la fría voz de Chuck Bass.
-Daniel trae tu trasero a la fiesta en este instante
-Mm... no se va a poder- respondió Gabriel con tono divertido
Hubo un silenció, como si Chuck estuviera asimilando que Gabriel estaba al habla.
-¿Dónde está?
-Indispuesto, por el momento, pero si quieres te lo paso- dijo pegando el teléfono al oído de Dan
-¿Quién es?- preguntó Dan algo atontado, y muerto de sueño
-Soy Chuck ¿Dónde demonios estás, Daniel?- sonaba furioso, Dan jamás lo había escuchado tan molesto, pero estaba demasiado mareado para asimilarlo, estaba seguro de que perdería la conciencia en cualquier momento
-No sé- susurró abriendo los ojos un poco- había una estatua de una cabeza en el hotel y....
Gabriel colgó. Negando con la cabeza y una sonrisa de suficiencia, se inclinó hacia Dan y comenzó a morder su cuello, intentando dejar un par de marcas, se iba divertir tanto con esto.
Pensó hasta que escuchó su teléfono sonar en el bolsillo, observó a quien llamaba. Maldijo, era de su trabajo.
-Dame un segundo, Dan, tengo que contestar esto
No obtuvo respuesta, la cabeza de Dan daba vueltas, y no podía pensar con lucidez, estaba caliente, y quería deshacerse de ese calor, quería sentirse bien, quería a Chuck, a Chuck y solo a Chuck, pensó antes de perder la conciencia.
(...)
-Maldición- susurró Chuck observando su celular
¿Cómo había llegado hasta ese punto? Un segundo estaba tocando los muslos y dejándose masajear por unas supermodelos sensuales intentando provocar celos en Daniel y que este hiciera algo, y sus planes fueron frustrados cuando apareció Gabriel.
Cuando los vio alejarse pensó que había algo raro, Daniel no estaba completamente lucido, pero... no tenía tiempo de pensar en ello, necesitaba encontrarlo y para ser sincero recordó solo un hotel que tenía una cabeza de estatua, su padre trabajo en hoteles toda su vida, sería una falta de respeto que él no estuviera familiarizado con el negocio.
Tendría que hacer unas llamadas primero.
(...)
-Lo siento dulzura- dijo Gabriel volviendo a la habitación- ¿Dónde nos quedamos?
Observó que Dan que no respondía y sonrió, se acercó a la cama posándose sobre él, y le quitó la camisa junto con el sacó, observando la piel pálida y suave ante él, se inclinó para besar su pecho, sus pezones, acariciando y apretando con sus ávidas manos el trasero del joven.
Iba a follarse al indefenso y sensual novio de Chuck Bass.
-Dan...- susurró, acariciando esos rizos oscuros y besando sus labios, sin recibir respuesta
Bajó un poco para quitarle los zapatos y los calcetines y arrojarlos al otro lado de la habitación. Para que quitarle los pantalones fuera más sencillo, y lo hizo aunque le costó algo de trabajo quitarle el cinturón, le bajó los pantalones hasta que estuvieron fuera, y Dan estaba en ropa interior.
Era tan sexy, no entendía como Serena lo había dejado ir, y desde luego no entendía porque Chuck Bass en lugar de divertirse con modelos o putas no usaba a Daniel.
Le acarició del muslo hasta la rodilla y levantó su pierna, quedándose allí y besando la parte interna del muslo.
Escuchó un pequeño gemido proveniente de este, Gabriel sonrió al notar que la conciencia le volvía solo lo suficiente para dejar escapar sonidos, pero no lo suficiente para apartarlo.
-Chuck- gimió Dan, y el otro le ignoró acariciando su erección sobre la ropa interior- Chuck, más... Mmm
El hombre ignoró que estuviera susurrando el nombre de Chuck Bass, antes de volver a perder el conocimiento, y con una sonrisa tomó el elástico de sus boxers pero antes de bajarlos la puerta se abrió de golpe.
Un furioso Chuck penetró en ma habitación, caminando directo hacia ellos, seguido de un guardaespaldas, Georgina, y Jack Bass.
-¿Que haces aquí?- preguntó Gabriel
El guardaespaldas apartó a Gabriel del cuerpo inconsciente de Dan de un empujón y le agarró del saco, y Geogina y Chuck se acercaron a Dan.
-Daniel- susurró Chuck, dándole pequeños golpes en el rostro, y sí, ahora todo tenía sentido
Era imposible que Daniel se hubiese ido a acostar con alguien como ese tipo por su propia voluntad, Dan no era de esos, y Gabriel lo sabía, entonces tuvo que drogarlo para llevarlo a la cama, eso hacia que quisiera estamparle el puño en el rostro. Aunque el hecho de que Dan estuviera drogado de alguna forma le hizo sentir mejor, Daniel era suyo, e incluso Daniel lo sabía, nunca se hubiese ido con alguien más. Sin embargo, al parecer a quien había que dejárselo claro era a Gabriel.
-Jack- llamó a su tío- encárgate de ese imbécil
-¿Por qué no?- dijo divertido Jack Bass- Despues de aue Daniel me ayudó, además han sido unos meses aburridos, amaría destruir la vida de alguien
Gabriel fue llevado a otra habitación por el guardaespaldas y Jack Bass.
Y Chuck volvió a intentar despertar a Dan.
-Chuck- susurró este abriendo un poco los ojos- hey
Chuck lo colocó de pie, sin tanta dificultad y se quitó el largo chaquetón negro que llevaba, cubriendo con él el cuerpo casi desnudo de Dan. Lo tomó de la cintura y lo condujo hasta la puerta de la habitación. Dan no caminaba, solo se dejaba arrastrar hasta que perdió la conciencia, y esta vez, por completo.
(...)
Dan abrió los ojos con dificultas, sintiendo el hachazo por lo del día anterior lo cual... no recordaba, no tenía idea de lo que pasó, solo que de alguna forma de encontraba en el dormitorio de Chuck Bass. Solo pensaba que esto de despertar en la cama de Chuck se estaba volviendo costumbre, y no, no debería acostumbrarse porque Chuck lo echaría a patadas en cualquier momento, se medio sentó en la cama y llevó su mano a su cabeza. Joder, dolía.
-¿Tienes idea de lo imbécil que fuiste ayer?- preguntó una voz con ira mal contenida tras él y Dan saltó, volteando de sopetón y encontrándose a Chuck con sus ojos fríos y furiosos en su dirección
-Yo... - Dan se observó a su mismo, estaba en calzoncillos bajo las mantas y no sabía porqué, asi como no sabía a que se refería Chuck
¿Acaso volvieron a tener sexo? ¿Chuck estaba molesto por ello? ¿No era él quien insistió en que volvieran a hacerlo?
-¿Sabes que hubiese pasado si yo no llego a la habitación donde se quedaba ese idiota?- inquirió acercándose demasiado a su rostro como cada vez que se enfadaba- Respóndeme, Daniel
Dan bajó la mirada, incapaz de sostenersela, y jugueteó con sus manos, cada vez que Chuck le ordenaba algo su cuerpo sentía que debía obedecerlo, o quizás era porque estaba enojado.
-¿De que hablas? ¿Qué idiota? Solo... yo... para ser sincero, lo único que recuerdo es que acompañé a Gabriel a buscar algo a su limusina y bueno no recuerdo demasiado ya que antes de eso había estado bebiendo, pero él me dio un trago que me mareo bastante y...- Dan hizo una pausa, asimilando todo lo ocurrido en su cabeza- ¡Y me drogó, ese bastardo hijo de perra!
-Eres tan increíblemente lento que quiero ahorcarte
Chuck se alejó, caminando por la habitación en círculos, como un león enjaulado. Dan se sentía como un cervatillo a su lado.
-¿Puedes... decirme que más pasó?- preguntó con timidez, bajando la mirada
-Aparte de que aceptaras tragos de un imbécil que apenas conoces
-Se veía amable- replicó Dan, arrepintiéndose cuando Chuck volvió a inclinarse sobre él en la cama, Dan retrocedió, pero Chuck le arrancó las sabanas y le enseñó nuevas marcas que tenía en su cuerpo, en su pecho
-Joder, Daniel eres tan estúpidamente inocente- gruñó furioso- ¡Todos se ven amables hasta que demuestran que no lo son!
-Excepto tú, tu te ves despiadado y lo eres- dijo a modo de broma, ganándose una mirada asesina del otro, Dan se contuvo del instinto de volver a bajar la mirada de forma sumisa
-¿T-tuvimos sexo?
-¿Tuvimos, quienes?- preguntó con una risa hueca Chuck
-Tú y yo, sé que te gusta dejar marcas...
-¡Yo no dejé esas marcas, Daniel, Gabriel lo hizo!- gritó, al borde del colapso
-¡¿Qué?! ¡¿Me acosté con Gabriel?!
-No- gruñó Chuck apretando los puños, cada vez costándole más trabajo no asesinar a alguien- Casi lo hacen, no, mejor dicho, casi te fuerza, por si no sabias que estabas inconsciente mientras te tocaba, suerte que aparecí justo a tiempo
Dan se quedó de piedra, un imbécil había intentado aprovecharse de él... Y Chuck lo había salvado. Chuck Bass, cruel y despiadado. Lo salvó.
-Pero.... ¿Cómo sabes que nosotros no...? ¿Y si lo hizo antes de que me encontraras?
-Te revisé
Dan parpadeó sorprendido, mirándolo con una expresión confusa, y entonces comprendió.
-A que te...- Dan se puso rojo como tomate levantándose abruptamente de la cama, alejándose de Chuck como si quemara- ¡¿Me revisaste el cuerpo y mis... mi... T-todo el cuerpo?!
-¿De que otra forma me iba asegurar?- inquirió con obviedad- el pensamiento de alguien más tocándote y degustándote me ponía enfermo, fue lo único que me tranquilizó
Dan se quería morir.
-¿Enserio te estas poniendo tan recatado con tu cuerpo cuando sabes que no hay lugar de él que no haya tocado antes? Lo único que hice fue un chequeo
-¡Deja de decirlo!- gimió Dan tapándose el rostro, evitando mirar al otro, y mirando alrededor, buscando su ropa para salir de allí lo más pronto posible
-¿A dónde crees que vas?
-A casa
-No
-¿Qué quieres decir con no? No puedes impedirme el ir a casa, admito que es un largo viaje a Brooklyn y no tengo animo de andar en metro y mi cabeza duele como nunca pero...
-Entonces quédate
Dan suspiró, volteándose a mirar a Chuck con expresión triste, resignado.
-¿Cuál es el punto de eso Chuck?- su voz se quebró un poco cuando habló- ¿Que tengamos sexo otra vez, juegues con mi cabeza, acaricies supermodelos sexys y me lo restriegues en la cara, y luego cuando acceda a otra noche contigo te aburras de mi y me vuelvas a botar y yo tenga que fingir que me da igual? ¿Eso quieres, Chuck? Porque yo no, así que voy a evitarme muchos más problemas si solo me voy ahora
Chuck se quedó en silencio, y se levantó de la cama, acercándose a él, tomó la cintura desnuda de Dan en sus manos acariciandolo con la yema de sus dedos y lo atrajo a su cuerpo con lentitud. Acercandose poco a poco, dandole tiempo a Dan para apartarse si realmente quería. Al no ver señales de eso, lo besó, como no lo había hecho hasta ahora, con delicadeza.
-No...- negó empujándolo sin fuerza, no quería que Chuck se apartara, pero debía poner un alto- Chuck
-¿Me quieres?
Dan entonces recordó un flash back, donde tenía un celular en el oído, y decía las palabras "te quiero" pero debió haber sido un sueño, porque Chuck parecía dudar de lo que él sintiera.
-No, no sé
-Respóndeme, sí o no- murmuró en su oído guiándolos a ambos a la cama pero Dan busco su fuerza de voluntad y se apartó, retrocediendo varios pasos
-Tengo que irme- dijo quedándose ahí de pie
-Entonces vete- gruñó Chuck, porque de lo contario se le iba ir encima de nuevo a Daniel
Dan se sonrojó un poco y bajó la mirada.
-No tengo ropa
-No es mi problema
-Chuck, por favor, no puedes mandarme desnudo todo el camino hasta Brooklyn
Chuck pensó en que era una tentadora idea, un castigo adecuado a Daniel por apartarse, y por todo lo que hizo la noche anterior, pero de nuevo, no le gustaba compartir lo que era suyo, y ciertamente él era el único con derecho de ver a Daniel medio desnudo, o completamente desnudo.
-Te dejé ropa en el baño
Dan suspiró aliviado, enserio, no le extrañaría si Chuck lo hubiese mandado medio desnudo de vuelta a su casa, una vez hizo que unos tipos de la universidad lo ataran en calzoncillos a una estatua.
-Gracias- dijo metiéndose al baño y volviendo unos minutos después cuando ya se terminó de vestir
Chuck pensó en lo apetecible que se veía con esa camisa celeste arremangada y pantalones de vestir, aunque le iban algo grandes en las caderas ya que Daniel obviamente estaba algo flacucho, en silencio le tendió un cinturón que estaba sobre el escritorio, Dan se lo colocó y le sonrió.
-Te lo devolveré todo
Chuck giró los ojos conteniendo las ganas de decirle que no era necesario, no tenía caso de todas formas se le devolvería.
-Uhmm- Dan se quedó ahí de pie, mirando alrededor, sin saber como despedirse
-Te acompaño al elevador- dijo Chuck a pesar de que lo que menos quería era que Daniel se fuera
Ambos llegaron a las puertas de este, pero antes de que Dan subiera Chuck le tomó de las caderas, y lo pegó a la pared, besándolo nuevamente, saboreándolo hasta su próximo encuentro, porque si Humphrey pensaba que Chuck se la iba hacer fácil estaba equivocado, bajo sus manos al trasero y lo apretó, con una sonrisa socarrona cuando le otro gimió desesperado y rodeó su cuello con fuerza.
Chuck bajó hasta su cuello, observando dos marcas que habían ahí, las que dejó ese idiota la noche anterior, sin pensarlo dirigió sus labios a esa zona, dejando otras marcas allí, lamiendo, mordiendo y chupando, mientras metía su pierna entre las de Dan.
-Chuck- gimió este con las manos en su cabeza, su erección siendo rozada por el muslo de Chuck- ¡Mmm!- se mordió el labio para amortiguar los sonidos vergonzosos que querían escapar
Y se sentía bien.
Tan bien.
Solo un poco más.
Y Chuck se detuvo.
Apartandose de él, no sin darle antes un ridículamente casto beso en la mejilla, apartándose de él con una sonrisa triunfante. Dejándolo de pie tembloroso, jadeante y duro,
apoyado contra la pared.
-Ten un buen día, Daniel- y jamás algo había sonado tan a desafío como esa frase, como si Chuck dijera "disfrútalo mientras puedas."
Una hora despues, Chuck se encontraba en el sillón de su comedor con la mirada perdida en el televisor, se preguntó si Nate llegó a dormir ya que no lo había visto en todo el día, sirviéndose un vaso de whiskey de la mesa de centro dirigió su mirada a unos papeles del trabajo. Y cuando iba por el segundo sorbo su teléfono sonó.
Una notificación de Gossip Girl.
Un audio.
Lo abrió y subió el volumen
-Chuck- susurró una voz aturdida que solo podía ser la de Dan, le puso pausa, se extrañó al escuchar el audio que le mandó Gossip Girl, pero le volvió a poner play para saber que era- Hey, Chuck, yo... solo llamo para decirte que eres un imbécil...
N/A: Y hasta aquí el cap de hoy, espero les haya gustado lamento haber tardado xd, nos leemos en el siguiente, bye 💖
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