9. Miedo y dolor
«El Dr. Recomendó no estresarme y guardar reposo, pero a veces las complicaciones llegan sin que las invites... y así fue como llamaron a nuestra puerta. Y te odié, por un segundo te odié. No podía creerlo. No era posible. Aquel día lloré tanto, hasta que me quedé sin lágrimas, me sequé por dentro y pensé: ¿fue un error?»
—Mamá ¿fue un error venir aquí y tratar de ser feliz? ¿Por qué me siento tan mal? sé que él no sería capaz. Yo lo conozco y sé que todo es mentira, pero me duele tanto ¿por qué alguien querría hacerme daño? Desde que llegué sólo me dediqué a vivir por mí y mi familia, no pensé que alguien podría querer herirme, menos ahora. —Le hacía preguntas a mamá y ella solamente lloraba conmigo y me pedía que me calmara, no era bueno para mi salud ni para el bebé.
Llegaste a casa ese día y no entraste en la habitación, porque mi madre te dijo que me encontraba dormido, pero, no fue así.
Escuché la conversación que tuvieron en la cocina.
—¿Lo engañaste?
—¡Jamás! A veces las bailarinas se insinúan y quieren algo más, pero las rechazo. Esta vez no fue la excepción, durante el viaje ella no se separó de mí. Pensó que al estar solo lograría algo, pero amo a su hijo y la volví a rechazar. Lo nuestro acabó mucho antes de que Gun decidiera venirse a vivir conmigo pero una mujer herida es capaz de hacer cualquier cosa.
—¿Entonces, mi hijo sabe que entre ustedes hubo algo?
—Nunca se lo dije porque fue algo sin importancia, sólo salimos un par de veces y nada más... eso fue hace muchos años atrás.
—¿Entonces fue ella la que habló con la familia de mi hijo verdad Off?
—¡Gunnie!
«La tristeza en tus ojos, la sentí en mi corazón, me duele aún mi amor»
—Sí, creo que sí. —Dijiste con un suspiro.
—Esa mujer está mal, podría lastimar a mis bebés... ¡yo no me puedo quedar acá!
—¡Gun!
—Mamá, me iré contigo. Win y yo volveremos a casa.
—Gunnie, yo te amo y a mis hijos. No digas que te irás después de todo lo que hemos pasado. ¡No me puedes dejar! —suplicaste con lágrimas en los ojos.
—Tengo miedo... —fue lo único que pude responder.
No sé qué pasó que me descontrolé, el miedo de que algo pudiera sucederle a mi hijo, el miedo de perderte y perder a mi bebé de pronto invadió mi ser, iba de un lado a otro en la cocina y de la nada, sentí un fuerte dolor que causó que me desmayara.
Intentaba abrir los ojos porque sentía que algo se desgarraba en mi interior. Mis párpados estaban pesados pero sentía una angustia horrible en el pecho. Las lágrimas no dejaban de salir, aunque mis ojos permanecían cerrados. Frío, mi cuerpo necesitaba abrigo. Me sentía tan extraño, un dolor indescriptible y un vacío desolador... sólo eso sentía y aunque estaba ido, quizá inconsciente, sentía que no sólo mis ojos lloraban, mi alma estaba herida y sufría. Poco a poco mis ojos se abrieron, mi madre acariciaba el dorso de mi mano y las lágrimas se deslizaban por sus mejillas hasta caer sobre las sábanas. Sentía angustia, pena y la sensación extraña de vacío.
Sin necesidad de hablar, un grito ahogado salió desde el fondo de mi corazón. Simplemente comencé a llorar y sentía que nada podía calmarme. Mi alma se escapaba del cuerpo, jamás sentí un dolor tan grande y comprendí en ese instante que no me quedaba nada más de ti. Entendí que había perdido a mi bebé —nuestro bebé—. Y lloré... y abracé a mi madre... y me sentí indefenso... y lloré... y seguí llorando, con el corazón destrozado y el alma perdida, sintiendo un inmenso dolor.
El aire dejo de entrar a mis pulmones, sentía ahogarme... me dolía tanto, que no soporté más... volví a caer en la profunda oscuridad.
Desperté y no estabas junto a mí.
—¿Dónde está él, mamá? —Ella solo me miró y luego de dar un cansado suspiro dijo:
—Salió de la ciudad.
Supe entonces que todo estaba mal. Algo se rompió y nunca volvería a ser lo que fue.
Una semana después me dieron de Alta en la clínica, el médico dijo que debería volver tres semanas después, pero yo quería estar lejos. Quería cerrar los ojos y al abrirlos estar lejos de ese lugar. Quería a mi familia y amigos. Mi ambiente. Mi ciudad. Mi país.
Y continué llorando.
𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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