19
Cuando el sol se pone, todos nos ponemos solos.
Mírame mientras desaparezco
Estos sonidos vacíos y historias sin fin.
Así que dime lo que quiero escuchar (mentiras blancas)
Matándome lentamente con las palabras que escribiste
El corazón que rompiste, que rompiste, sí
Llamando mi nombre, no quiero quedarme
Pero estoy completamente despierto, estoy completamente despierto
Narrador omnisciente
ADVERTENCIAS +13 Mención de abuso y temas delicados, si es suceptibles será mejor que pase de largo el capítulo al final
Nuevamente Inui Seishu se encontraba viendo las paredes blancas del hospital, el olor a cloro y demás implementos de limpieza llenaban su olfato mientras esperaba sentando en una silla por noticias de Hajime, habían pasado unas horas desde que lo habia llevado a urgencias y todavía no le daban noticias.
Algo no estaba bien con el estado de Hajime, el olía diferente.
Tenia una mezcla de olores y fluidos que le aterraban, añadiendo el hecho de que le habían preguntado muchas cosas en recepción, temía que llegaran los padres de Kokonoi y se lo llevaran.
Sabia que su relación no era muy buena debido a que Koko estaba involucrado en una banda criminal desde hace años.
Se encontraba muy preocupado.
Hajime a pesar de todo era su amigo y pareja destinada, sin importar todo lo que sucedió en el pasado, había un rayo de esperanza que las cosas mejorarían.
Si era posible salir de esta mierda en la cual se encontraban lo primero que le ofrecería a Hajime seria llevarlo a una cita, quizás el sea quien lo cortejaria y ambos dejarían atrás el pasado, sabía que sería difícil olvidar el primer amor.
Porque el nunca lo olvido.
Cómo Akane había sido el primer amor de Hajime, el primer amor de Seishu había sido Shinichiro Sano.
Quien por poco casi estuvo por perderlo y desistió en su idea de confesarle su amor, sabía que más chicos habían tratado de confesarle sus sentimientos a el, incluso aunque las chicas lo rechazaran por algún motivo desconocido sabía muy en el fondo que aquel amor no podía seguir marcha.
Shinichiro tenía una pareja destinada, además que lo veía cómo un hermano pequeño más, sabía su historia, lo protegía, en los días donde se jugaba de su casa aquel taller había sido su único lugar de protección, sus historia llenaban su hambriento corazón, le ofrecía ese tipo de cariño que necesitaba y que nadie más le ofreció.
Por más que quisiera juzgar a Koko, sabía que ambos estaban en las mismas condiciones.
Por lo menos sabía que Hajime le habia confesado sus sentimientos a su hermana antes de fallecer y no se había quedado con ese vacío, el vacío que ahora el sentía viendo a Shinichiro ser feliz.
Después de todo el destino movía sus hilos de manera catastrófica y temía que en cualquier momento los moviera de nuevo y esta vez la víctima fuera el, había algo que no le cuadraba, un mal presentimiento de que esta guerra no acabaría tan simplemente.
Por eso cuando vio la figura delgada de un chico viniendo hacia el, con el uniforme rojo, tapabocas y el cabello rosa recogido, sabía que se trataba de alguien del Bonten.
El chico tomó asiento a su lado mientras de su bolsillo trasero sacaba unos cigarrillos, el pasillo se encontraba desierto y aquel sujeto no le importaba fumar en un hospital, cómo si no le interesará romper las reglas.
Que más podía esperarse de la generación de brutalidad.
—Tal vez no me recuerdes Inui, trabajaba en el Bonten junto a Kokonoi—Resopla el sujeto mientras se baja el tapabocas dejando ver dos grandes cicatrices en su boca—Soy Sanzu, tengo una buena y mala noticia.
El chico de nombre Sanzu prendió el cigarrillo y comenzó a fumar, el estómago de Seishu se revolvió y aunque no le desagradaba el olor a cigarrillo debido a la costumbre con Shinichiro, esta vez era diferente.
Tenia un mal presentimiento.
Recordaba que el había sido quien lo había dejado en descubierto con las preguntas del destinado, aquellas cicatrices no se olvidaban fácilmente.
—Dime la buena—Susurró Seishu mientras apretaba sus manos.
Sanzu no volteaba a mirarlo y en cambio seguía mirando hacia un punto fijo de la pared mientras fumaba.
—El Bonten se desintegró y los black dragons también—Responde Sanzu con su voz grave y seca por acabar de fumar.
—Es una buena noticia—Seishu no le tomo importancia y decidió respirar fuerte para escuchar la parte mala.
—La mala noticia es que Kisaki Tetta y Hanma Shuji regresaran muy pronto, arruinaran todo de nuevo y esta vez es más peligroso que antes ya que se aliaron con gente que sabes que podría matarte—Responde Sanzu con una expresión fria—Lo más peor aún es que vendrán por Kokonoi y tal vez para matarlo de una vez, a ambos mejor dicho.
La sangre de Inui se hiela al escuchar tales palabras y no puede creer lo que está sucediendo, ¿acaso no todo se había acabo por fin? ¿Querian causarle más daño a Kokonoi?
—La Touman los detendrán, nosotros lo detendremos, no podemos bajar la cabeza y escondernos cómo si nosotros fuéramos los malos de la historia—Dice Seishu con nerviosismo—En estos momentos no se que mierda le hicieron a Koko, lleva horas adentro y el no está condiciones.
—Mira Inui esto ya no es un juego de niños y creo que ya eres lo demasiado adulto para comprender que con golpes ya no se arreglarán las cosas—Bufa Sanzu terminando su cigarrillo—Mira me importa Kokonoi, así que te lo dire claro y conciso, huyan de acá y será mejor que pasen un tiempo escondidos, sin salir.
De repente todo alrededor de Seishu se congeló al escuchar sus palabras, sentía cómo si el no fuese demasiado fuerte para protegerlos a ambos y intentó comprender las palabras del pelirosa.
¿Tenia razón Sanzu?
¿Tenían que esconderse cómo cobardes?
Su cabeza se mareo por un momento y se dejó caer en la silla sin importarle las heridas de su espalda, nuevamente todo se estaba cayendo en pedazos y su mala sensación se estaba haciendo realidad.
—En estos momentos no me importaría esconderme o pelear nuevamente, lo primordial es la salud de Hajime y sin tan solo fuera un alfa podría protegerlo—Responde Seishu en un estado colérico—Primero tendría que esperar la mejora de Koko, un lugar donde vivir, trabajo, comida, pagar por todo y cuidarlo, pero eso me tomarían unos meses y tendría que hablarlo con los chicos, no puedo desaparecer de nuevo.
Sanzu se queda en silencio comprendiendo las palabras de Inui para después dirigirle por primera vez una mirada.
—Mira haz lo que tu quieras, si quieres morir por una tortura, violación y una bala en la cabeza créeme que es una muerte digna—Dice Sanzu sonriendole a Inui—Tengo la conciencia limpia después de avisarte, tan solo te quiero advertir que si quieres que Koko muera y luego tú, será mejor que me lo lleve así sea por las malas, un compañero nunca se deja solo y menos en estos momentos.
Seishu lo mira con una expresión enojada mientras trata de controlar su rabia, ¿acaso eran celos?, tenia que controlarse si no quería un pelea en el hospital.
—Mira idiota te pido 3 días para planear todo, solo 3 días—Dice Inui tratando de controlar su respiración—Si después de esos días no tengo nada planeado y busco la muerte cómo tu lo insinúas, dejaré a Koko irse con ustedes.
Sanzu sonríe y niega con la cabeza.
—Parece que el hijo de puta entró en razón, esta bien—Dice Sanzu cruzándose de brazos—Sin más que decir esperaré hasta que nos den una información de Kokonoi, tengo que avisarle a mi ex jefe que todo está en control.
Seishu lo sigue mirando con rabia mientras trata de controlarse para después tratar de tranquilizarse y mantener la cabeza fría, no esperaba que justo en ese momento llamaran a los familiares de Hajime y tuviera que encontrarse con algo que no esperaba.
Algo que dejó helando su respiración y sangre.
—Familiares de Hajime Kokonoi, necesito que me acompañen a mi oficina—Dice el doctor saliendo del lugar y viendo cómo dos chicos jóvenes se levantaban, siguiéndolo.
Tanto Seishu cómo Haruchiyo siguieron al doctor en silencio, ambos se veían físicamente mal, tenían sus uniformes raspados, heridas por doquier, sangre y sus ojeras se notaban a kilómetros, el doctor no preguntó y se sentó en frente de los dos individuos.
—Siendo ustedes dos los único familiares de Hajime Kokonoi, tengo que advertirles que lo que les diré no es fácil de digerir y si tienen algún problema con su presión arterial será mejor que solo se quede uno de los dos—Advierte el doctor mientras toma una postura rígida.
Ambos chicos niegan y con una señal le dicen al doctor que siga con su hablar.
—Seré directo y claro, el paciente Hajime Kokonoi presenta fracturas en su fémur y en su brazo derecho, diferentes heridas, moretones alrededor de su cuerpo y una grave intoxicación de feromonas de alfa—Dice el doctor mientras que ambos chicos lo miran con nerviosismo—Pero no los llame aquí solamente para decirle este diagnóstico, el paciente Kokonoi además de presentar esto junto a una grave desnutrición, problemas en los pulmones y otras cosas más, también presenta signos de violación y consentimiento forzado por parte de otro alfa.
La habitación se queda en total silencio mientras que ambos chicos tratan de comprender lo que acaba de decir el doctor.
—Creimos que todo estaba normal pero a la hora de colocarle la bata vimos un sangrado en su parte trasera, decidimos llamar con urgencia a la parte encargada de abusos y violaciones quienes tratan esto de manera legal—Relata el doctor mientras mira a ambos chicos pálidos y sin articular ninguna palabra—Ellos se encargaron de revisar, tomar evidencias, curar aquel abuso y comenzar una investigación, por lo que ustedes como únicos familiares y testigos, tendrán que responder el siguiente cuestionario que lo harán los encargados, debido a que el paciente se encuentra en estado inconsciente.
Es así cómo el destino se encargaba de decirle nuevamente que ambos no tendrían la felicidad en las manos, que había jugado sucintamente con los sentimientos de los dos y si no hacía algo, tendría que ver la tumba de Kokonoi.
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Único y último capítulo donde vuelvo a escribir algo tan doloroso, les pido disculpa de antemano si alguien se ofende con lo que escribí.
Realmente no saben cuánto me costó hacer el capítulo y próximamente solo se pondrá un poco mejor, espero que les guste.
Preguntas----- >>>>>
Nons vemos pronto.
Byeeee.
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