En la vida de todas las personas siempre existirá una historia que contar y quien la quiera escuchar, porque la vida está formada por miles de historias, a veces tristes pero también felices. Historias amargas que se vuelven dulces. Historias repletas de ilusión y decepción. Historias llenas de juventud, amistad y amor. También están aquellas en las que cometes errores, fracasas y triunfas; pero sobre todo están esas historias que sueles recordar una y mil veces en un día lluvioso, al cortar una flor, al cerrar los ojos y escuchar una canción o mientras observas ocultarse el sol.

Para mí, esa historia es aquella que aparece en mi memoria cada vez que intento no pensar, cuando el silencio se hace notar, o reconozco un olor peculiar y puedo escuchar mi corazón palpitar.

—¿Cómo? —Te preguntarás.

Pues así, sin más ni más.

Me encierro en mi cuarto buscando paz —no soporto el ruido que hacen las personas cuchicheando de aquí para allá— no enciendo la luz y apago el celular —no quiero escucharlo sonar— a tientas me quito la ropa, la tiro en cualquier lugar y me pongo el pijama que me toca usar. Te juro que mi mente está en blanco, sólo busco descansar, he tenido un día agitado y la verdad no puedo más, pero apenas cierro los ojos...

Ohhh sí, ¡ahí está!

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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 Preciosos corazones, espero que puedan acompañarme con la lectura de esta historia. 

De corazón deseo la sepan apreciar.

Muchas gracias.