Parte IV


Dan Humphrey:

Chuck Bass:

La fiesta iba ser un asco, enserio, y ni sabía que demonios hacía ahí en ese momento, la casa- mansión del abuelo de Nate era más enorme de lo que recordaba si ha de ser posible, hoy no vio el helicóptero que quizás traería al más viejo de los Vanderbilt probablemente porque estaba ya dentro intentando sobornar al primo de Nate- Trip- o al mismo Nate para que se unieran a su campaña para ser diputados.

La última vez que había estado ahí fue con Vanessa y no había llevado un traje tan bonito como el que debería haber llevado puesto en ese momento, ya que varias personas andaban con trajes muy elegantes, como el traje que le regaló Chuck Bass. Sí, había recibido un paquete en su casa, y cuando lo abrió notó un hermoso traje Dolce & Gabbana de color negro, con una camisa celeste, y una corbata negra, y sobre todo ello una nota.

"Ponte lindo para mi esta noche"

-C.B.

Su primer pensamiento fue quemar el traje, y la nota, en especial la nota, era como una burla, como si se preparara y sentenciara a Dan a que tuvieran esa noche para ellos, como si hablara con una prostituta, quizás funcionaba con cualquier persona con la que Chuck hubiese salido antes, quizás incluso hasta con Blair le funcionó, pero él no iba hacerlo tan sencillo.

Decidió no usar el traje, no tenía porqué, Nate le dijo que fuera con algo sencillo porque quizás jugarían futbol otra vez, como cuando estuvo en ese lugar por primera vez. Así que decidió colocarse una camisa de franela a cuadros, un suéter con botones de color grafito, y unos jeans sencillos que le quedaban sueltos en las caderas, por lo que se colocó un cinturón.

Observó hacia un lado y vio a Nate discutiendo con Serena, y como eran las únicas personas que conocía en esta fiesta- aparte de Blair que estaba con Louis allá a la distancia, y Chuck de quien no quería saber por el momento- se acercó a ellos.

-Hey- les saludó con una sonrisa

-¡Dan!- dijo Serena con una sonrisa, dándole un beso en la mejilla

-Dan- habló Nate en un tono más serio- te estaba buscando, tenemos que hablar

-¿Qué? ¿Ahora?

Por un segundo el pánico se hizo presente en su voz, porque ¿Y si Chuck le había contado sobre lo que había pasado en su hotel? ¿Y si le había contado sobre lo que pasó en su casa, o que el accedió a hacer cosas con Chuck?

No estaba listo para un sermón de parte de Nate, Nate siempre tan recto y perfecto y bueno y justo, y él, simplemente no esta listo para que la gente lo supiera porque ni él sabía que estaba pasando con Chuck, ni por qué accedió a lo que él le pidió.

-Es importante- dijo tomándolo del brazo sin fuerza, solo para guiarlo- Serena, si nos disculpas

Ella asintió algo confundida, mientras Nate conducía a Dan hasta el balcón de la casa de su abuelo, Dan observó hacia abajo y vio el enorme campo de césped que había ante sus ojos, todos esos arboles, todo tan lleno de color verde con únicamente personas con vestidos y trajes elegantes que contrastaban, sin duda era un lugar hermoso, y sin duda hubiese pensado eso si no estuviera conteniendo la respiración.

-Dan- comenzó a decir Nate- ¿Estas enfadado conmigo? Porque si es así me gustaría que me lo dijeras

-¿Qué?- cuestionó mirando a su amigo con una expresión anonadada y dejando escapar el aire- No, yo... no ¿Por qué piensas eso?

-Bueno, sé que a veces soy un poco despistado...

-¿A veces?

Nate bufó.

-Bien, la mayoría del tiempo, sé que soy despistado, pero he notado que estas evitándome últimamente- sus ojos azules eran tan enormes, y a veces lo llevaba a preguntarse como rayos era posible que Nate fuera tan bueno cuando había vivido toda su vida con una familia como la de los Vanderbilt- eres mi mejor amigo Dan, así que necesito que me digas la verdad

Dan rodó los ojos.

-Creí que tu mejor amigo era Chuck

-¿Es eso?- preguntó sorprendido -¿Estas celoso de que Chuck es mi mejor amigo?

Dan soltó una carcajada, porqué enserio Nate no captaba absolutamente nada, pensó en decirlo pero no quería ofenderlo. Sin embargo no podía decirle que la causa de evitar a Nate era que estaba realmente evitando a Chuck, y ya que estos vivían juntos cada vez que Nate lo invitaba a jugar Call Of Duty sabía que tendría que ver a Chuck paseándose por ahí, y simplemente no estaba listo para ello, porque Dan sabía que Chuck le lanzaría miradas provocadoras, que le lanzaría comentarios subidos de tono sin importarle si Nate escuchaba, y enserio no podría sopórtalo después del trato que hicieron, o el par de incidentes que tuvieron.

-Dan- le llamó Nate colocando un brazo alrededor de su cuello- Chuck y yo nos conocemos desde que teníamos como seis años, y es mi mejor amigo, pero no porque el sea mi mejor amigo te vuelve menos importante, porque tu también lo eres

-Oh- dijo con un asentimiento, porque si Nate quería creer que ese era el motivo de sus constantes excusas para no salir, pues el no se lo iba impedir, asique sonrió- es bueno saberlo

-Y por cierto, vamos a empezar en quince minutos a jugar futbol así que será mejor que te vayas preparando- Dan rodó los ojos y observó a Trip que llegaba a ellos emocionado, comenzando a llamar a los jugadores para que vayan al campo de juego y dándole el balón a Nate

Cuando Nate le arrojó el balón con una sonrisa a Dan, a este se le escapó y chocó con unos lustrosos zapatos, por lo que la recogió de ahí, casi estrellándose con la persona frente a él.

-Lo siento- se disculpó antes de levantarse del suelo y encontrarse con una expresión divertida en el rostro de Chuck

-No hay cuidado- respondió luciendo un elegante traje de color azul marino, impecable como siempre, mientras miraba a Dan de arriba abajo, fijándose en su atuendo- linda ropa, Daniel ¿La sacaste del armario de un leñador?

Dan rodó los ojos, sabía que esa era la forma indignada que tenía Chuck en demostrar que estaba algo molesto porque el no usara el traje que le dio.

-Hey Chuck- dijo Nate llegando hasta donde estaban ellos- me alegra que vinieras ¿te nos unes para jugar fútbol?

-Por muy tentadora que sea la idea de taclear a Daniel- dijo con burla- creo que voy a pasar, no tengo ganas de ensuciarme

-Bueno, eso es nuevo- se burló Dan- Quien diría que Chuck Bass tendría miedo de ensuciarse las manos para jugar

-¿Tu si jugarás?- preguntó Chuck extrañamente interesado, pero su expresión de diversión no desapareció, de hecho, su sonrisa creció aun más, como si el hecho de que Dan jugara futbol fuera su regalo de navidad adelantado

-Si- respondió Dan encogiéndose de hombros

-Bueno, entonces me encantaría ver como te ensucias, Humphrey, claro, si duras cinco segundos sin ser tacleado con lo escuálido que estás

Nate pasó la mirada del uno al otro con una expresión de confusión, como tratando de averiguar si había algo de lo que él no estaba enterado, pero antes de abrir la boca notó que llegaba Trip pidiéndole de nuevo que fueran a ponerse en posición, ellos obedecieron, y Dan mientras se iba sintió la mirada de Chuck taladrándole la nuca.




Uno de los primos de Nate le arrojó el balón y el lo tuvo por unos cuantos segundos mientras corría, y duró unos siete pasos cuando notó que alguien estaba frente a él para taclearlo así que se la arrojó a Nate antes de que fuera sujetado por la cintura y tacleado en cuestión de segundos, golpeando su cabeza contra el césped.

Pasó un momento y el tipo que le tacleó le tendió la mano con una sonrisa.

-Buen pase, niño

El tomó la mano, y se levantó con algo de dificultad, e hizo una pequeña mueca. Y luego llegó Nate.

-Dan ¿Estas bien?

-Sí- dijo con un asentimiento y sacudiendo su mano, restándole importancia, le dolía algo la cabeza, pero no quería demostrarlo, menos sabiendo que Chuck estaba en algún lugar del campo quizás disfrutando de esto un poco demasiado, o quizás había encontrado a alguna presa fácil y se fue a besuquear con ella a algún armario

-Lo siento- se disculpó Nate- mis primos son algo rudos con los nuevos, y solo estuviste aquí una vez así que...

-Sí, da igual

El juego continuó unos diez minutos más, cuando escuchó el silbato sonar para hacer una pausa Dan notó que su cuerpo estaba mucho menos en forma de lo que pensó, probablemente porque llevaba mucho tiempo sin hacer ejercicio, y solía pasar el tiempo escribiendo o leyendo sobre algo, por lo que ahora su respiración estaba agitada y tuvo que apoyar sus manos en sus rodillas para aspirar algo de aire sentía el sudor correr por su cuello y cuando levantó la mirada se cruzó con la de Chuck que estaba mirándolo también, lucía serio como si estuviera evaluando cada uno de sus movimientos, no pudo evitar sonrojarse y se enderezó cuando escuchó el silbato anunciar que volvieran a sus posiciones.

Chuck mantuvo la mirada, notando como Dan se ponía nervioso al tener su atención, lo que para ser honesto se le hizo de alguna extraña y retorcida forma tierno, todos en el campo parecían que al menos consumieron una vez en su vida esteroides, y Humphrey lucía como si se alimentara a base de aire. Si fuera su problema, se preocuparía de que este comiera de forma adecuada, pero claro, no lo era, y no le importaba.

-¿Cómo van?- preguntó una voz tras él, una voz que ya conocía

Georgina.

-Ni idea, para ser honesto no presté atención al juego- respondió sin mirar a la chica

-Claro- dijo ella divertida- solo estas poniendo tu atención en Dan

Dan apartó la mirada cuando vio a Georgina y se concentró en el juego, y justo fue turno de Nate de comenzar a correr, lucía como si no hubiese sido derribado ni una vez, y no hubiese estado corriendo por el mismo tiempo que él, Dan lo envidiaba por su buen estado físico, cuando Nate observó a Dan que estaba a unos metros le arrojó el balón ovalado y él dio un salto para recibirlo, sin embargo no lo alcanzó ni a rozar cuando alguien pasó inclinado bajo él, haciéndole dar una pequeña voltereta en el aire y caer sobre su pie, o mejor dicho, tobillo ya que este se dobló antes de caer al piso.

-Auch- se quejó con una mueca y los ojos cerrados, quería gritar, pero no iba hacerlo, hubo un silencio y luego el silbato sonó y Nate llegó corriendo a él

-¡Dan!- exclamó, ayudándolo a levantarse tomándolo de un brazo pasándolo alrededor de su cuello- ¿Puedes levantarte?

-Está bien- dijo Trip con una sonrisa triunfante, y Dan cayó en cuenta que él fue quien le hizo caerse- solo nos divertíamos

-¿Divertían?- preguntó Nate molestó, intentando no llamar la atención de su abuelo que estaba distraído hablando con otro de sus primos- casi le rompes el pie

-Nate- le detuvo Dan- enserio da igual, no es nada, pero creo que terminé por hoy, estoy demasiado fuera de forma para esto

Lo dijo con la mayor convicción que pudo, se soltó de Nate e intentó no cojear de regreso a la mansión, el tobillo le dolía como la mierda y pedía a gritos no ser apoyado, sin embargo, no quería demostrarlo. Así que se dejó caer en una de las sillas cuando frente a él apareció una bolsa con hielo.

Levantó la vista y se encontró con Chuck.

-Considéralo un premio por durar más de cinco segundos

Dan lo iba tomar el hielo algo indeciso, pero Chuck lo alejó antes de que lo hiciera.

-¿Sigue en pie lo de esta noche?

-¿Me amenazas con hielo? ¿Enserio? Eso es algo bajo, incluso para Chuck Bass- dijo a modo de broma

-Humphrey- habló con seriedad

-No lo sé, Chuck- dijo por fin, bajando la mirada y pasando una mano por su tobillo lastimado, nervioso, mirando alrededor por si había alguien escuchándolos o poniéndoles atención- es solo que no entiendo en qué te ayudará una noche de... eso

-¿Eso?- preguntó dichoso entregándole la bolsa con hielo que él recibió colocandosela en el tobillo de inmediato- eso se llama sexo, Humphrey, tu y Serena tuvieron mucho así que dudo que no lo conozcas, y ya te lo expliqué en tu casa ¿Quieres que lo haga aquí frente a todos esta vez?

-¡No!- gritó de repente, viendo como unas personas volteaban en su dirección así que volvió a bajar la voz- ni se te ocurra Chuck

-¿En mi hotel, entonces?

Chuck se quedó mirando a Humphrey con una expresión imperturbable en su rostro, no iba dejar que la desesperación se hiciera notable en su rostro, pero esos segundos que Daniel se demoró en responder se le hicieron eternos, tanto que cuando este soltó su respuesta fue como si volviera su espíritu a su cuerpo.

-Bien

(...)

Apenas entraron el la limusina de Chuck y la puerta se cerró este lo empujó contra el asiento de cuero y le besó los labios, y no fue con calma, fue como si se hubiese estado conteniendo durante meses al hacer eso, fue un beso ansioso, depredador que dejó a Dan sin aire y que le fuera muy difícil seguirle el ritmo, estaba medio recostado en el asiento con Chuck Bass entre sus piernas, acariciando su cuerpo, sus caderas, metiendo sus manos bajo la camisa de franela a cuadros que llevaba.

-No te pusiste el traje que te regalé- susurró entre besos, y la respiración agitada

-Bien- jadeó cuando Chuck le pellizco un pezón con sus dedos- si lo hubiese hecho se ¡ah! hubiese en...ensuciado

Chuck bajó un poco y le besó el cuello, mordiéndolo, saboreándolo. Deteniéndose un segundo, disfrutando del aroma de Dan a colonia y champú de arándanos, era delicioso y le daban más ganas de dejarle alguna marca en el cuello blanco, y lo hizo, comenzó a succionar hasta que vio que quedó una marca y le dio un pequeño beso, sonrió malévolamente cuando sintió contra su ingle una erección, y pasó sus manos por el trasero de Humphrey, para jalarlo, abrazandolo cerca y hacer fricción entre sus caderas.

Dan se retorcía bajo el, justo como se imaginó que lo haría y hasta ese momento la imaginación no superaba a la realidad, porque tenerlo de esa forma era una de las mejores sensaciones. Si bien siempre se considero como un dominante que le gustaba mantener todo bajo su control, nunca pensó que una de esas cosas fuera Dan Humphrey, y eso le estaba volviendo locoy no precisamente dn un mal sentido.

-Oh Chuck- gimió haciendo su cabeza hacia atrás, respondiendo con movimientos de caderas, ansioso

Le encantaba, le encantaba la forma en la que los labios de Daniel se separaban un poco para decir su nombre, le encantaba también como era capaz de volver al sarcástico y parlanchín Dan en un manojo de gemidos sin sentido, y eso que el juego ni siquiera había comenzado hasta ahora, y si no mal se equivocaba los pantalones de Daniel estaban comenzando a filtrar el liquido pre-seminal y quiso soltar una risita pero sabía que eso quizás avergonzaría al chico de Brooklyn, más de lo que estaba.

-Si tan solo pudieras verte ahora- susurró contra el oído de Dan- si tan solo vieras lo necesitado que estas

Lo único de lo que Dan era consciente era tener sus piernas alrededor de la cintura de Chuck antes de que la limusina se detuviera, rápidamente se intentó apartar con miedo de que el chofer abriera la puerta, como si supiera que no debía hasta que Chuck le diera una mística señal, no pudo separarse ya que Chuck se lo impidió tomándole con fuerza las caderas y frotando sus erecciones con más ansias.

Dan sintió una corriente recorrerle todo el cuerpo, en especial su vientre bajo cuando notó que estaba por estallar, sentía calor, demasiado, y no quería hacerlo, pero Chuck parecía no querer detenerse, parecía querer que el estallara, sin siquiera quitarle la ropa, sin ser tocado.

-Hazlo, Daniel- dijo con suavidad- ¿O necesitas que yo te lo ordene para poder hacerlo?

-Cállate- dijo con los ojos cerrados, gimiendo más fuerte cuando otra oleada invadió su cuerpo, e intentó separase, empujar a Chuck, este se apegó aun más a el, frotando su rodilla contra su erección y entonces no pudo evitarlo más y se vino, queriendo cubrirse la boca pero Chuck se lo impidió agarrando sus muñecas, mientras el se sacudía por la sensación del post-orgasmo

-Bueno- comenzó a decir Chuck con una sonrisa tan retorcida que Dan se planteó en darle un puñetazo o huir- eso fue enserio rápido

Dan no respondió, aun intentando regularizar su respiración, acostado en el incómodo asiento de la limusina, y escuchó como Chuck se arreglaba la ropa luego de salir de entre sus piernas.

-No puedo esperar para cuando no tengas una sola prenda- dijo comenzando a abrir un poco la puerta

-¡No, Chuck espera!-gritó agarrándole del saco- no puedo salir así- indicó la mancha de humedad en sus pantalones

-Cúbrete con la camisa y ya, nadie te estará mirando ahí, Daniel- respondió abriendo la puerta por completo y bajándose- claro, a excepción de mi- y comenzó a caminar hasta la entrada de su hotel

Dan maldijo pero de todas formas fue tras él, sintió un dolor al caminar forzando el tobillo, y recordó que le dolía, al parecer Chuck le distrajo lo suficiente para no pensar en ello, asi que decidió cubrise medianamente con la camisa de franela que llevaba. Lo bueno era que agradeció que cuando llegaran al elevador no se encontraran con una sola persona, lo malo fue que Chuck aprovechó la soledad para comenzar a besarlo ahí mismo, pero Dan le colocó las manos en el pecho.

-Hay cámaras- le advirtió observando una que estaba en la esquina

-Es mi hotel, Daniel, si quiero esas cámaras irán directo a la basura- respondió antes de continuar su sesión de besos, y comenzó a desabrochar el cinturon de Dan y este intentó negarse y cuando Chuck se arrodilló frente a él, Dan colocó una rodilla, para no cargar su tobillo que aun dolía, sobre el hombro de Chuck cuando este desabrochó sus pantalones.

-Basta- dijo con firmeza, al menos con lo que pudo reunir- al menos vamos a la cama

-Le estas quitando lo divertido a la vida, Daniel- murmuró poniéndose de pie y volviendo a accionar el botón para que el elevador volviera a moverse y Dan se preguntó ¿Cuándo rayos había hecho que se detuviera?

Cuando las puertas se abrieron, Chuck lo jaló de la muñeca, arrastrándolo a su habitación y cuando entraron lo arrojó directo en la cama.

-¿Sabes Daniel?- preguntó posicionándose sobre él con lentitud esta vez- puedes negarte a admitir que quieres esto en tu mente todo lo que quieras, puedes decirme que en el fondo eres más inocente, más recatado, con tus ojos de cachorrito perdido, pero cuando te toco tu cuerpo me dice que es todo lo contrario- dijo volviendo a pasar su mano y apretando sobre el pantalón donde comenzó a ponérsele dura de nuevo

Dan quiso replicar que en ningún momento negó que realmente quisiera esto, o quizás si lo hizo en el fondo sabía la verdad, sin embargo no podía dejar de pensar que estaba cometiendo un error, pero se sentía tan bien, se sentía de alguna forma como si sus cuerpos encajaran a la perfección, y algo que era tan perfecto no podía estar tan mal, simplemente no podía.

-Va ser una larga noche-susurró Chuck sobre la marca que dejó en su cuello- así que más vale que estes listo para soportarla

N/A: Espero les haya gustado el capítulo

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