0.4 superar

capitulo sin editar, disculpen las horribles faltas de ortografía y narración que vean, me lo notifican

Cuando desperté me sobresalté, al ver que mi madre que estaba acostada conmigo abrazándome.
—Ma-mama... ¿Qué haces aquí?—pregunte asustado, no me había dado cuenta de en qué momento entró a mi cuarto.
—cariño, ¿qué fue lo que sucedió?—pregunto mi madre mirándome con tristeza
— ¿a-a que te refieres?—pregunte muy asustado.
—Vine para llevarme los platos sucios y lo que me encontré me dejó helada, no te habías comido el katsudon y estabas llorando, me asusté mucho—dijo mi madre mientras me abrazaba.
—Mama ya te dije que no me pasa nada—le conteste.
—Seguro— insistió.
—Si —le respondí, nos quedamos nuevamente en silencio hasta que se levantó de la cama rumbo a la puerta, saliendo de la habitación dejándome solo nuevamente. Después de esa ocasión la relación con mi madre cambio.

Ese día no fui a ninguna de mis clases ya que mi celo había vuelto y más fuerte que nunca. No dejaba que nadie entrará a mi habitación.
Mi cuerpo pedía a gritos el de viktor, mi único consuelo para llevar todo esto, era el abrigo que me había robado. Durante mi celo no comí ni salí de mi cuatro, no quería dar explicaciones de a quien le pertenecía el abrigo o porque lo tenía conmigo.

Mi madre se encargó de Avisar a la escuela y a los demás sitios a los que asistía mi desaparición.
Mi celo duro cuatro días, en los cuales sufrí horrible, mi cuerpo estaba en llamas y mi entrada muy dilatada y húmeda, llore todo lo que duró mi celo y mi omega también, mi cuerpo había reconocido a viktor como su alfa y lloraba por no tenerlo a mi lado, dándome amor, aunque no entendía porque lo reconocía como mi alfa si no me había marcado.

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Cuando mi celo por fin terminó intenté seguir adelante. Darle vuelta a la hoja e iniciar un nuevo capítulo en mi vida, no podía seguir llorando todo el día, no solucionaba nada, lo único que lograba era preocupar a los demás.
Viktor no volvería y si lo hacía, dudo que hubiese sido alguien importante para él, a pesar de que tuvimos sexo creo que fue más por el celo y no porque nos amaramos además, ¿Quién se enamora de alguien que no conoces?

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En la escuela era sin duda era donde peor la pasaba, ya que para mí desgracia todo mundo ya sabía lo que era y siempre me miraban horrible y todo por ser uno de los dos omegas en mi grupo. Por lo tanto no tardaban en molestarme a mí y al otro chico que también era Omega.
Su nombre era Minami, era dos años menor que yo pero al ser súper dotado estudiaba conmigo, el pequeño omega fue el único en hablarme y no mirarme con desagrado el primer día después de haber faltado por culpa de mi celo.
Al ser los únicos omegas en un grupo de betas, estos no tardaron en molestarnos. De los dos a quien más humillaban era a Minami, en mi caso los ignoraba pero Minami no, a él lo molestaban el doble que a mí, hasta que lo hacían llorar.

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Un día me fui a la escuela más temprano de lo usual, había llegado dos horas antes de que empezaran las clases, al no tener nada que hacer me puse a vagar por toda la escuela.

Al pasar por un viejo y abandonado gimnasio, escuche sonidos raros y no dude en acercarme, lo que  encontré me dejó paralizado.
Eran tres chicos de un grado mayor que yo, estos estaban abusando de Minami, sentí tanta ira que los golpe a cada uno, después obligue a Minami a que los denunciara pero no quería, tenía miedo de lo que le podía hacer, al final logré convencerlo.
Minami me confesó que había sido abusado por más de un año, sentía mucho coraje, después de eso ambos nos confesamos todo.
—¿entonces hiciste el amor con él?—pregunto Minami muy emocionado y con un sonrojo en su rostro.
—si, incluso lo hicimos seis veces—le confesé muy apenado.
—¿QUE?—grito el omega en medió salón
—shh... Silencio Minami-kun alguien nos pueden oír, y si tuvimos sexo en seis ocasiones en el mismo día—dije casi susurrando sintiéndome apenado.
—vaya yo quisiera encontrar a mi príncipe.... Así como tú—dijo mirándome— ¿cómo me dijiste que se llamaba?—  pregunto Minami
—viktor, viktor nikiforov—susurre
— ¡el gran viktor nikiforov¡—grito llamando la atención de todos.
— ¡Minami!—amenace—además, mi viktor era un chico común—le dije al testarudo omega, saco su celular y comenzó a escribir.
— ¿es el?—pregunto mientras me mostraba su celular.
—s-si es el—le dije mientras le arrebataba el aparato.
—qué suerte tienes yuuri-sama—dijo mientras me arrebataba el celular.
—es muy popular en redes sociales, todos las personas que lo llegan a conocer, terminan enamorados o cosas por el estilo, nunca se le ha conocido pareja, además es el chico más codiciado—dijo Minami mostrándome muchos artículos que hablaban de viktor, pero uno sin duda llamo mi atención
— ¡es modelo! — grite mientras miraba el apartado donde se mostraban fotos de viktor.
—Hiciste el amor con él y no sabías que es modelo— Minami comenzó a reír y yo le pegue en la cabeza—auch...Eso dolió—dijo mirando las imágenes de viktor en ropa interior.
—Me pregunto si realmente lo tendrá así—pregunto Minami al ver una imagen donde el ojiazul tenía puesto una trusa muy ajustada sin dejar nada la imaginación.
—mmm... Flácido le mide unos catorce centímetros y de grosor como cuatro, ya erecto le mide dieciséis y como cinco de grosor—dije sin tomarle tanta importancia a mis palabras, hasta que vi a Minami que estaba en el suelo con una hemorragia nasal.
Ayude a Minami a levantarse del suelo y cuando me iba a preguntar algo llegó la maestra de cálculo y tuvimos que separarnos.
Cuando la clase termino me quedé con Minami hablando de todo lo que pasó entre viktor y yo. Más tarde, Minami se fue a su casa y yo al estudio de Minako.
Al llegar lo primero que me obligo a hacer, fue contarle porque había faltado ya que mi mamá no había sido específica, le dije la verdad, que había sido porque me había llegado el celo y que ahora era un omega me estaba acoplando a mi nueva vida, la maestra Minako dejo de insistir más y comenzamos con clase como siempre.
Más tarde, en las clases de idiomas me fue mejor de lo que me trataron en la escuela ya que ahí si había más omegas.
En el taller de cocina pasó igual, nadie le interesa lo que eres, solo importaba que tan bien cocinas, para mi suerte, yo era el mejor de la clase.
Al llegar a casa, ayude a madre y le conté todo lo que pasó hoy, claro que había una pequeña distancia entre nosotros pero no era tan grave.

Los días trascurrieron iguales, tanto en la escuela como en cada una de las clases particulares que tomada. Mi vida perecía tomar el mismo rumbo que tenía antes de que me viniera el celo.

A veces Minami me enseñaba fotos que viktor subía a sus redes sociales, al verlo mi corazón latía como loco y cierto sentimiento de tristeza me invadía.

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El tiempo pasaba, curando cada herida que había en mi interior, pero no sacaba a viktor de mi cabeza.
Todo el día me la pasaba pensando en él a tal grado que todo lo relacionado a ese alfa.

Incluso un día, cuando iba saliendo de la clase de francés para ir al taller de cocina, pase a un lado de una construcción de un centro comercial, camine hasta que vi a un grupo de personas que a juzgar por sus atuendos, eran personas de mucho dinero, cuando estaba por irme pude sentir el olor de viktor, mi corazón comenzó a latir como loco.
Comencé a buscarlo con la mirada y mi corazón se detuvo al ver a un hombre de cabello corto y de color plateado que estaba de espaldas.
Lo mire detenidamente por unos minutos hasta que volteo a mi dirección.

Era igual a viktor, hasta en su color de ojos, pero se vea más grande, era como su versión adulta. Estaba tan impresionado que no podía apartar mi vista de ese hombre, pero eso cambio cuando el hombre me miro con asco y odio.
Lo vi alejarse y subiese a un convertible del año color negro.
Cuando llegue al taller decidí dejar de pensar en ese hombre o en cualquier cosa que se relacionara con viktor.
Todo lo que hacía me salía mal, todo lo que cocinada se quemaba, me enoje tanto que me fui temprano a mi casa hecho cólera.

Cuando llegue a mi hogar me encerré en mi habitación y me puse a hacer mis deberes hasta que recibí un mensaje de Minami.
Al abrirlo decía que viktor ya llevaba una semana sin publicar.
Arroje el celular lejos, ya no quería saber nada de viktor, pensar en el solo me traía problemas, decidí dejarlo en el pasado y  le pedí a Minami que dejara de mencionarlo cuando estuviera enfrente de mí.

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Los días pasaba y todo seguía igual, asistía a la escuela, platicar con Minami por horas, a veces me gustaba patinar sobre hielo con yuko y Takeshi hasta se nos unió Minami.
El tiempo pasaba volando, ya casi cumplía los catorce y estaba cursando mi penúltimo año de secundaria, en la escuela mis compañeros parecía que habían madurado, pues ya no nos molestaban tan seguido por ser omegas.

Cuando pase a tercero de secundaria lo único interesante que pasó, fue que entró un chico nuevo, él también era un omega, su nombre era Pichit. Venía de Tailandia, en cuanto nos vimos nació una amistad entre nosotros.
Por desgracia pichit no se salvó de ser molestado, no solo le decirle cosas hirientes por ser un omega, sino también por su color de piel, al ser oscura solían molestarlo diciéndole que se perdería en la noche o que no se bañaba o que su piel se estaba pudriendo al ser tan oscura ya que nuestra piel es muy pálida.
Lo bueno es que pichit los ignoraba, era amante de las selfies y las redes sociales.
Para mi mala suerte, pichit también acosaba a viktor, si no era Minami, era pichit el que me decía todo sobre viktor.

El par de omegas solían discutir sobre quién era mi mejor amigo cosa que pichit ganó ya que Minami el último año tuvo que mudarse lejos, Pero antes de irse me dijo que hablara con viktor pero no lo hice.

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El tiempo pasaba y todo seguía igual, mi amistad con pichit creció, pero jamás le tuve la misma confianza para contarle lo que sentía como lo hice con Minami.
La vida me parecía tan vacía, siempre me faltaba algo, la escuela era tan monótona, siempre números y más números, en lo único que lograba distraerme era el baile y la cocina. Poco a poco fui haciéndolas mi fuerza para seguir.
llego un momento en el que me sentía tan desmotivado que no tenía ánimos para nada, todo siempre me preguntaban qué pasaba conmigo, pero era algo que ni yo sabía, simplemente la vida ya no me era tan maravillosa como antes.

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El verano llegó y con eso las vacaciones, había pensado en pedir un trabajo, les comenté a mis padres que este verano quería trabajar, al principio se negaron pero después de una buena sesión de pros y contras, terminaron aceptado.

Trabajé en una pequeña florería junto a pichit, si iba a trabajar sería en algo que me gustara y aunque no pude encontrar algo relacionado con la comida debido a mi edad, decidí darle una oportunidad a esto, después de todo me encantaba la naturaleza.

La primera semana fue de prueba y error, al principio pensamos que no nos darían el trabajo debido a que ambos éramos omegas, pero le demostramos a nuestra jefa que la condición no era un impedimento.

La dueña de lugar nos pidió disculpas por habernos jugado mal y nos dio el trabajo a ambos. Estar con pichit era divertido, siempre me hacía reír con sus ocurrencias.
A veces nos intercambiamos las tareas, en ocasiones pichit se encargaba de estar en el mostrador, atendiendo a los clientes o Armando arreglos florales muy llamativos para exhibirlos en sus redes sociales.

Mientras yo me la pasaba cuidando de la gran variedad de flores de había en el jardín trasero que era como un invernadero.
Pero había veces en las que yo me ocupaba del mostrador y pichit se encargaba de cuidar las plantas. 

Cada fin de semana teníamos que separar y clasificar las semillas, era agitador pero nos divertimos mucho.

Cuando acabó el verano ambos nos desanimamos porque era un trabajo genial y no queríamos dejarlo, Nagisa,nuestra jefa, tampoco quería que renunciáramos por lo que nos propuso a pichit y a mi que después de la escuela trabajamos medio turno y que nuestro sueldo seria el mismo.

Pichit acepto inmediatamente pero había un problema, yo no tenía tiempo, ya que con la escuela, las clases de Minako, las clases de idiomas y con el taller de cocina apenas y tenía tiempo para mí.

Le comenté a mis padres, ellos me dijeron que si quería el trabajo tendría que renunciar a algo. Les dije que dejaría las clases de Minako y las de idiomas para los domingos, así tendría como seis horas libres para trabajar y aparte seguir asistiendo al taller de cocina.
Mi padre estuvo de acuerdo ya que lo que decía que ese dinero me podría servir para muchas cosas pero mi madre no estaba del todo convencida por lo que mi padre y hermana hablaron con ella.

Media hora después mis padres aceptaron y apoyaron mi decisión de seguir trabajando, claro que con la condición de que no descuidara mis deberes.

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Todo marchaba bastante bien, amaba mi trabajo que incluso lo había convertido en mi segundo amor, aprendí amar la naturaleza y cuidar de ella como si de un familiar se tratase,inclusive había estudiado el significado de las flores y aprendí a no solo crear historias con ellas sino también a representar sentimientos.  

 Amaba la naturaleza aun másque el ballet, pero no se acercaba a lo que sentía cuando cocinaba.

Cada vez que preparaba alguien platillo,experimentaba  tantas cosas, era una sensación indescriptible, estaba seguro de que mi destino sería sin duda era la cocina

El tiempo pasaba volando, en mi cumpleaños número catorce, lo festejamos en el taller de cocina. Fue una sorpresa muy agradable, todas las personas que amaba estaban ahí, bueno no todas, mi corazón y mente siempre reclamaban su ausencia en cada logró de mi vida pero sabía que era imposible volver a verlo y eso siempre hacia que me corazón se contrajera.

Mi familia había organizado algo lindo para mí, llevaron comida y golosinas para todos mis compañeros que consideraba como segunda mi familia.
Recibí muchos regalos y dinero de todos pero sin duda el más especial y extraño fue el de mi maestro Stefano, un Alfa,  4 años mayor que yo.

Me había separado del grupo para darme un Le toque blanche, además de una Filipina que decía en letras negras "le Grand chef yuuri Katsuki" y en letras rojas más pequeñas " ne laissez personne vous empêcher d'accomplir vos rêves mon amour", además de un hermoso kit de cuchillos.
No pude contener mis lágrimas, llore de felicidad incluso Stefano me abrazo y me susurro algo que cambiaría mi vida.

Continuará....

¿que creen que le dijo en el oído? <respuestas aquí>

preguntas y sugerencias (en serio, si tienen alguna duda- sin que sean spoilers- pueden preguntar)

hay un nuevo grupo en facebook

https://www.facebook.com/groups/149041952372329/

bye, próxima actualización: 10/11

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