23
Todo mi cuerpo arde por ti
Mi corazón está sediento de ti
Como una fiebre, fiebre, fiebre, fiebre
Quiero abrazarte
Quiero abrazarte
Incluso si lo alejo, arde dentro de mí
Incluso si se convierte en cenizas, las llamas florecen
Como una fiebre, fiebre, fiebre
Quiero sufrir por ti
|Capítulo +18 |
Narrador omnisciente
Aunque el clima sea templado y calmado las cosas no eran así en estos momentos, más respectivamente en Tokyo donde todo era un caos entre pandillas nuevas y antiguas.
Aunque la gente los quisiera reclutar ellos no querían involucrarse de nuevo en aquellas jugadas, estaban muy mayores para aquello y tenían cosas más importantes por las cuales pelear.
—¿Entonces dices que es mejor que no le digamos nada a Koko?—Dice el actual pelinegro mientras miraba a su hermano.
—Aunque Sanzu no quiso entrar en detalles, tengo entendido que a Koko lo torturaron—Respondio el otro pelinegro mientras seguía comiendo.
—Pienso que lo mejor será decirle, antes de que ellos se adelanten y le hagan una jugada que termine por cavar su tumba—Responde Ran mirando seriamente a Rindou.
—El está bien escondido, no deberíamos preocuparnos además ya no tenemos pandilla—Respondio Rindou mirando por la ventana de aquel lugar.
—Esta bien, todo quedará en manos de Sanzu, espero que le esté yendo mejor que a nosotros—Respondio Ran viendo desde su ventana en Alemania.
En otro lugar un actual Sanzu con su cabello corto y blanco, caminaba por las calles con una reciente mordida en su cuello, había pasado un percance con su celo y terminó en la habitación con aquella persona que lo abandonó.
—Necesito encontrar a Mikey, esto no me puede estar sucediendo—Dice Sanzu caminando por la calles mientras buscaba aquel local de motos.
Necesitaba salvar a Hajime Kokonoi, necesitaba decirle los planes de aquellos dos psicópatas, necesitaba detenerlos pero aún necesitaba las pruebas claves para que la policía actúe.
No tenía más esperanzas y aquella mordida solo era el inicio de su muerte, después de caminar por tanto tiempo en su estado nauseabundo lleno de feromonas de aquel hombre, sudor y lágrimas finalmente llegó al lugar donde desde lo lejos veía la silueta pequeña de aquel que fue su primer salvador.
Entro al local en total silencio acercándose hasta donde estaba Mikey, quien se encontraba reparando una moto.
—Mikey, necesito tu ayuda—Menciono Sanzu con los últimos hilos de voz que le quedaban.
—¿Quien eres tú?—Pregunto Mikey totalmente asustado y volteando ver aquel chico que pertenecía a su pandilla—Sanzu.
—Nece...Necesito hablar contigo—Dice Sanzu con su último suspiro antes de caer desmayado sobre Mikey.
Al estar en celo y ser marcado por aquel hombre que lo abandonó hace muchos años, necesitaba estar cerca de
Yasuhiro Muto, si no podría morirse o entrar en coma por no aceptar a su pareja destinada.
Mientras tanto la nueva pareja de novios se encontraba cumpliendo un mes desde que se habían hecho pareja, actualmente habían estado en aquel lugar dos meses, los cuales habían sido tranquilos y sin contratiempos, todavía querían regresar a Tokyo donde se encontraban sus amigos y familiares.
Hajime Kokonoi trataba de ser una buena pareja para Seishu demostrando que au primer amor ahora se había ido completamente de su mente, por lo general le daba pinturas que el mismo pintaba, manualidades con frases cursis y en otras ocasiones no tan buenas trataba de cocinarle algo que terminaba en un incendio siendo apagado por Inupi.
Por otro lado para Inupi quien no tenía mucha experiencia en el amor ya que todos sus anteriores amores habían fracasado y siempre terminaban estancando, era la primera vez que se sentía asustado por todas estad emociones nuevas, quería estar siempre al lado de Koko, sin importar que, quería abrazarlo, besarlo, cuidarlo y protegerlo por siempre.
Ahora le importaba menos en ser beta.
Quería que estuviera a su lado para siempre.
Lastimosamente no contaban con un detalle de la naturaleza de Koko que llegaría y que su trauma le recordaría.
—Inupi será mejor que me vaya algún hostal mientras que mi celo pasa, no quiero que suceda nada en estos momentos—Dice Koko mientras comía de sus cereales.
Ambos se quedaron en un silencio incómodo mientras que Hajime terminaba de comer, su fiebre estaba subiendo y el dolor en su estómago era peor que la última vez, no quería dañar a Inupi, aunque estaba superando poco a poco su trauma se le hacía imposible no pensar en dañar a Seishu.
—No creo que sea necesario, ya había pedido días libres—Dice Inupi recogiendo los platos y dejandolos en la cocina.
—Inupi si te soy sincero no quiero lastimarte, no quiero que nuestra primera vez sea así y en este lugar—Dice Koko mirando el lugar tan pequeño donde vivían y las circunstancias que lo habían obligado a permanecer ahí.
—Creo que ya llego la hora de que me marques, estoy muy seguro sobre lo que quiero y eso es no sufrir más—Responde Seishu totalmente seguro de su decisión mientras que Koko lo miraba atónito.
Ambos se quedaron en silencio y Koko no dijo nada más por lo mal que se encontraba, había tomado horas antes su supresor pero no hacía ningún efecto en su organismo, había decidido encerrarse en su habitación pero Inupi lo había detenido por lo que se encontraba en el sofá esperando estar por lo menos despierto.
—¿Inupi estás seguro de esto?—Le pregunta Hajime suplicando con su mirada alguna negativa.
—Estoy muy seguro de lo que quiero y eso erea tú—Le responde Inupi acercando su rostro.
Ambos respiraban fuertemente mientras que el lugar se llenaba de feromonas de Hajime, su cuerpo caliente le pedía marcar a aquel chico rubio y de ojos cómo el mar, tan profundos y seductores.
Inui unió sus labios en un beso apasionado que desencadenaría su propio destino, ambos finalmente estaban unidos a permanecer por siempre juntos, por lo que ese beso marcó el final de ambos.
Mientras que sus labios se juntaban y sus respiraciones aumentaban, Hajime con la poca fuerza que poseía decidió tomar la iniciativa y cargar a Seishu hasta su habitación mientras se seguían besando, Inui junto sus piernas en la cintura de Koko mientras que sus abrazos estaban alrededor de su cuello.
Llegaron a la habitación y Koko dejó a Inupi en la cama mientras que se desnudaba lentamente con mucha vergüenza, de por si era muy delgado y aunque su lobo no había aparecido esta vez debido a la felicidad que sentía, estaba muy tímido a la hora de mostrar su cuerpo.
No quería recordar su trauma pero era inevitable no recordar la vez que el...
—Koko no te preocupes, eres cómo una obra de arte ante mis ojos y verte ahora tímido solo hace que mi amor por ti aumente—Dice Seishu ayudando a desvestir a Hajime mientras ambos seguían besándose.
Finalmente ambos estaba desnudos, aunque era una escena muy excitante a los ojos de cualquiera ambos solo veían amor, un amor irreconocible al principio pero tan puro al final.
Por lo que Hajime comenzó a tocar la piel suave se Inui, mientras que Inupi besaba las pálidas clavículas de Koko, ambos deleitandose con el sabor del otro mientras desbordaba todo aquel placer, los dedos pálidos de Hajime llegaron a aquel agujero rosado con lubricante debido a que Inui era beta.
—No...no..sabes cuanto soñé con esto—Gemia Hajime mientras seguía preparando con sus dedos a su pareja destinada y este soltaba gemidos graves.
—Creo...creo...que ya llegó la hora—Decía entre gemidos Inupi totalmente extasiado.
Nunca había esperado esta sensación tan excitante al interior de su cuerpo y no espero que Hajime poco a poco introduciera su miembro en su cavidad anal, el dolor y la pasión se mezclaron en ese momento mientras ambos unían sus cuerpos.
Finalmente ambos estaba unidos.
Por lo que no espero mucho cuando Hajime lo penetraba con total delicadeza mientras que su cara roja aumentaba, el chapoteo de piel contra piel, el sudor y el dolor estaban en el ambiente.
Con cada estocada el nudo de Hajime aumentaba hasta que finalmente ambos estaban llegando en su clímax, mientras que sus dedos masajeaban los pezones de Inupi y su miembro entraba y salía a máxima velocidad, Inupi nunca se había excitado tanto por lo que pronto se correría.
Fue en ese momento en el que Seishu finalmente se corrió en el vientre de Hajime, que Hajime no pudo soportarlo más y se adentró con su nudo al interior de Inupi, no esperaba que soportara el nudo ya que era beta, pero entró todo y el climax llegó, así mismo mordió el cuello de Seishu dejando su marca para toda la vida.
Ambos estaban finalmente conectados.
Aunque el dolor y placer que sentía Seishu por el nudo de Hajime no se comparaba a la felicidad de su marca, estaba feliz que finalmente estuvieran juntos.
Más allá de celo, más allá de su cuerpos juntos, se habían unido para siempre.
—No será tan facil—
—¿Acaso estás enamorado de él?, deja tu maldita obsesión y fuguemonos—
—Solo déjame jugar con el por última vez—
—Los dos terminaremos perdiendo si no detienes esto ya—
______________________________
Ya estamos en la recta final y les juro que me dio vergüenza pero ya que, un mal destino terminara para una pareja y no será la principal.
Espero que les haya gustado el lemon, saben que muy pronto terminará la historia y el próximo capítulo será la semifinal.
Comenten, voten y compartan.
Preguntas----- >>>
Nos vemos luego.
Byee
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top