01. Reunió real.

Hace mucho tiempo en una galaxia muy lejana...

The Clone Wars | Temporada 1

Una lágrima escurrió su mejilla tras ocultarse detrás del enorme contenedor de piezas mecánicas. No cabía tanta desesperación en su pequeño cuerpo así que el primer movimiento que logro fue llevar una de sus manos hasta su boca evitando que su pesada respiración pudiera ser escuchada a la proximidad, sin embargo muy pronto pudo hallar la fuerza necesaria para su último movimiento. Sabía que muchas cosas dependían de esa investigación que había empezado como una simple travesura y en sus manos estaba poder anticipar una de las mayores tragedias que golpearía a su planeta. Sin tener mucha elección trago una bocanada de aire sintiendo como se revolvía su estómago y todo su cuerpo temblaba de miedo, sabía perfectamente que no había a dónde escapar y su sacrificio al menos sería un paso para los Katrionitas.

Había perdido su blaster tras la aterradora persecución que estaba viviendo así que no había forma posible de salir de esa situación con vida. Estaba dispuesta a morir como una honorable soldado que había entregado todo hasta el final.

—Mi lady, el ejército Separatista ha llegado a Katryon ¡Por favor, salve nuestra gente! —Grito lo último tras tocar el botón verde de su brazalete y salir detrás del contenedor mostrándose frente a la figura esbelta y elegante.

—Conmovedor... Pero, inútil —Dijo aquella figura tras chasquear la lengua y reír. Sujeto el mentón de la joven deslizando su índice sobre la franja azul que tenía sobre su mentón, sin esperar más soltó una carcajada lanzando con desprecio su frágil  cuerpo hasta el contenedor que tenía detrás. Muy pronto el sonido característico de su arma resonó acompañado de un desgarrador grito, y luz roja que iluminó el lugar.

Unos delicados rizos pelirrojos caían sobre sus hombros mientras mantenía la cabeza agachada, intentando encontrar una respuesta a las miles de situaciones que se le venían a la cabeza. Muy pronto tuvo que inhalar tanto aire como sus pulmones se lo permitieron y abrió el enorme portón de madera fina. Frente ella se encontraban reunidos las personas más poderosas de su planeta mirándola con seriedad.

A pesar de la situación crítica que se trataría en la reunión, no pudo evitar dar una sonrisa que apenas duró unos instantes. Eran como una réplica uno del otro sentados en la misma posición, con la misma expresión severa; a veces solía creer que los droides tenían un poco más de personalidad y criterio propio que cualquier persona de la sala.

—Senadora, esperabamos su llegada para dar inicio a la reunión. —Habló firmemente la mujer adulta y de cabellera pelirroja ubicada al centro de la sala sentada sobre una silla acolchada bordada con finos hilos dorados; el peculiar parecido a la recién llegada no era una sorpresa para nadie, sin embargo había algo que las diferenciaba además de la altura y un par de grandes gafas... Eran ese montón de delicadas pecas sobre el rostro y hombros de la fémina de estatus inferior si es que podía ser considerada así.

—Lamento la demora, mi Reina —Ofreció una disculpa acompañada de una sutil reverencia levantando uno de los bordes de su vestido. —Me encontraba finalizando el reporte de la situación.

—Con todo respeto, Senadora Vetrov. Los reportes no es algo que le correspondan a alguien de su... —Habló un hombre ubicado de lado izquierdo de la sala, era canoso y portaba un par de gafas negras. —Categoria... —Finalizó con cierto tono de repudió mientras observaba a las orillas de la sala donde se encontraban las guardias reales.

—Lamento romper las reglas , sin embargo en tiempos de crisis las categorías y tareas que tienen asignadas a cada uno de nosotros deberían ser reconsideradas.

Así que si me disculpa, aquí tiene, mi reina —.

Muy pronto dejo las hojas sobre la mesa y camino atravesado la larga sala, donde tomo asiento a tan solo unos metros de la Reina, justo como todos los demás.

—Nuestra posición como sistema neutral se ha visto comprometida tras el asentamiento de tropas Separatistas. No sabemos lo que buscan ni mucho menos hemos recibido algún mensaje por parte de ellos, sin embargo en su corta estancia aquí han eliminado a una considerable parte de nuestro ejército que iba en busca de respuestas. Eso nos deja muy en claro sus planes hostiles.

En cualquier otra situación habríamos avanzando con el ejército para eliminar a ese montón de latas pero esa situación no es la más preocupante. Sino el avistamiento de un Sith. —Dijo la fémina de mayor estatus llevando a un lado uno de sus rizos con delicados rayos color oro.

Los murmullos en la sala no se hicieron de esperar.

— ¿Por qué un Sith tendría que venir hasta aquí?—. Murmullaron entre sí.

—Es que no es suficiente con toda la variedad de droides que tiene?

Aquella situación no hizo más que desesperar a la Reina, obligándola a interrumpir sin previo aviso.

—No lo sabemos, sin embargo hemos llegado a una conclusión. —Expresó la mujer al centro de la mesa dando una pequeña pausa mientras todos seguían cada uno de sus movimientos con la mirada. —Es muy probable que logren tomar el planeta si llegase a presentarse un bloqueo; atacarían por suelo y espacio dejándonos acorralados.

No estoy segura de cuánto podremos aguantar. El equilibrio de nuestra tierra depende de varios planetas. —Tomo una pequeña pausa para cerrar sus ojos y apretar sus manos sobre la mesa.

—Es por eso que tendremos que dejar de lado nuestra posición como sistema neutral. La Duquesa Satine Kryze está al tanto de la situación, ¿no es así, Senadora? —

—Esta en lo correcto, mi Reina. Aunque la Duquesa me pidió reconsiderar la situación, tomar cartas en el asunto y recurrir a la acción no violenta...

—Por supuesto, habló la más grande idealista de la galaxia entera.

—Claro, invitemos a los Sith a tomarse una copa de vino dorado de la mejor cosecha y esperemos pacientemente que destruyan cada centímetro de nuestro hogar.

—Silencio. No tolerare más tonterías en la sala.

He solicitado está reunión no para pedir sus opiniones ni escuchar estupideces, sino para recordarles que esto no es una democracia. —Hablo severamente la Reina, al llamar la atención de todos en la sala la redirigio a otro miembro de la sala.

—Senadora Daeece Vetrov, requiero de su apoyo. He solicitado reunirnos con un representante de la República Galáctico. Siendo usted nuestra Senadora creemos que no hay persona más apta que usted para ser la voz de todos los Katrionitas.

La joven Senadora quiso dar un salto de alegría sin embargo se resistió manteniendo su postura en su sitió. Se puso de pie y puso una mano en el pecho, una señal de respeto y compromiso dentro de la cultura de Katryon.

—Acepto con gran orgullo y respeto la encomienda que me ha dado, su Alteza. Juro en nombre de mi pueblo tomar decisiones responsables y éticas que nos lleven al camino de la paz. —Sin más que decir muy pronto todos en la sala agacharon la cabeza, incluyendo a la Reina y murmullaron al unísono.

—Tu palabra es la esperanza que nos mantendrá...

Aquellas palabras que siempre quiso escuchar  se vieron interrumpidas de pronto, transformándose en silencio, un desalentador vacío que la devolvió a la realidad.

La joven Senadora solo tuvo tiempo de soltar su cuerpo toscamente ante el desastre.

Palabras de orgullo se habían transformado en gritos y llantos de desesperación; Enormes pedazos del techo caían en la entrada de la sala, mientras una llamarada de fuego consumía a quienes tuvieron  el desafortunado destino de haber tenido esos asientos.

Todo era tan confuso que no podía saber de dónde provenían los llamados de auxilio, tan solo se encontraba aturdida e inmóvil sobre su sitio. Tras varios minutos, logro en recobrar la consciencia y verificar si todo en su cuerpo se encontraba bien.

—Krey.. —Alcanzo a susurrar involuntariamente entre dientes mientras observaba a su alrededor con miedo, sus ojos llorosos la delataban.

Una pequeña parte de la sala se encontraba intacta con rastros negros sobre las paredes; El ataqué había demolido solo una parte de aquel lugar y por mera suerte había decidido no sentarse del lado contrario de la mesa solo para darle la contraria su hermana. Un juego que le hubiera costado la vida de ser así.

Solo podía sentir un fuerte dolor sobre su pierna derecha, que se encontraba atrapada bajo un pedazo de techo lo suficientemente ligero para poder hacerlo un lado tirando con sus manos.
Aún con la pierna adolorida y una probable fractura decidió arrastrarse sobre el suelo lleno de escombros, buscándola con desespero. Pero no había rastros de ella, era sumamente extraño considerando que se encontraba a un par de metros de su ubicación.

Nada estaba bien a partir de ese momento... O quizás desde antes nada estaba bien.

—¡Krey! —Alcanzo a gritar mientras se seguía arrastrando por los escombros. Muy pronto se dio cuenta que había dos guardias reales bajo lo que antes era la mesa, uno a cada costado con las frentes pegadas y un figura en el centro ubicada en posición fetal.

— ¿Cuántos eliminaste la última vez? —Preguntó uno de los soldados clon a uno de sus hermanos quien ante la pregunta hincho el pecho de orgullo.

—Cuarenta y cinco cafeteras fueron a parar directamente al chatarrero gracias a mí —Respondió levantando las comisuras de sus labios, sin embargo esa sonrisa se borró de sus labios tras percatarse de la mirada atenta de su superior bajo el casco. —Capitán —Saludo él realizando un un saludo militar, muy pronto los demás clones lo imitaron, realizando un saludo en señal de respeto.

—Soldado —Dijo él levantando una ceja, aunque nadie pudo notarlo gracias al casco, posteriormente procedió. —El General Skywalker estará aquí en unos minutos —.

— Ey Capitán, ¿sabe a qué clase de misión iremos está vez? —

—No, no lo sé. El General solo dijo que necesitaba a los mejores soldados para esta misión.

—Suena divertido. Quizás haya mucha acción como en aquella batalla donde-.... —La mirada de su Capitán recorriendo a los soldados de pies a cabeza los hizo callar. Era un hueso duro de roer.

Muy pronto el pitido de su comunicador lo desvío de la conversación  de sus hermanos.

—Capitán Rex, ¿Ya se encuentran en el hangar? Tenemos que partir lo más rápido posible con rumbó a Katryon. —Dijeron del otro lado de la línea, el hombre no pudo contener su curiosidad extrañado  y bastante confundido. —Habla de ese planeta, ummm —Intentaba buscar las palabras adecuadas para expresar lo que pensaba, sin embargo decidió callar haciendo solo un sonido con su boca.

—Exacto, hablamos de un planeta que se había mantenido neutral, hasta el momento. Hablaremos los detalles en un rato, así que por favor aborden la nave, partiremos en seguida.

—A la orden General. —Tras aquello, el hombre se cuadro frente a sus semejantes. —Atención soldados, el General Skywalker nos ha notificado abordar la nave lo más pronto posible, los detalles de la misión serán tratados en breve así que, en marcha.

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