especial de San Valentín
Esta historia de desarrolla a partir del capítulo 3, es un final alternativo.
"Lo nuestro fue inesperado, nos encontramos sin buscarnos"
Mire por última vez su rostro, sus largas y tupidas pestaña de color plata, que hacían juego con sus largos y desordenados mechones, los cuales algunos cubrían la mitad de su rostro. Él era tan hermoso que parecía irreal, no me llegaba a la cabeza como un Alfa como él había caído rendido por completo por un omega como yo.
"Celo"
No había otra explicación, después de todo el era un Alfa y yo un Omega, solo había sido por el calor del momento, entonces ¿porque me duele el pecho con la idea de que jamás lo volveré a ver? siento como si una parte de mi, muriera con lo que estoy apunto de hacer.
Me acerque a él, sin hacer mucho ruido, no quería despertarlo y que me viera llorar de la manera tan patética como estoy llorando ahora. Unas pequeñas lagrimas cayeron a su rostro, las cuales limpie con mis besos. Acaricie su mejilla dulcemente, queriendo guardar la sensación y calidez de su piel cuando, de pronto, abrió sus ojos.
Me quede paralizado y por instinto me alejé de él, Viktor se levantó de la cama y me examino con la mirada para después hacer un gesto de decepción al darse cuenta de mis intenciones.
—¿Yuuri tú pensabas dejarme sólo después de lo que hicimos ayer?—preguntó Viktor, la forma en la que me miraba era de genuino dolor.
No supe cómo reaccionar, por lo que intente correr a la puerta, pero Viktor se dio cuenta de mis intenciones y me detuvo abrazándome posesivamente haciendo que ambos cayéramos al suelo.
—no puedo creer que realmente pensabas dejarme sólo—respondió Viktor encima de mi.
—¡déjame ir! Ya tuviste mi cuerpo ¿que más quieres de mí?—pregunte mientras intentaba liberarme de él.
—¡no quiero tu cuerpo, yo te quiero a ti!—respondió Viktor cuando por fin pudo inmovilizarme —tal vez no me creas pero te amo, te amo ¡te amo!
No podía creer que Viktor este enamorado de mi, él no me conoce así como yo no conozco nada de él, entonces, porque mi corazón late de manera tan rápida solo porque él está muy cerca de mi.
Viktor acerco su rostro al mío y comenzó a besarme de una manera tan dulce que cada duda desapareció, correspondí al beso mientras que enredaba mis brazos alrededor de su cuello. Podría sentir como abría el abrigo de manera lenta.
Abrí mis piernas para que él pudiera acomodarse ahí, sentía como besaba mi cuello mientras me quitaba la ropa interior, quedado completamente desnudo al igual que él.
—tú eres esa persona que he esperado, no pienso perderte ahora que te encontré—susurro Viktor, haciendo que sintiera miles de mariposas en mi estómago.
Viktor me recostó en la cama para después colocarse sobre mi y comenzar a besarme. Las caricias se intensificaban al igual que el calor en nuestros cuerpos, pero uno muy intenso me invadió, llegando al grado de ser doloroso.
—vik-viktor mi celo, te necesito—respondí elevando mis feromonas para llamarlo.
Viktor volvió a prepararme de manera cuidadosa, llenaba de besos mi cuerpo al igual que de dulces caricias, había escuchado que cuando el celo llegaba, era lo más molesto, pero por primera vez me siento muy feliz de pasar algo tan íntimo con mi persona amada.
Sentir que éramos uno otra vez era como estar en un paraíso, nada podía igualar ese momento donde nuestros cuerpos perecían estar hechos el uno para el otro.
—te amo mucho—respondió viktor sin dejar de mover su cuerpo haciendo que tocará las estrellas.
El placer era tan grande e intenso que en lugar de palabras salían sonidos de amor, mi voz de hizo más aguda y mi cuerpo tembló de pies a cabeza en el momento en el que Viktor tocaba un punto dulce dentro de mi.
No tardamos mucho en llegar al clímax, sintiendo miles de fuegos artificiales, me aferré fuertemente a su cuerpo al sentir un dolor en mi cuello, al igual que sentía como se formaba su grande nudo dentro de mi, manteniéndonos unidos.
Miles de sentimientos, pensamientos y recuerdos llegaron como estrellas fugaces mostrándome un pequeño bebé de cabello plateado siendo arrullado por una mujer de cabello color cereza para después, ver al mismo pequeño corriendo con una cometa hasta tropezar y caer al suelo, raspándose una rodilla.
Pude ver la primera vez que sintió dolor físico, miedo y felicidad, también sentí su soledad y un enorme dolor, el dolor de ver sufrir a los que amas. Pude ver crecer a ése bebé con mechones de luna sobre su cabeza y dos enormes zafiros, lo vi creer como una rosa en un duro invierno a través de esas memorias.
Al despertar del dulce sueño me tope con ese bebé, ya era grande y me miraba con tanto amor que se desborda por todo partes, unimos nuestros labios cerrando el pacto de amor de nunca separarnos y luchar contra todos, por nuestra felicidad.
El me pertenece como yo le pertenezco, una marca en mi cuello es la prueba para los ciegos que se niegan a ver qué nuestro amor es tan grande que no necesita de una marca para pertenécenos, basta con una mirada llena de dicha para saber que no habrá nada en esta vida ni en las siguientes que nos separen.
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Cuatro días duro mi celo, cuatro días en los que la pasión y el amor participaron por igual. Estábamos descansando de haberlo hecho sin parar por esos cuatro días.
—amor, esto te saldrá en una fortuna, nos quedamos aquí por cuatro días—susurre en sus brazos mientras esperaba a que el nudo se deshiciera.
—no te preocupes amor, el hotel es de mi propiedad—respondió mientras se aferraba a mi, no me molestaba su cercanía, en realidad me encanta— tu cuello se ve hermoso con mi marca en el—susurro mientras le daba pequeños besitos a la herida en mi cuello.
—ahora soy tuyo Vitya y tu eres mío—susurre sintiendo una gran felicidad, ahora ya tenía un lazo, el cual me uniría a él por el resto de mi vida.
—por siempre y para siempre—susurro antes de dejar un beso el mi nuca y cuello.
Una semana había pasado desde que mi celo se presentó, teníamos miedo de las consecuencias que tendríamos que pasar por haber consolidado nuestro amor, le había comentado a Viktor sobre las leyes puestas a los omegas y alfas, me dijo que no permitiría que nada me pasé, pero yo también estaba preocupado por mis padres, llevaba siete días desde la última vez que había puesto un pie en mi casa, y ahora regresaría no solo con una marca sino con un Alfa que no había visto en mi vida.
Viktor me dijo que se haría cargo de la responsabilidad de haberme marcado y quitado la virginidad sin estar casados. Salimos del hotel con nuestras manos entrelazadas para enfrentar a mis padres, podía sentir los nervios de Viktor al momento de estar frente a mi hogar.
—¡yuuri! ¿dónde estuviste?—grito mi madre con lágrimas en sus ojos, mi familia corrió abrazarme en cuanto me vieron, había sido un tonto en no decirles donde estaba.
—¿yuuri acaso tú?—pregunto mi madre deshaciendo el abrazo mientras me miraba y miraba al cuerpo que se encuentra detrás mío.
—padres quisiera presentarles a una persona, él es Viktor, mi alfa—dije mientras tomaba la mano de Viktor y le daba un ligero apretón.
—yuuri mi bebé... Oh Dios mío ¿que has hecho?—susurro mi madre mientras lloraba.
—mamá, se que rompimos las reglas pero no pudimos evitarlo, yo entré en celo y él me salvó—respondí mientras abrazaba a Viktor, al estar recién enlazados necesitaba de su cercanía.
—hermano, dime qué se protegieron—dijo Mari mientras consolaba a mamá.
Viktor y yo nos miramos fijamente, había olvidado tomar el medicamento además de que no usamos protección , mi madre volteo a verme con sus ojos llenos de lagrimas mientras yo cubría mi boca de la impresión.
Estoy esperando un cachorro de Viktor.
Pude sentir la felicidad de Viktor a través del lazo, mi madre corrió hacia mi para abrazarme, yo aún estaba en shock, no podía creer que voy a tener un cachorro con mi Viktor, sentí un miedo al pensar en el futuro que le espera a mi bebé.
Mis padres aceptaron a Viktor y lo recibieron como a un hijo más, una semana después Viktor me dijo que iría con su padre para hablar con la verdad de una buena vez. Le había dicho a Viktor que iba a ir con él pero se negó rotundamente.
—amor ¿recuerdas lo que me habías dicho antes de venir con mis padres?—le pregunté.
—si, pero no quiero que él te trate mal y mucho menos a nuestro bebé—respondió mientras acariciaba mi vientre plano.
—amor si caes, entonces caeremos juntos—respondí mirándolo con decisión, ahora somos una pareja y no tiene que enfrentar los problemas solo.
Ambos nos alistamos desde temprano, no quería causar problemas a Viktor por lo que intente relajarme y no pensar en cosas negativas, además de que intentaba darle ánimos a Viktor, el cual estaba muy asustado.
Llegamos al departamento para enfrentar a su padre, al entrar un olor a mangos llegó a mi nariz, podía distinguirlo de el olor a Viktor, ya que el suyo era la mezcla perfecta de rosas y magos.
—padre—susurro Viktor con la voz quebrada.
Un Alfa puro volteo en cuanto escuchó a Viktor, era alto, de complexión delgada y atlética. Tenía el cabello corto y peinado perfectamente hacia atrás del mismo color plata y sus ojos color azul cielo, eran igual que los de mi amado, ese hombre era la versión madura de mi alfa.
Viktor corrió para abrazar a ese alfa, mientras miraba la escena no podía evitar acariciar mi vientre y pensar en nuestro cachorro.
—eres un idiota Viktor Nikiforov, un verdadero idiota—decía su padre entre lagrimas abrazando fuertemente a Viktor, el cual solo se disculpaba—dos semanas Viktor, dos semanas sin saber nada de ti.
—lo siento padre pero es lo mejor que me ha pasado—susurro Viktor en el abrazo, el Alfa limpió sus lágrimas y envolvió a mi alfa en un abrazo.
—¿que hace él aquí?—pregunto en un tono muy serio, su mirada era de repulsión haciendo que un miedo invadiera todo mi ser.
Viktor se alejó bruscamente de su padre mirándolo con dolor y desaprobación al sentir mi miedo a través del lazo, Viktor extendió su mano hacia mi para que yo la tomara. el miedo en mi crecía cada vez más al momento de estar parado frente a ese alfa.
—¿que significa esto?—preguntó su padre mientras se tapaba la nariz haciendo que me sintiera realmente herido por su trato.
—deja de herirlo—gritó viktor molesto mientras le daba un golpe en su mano, él hombre lo miro sorprendido pero después con ira.
Yo miraba con un temor profundo la escena, tanto hijo como padre me miraban de una manera tan terrible, ambos Alfa reclamando la traición del otro mientras soltaban un aroma demasiado fuerte.
Un enorme dolor en mi vientre me hizo caer de rodillas al suelo, el olor que había soltado Viktor provocó que mi cachorro se sintiera rechazado, abrace fuertemente mi vientre mientras intentaba no seguir respirando ese olor.
—¡yuuri!—grito Viktor en cuanto me vio caer al suelo, corrió hacia mi para arrodillarse a mi altura y tomar mi rostro entre sus manos.
—¿que paso amor?—preguntó en voz baja con una enorme preocupación.
—me duele mucho el vientre, tu olor...—respondí con la voz entrecortada, el dolor dentro había sido tan fuerte que unas pequeñas lagrimas resbalaron por mis mejillas.
—lo siento amor, lo siento mucho—respondió Viktor mientras derramaba lágrimas de dolor para después llenar de besos mi mejilla.
—¿estas bien muchacho?—pregunto el Alfa con preocupación al ver la reacción de su hijo.
—lamento no ser lo que siempre deseaste, pero no soy tú—susurro Viktor — Te amo pero si no me aceptas como soy tendré que irme, no puedo elegir entre mi omega y tú... no puedo dejar a mi bebé—respondió Viktor mientras me abrazaba.
—¿un bebé?—pregunto su padre mientras lentamente se arrodillaba a nuestra altura—¿puedo?—pregunto mientras intentaba acercar su mano a mi vientre.
—¿tú también lo sentiste?—pregunto Viktor mientras él también acariciaba mi vientre— lo vez, ahí está—dijo Viktor mientras miraba a su padre con una sonrisa.
—ahi está—susurro su padre mientras unas pequeñas lagrimas caían por sus mejillas—mi cachorro tendrá un cachorro.
El ambiente cambio por completo, su padre nos abrazo a los dos. Después tanto Viktor como su padre hablaron de muchas cosas, Viktor le dijo a su padre lo que pasó entre nosotros y su padre le hablo sobre su madre.
—¿que es lo que van hacer? ¿son conscientes de que rompieron las leyes de esta ciudad?—preguntó su padre con preocupación.
—no quiero que nada le pase a yuuri ni a nuestro bebé—susurro Viktor mientras acariciaba mi mano—por eso habíamos planteado escapar de aquí pero primero queríamos hablar contigo
—vaya y tus padres ¿ya lo saben?—me preguntó el Alfa
—Si señor, ellos fueron los primeros—susurre, su padre miro a Viktor con el seño fruncido.
—puedes decirme Grisha y ¿adónde pensaban irse?—preguntó
—aun no sabemos, pero será muy lejos de aquí—respondió Viktor.
Esa noche nos quedamos en el apartamento, me quedé a dormir en el habitación de Viktor, era como un paraíso porque en mi casa nos habían forzado a dormir separados. Su olor estaba por todas y su cama era el doble de la mía.
Durante la noche Viktor no me dejó dormir porque se la paso manoseándome, a pesar de que le decía que se detuviera porque la habitación de su padre era la de enseguida, él no lo hizo y terminamos haciendo, pero sin elevar nuestra voz.
—viktor ...Ahh no tan profundo—susurre en voz baja ya que Viktor había rosado esa parte que me hace ver las estrellas.
—shhh no eleves tu voz, mi padre podría oírnos—respondió mientras metía más rápido su pene.
Viktor tuvo que cubrir mi boca con su mano ya que no podía controlar mi voz. Al llegar al orgasmo, Viktor dejo caer su cuerpo sobre mi espalda pero no totalmente ya que apoyó su peso en sus codos.
A la mañana siguiente tuvimos que vestirnos lo más rápido que pudimos, aplique la crema en el horrible moretón que estaba en su costado como lo hacía cada mañana hasta ahora y salimos de su habitación para ir al comedor donde nos esperaba su padre con un delicioso banquete en la mesa.
—y ¿como durmieron? —pregunto su padre mientras le ponía crema al café.
—bien, de maravilla—respondió viktor mientras acariciaba mi muslo con su mano por debajo de la mesa.
—me alegro porque para mí no lo fue, tuve que irme a la habitación de huéspedes, déjenme decirles que no es nada gratificante escuchar como hacían ejercicio o no me explico esos golpes en la pared y sus voces agitadas que para nada eran discretas—susurro para después tomar de su café.
Nuestras caras se tornaron de un millón de colores, jamás en mi vida había sentido tanta vergüenza como lo que sentía en estos momentos, le di un ligero pellizco a la pierna de Viktor el cual se quejó.
—bueno después de todo son jóvenes y están recién enlazados—susurro su padre entre risas—pero al paso que van tendrán tantos hijos como un conejo.
Después del vergonzoso desayuno ayude a Viktor a preparar su maletas, estaba tan enojado con él, que de mi boca no salía ningún sonido, logrando torturar a Viktor.
—¿aun sigues enojado?¿cuantas veces tengo que disculparme?—preguntaba Viktor mientras me abrazaba por la espalda —no te enojes conmigo si a ti también te gustó—respondió Viktor.
Empezamos una discusión absurda en la que yo gané al final, teniendo como premio a mi amado Alfa de rodillas pidiendo perdón y suplicando que haría lo que fuera con tal de que no lo dejará sin mi cuerpo.
Al llegar al hotel de mis padres, Viktor me ayudó acomodar todas mis cosas en su maleta ya que sería más fácil llevar una maleta que cargar dos, mire por última vez mi habitación sintiendo nostalgia y algo de tristeza por tener que irme de mi hogar, pero todo sentimiento o pensamiento negativo desaparecieron al sentir como Viktor me abrazaba y acariciaba mi vientre.
—les prometo que nunca les faltara nada y mucho menos cariño porque los amo con todas mis fuerzas—susurro Viktor en mi oído para después besar mi mejilla—eres lo mejor que me ha pasado—dijo despues de girar mi cuerpo y quedar frente a él, dándome un beso en la frente.
—¿porque eres tan cursi?— pregunté abrazándolo mientras escondía mi rostro en su pecho.
—porque estoy enamorado de la persona mas maravillosa del universo—
Viktor tiene el don de hacer latir como loco a mi pobre corazón, cada día me enamoro más de el.
Mi familia completa tuvo que irse con nosotros, dejando a minako sensei a cargo de las aguas termales y el hotel, no confiábamos en nadie mas que en ella para que cuidara de todo.
Viajamos en el avión privado del padre de Viktor, el señor Grisha dijo que nos iríamos a nueva Zelanda ya que en ese lugar era muy tranquilo y ahí nos iban a proteger en caso de que nos descubrieran.
En cuanto pusimos un pie en la ciudad todos quedamos encantados, incluso Viktor ya que también era la primera vez que visitaba la isla, el padre de Viktor compró un enorme departamento donde pudiéramos quedarnos todos mientras decidíamos que hacer.
—ellos tienen que casarse, así yuuri ya no sería un omega libre y no podrán culparlo de que es una mala influencia—respondió el padre de Viktor.
—tiene razón señor Grisha, pero cuando y quiénes irán a la boda—respondió mi padre
Toda la familia estábamos en el comedor, discutiendo sobre lo que teníamos que hacer, ya que el tiempo estaba pasando y no habíamos llegado a una decisión.
— tiene que ser pronto, antes de que su vientre comience a crecer y todos juzguen a yuuri o a mi nieto por su irresponsabilidad—respondió el señor Grisha, señalándonos, ya tenía un mes de embarazo y como Viktor y su padre eran figuras famosas siempre eran acechados por la prensa.
Ellos acordaron que en cuanto consiguieran todo lo necesario para la boda, Viktor y yo nos íbamos a casar. El padre de Viktor logro rentar el Campo de golf Jack's Point en Queenstown para que ahí fuera la ceremonia, la cual seria dentro de dos semanas.
Mi madre y hermana nos llevaron tanto a mi cómo a Viktor a una tienda para trajes, mi hermana acompañó a Viktor al área de alfas y mi madre y yo al de omegas, los trajes para omegas en su mayoría eran blancos o de colores claros, aunque también había trajes oscuros.
Al faltar solo tres días para nuestra boda, teníamos que ser muy rápidos ya que yo tenía casi dos meses de embarazo y mi vientre apenas había una pequeña protuberancia.
Mi madre eligió un hermoso traje blanco con detalles azules, al medírmelo y verme en el espejo miles de mariposas recorrieron dentro de mi estómago.
Unos segundos después escuché unos regaños que provenían de la puerta además de la voz de Viktor exigiendo entrar porque quería verme, fue gracioso porque al final no se lo permitieron y cuando íbamos de nuevo al hotel tenía un enorme puchero en su rostro que solamente fue borrado por miles de mis besos sobre su rostro.
—ya no te enojes o no veras la sorpresa que tengo para ti el día de nuestra boda—susurre en su oído contenido las ganas de reír por la actitud tan infantil de Viktor.
—pero es injusto que yo sea el único que no te vio—respondió fingiendo estar molesto mientras cruzaba sus brazos.
—pero ellos no me verán con el traje espacial, solo tú podrás verlo y quitármelo—respondí mientras le daba un beso en la mejilla dejando que la sucia mente de Viktor trabajará.
Se arrojó sobre mi para besar mis mejillas, aún no puedo creer que me atreví a pedirle a la chica que me mostrara lencería para omegas, pero quería sorprender a Viktor aunque aún no he pensado como lo voy a ocultar de mi madre.
El último día nos hicieron dormir separados pero yo me escabullí hasta la habitación de mi alfa, nuestro bebé y yo los necesitábamos. Al despertar recibimos puros reclamos por parte de mis padres por no haber respetado la tradición.
Yo me fui con mi mamá y mi hermana para darme un baño, al estar desnudo pude apreciar el pequeño abultamiento en mi vientre, no era muy grande pero si visible, ese era mi pequeño bebé creciendo dentro de mi.
Me puse la lencería de color blanco y encima el traje, aprovechando que mi madre se había ido a buscar algo con mi hermana. Cuando entraron mi madre comenzó a llorar al verme vestido de blanco, me ayudó a acomodarme la corbata azul y también me coloco una flor en el bolsillo del saco.
Ella me abrazo y me dio su bendición, derrame muchas lagrimas de felicidad, por fin me casaría con el amor de mi vida y estábamos esperando un cachorro juntos, los tres seríamos muy felices juntos.
Salí del departamento acompañado de mi familia para ir a mi boda, podía sentir los nervios de Viktor a través de nuestro lazo. Cuando llegamos había muy pero muy poca gente pero mis ojos se dirigieron a mi alfa, estaba parado frente de la pequeña capilla hecha de hermosas flores.
Su traje era negro y tenía un chaleco rojo con encaje negro, llevaba su cabello recogido con una media cola pero unos mechones rebeldes caían por rostro. Viktor se miraba como un príncipe y su mirada llena de amor hacia que sintiera que volaba.
Viktor extendió su mano hacia mí, en cuanto tomo mi mano dejo un beso en ella. La ceremonia comenzó, aunque no prestaba atención por ver a Viktor, se veía tan apuesto, me sentía tan afortunado de que él fuera mi destinado.
Después de decir los votos el juez dijo que cerraríamos la ceremonia con un beso, unimos nuestros labios en un beso entrañable, de esos que te roban el aliento. Al separarnos fuimos recibidos por los aplausos de todas las personas, ahora nuestras vidas estaban unidas hasta que la muerte nos separe y ni ella podrá hacerlo.
La recepción fue ahí mismo, durante toda la noche me la pasé bailando con Viktor, mi esposo, además de que nos comimos casi medio pastel entre los dos porque no habíamos comido nada en todo el día.
Viktor y yo bailamos la última canción juntos antes de irnos a nuestra luna de miel, estar entre sus brazos y bailar de manera lenta una canción de amor era como estar en nuestro pequeño paraíso, sentir como nuestros corazones latían a la par y una que otra caricia o palabra de amor salía de nuestras bocas, no había nada mejor que esto.
El padre de Viktor nos detuvo antes de irnos, nos dio una pequeña cajita y nos ordeno que lo abriéramos una vez que estuvimos en el coche. Ambos lo abrazamos, siempre estaría en deuda con él, le pedí que me esperara un momento porque quería hablar con él mientras Viktor iba a despedirse de mis padres y hermana.
—lamento haberle quitado a su única familia—dije mientras hacia una reverencia.
—gracias por devolverle su sonrisa—respondió mientras que me abrazaba—no creí que lo vería tan feliz, después de lo de su madre, ambos cambiamos y yo no estuve cuando más me necesito
Al mirar a Viktor, mi corazón latió feliz, los ojos de mi alfa brillaba como dos enormes estrellas. Me siento tan afortunado de que Viktor llegará a mi vida, si unos meses atrás alguien me dijera que el día de hoy estaría en mi boda y muy pronto tendré mi propia familia me reiría en su cara y lo tacharía de loco.
Después de que nos despedimos de todos, ambos caminamos hasta el auto que el padre de Viktor había rentado para nosotros. Al entrar el chófer del auto nos preguntó cuál era nuestro destino, ninguno de los dos sabíamos a donde ir pero Viktor recordó la cajita que su padre le regaló, al abrirla había una pequeña llave junto con un papel doblado que daba una dirección. Viktor le dio el pequeño papel al chófer mientras a mi me daba la llave.
El chófer condujo en silencio por todo el camino. Viktor me daba lindas miradas y uno que otro beso o me susurraba al oído cuanto me amaba o lo afortunado que era por encontrarme y aceptarlo en mi vida.
Llegamos a una pequeña cabaña que estaba a un lado del campo de golf, le di la llave a Viktor para que abriera la puerta de la cabaña. El lugar por dentro era muy hermoso, los sofás de color chocolate y las paredes blancas, lo que más me gustaba era que había una alfombra blanca en el piso de madera. Ambos nos quitamos lo zapatos para entrar a ver las habitaciones.
En la mesa había una nota donde decía que esta casa era un regalo de bodas por parte de nuestros padres. La casa estaba toda amueblada y contaba con seis habitaciones, una cocina, una sala de estar y tres baños, una casa demasiado grande para un par de chicos.
Al ir a la habitación principal, viktor me cargo sin previo aviso para arrojarme a la cama y besarme apasionadamente mientras intentaba quitarse el saco del traje.
—Te hare el amor hasta que nuestros cuerpos no puedan resistir más porque ahora eres mío — susurro viktor en mis labios mientras metía su lengua y la enredaba con la mía.
Nuestros trajes terminaron en el suelo junto con las sabanas, las manos de viktor recorrían mi piel desnuda mientras que las mías se aferraban a la cabecera de la cama porque no quería lastimas a viktor, la piel de su espalda aún no ha sanado de la última vez que hicimos el amor.
Ninguno de los dos controlo su voz, gritábamos cuanto nos encantaba hacerlo. El primero en llegar al orgasmo fui yo, derramándome entre nuestros vientres mientras que de mi garganta salía un grito de placer al sentir como su nudo crecía dentro de mí.
Lo hicimos durante toda la noche sin parar, me sorprendía la resistencia de nuestros cuerpos a la hora de amar. Al despertar lo primero que vi fue el rostro de mi lindo esposo tranquilamente dormido, acomode detrás de su oreja unos mechones de cabello que caían por su rostro, nuestras manos estaban entrelazadas, mire nuestros anillos relucir por la luz del sol, una boba sonrisa se me escapo de los labios.
Desperté a viktor llenando de besos su rostro, en cuanto abrió los ojos se arrojó a mis brazos para besarme y hacerme cosquillas. Salimos completamente desnudos a la cocina ya que viktor me quitaba la ropa cada vez que me la ponía.
Desayunamos huevos y jugo de naranja, el resto del día nos las pasamos durmiendo abrazados pero al día siguiente fuimos al centro comercial para comprar ropa y también buscar un trabajo para mantenernos a nosotros y a nuestro bebe, el cual venia en camino.
Por suerte ambos encontramos trabajo en un restaurante, solicitaban un cocinero y un mesero. Al principio le ofrecieron el puesto de cocinero a viktor pero una de las trabajadoras dijo que sería más llamativo para el negocio ver a un atractivo alfa de mesero, además de que viktor dijo que yo esperaba un bebe y que sería peligroso que anduviera en patines.
Viktor se veía tan atractivo vestido de mesero, yo usaba una filipina como la que usaba en el taller, siempre que preparaba los postres hacia uno de mas y se lo daba a viktor a escondidas ya que siempre le ponía mas cosas, como la fresa mas grande o le ponía mas chocolate, tenia que mantenerlo escondido y se lo daba cuando era nuestro descanso, mis mejillas se ruborizaban cada vez que viktor me hacia cumplidos de los pequeños postres que le hacia.
Aunque no todo fue felicidad ya que los malestares del embarazo salieron a flote, además que mi vientre ya estaba comenzando asomarse por lo que comencé a usar la ropa de viktor ya que era lo único que lograba tranquilizarme.
Lo peor del embarazo eran los vómitos mañaneros, ya que terminaba regresando lo poco que comía por culpa de los ascos. Agradecía a la vida el tener a vitya a mi lado en estos momentos, el que estuviera cuidándome cada vez que desechaba la comida o el que tuviera que dormir en un pedazo pequeño de la cama porque mi vientre crecía cada vez más. también el que soportara mis repentinos cambios de humor o que me consolara y llenara de besos cada vez que le decía que mi cuerpo de deformaría y se llenaría de marcas que nunca se borrarían, él me decía que me ama así como soy y que ama cada una de mis presentaciones.
Mis momentos favoritos eran por las noches, al llegar del trabajo siempre comíamos tranquilamente o en ocasiones, viktor prendía la radio y bailábamos una canción juntos, todo era risas y diversión teniendo a viktor a mi lado. Por las noches nos quedábamos despiertos pensando en como seria nuestro bebe, si seria una niña o un niño, cual seria su color de cabello o el de sus ojos. Viktor le cantaba a mi abultado vientre y este respondía moviéndose, era gracioso ver a viktor tan emocionado porque el bebé se había movido, todos estos momentos los guardaba en mi corazón como los recuerdos más dulces de mi vida.
Cuando cumplí seis meses de embarazo fuimos a nuestra cita como cada mes al ginecólogo, viktor tenía que ayudarme a cambiarme y a ponerme los zapatos ya que mi vientre era algo grande y no podía agacharme, ni siquiera podía ver mis pies, además de que la ropa comenzaba apretarme del vientre.
Ambos estábamos muy emocionados porque nuestros bebe comenzaba a moverse con más frecuencia, además de que reaccionada a la voz de viktor, siempre que él le hablaba, nuestro bebé se movía y pateaba, mi alfa terminaba llorando y besando mi gran panza.
El ginecólogo nos dijo que nuestro cachorro estaba fuerte y sano, al ver su pequeño cuerpo por medio de la ecografía, tanto viktor como yo no pudimos evitar llorar de felicidad al ver a nuestro bebe y escuchar su pequeño corazoncito latir, fue el mejor regalo que la vida nos pudo haber dado.
Caminamos por la ciudad después de salir del ginecólogo, ambos nos detuvimos en una tienda de artículos para bebes, Viktor y yo vimos una hermosa cuna blanca y un caballo de madera, no pudimos resistirnos y terminamos comprando los dos para llevarlos a la habitación del bebé.
nuestro bebe tenia muchas cosas, incluso muchas mas que nosotros, la mayoría era ropa que nuestros padre habían traído. el señor Grisha llego con dos enormes cajas con cosas que le pertenecían a Viktor cuando era un bebe. una de las cajas estaba llena de juguetes y la otra de pequeños atuendos. los tome todos y los acomode en el closet del bebe. me moría porque mi hijo naciera para ponerle un traje de marinero que le perteneció a mi alfa.
Las horas del trabajo eran siempre las más difíciles, pero estando Viktor a mi lado todo lo malo desaparecía, había ocasiones en las que mi alfa me daba nalgadas frente a los demás, haciendo que mi rostro se torne de mil colores, pero siempre se lo dejaba pasar cuando me preparaba un baño caliente y un delicioso masaje en mis pies.
A veces me sentía muy mal por Viktor porque no lo habíamos hecho desde que cumplí los seis meses, soy consciente de que Viktor desea hacerlo porque puedo sentir en ocasiones su erección mientras me abraza, aún recuerdo su rostro sonrojado cuando le di placer con mi boca, recuerdo que no supo como reaccionar y termino disculpándose cuando se corrió en mi rostro por no querer hacerlo en mi boca.
Cuando faltaba un mes para el parto, tuve que salir del trabajo porque tenía que preparar el nido para la llegada del bebé, mi madre me ayudó acomodar todo, mi nido era el más hermoso para mi, lleno del aroma de mi alfa.
Una mañana desperté porque sentí una fuerte presión en mi bajo vientre y un terrible dolor en mis piernas y caderas, al ser las dos de la tarde me encontraba solo en mi casa ya que Viktor había tenido que trabajar, pero como el dolor dentro no disminuyó tuve que llamar a Viktor para decirle que nuestro bebé estaba por nacer.
El dolor era muy intenso, recuerdo que varias veces perdí el conocimiento por el dolor, podía sentir la preocupación de Viktor por medio del lazo, cuando llegó a casa tomo mi mano y me quito la ropa para después cubrir mi cuerpo con un cobertor, las contracciones cada vez eran más fuertes y frecuentes, recuerdo ver el rostro de Viktor asustado al ver que no paraba de llorar.
Al final tuvieron que separarme de mi alfa porque Viktor no soportaba verme sufrir de la manera en la que lo estaba haciendo.
Recuerdo sentir que la vida se me escapaba en cada esfuerzo por traer al mundo a mi bebé, el temblor de mi cuerpo y la voz de mi madre diciendo que solo faltaba un último esfuerzo para conocer a mi bebé era algo que jamás podre olvidar.
Cuando pensé que no podía mas di mi último esfuerzo y como recompensa lo escuché, escuché el fuerte llanto de mi bebé gritando al mundo que llegó para triunfar. A pesar del violento temblor de mi cuerpo o del horrible cansancio, extendí mis brazos para que me dieran a mi hijo, quería conocerlo, ver su pequeño rostro y el color de su cabello y ojos.
Sentir su pequeño cuerpo, saber que esa pequeña cosita había salido de mi y era el producto de nuestro amor llenó mi corazón de felicidad y esa felicidad se desbordó por mis ojos en forma de lagrimas. Él era perfecto, su cálido color de piel era igual que el de su padre, también tenia su color de cabello, unos ligeros cabellos plateados sobre su linda cabezita, era la réplica de Viktor pero tenían mi color de ojos.
Recuerdo que lo acomodaron sobre mi pecho y él solo busco mi pezón hasta atraparlo entre sus labios y succionar con fuerza de el. Viktor entro a la habitación para conocer a su hijo, sus lagrimas resbalaron por sus mejillas mientras a paso lento caminaba hacia nosotros.
—mi amor, es perfecto—dijo Viktor mientras se acomodaba a mi lado.
Parecía estar en otro mundo, las personas que más amo en mi vida están a mi lado en el momento más importante, estaba tan perdido atesorando estos momentos por siempre en mi corazón, hasta que mi madre pregunto el nombre de nuestro bebé, viktor y yo nos miramos fijamente, ninguno de los había pensado en un nombre y sentía que me habían robado mis energías.
—creo que es mejor dejar a mi amado dormir, para mañana tendremos un nombre para este pedacito de cielo —susurró Viktor mientras cargaba a nuestro cachorro y le hacía muchos cariños.
Todos salieron de la habitación, excepto Viktor, mi alfa me miraba con tanto amor y también a nuestro nuevo integrante. Intentaba luchar contra el sueño quería seguir viendo a mis personas más amadas en la vida.
— gracias por darme el regalo más hermoso Yuuri—susurró entre lagrimas abrazando fuertemente al cachorro, el cual se quedó dulcemente dormido—tu madre dijo que tenías que darte un baño junto al bebé, iré a preparar la tina.
Viktor acomodó con extremo cuidado el cuerpecito de nuestro bebé sobre mi pecho, no dejaba de mirar su hermosura, parecía un pequeño angelito que la vida nos regalo, acaricié su escaso cabello plateado de su cabecita, tenía la linda nariz y boquita de Viktor, podía apostar que tendría su singular sonrisa en forma de corazón.
Lo único que tenía mío era el color de ojos porque hasta la forma y largas pestañas plateadas de Viktor tenía. Comencé acariciar sus diminutas manitas hasta que comenzó a moverse incomodo, al mirar al frente me di cuenta de que Viktor estaba intentando tomar al cachorro para dejarlo en la cuna para cargarme en sus brazos mientras se dirigía al baño para meterme a la tina.
El agua estaba deliciosa, sentí como mis músculos entumecidos por el esfuerzo del parto se relajaron además de que todo el sudor se limpiaba de mi cuerpo. Viktor entro al baño con el bebé en brazos y me lo puso en el pecho, poco a poco fui mojando su suave piel hasta que volvió a comer de mi pecho, se sentía tan extraño, era muy diferente de la manera en la que Viktor lo hacía.
El bebé se quedó dormido en mi pecho mientras Viktor con una mano acariciaba mi muslo por debajo del agua. Viktor envolvió al cachorro en una toalla para llevarlo a su cuna mientras yo lo esperaba para que se bañara conmigo.
Solo pasaron unos minutos para tener a Viktor desnudo dentro de la bañera, con su cabello recogido. Sentí como tomó mis pies y comenzó a sobarlos como siempre lo hacía, después masajeo mis pantorrillas, una vez que sobo mis piernas abrió las suyas para darme espacio de acomodarme ahí.
Cuando sentí sus manos sobre mi vientre me sentí extraño de no ver mi enorme pansa. Los besos en mi cuello y los masajes en mis caderas cansadas me relajaron mucho, incluso nuestros dedos se arrugaron como unas pasas pero no nos salimos de la tina hasta que a Viktor comenzó a dolerle la espalda.
Viktor me seco y cargó hasta la cama para después acomodar al bebé entre nosotros, lo cubrimos con una manta azul que me pertenecía de niño, se quedo profundamente dormido entre nosotros dos mientras le dábamos calor y protección.
Al día siguiente Viktor me dijo que teníamos que elegir un nombre, yo quería que fuera un nombre ruso, lo menos que quería era algo que lo relacionara con Japón, vimos una enorme lista de nombres y uno de ellos llamo mi atención.
—Gosha, me gusta ese—susurre, en cuanto lo pronuncié mi bebé comenzó a moverse.
—¿Gosha?—pregunto Viktor, en cuanto escuchó la voz de su padre, nuestro bebe comenzó a reír y a moverse contento en mis brazos.
Fuimos al registro civil, había muchas parejas, pero nosotros éramos los mas jóvenes, y según palabras de viktor los mas atractivos y con el bebé mas lindo, lo ultimo no se lo debatí, Gosha era sin duda el bebe mas hermoso del mundo. Mientras esperábamos nuestro turno tuve que darle el bebé a viktor porque solo quería estar con él, mi alfa no me prestaba atención por llenarle de besos el rostro a Gosha quien reía y se removía en sus brazos.
Cuando por fin llego nuestro turno de registrar a Gosha, la juez le hacia cariños y nos daba elogios diciendo que era el bebé mas hermoso que había visto hasta ahora, incluso se lo dimos a cargar y no lloro mientras estuvo en sus brazos.
Con Gosha en nuestras vidas todo era felicidad, excepto cuando Viktor se iba a trabajar y yo me quedaba a cuidar de él, solía llorar y la única manera de tranquilizarlo era dándole algo que oliera a viktor pero había ocasiones en las que Gosha se despertaba de mal humor y la única forma de calmarlo era llamando al señor Grisha, quien se reía de mi diciendo que viktor era igual que él de pequeño.
Dormir ya no era una opción, pues Gosha dormía casi todo el día y estaba despierto toda la noche, exigía alimento a las tres de la mañana e incluso lloraba por la atención de viktor, ni siquiera por la mía, que lo tuve nueve meses en mi vientre, llegaba a pensar que mi propio hijo quería mas a su padre que a mi.
Cuando paso un mes después del parto, viktor y yo intentamos volver a tener intimidad, al principio me dolía ser penetrado por lo que viktor se detenía, lo intentamos tiempo después pero se sentía incomodo por lo que ninguno de los dos estaba contento, hasta que se me ocurrió darle placer con otra parte de mi cuerpo, a pesar de que no era la primera vez, viktor solía avergonzarse cuando se corría en mi boca.
Los meses pasaron y nuestro cachorro fue creciendo, cuando cumplió siete meses ya sabia gatear perfectamente, era un bebe con demasiada energía, por desgracia había heredado la resistencia de ambos por lo que había que estar cuidando de que no se lastimara mientras gateaba, era muy agotador, y al llegar Viktor, Gosha solía quedarse tranquilo aparentando ser un bebe tranquilo, era increíble que me sintiera traicionado por mi hijo.
Las noches de pasión no faltaban entre nosotros, siempre ideábamos un plan sofisticado cada vez que queríamos pasar un momento a solas, solíamos dejarlo al cuidado del señor Grisha mientras nos dábamos amor toda la noche, era un poco sucia nuestra técnica pero al final todos ganábamos porque a Gosha le encantaba pasar el tiempo con su abuelo y a nosotros nos encantaba hacerlo.
Gosha cada vez crecía mas, cuando cumplió nueve meses comenzaba hacer ruiditos extraños, entre los dos intentábamos enseñarle hablar pero lo único que lográbamos era hacerlo reír.
— papá, vamos bebe di p-a-p-a— hablaba viktor, Gosha lo miraba con sus bonitos ojos cafés y se soltaba a reír— Gosha vamos di papá.
—amor es mejor que te rindas, el no va a decir nada solo es un bebé — le respondí mientras lavaba los biberones de Gosha, Viktor estaba sentado en la mesa junto con nuestro pequeño tesoro.
— yo creo en él— susurro Viktor mientras le hacia cosquillas en el estomago a Gosha quien soltaba su linda risita— bueno si no vas a decir papá di vkusno.
Viktor comenzó a repetir esa palabra mientras Gosha se reía, era un bebé muy risueño, me encantaba ver esa boquita en forma de corazón que había heredado de su padre.
— usno—susurró nuestro bebe con su voz tierna para después comenzar a reír, Viktor y yo nos miramos a los ojos para después ver a nuestro hijo, habíamos presenciado la primera palabra de Gosha y había sido vkusno, Viktor tomo a nuestro hijo y comenzó a darle besos en sus regordetas mejillas para después presumir que había dicho esa palabra.
Gosha estuvo diciendo vkusno por una semana y lo irónico fue que al decirle al señor Grisha nos contó que esa también había sido la primera palabra de Viktor cuando era bebé. todos miramos asombrados a Gosha quien jugaba con su mano en su cuna, definitivamente era mas hijo de Viktor que mío.
Cuando Gosha tenia diez meses estaba comenzando a dar los intentos de sus primeros pasos, ambos solíamos ver como poco a poco comenzaba a levantarse por si solo para quedar parado por unos cuantos minutos pero cada vez que iba a dar un paso, perdía el equilibrio y se caía al suelo sentado, pero un día mientras estaba en la entrada barriendo el patio llego viktor corriendo con el bebe en brazos.
— yuuri, mi amor mira— dijo Viktor mientras me tomaba de la mano y me daba a Gosha, lo vi caminar unos pasos hacia enfrente para después arrodillarse — suéltalo — respondió mientras estiraba sus brazos hacia enfrente, yo hice lo que me dijo, me arrodille y pare a Gosha frente a Viktor, en cuando vio a su padre comenzó mover sus pies.
—puedes soltarlo, no dejare que caiga— respondió viktor mientras me daba una sonrisa, en cuanto solté a Gosha el comenzó a dar sus primeros pasos para llegar a viktor. Mis ojos se llenaron de lagrimas al igual que los de viktor al ver a nuestro peque caminar entre risas hacia él.
Cuando llego con viktor, este lo recibió con un abrazo mientras besaba su cabellera plateada, camine hacia ellos para abrazarlos, viktor me beso y susurro un gracias en mis labios, al separarme pude ver sus lindos zafiros llenos de lagrimas de felicidad, volví a unir nuestros labios en una cálida caricia para después entrar los tres juntos a nuestro hogar.
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Cuando nuestro hijo cumplió un año, lo festejamos en grande, rentamos el restaurante donde viktor y yo trabajábamos para estar en un lugar privado, los adultos tomaron alcohol pero a nosotros no nos dejaron, en primera porque seguíamos siendo menores y en segunda porque aún le daba pecho, a viktor porque tenia que poner el ejemplo según palabras de su padre por lo que nos pusimos a tomar jugo.
El señor Grisha tenia una sorpresa para nosotros, por lo que nos aparato de los invitados para ir al estacionamiento donde estaba nuestro regalo, al abrir la puerta salió un enorme caniche color caramelo, el cual corrió hasta viktor y lo derribo para darle lamidas en su rostro.
— ¡Makkachin!, ¿pero que hace aquí? pensé que estaba con yakov — fueron las palabras de viktor mientras acariciaba la cabeza del canino.
—ustedes son una familia y makkachin fue como tu primer bebé, creo que ya era tiempo de que regresara con su familia ¿no lo crees makkachin? — pregunto el señor Grisha mientras se arrodillaba para acariciar al perrito— además dejas a tu omega y cachorro solos, makkachin les hará compañía.
—gracias papá, no tienes idea de cuanto lo he extrañado — respondió viktor mientras abrazaba al canino, podía sentir como Gosha luchaba en mis brazos para liberarse, por lo que se lo pase a viktor, el cual lo cargo y se lo puso en frente a makkachin quien después de darle una olfateada a nuestro hijo comenzó a mover su colita contento.
me acerque para tocar al perrito, siempre había querido tener uno pero como vivíamos en un hotel mi madre me dijo que tal vez a algunos huéspedes podía molestarle que hubiera un perro en el hotel, por lo que no me dejaron tener uno, además de que casi no pasaba tiempo en mi casa.
Ese día por la noche, abrimos junto a Gosha todos los regalos que había recibido, en su mayoría eran del señor Grisha quien no escatimaba en el costo del regalo, el mas costoso fue un collar de oro con una medalla donde venia grabado el nombre de Gosha en ruso, además de muchos juguetes los cuales tuvimos que meter en uno de los cuartos extras por que eran demasiados.
El señor Grisha tenia razón, ya que al tener la compañía de makkachin nuestra casa ya no se sentía solitaria sin la presencia de Viktor, además de que era un excelente guardián, siempre que Gosha intentaba gatear hacia otro lado makkachin lo jalaba de la ropa para devolverlo a su lugar.
Todos los días fueron tranquilos excepto cuando le llego el celo a viktor, no me dejaba salir de la cama y en una oportunidad que tuve, y por oportunidad me refiero a que tuve atarlo a la cama para poder comprar anticonceptivos y dejar a Gosha con el señor Grisha por dos días, porque era lo que le duraba el celo a viktor.
En esos dos días no salimos de nuestro hogar, el celo de viktor era tan intenso que perdí la cuenta de cuantas veces lo hicimos, solo nos detuvimos para recuperar el aliento y comer algo. el olor de Viktor era tan delicioso y embriagante que me desarmaba, no podía negar que lo disfrutaba, pasar el celo de viktor fue la experiencia mas placentera de mi vida.
Lo que no fue placentero fue ver todas las marcas que viktor había dejado en mi cuerpo, fue vergonzoso recoger a Gosha y a makkachin de la casa de señor Grisha y que viera todas las marcas en nuestro cuerpo, en cambio viktor las mostraba muy orgulloso mientras hacia bromas con su padre quien termino con un enorme sonrojo en su rostro.
El tiempo paso volando, cuando Gosha tenia tres años Viktor entro a trabajar con su padre, además de que heredo una agencia de modelaje por parte se su madre, al principio viktor la rechazó pero su padre le dijo que la aceptara así tendría algo suyo para heredar a nuestros hijos en un futuro.
Muchas cosas cambiaron, pero lo hicieron para bien ya que Viktor pasaba más tiempo con nosotros, al llegar mi cumpleaños número dieciséis, el cual lo festejamos en casa, viktor me regalo una versión pequeña de makkachin, a la cual nombre como mi amado. Pero el mejor regalo que recibí fue una noche llena de amor y pasión por parte de viktor, lo hicimos toda la noche.
Todo iba normal hasta que dos meses después de mi cumpleaños, viktor enfermo, tuvo muchas nausea, ascos, cambios de humor además de mareos, si no fuera un alfa diría que estaría embarazado. Cada vez que le decía a viktor que fuera con el doctor, este me decía que se le iba a pasar solo, pero realmente me preocupaba verlo como regresaba la comida y se negaba a probar cualquier platillo porque le daban muchos ascos.
Una semana fue la que tarde en convencerlo de ir al doctor, tuve que amenazarlo que no habría sexo entre nosotros para que fuera al medico, lo que no esperábamos fue que yo estuviera esperando otro bebe, resulto que viktor tenia el Síndrome de la Covada, que es cuando el padre también siente los síntomas del embarazo, el doctor nos dijo que era provocado porque yo le pasaba a Viktor feromonas por medio de mis besos y también por el lazo.
Al llegar a casa les dimos a todos la gran noticia de que venia otro bebe en camino, Gosha fue el más emocionado con la idea de tener un hermanito, fue tan tierno ver como beso y abrazo mi vientre plano, prometiendo ser el mejor hermano del mundo.
Mi segundo embarazo fue tan distinto al de Gosha, mi vientre comenzó asomarse hasta que cumplí los seis meses, además de que este bebé era mas inquieto que nuestro Gosha, se movía todo el tiempo y también reaccionada a la voz de viktor.
En una ocasión, le estaba cortando las puntas del cabello a viktor cuando sentí una fuerte patada, sin darme cuenta le había cortado un gran mechón de cabello a viktor, dejándoselo un poco mas abajo de la altura de la oreja, cuando vi lo que había hecho quise morir ¡le había cortado su hermoso cabello!
—Por dios amor, lo siento no era mi intención— le respondí mientras miraba lo que le había hecho.
—No es nada mi amor, yo creo que ya necesitaba un corte— respondió mientras me quitaba las tijeras y me abrazaba.
De pronto mire miles de hilos plateados caer al suelo y al elevar el rostro me encontré con viktor, el cual tenia una sonrisa, su cabello estaba corto y todo disparejo. Le reclame el porque lo había hecho, el solo elevo los hombros y me dio un beso. Mi madre tuvo que emparejale el cabello, tardaron media hora en cortarle y acomodarle el cabello. Cuando iba para la sala pensé que me había encontrado con el señor Grisha pero me lleve una sorpresa ya que en realidad era Viktor quien traía el cabello corto y con un peinado muy similar al de su padre.
El resto de mi embarazo la pase tranquilo, descubrimos que tendríamos otro niño y esta vez seria viktor quien iba a elegir el nombre del nuevo bebé. El parto fue igual de doloroso que el primero. Viktor paso todo el parto a mi lado sosteniendo mi mano y dándome ánimos para continuar.
Al escuchar su llanto tanto viktor como yo nos llenamos de felicidad, nuestro bebé había nacido y era un saludable niño. Sus cabellos negros contrastaban con su pálido tono de piel, y sus dos enormes zafiros, al igual que los de su padre, nos miraban con tanto amor como nosotros lo mirábamos a el.
—Esta igual a ti mi amor— susurre con cansancio — ¿ya tienes un nombre?— pregunté mientras miraba como Viktor arrullaba a nuestro nuevo hijo.
—Koichi— susurro mientras besaba su diminuta cabeza azabache— el será mi pequeño príncipe que brilla con luz propia.
Al salir del hospital registramos a nuestro bebé como Koichi Nikiforov, cuando llegamos a nuestra casa Gosha corrió para conocer a su nuevo hermanito, sus lagrimas corrieron al momento de que Viktor se lo puso en sus brazos sin soltarlo, nuestro pequeño primogénito beso su cabecita y prometió frente a nosotros que jamás dejaría que nada malo le pasara.
Tuvimos una vida feliz al lado de nuestros dos hijos, Koichi era un niño muy amoroso y tranquilo, también tenia un enamoramiento mayor hacia viktor tal y como Gosha, cada vez que le contábamos como nos conocimos, claro sin entrar en muchos detalles, sus ojitos se iluminaban cada vez que le contaba como su papá me salvo de unos hombres malos, decían que viktor era su héroe y que querían ser como él cuando crecieran.
Viktor me contó que desde pequeño deseaba abrir una empresa de perfumes pero tenia tanto trabajo que no podría hacerlo en este momento. Nuestras vidas eran tan felices al lado de nuestros hijos, no podía pedir nada mas, o tal vez si.
—¿que sucede amor? has estado muy cayado casi todo el día — pregunto Viktor, un día mientras ambos acomodábamos nuestra cama para dormir, había estado todo el día pensando y no sabia si esa idea era buena.
— Viktor, tenemos una vida de ensueño, nuestros hijos están creciendo Gosha ya tiene cinco años y Koichi ya tiene dos años, es increíble como pasa el tiempo tan rápido. Nunca pensé que seria tan feliz a tu lado y ahora que lo pienso yo quería ... — las lagrimas salieron por mis ojos — Tú me has dado tanto amor y felicidad que jamás podre regresarte ni la mitad de lo que me has dado.
— Yuuri, tu me has dado tanto amor, mi vida era tan gris antes de ti, tu me has dado algo que siempre soñé... una familia a la cual amar y proteger — susurro mientras besaba mi frente y limpiaba mis lagrimas.
Lo abrace fuertemente mientras toda duda desaparecía de mi corazón al esta en sus brazos, esa noche nos juramos no ocultarnos nada y siempre apoyarnos entre nosotros. Un mes después, Viktor hablo con su padre para decirle que deseaba aprender a crear perfumes. Al llegar a casa todos festejamos dos logros, uno era la decisión de abrir una empresa de perfumes y el otro seria abrir un restaurante.
Viktor había estado muy raro conmigo y cuando le pregunte el motivo me contesto que tenia la sospecha de que estaba esperando otro bebé. Fui a hacerme estudios para saber la verdad, y efectivamente, tenia dos meses de embarazo. Al decirles a nuestra familia se alegraron por el nuevo integrante. Viktor decía que sentía que iba a ser una niña.
Este embarazo, sin duda, fue el que mas tranquilo me la pase, ya que no tuve ningún molesto síntoma, solo un apetito sexual en aumento, y por suerte Viktor siempre me complacía en ese aspecto, por lo menos los primeros siete meses ya que después no quería porque tenia miedo de lastimarme.
Cada uno de mis partos fue especial, di a luz a una pequeña niña de cabellos plateados y con dos enormes zafiros, su nombre fue Anastasia. El señor Grisha fue el que eligió el nombre para nuestra nena. Anastasia era una bebe hermosa y lo mejor es que ella si se parecía a mi amado.
Cuando Anastasia cumplió un año, Viktor y yo abrimos una enorme pastelería tal y como yo lo deseaba. Servíamos todo tipo de postres, rápidamente la pastelería se hizo muy popular en la ciudad, definitivamente mi camino estaba en la cocina y no había nada mejor que preparar los mejores pastelillos con los que mas amas, aunque al final tenia que limpiar toda la crema batida que tiraban mis pequeños hijos.
Para el cumpleaños número veintiuno de Viktor, lo festejo abriendo una empresa de perfumes como tanto lo deseo. Creó dos fragancias una se llamaba Kazoku y la otra amour éternel, la cual creo solo para mi. Yo también cree un pastel con nuestros olores juntos, el cuál llame amour éternel al igual que su perfume porque era lo que ambos sentíamos el uno por el otro, un amor eterno, incapaz de borrarse o desaparecer.
Fin
bueno, primero que nada, me gusto escribir este especial.
intente no poner nada de drama como en el fic central, estaba pensando en hacer una segunda parte pero con la perspectiva de viktor, pero aun no estoy segura.
hay imágenes que hice del especial en el grupo
https://www.facebook.com/groups/149041952372329/
el nombre del grupo es: fanfic de viktuuri 98 mssd, ayer publique el especial ahí, también subo muchos spoilers y cosas por el estilo.
pd:no se si puedan comentar, wattpad anda raro.
que se la pasen super
NUEVAS
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