5
Habían pasado tres días desde nuestro beso, ninguno de los dos había hablado del tema, además, viktor había tenido que viajar a Colombia por algo relacionado con su trabajo y regresaría dentro de una semana.
Solo nos comunicábamos por mensajes, pero no me era suficiente, tenía que escuchar su voz de nuevo, por eso esperaba con ansias su regreso, para poder besarlo y tal vez con un poco de suerte podríamos volver a unir nuestros cuerpos.
Tal vez parecía un cualquiera por pensar tanto en tener sexo con Viktor, pero no puedo evitarlo, desde que hicimos el amor por primera vez, sentí cosas que nunca en mi vida había sentido y deseo que Viktor vuelva a hacerme suyo de todas las maneras posibles. Además mi celo se acerca, y se que será tan intenso y doloroso como siempre lo es, pero esta vez tengo la esperanza de que sea diferente, porque quiero pasarlo al lado de Viktor y así solucionar todo el problema en el que me he metido.
Otro motivo por el que estoy ansioso es por la cita que me prometió, podré averiguar más cosas que le pasaron cuando estuvimos separados, y así tratar de encontrar la manera de buscar su perdón, me duele ver todo el odio y rencor que hay en su corazón, y me aterra pensar en que él no logre perdonarme por todo el dolor que le he provocado.
Los problemas económicos desaparecieron con la llegada de Viktor, era ridículo todo lo que el pagaba por mi, cuando ni siquiera hacíamos el amor, ya era febrero y se podría decir que nuestra relación había mejorado bastante, ahora estoy en mi cama pensando en una manera de sorprenderlo para su llegada la cual será dentro de dos días.
Había pensado en llegar primero al departamento y recibirlo desnudo, pero la descarté rápidamente porque a Viktor no le gusta ese tipo de cosas, al menos no con Eros. Mi cabeza ya estaba empezando a doler por pensar tanto y lo peor es que no he podido encontrar una solución, por lo que decidí dormirme, ya llevaba más de tres horas pensando, y el sueño no me dejaba pensar correctamente.
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"Rosas"
Al despertar un dulce aroma a rosas llegó a mi nariz y se ocurrió la manera perfecta para sorprender a Viktor, al mirar la hora me di cuenta que solo había dormido una hora por lo que volví acostarme para dormir.
Los dos días pasaron volando ya que me la pasé trabajando en el restaurante y en la florería, solo trabajaba tres horas diarias ya que la jornada era de seis horas, pero como tenía que estudiar solo podía hacer medio turno.
En la escuela paso exactamente lo mismo, asistía seis horas al día, en las cuales ahora tenía un horario desordenado, era curioso como mis jefas me tenían tanta paciencia ya que no tenía un horario fijo en el cual estudiar y trabajar, a veces entrada primero al restaurante o a la florería o en ocasiones trabajaba por dos horas, otras veces estudiaba por tres horas en las mañanas para después trabajar las tres horas en la florería y volvía a estudiar por otras tres horas para al final trabajar en el restaurante, ese podía ser un día normal para mí, era todo un desastre.
Sin contar las tres horas que paso con Yurio, las cuales se redujeron a dos; eran doce horas las que dedico para estudiar y trabajar, más las dos horas que estoy con Yurio, solo diez horas son las que tenía para hacer lo demás como trabajos de la escuela y dormir; es muy agotadora la vida que llevo pero así decidí hacerlo.
Hoy me había tocado ir a trabajar primero al restaurante, me la pasé en la cocina porque sabía que Viktor llegaría en la noche, tenía todo planeado para sorprenderlo, después de salir del trabajo me iría al departamento con un enorme ramo de rosas y darle la bienvenida que se merece.
Ahora me encuentro en el almacén buscando cuales son las rosas más hermosas, antes de irme al departamento y esconderme para gritarle bienvenido, junto con el ramo de rosas tal como en el sueño.
Una vez que tuve todas las rosas le envié un mensaje a Viktor para que llegara al departamento, tome un taxi y le pedí que me llevará a donde tenía que ir.
Durante el camino no puedo controlar mis nervios, y es que amo tanto a Viktor que me parece mentira que este a mi lado, aunque no de la manera en la que hubiera querido.
Al llegar al departamento puse las rosas en agua y le di una ligera sacudida a todo, barrí el piso y sacudí los muebles hasta dejarlos impecables. Al estar tan concentrado en quitar el polvo de los sofás no me di cuenta que un automóvil había llegado y se había estacionado afuera mientras que un sexy Alfa caminaba para entrar.
-Ya estoy aquí-escuche su voz y frene en automático, gateé por el suelo llevándome las rosas y mi bolso para correr al baño y ponerme los lentes de contacto verdes.
Me encerré y apenas tuve tiempo de colocarme los lentes de contacto correctamente cuando Viktor había abierto la puerta, no había tenido tiempo de acomodar mi cabello o limpiar mi rostro.
-Bienvenido -grite tomando las rosas y arrojándome a sus brazos, lo abrace fuertemente enredando mis piernas alrededor de sus caderas como si fuera un koala, sintiendo como mi corazón latía contento porque al fin lo tenía a mi lado.
Escondí mi rostro en su cuello, no había tenido tiempo para limpiar mi rostro, el cual estaba cubierto de polvo y mi cabello estaba todo desordenado. Me daba mucha vergüenza que me viera de esa manera.
- ¿qué pasa lindura? ¿Porque no quieres que te vea?-preguntó Viktor al momento de separarnos, yo había vuelto a esconder mi cara, pero ahora en su pecho.
Al escuchar la forma en la que me habían llamado, mi corazón latió rápido y mis ojos se llenaron de lágrimas mientras un sentimiento de melancolía me invadía.
-No quiero que me veas así, estoy todo sucio y me veo horrendo- respondí mientras dejaba caer las traicioneras lágrimas y me aferraba fuertemente a él.
-wow, eres muy hermoso- respondió mientras tomaba mi rostro entre sus manos y me obligaba a levantarlo, podía sentir como sutilmente acariciaba mis mejillas en forma circular con sus pulgares -me gusta mucho más como te ves de esta manera-respondió mientras limpiaba el exceso de polvo de mis mejillas-realmente me gusta mucho-susurro en tono bajo para después darme una dulce sonrisa de esas que hacen vibrar mi cuerpo de pies a cabeza.
Acerque mi rostro al suyo con lentitud para volver a unir nuestros labios, lo abrace por el cuello mientras intensificaba el beso. Poco a poco Viktor correspondió sujetándome de la cintura con sus fuertes manos.
Realmente lo había extrañado mucho, me había acostumbrado a dormir con él, por lo que esos días fueron un calvario. Fuimos retrocediendo hasta llegar al sofá más cercano, donde Viktor me recostó sin dejar de besarnos.
Nuestras lenguas se enredaron en una danza caliente mientras abría mis piernas para darle espacio a Viktor, el cual una vez alojado en dicho lugar comenzó un camino de besos desde mi rostro hasta mi cuello. Sus manos recorrían debajo de mi suéter, logrando que miles de corrientes eléctricas estremecieran mi cuerpo por completo.
Mis manos se encargaban de acariciar el cabello y nuca de Viktor obteniendo como resultado sus gemidos y un delicioso aroma, mientras viktor le daba leves mordidas y lamidas a la piel de mi cuello, era incapaz de controlar mi cuerpo ya que de mi boca salía gemidos y mis manos habían dejado de acariciar su cabeza para ir hasta su pantalón y desabrocharlo.
-es-espera- susurro Viktor al momento de tomar su pene erecto.
-Pero estás erecto-respondí mientras movía lentamente mi mano de arriba a abajo.
Viktor puso su cuerpo rígido al instante, sus manos las cuales al principio estaban sobre mi piel ahora estaban fuertemente aferradas al sofá. Las pequeñas gotas de sudor recorrían su frente mientras que tenía su ceño fruncido y mordía seductoramente sus labios.
Comencé a dar leves mordidas a su cuello, arrancándole un leve gruñido de placer y sorpresa al momento de hacerlo, podía sentir como mi entrada se contraía, deseosa por ser llenada. No podía creer que realmente lo haríamos y en la sala.
-vik-viktor ¿tienes protección?-pregunte y como por arte de magia, Viktor reaccionó y se alejó de mí.
-Yo...Lo siento pero no estoy listo aun-respondió mientras intentaba normalizar su respiración.
-Pero estás palpitando-respondí sentándome en el sofá y señalado su miembro erecto y palpitante, viktor al verlo se avergonzó y se volteó dándome la espalda para poner su ropa correctamente.
El ambiente se formó pesado e incómodo entre nosotros, odiaba cuando eso sucedía, pero no podía juzgarlo o enojarme con Viktor, subí mis piernas al sofá y me abrace fuertemente intentando tranquilizar a mi loco corazón. El calor de mi cuerpo era muy intenso, tanto que dolía.
-en verdad lo siento, no sé qué me pasó, últimamente no sé qué pasa conmigo-respondió agitado y con el rostro sonrojado.
-Descuida, yo te esperaré el tiempo que necesites -respondí tranquilo mirando como Viktor se había relajado con mi respuesta.
Caminó hacia la puerta y se trajo arrastrando una maleta mediana, lo mire curioso con una sonrisa justo en el momento de subirla a la mesa que estaba enfrente del sofá mientras se sentaba a mi lado.
-Traje recuerdos -respondió emocionado con una sonrisa hermosa en su rostro, parecía un niño, lo que hizo que una risita se escapara de mi boca.
Viktor tenía la maleta llena de recuerdos, los cuales eran, desde lindas camisas con bordados coloridos, hasta hermosas muñecas hechas de trapo, también tenía unas pequeñas y extrañas bolsitas con piedras de colores en su interior.
- ¿Acaso no son lindos?-preguntó emocionado con su sonrisa de corazón, mostrándome un peluche en forma de perro con la apariencia de makkachín.
Viktor tomó el peluche y se lo mostró a makkachín, el cual, después de darle una olfateada comenzó a mover su colita. Seguí mirando el resto de las cosas que viktor había traído y me encontré con otros dos peluches, uno tenía el cabello blanco con dos enormes botones color azul cielo y el otro tenía el cabello negro y los botones eran de color verde.
-uno eres tú y el otro soy yo, había un pequeño local donde los hacían-respondió viktor al momento de voltear a verme-puedes tomar lo que desees, cualquier cosa que te guste.
- ¿Puedo tomar este?-pregunté mostrándole el que se parecía a él.
-Claro, puedes tomar lo que quieras, también traje dulces y esto-respondió sacando unas enormes botellas junto con unas bolsitas de caramelos.
Viktor se fue a la cocina por unas copas mientras yo me quedaba sentado en mí lugar examinando al bello muñequito de Viktor, era muy adorable, o eso creí hasta que le levanté la pequeña blusita, había sentido algo extraño, dentro tenía un pequeño papel doblado sujetado con un hilo rojo.
Tome el pequeño papel y al momento de abrirlo sentí a mi omega gruñir en mi interior al mismo tiempo que unos enormes celos me invadieron, era el número de una chica, la cual no solo se había atrevido a dejarle su número sino también lo había llamado como yo lo hacía.
Sin pensarlo mucho tome el papel y lo arrugue con todo el odio que podía sentir, no quería que nadie más lo llamara de esa forma.
- ¿te pasa algo? ¿Pareces enojado?-preguntó Viktor con unas copas y una de las botellas en las manos, las cuales coloco sobre la mesa.
-No es nada y ¿qué es eso?-pregunte señalado la botella, me dio curiosidad desde el primer momento en que la vi.
-Me alegra que preguntaras, es rompope de almendras -respondió mientras abría una de las botellas y servía el líquido blanquecino en el vaso.
Mis mejillas se tornaron carmesí mientras intentaba contener una carcajada al momento de que Viktor me pasó el vaso con rompope. "Parece semen" fueron las palabras de mi omega quien esperaba curioso a que tomara el dichoso líquido.
- ¿porque no lo tomas? Esta rico y es dulce-dijo Viktor quien se levantó para ir a la cocina y traer un par de cucharadas y un pequeño frasco.
Lo mire esparcir un polvo café encima de su bebida y la mía, mientras me pasaba una de las cucharas que había traído.
-Es canela, sabe delicioso con un poco-respondió mientras le daba un trago a su vaso.
-Qué bueno que ya no parece semen -respondí mientras al fin me animaba a darle un trago.
Viktor comenzó a toser escandalosamente al momento de escuchar mis palabras, terminó escupiendo el rompope para empezar a reír hasta que unas pequeñas y lindas lágrimas cayeron de sus ojos.
-Dios, ahora no podré tomar rompope nunca más-dijo entre risas.
-Pero si el semen es rico -respondí tranquilamente -y más el tuyo- dije pícaramente mientras miraba como Viktor parecía un tomate, porque su rostro estaba igual que uno.
-Eso no fue gracioso- respondió Viktor avergonzado mientras que yo me reía como un lunático, hasta que Viktor me arrojo un enorme cojín.
- ¿Cuándo será nuestra cita?-pregunte ya que quería recordárselo.
- ¿qué te parece mañana? Pero yo voy a elegir el lugar-dijo mientras se levantaba del sofá y se estiraba.
-está bien, pero tendrás que llevarme en tus brazos-dije mientras fingía hacerme el dormido, Viktor me levanto con sumo cuidado y me llevo a la recamara.
Una vez que me acomodo sobre la cama se dispuso a desvestirse, pero antes de que lograra quitarse la ropa interior le grité que ese era mi trabajo, el solo negó con su cabeza en signo de resignación y camino hasta subirse sobre la cama justo enfrente de mí.
Lo vi subir las manos y tocar el techo para sostenerse, mientras, yo tomaba el elástico de la ropa interior y lo bajaba lentamente hasta llegar a sus pies y sacar la última prenda para arrojarla al suelo.
Tome rápidamente su miembro para darle un beso en la punta, sintiendo como su cuerpo se tensaba al momento de hacerlo.
-Desnúdame-exigí mientras dejaba caer mi cuerpo sobre la cama, sin esperar a que Viktor se bajara, el cual, después de hacer un movimiento gracioso, se quejó de mi por ser tan malo.
Me despojo de toda la ropa con mucho cuidado para después acostarse a mi lado, cubriendo nuestros cuerpos con los cobertores de la cama. Lo abrace fuertemente mientras recargaba mi cabeza sobre su pecho, me encanta dormir en esa posición, sintiendo el latido de su corazón.
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Al día siguiente me invitó a desayunar, irónicamente al restaurante donde trabajaba, por lo que terminamos desayunando en el apartamento, pero eso no quiere decir que no la pasamos de lo mejor, todo el tiempo nos la pasamos entre risas y juegos en compañía de makkachín.
Tuve que salir prácticamente corriendo porque me la pasé jugando con makkachín y con viktor, el cual, al rato había entrado a trabajar, yo me había perdido la primera hora de clases. Al llegar al salón tome asiento y me puse el uniforme, hasta que sentí que una de mis bolsillos había vibrado.
Era un mensaje de Viktor donde se disculpaba porque haberme hecho llegar tarde, una sonrisa se me escapó de los labios y le contesté que estaba ansioso porque la noche llegará para tener nuestra cita.
Las clases terminaron y me fui a la florería donde me la pasé mensajeado con Viktor de cosas graciosas o también haciendo bromas.
Al llegar a mi apartamento me di una larga ducha de burbujas, no era consciente de que a Yurio le gustaba tanto los productos que Viktor, hacía ya que usaba de todo, supresores, perfumes, cremas y jabones.
Tome el mejor traje que tenía, un sait lairent azul. Lo había reservado para el momento en el que me graduara, o en otro caso, que muriera, pero como lo tenía ahí y la ocasión se dio, decidí usarlo, ya que lo único que me dijo viktor era que teníamos que ir de gala.
Tome un taxi para que me llevará al departamento en el que me quedaba con viktor, al llegar, mis ojos se abrieron al ver al alfa frente a mi, traía puesto un traje dsquarred2 London de tres piezas de color gris, tenía su cabello acomodado elegantemente.
Ambos nos subimos a su autor y condujo por la ciudad hasta que llegó al hotel le meurice, uno de los más elegante de París.
- ¿Pensé que iríamos a un restaurante?-pregunte mientras entrabamos al hotel.
-Vamos al restaurante - dijo para tomarme de la mano y entrar al lugar.
El lugar era hermoso y elegante, desde los decorados de las paredes, hasta las mesas, y en lo único que podría pensar era que esto le costaría una fortuna y más al mirar los hermosos y finos candelabros.
-viktor esto saldrá en una fortuna, me sentiría más cómodo comiendo otro platillo que no costara lo que cuesta la renta de mi departamento de por vida-respondí.
- ¿Quieres ir a otro sitio?-pregunto sorprendido.
-Sí, no me siento muy cómodo aquí-respondí tímidamente.
Viktor se disculpó con el recepcionista y nos fuimos de ahí, me pregunto a donde quería ir y yo le di la dirección, terminamos yendo a un buffet, el cual estaba en el restaurante le frou frou.
Al llegar, viktor estaciono el auto y me ayudó a bajar, abriendo la puerta y tomando mi mano como todo un caballero. Cuando íbamos a entrar, Viktor se quitó el saco y se lo ofreció a una anciana que era indigente, además de que le dio dinero.
Viktor acomodo la camisa blanca, enroscando las mangas hasta los hombros y quitándose la corbata para abrir los primeros tres botones, se veía tan sexy y apuesto vestido de esa manera.
Entramos y nos sentamos, durante toda la noche viktor me hizo preguntas sobre porque trabajaba en eso, y cosas por el estilo.
Le mentí diciendo que él no era el único hombre que me contestaba, y que por eso siempre me iba tan rápido a casa, también me preguntó sobre mi familia y volví a mentir, diciendo que ellos murieron cuando era pequeño.
Viktor escuchaba atentó todas mis mentiras, mientras yo me sentía la basura más grande del mundo, como era que no aprendía de mis errores, ya a sabiendas de que viktor odia los engaños, es justo lo que hago ahora, pero es que necesito tiempo para decirle de manera calmada la verdad, pero no logro encontrar el momento adecuado.
Viktor me contó sobre sus padres, me dijo que él tuvo una infancia feliz, rodeado de amor, y tenía a sus dos padres, que lo amaban como cualquier padre ama a su niño, me habló de cómo consiguió a makkachín, el cual fue el último regalo antes de que sus padres se divorciaran, y de cómo perdió su felicidad el día en que su madre se fue de su lado.
Entre más me contaba, más admiraba al hombre del que estoy enamorado, a pesar de todo lo que ha sufrido, él sigue adelante, y no se ha dejado vencer por las adversidades, una razón más para amarlo.
- ¿Qué es lo que más deseas?- pregunte cambiando de tema ya que viktor estaba soltando un olor amargo al recordar a su madre.
- Quisiera tener cachorros- respondió viktor - sé que makkachín no vivirá para siempre y no quiero quedarme solo- dijo mientras mordía la hamburguesa que había pedido-me imagino casado con mi destinado, rodeado de muchos cachorros que sean iguales a los dos.
- Es un lindo sueño- respondí imaginando mi vida al lado de viktor con un par de pequeños haciendo que mi omega se sintiera melancólico, inconscientemente lleve mis manos a mi vientre, nuestro cachorro tendría siete años, si hubiera decidido seguido hasta el final.
- ¿te sientes bien?- preguntó viktor, intente sonreír para no preocuparlo, todo estaba en silencio hasta que en la mesa de enseguida comenzó a llorar un cachorro de unos seis años, viktor lo miraba fijamente, su rostro era de genuino dolor, eso pasaba siempre que miraba a un bebé o a una embarazada.
-Me pregunto cómo hubiera sido mi cachorro- susurro dejando resbalar una lagrima la cual cayó sobre el plato- yo iba a tener un bebe con mi destinado, pero no supe que paso con ellos, hasta hace un par de años descubrí que ese bebe jamás existió- susurro limpiando sus lágrimas-si me disculpas voy por un poco de aire- respondió levantándose de la mesa y caminando hacia la puerta.
Mi omega lloraba amargamente por el cachorro que no se logró, pero fue la decisión correcta, si mi pequeño hubiera nacido, en este momento estaríamos muertos, como a muchas omegas que las descubrían, fue una decisión difícil porque mi instinto me dictaba no tomar el medicamento, pero fue la indicada en aquel momento.
Al volver viktor salimos del restaurante rumbo al departamento, durante el camino le pregunte a viktor sobre la historia de su destinado, él me miro sorprendido, pero al final y muy a la fuerza me contó la historia.
- Lo conocí en un viaje que hice con mi padre, estuvo a punto de ser... lastimado cuando lo salve, perdí mi virginidad con él y casi tuvimos un cachorro, pero él se fue, desde entonces no sabido nada de él y tampoco e he tocado a nadie más- respondió sin mirarme
-¿no lo has hecho desde entonces? - pregunte sorprendido, eso quiere decir que mis sospechas eran ciertas.
-No - respondió mientras estacionaba el carro.
- Pero tuviste novia - respondí recordando a esa omega.
-Mila nunca fue mi novia, ella lo hizo porque mi padre y yo estábamos en peligro - reclamo molesto- es por eso que odio las mentiras, porque solo causan problemas, siempre es mejor ser sincero.
Ahora me sentía un estúpido, y ver a viktor enojado no ayudaba para nada, entramos al departamento, él estaba hecho cólera, ahora estoy mirando al Viktor por el cual tengo que mentir, me daba miedo acercarme y que me gritará algo hiriente, por lo que me quedé parado en la puerta mientras lo miraba dudoso, entre sí acercarme o no.
-lo siento, tú no tienes la culpa de que sea infeliz pero realmente me hace enojar que me oculten cosas, yo lo hice con mi padre y lo perdí, desde entonces jure ya no engañar ni mentir-respondió tranquilo, ahora era el alfa sereno.
Después de desnudarnos nos dormimos abrazados, me sentía muy feliz de ese enorme cambio que tenía Viktor conmigo.
Continuará...
wattpad no me dejo poner las imágenes sin embargo las pondré en el grupo(los trajes y el restaurante)
https://www.facebook.com/groups/149041952372329/
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