──── 007.

Movía mi pie de un lado a otro como un medio de entretención. Desde que los demás se unieron al Baile, Harry a decidido sentarse y desde entonces no hemos vuelto a la pista de baile.

Había intentado sacarle conversación al chico de Gryffindor, pero este estaba demasiado ocupado mirando a Cedric bailar con Cho Chang por lo que no me respondía o siquiera prestaba atención.

Me mantuve sentada en mi sitio y al cabo de unos minutos se acercó Ron Weasley, quien le pidió a Harry dar una vuelta. Su amigo no se negó e inmediatamente se había levantado del asiento donde nos encontrábamos; olvidando por completo que yo era su acompañante y me estaba dejando sola.

Las personas que se detenían de bailar pasaban por mi lado, mirándome de reojo al verme sentada sola en una mesa que se suponía que era para cuatro. Harry no regresaba y eso simplemente me decepcionaba, ya que en verdad quería divertirme esta noche con él.

Solté un suspiro. Él no volvería por lo que he decidido regresar a mi sala común. Comencé a abandonar el Gran Comedor mientras pensaba en el libro que me había regalado mi abuelo y no pude evitar sonreír al pensar en todas esas Criaturas que todavía no conocía.

Sin embargo, mis planes fueron cambiados cuando oí como alguien me llamaba. Draco Malfoy se acercaba a toda prisa hasta donde me encontraba y al verlo me he sorprendido un momento.

—En verdad caminas muy rápido —dijo—. ¿Por qué te has ido?

Realicé una mueca al recordar a Harry.

—Harry ha abandonado el Baile de Navidad y yo me aburría en ese lugar —respondí—. Por eso he decidido volver a mi sala común.

—De seguro Potter no tiene ni la menor idea de cómo bailar y por eso ha huido —dijo con un tono socarrón—. ¿Y tú? ¿Sabes bailar?

—Sí. Mis abuelos me enseñaron.

Draco sonrió de manera arrogante antes de extenderme su mano y decir:

—Vamos a averiguarlo.

No había dudado ningún segundo. Sostuve su mano firmemente y él comenzó a llevarme a otro lugar, donde podíamos oír ligeramente la música que se producía en el Gran Comedor.

Una vez nos hemos detenido en una parte donde las luces nos iluminaban; Draco ha sostenido mi otra mano para llevarla a su hombro y luego colocó una de sus manos en mi cintura haciéndome ligeramente estremecer ante su contacto. Ambos comenzamos a movernos al compás de la poca música que oíamos.

La música cada vez se escuchaba menos, pero nosotros no dejábamos de bailar. Fue entonces cuando unos pequeños copos de nieve comenzaron a caer sobre nosotros, lo cual hizo que miráramos hacia arriba y sonriéramos.

Draco me hizo girar un momento para luego acercarme a él. Su rostro estaba tan cerca que podía sentir su respiración y eso causó que mi corazón se agitara.

—Ya deberíamos de volver —dijo, una vez nuestras cabezas habían quedado completamente teñidas por la blanca nieve.

—Sí. Comienza a hacer frío —dije, separándome y frotando mis brazos en una forma de darme calor—. Gracias por este baile, Draco.

Draco me miró unos segundos, pero luego comenzó a quitarse la túnica de su elegante traje y así finalmente colocarla sobre mis hombros. Me quedé un momento absorta por su acción, ya que no me la esperaba para nada.

—Al final si me has demostrado que sabes bailar —sonrió con arrogancia—. Potter ha sido un idiota al dejarte sola.

No pude evitar reír ante sus palabras. Ambos comenzamos a encaminarnos hasta el pasillo que daba a mi sala común mientras charlábamos sobre distintos tipos de temas.

—No puedo creer que nunca oyeras de mí —dijo con un tono arrogante mientras me miraba—. La mayoría me conoce.

—Yo no soy como la mayoría —dije, tranquilamente—. He estado demasiado tiempo estudiando que no prestaba atención a mi alrededor.

—¿Qué hay de Potter? Incluso has ido al Baile con él.

—Había oído cosas sobre él, pero nunca me había tomado la molestia de ver quien era realmente —suspiré—. Debí negarme en cuanto Cedric nos juntó. De esa forma no hubiera desperdiciado parte de mi tiempo estando sentada en ese Baile.

—Eh, que no todo ha sido malo —dijo—. Después de todo has bailado con el gran Draco Malfoy.

Solté una risa ante su egocentrismo para luego percatarme de que habíamos llegado al pasillo que daba a mi sala común. Me sentía un tanto triste de tener que despedirme de él, ya que estaba divirtiéndome a su lado.

—Nos vemos —dije, sonriente para no demostrar que me entristecía alejarme.

—Sí. Nos vemos.

Despidiéndome nuevamente de Draco he comenzado a ir a mi sala común, y una vez allí me encontré con Cedric, quien se encontraba riendo junto a otro compañero de Hufflepuff. No obstante, al verme ingresar a la sala se ha acercado rápidamente.

—¿Y qué tal el baile? —preguntó, sonriente como siempre—. ¿Te has divertido con Harry?

No quería decirle la situación que viví con Harry porque sabía que se culparía al hacernos ir juntos este día.

—Me he divertido —dije, calmadamente mientras omitía por completo el tema de Harry y Draco.

—Puedo notarlo —dijo. Me guiñó un ojo que hizo que sintiera confusión—. Me alegro de que te hayas divertido.

Cedric me dedicó una sonrisa antes de volver a su charla. Seguí mirándolo confundida, pero luego he comenzado a dirigirme a mi habitación, dónde me percaté que había olvidado regresarle a Draco su túnica de gala.

—Lo devolveré mañana a primera hora.

Me he quitado la túnica que me había entregado Draco para que yo me refugiara del frío, lo acomodé en un lugar donde no se manchara o arrugara. Entonces me he lanzado a mi cama con una sonrisa. 

Nunca hubiera imaginado que pasar una Navidad con Draco iba a ser así de divertida. Definitivamente los rumores que había oído de él eran completamente erróneos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top