4
El timbre sonó y las clases comenzaron en la universidad.
Dipper estaba "durmiendo" en su mesa, pues no había estado bien últimamente.
Se había cansado bastante de ayer.
Sus padres no querían irse, además no tenían opción, tuvieron que quedarse con él toda una noche, debido a que no podían manejar en estado de ebriedad. Bueno, sólo su papá, quien cuando festejaba, bebía un poco más de la cuenta.
En cuanto a su novia, ella sólo le chillaba en el oído que decidiera qué día quería casarse, o en cuánto tiempo; que comenzaran a planificar los preparativos desde ya.
Era demasiado para el pobre Dipper.
Estaba por dormirse cuando sintió un peso encima de él.
-Bill, quítate de encima...
-También quiero dormir contigo... ¿No dormiste bien, Pino?~
-No... -Bostezó.
-Pobre, yo dormí excelente. -Se estiró sobre él. -Mi soltería es fantástica... ¿No lo crees?
-Para con eso.
-¡Pero es cierto! -Se levantó y se recostó en la mesa quedando de frente a él. -Primero te casas, luego viene la ropa interior para el período y ¡bam! un millón de mocosos que críar. ¿De verdad tienes tanta prisa por arruinar tu vida?
Bueno, Bill se tomaba demasiado en serio el querer convencerlo.
Demasiado en serio.
El profesor entró al salón y comenzó a pasar nueva materia. Ambos comenzaron a susurrar.
-Bill... Cállate, lo que dices es estúpido.-Dijo con total somnolencia. -¿Intentas persuadirme?
-Yo sólo intentaba llevarte por el buen camino...
-Siempre me llevarás por el mal camino, eres Bill. Eso me lo dijiste ayer...
-Para eso están los amigos. Oye Pino, siento que tienes tanta presión... ¿Qué te parece si salimos ésta noche?
-No.
"Demonios, plan B. Piensa rápido, Cipher"
-Vamos... ¿Por qué no?
-Le prometí a Rebecca que iríamos a ver si-
-Basta con eso Pino. -Le interrumpió. -Lo único que sale de tu boca estos días es: "Rebecca me dijo esto, Rebecca hizo aquello, Le prometí a Rebecca, ¡Rebecca, Rebecca, Rebecca!" -Le imitó en un tono molesto.
Al ojiazul le sorprendió escuchar eso.
-¿Acaso no tienes vida?
-Pues no... No tengo. ¡Y deja de meterte en esto, la amo y la seguiré a donde ella quiera!
"¡Estúpida mis celos inexistentes, idiota!"
-Déjate. No quiero hacer nada...-Murmuró el ojiazul.
-Es todo. Te llevo a la fuerza. ¿Sabes qué? Te guste o no, vas a ir conmigo.
-No serías ca-
-Soy capaz . Te llevaré aunque tenga que arrastrarte . Y sí Pino, hablo muy en serio.
-Bill basta, déjame tranquilo... Además, no voy a salir con un envidioso como tú.
-¿Cómo yo? ¿Crees que tengo envidia de tí?
-De repente actuas como si me odiaras. No dejaré de ser tu amigo por casarme Bill. Ya lo hablamos antes, el que tenga novia no te incumbe.
"Amigo... Ya verás quién es tu amigo. Inicia plan venganza."
-¡Deja de dormir Pino! -Gritó el rubio a toda boca.
-¡Pines! ¡No se duerme en mi clase! Si no le interesa, la puerta está por allá. Puede salir. -Le regañó el profesor.
-Disculpe profesor. No se volverá a repetir. -Levantó la cabeza del pupitre.
-Respondeme algo Pines. ¿Si respondes ésta pregunta al azar, cuanta probabilidad tienes de acertar? Tienes cuatro alternativas. Veinticinco, cincuenta, sesenta y veinticinco.
-¿Ves lo que ocacionas? -Le susurró al rubio con la mirada clavada en él .
-Rápido Pines...
-Supongamos que veinticinco es la respuesta correcta, pero... Es...
-Me sorprende como te complicas Pines, pero no. Pésimo. En las matemáticas no se supone. Siguiente... ¡Hoffman! -Siguió hablando.
-Te odio Bill... -Le susurró.
-Y yo odio matemáticas. Nl hay mucha diferencia en eso. -Alzó los hombros mostrando indiferencia.
-¿Por qué elegiste ésto, entonces?
-Tengo mis razones.
-¡Cipher y Pines fuera de mi clase! No tengo más paciencia con ustedes.
-Pero...
-Ahora. -Les ordenó.
El castaño le dio una mirada asesina al rubio y decidido, se levantó junto con él.
Al salir, el castaño se escapaba a pasos rápidos por el pasillo. No quería lidiar con él, y mucho menos ahora.
-¿A dónde vas? -Bill le frenó.
-A dónde no me metas en problemas con siempre.
-Pero yo no los he causado... Tú sólo te metiste en un embrollo.
Dipper paró el ritmo. Sabía bien a lo que se refería.
-¿¡Cómo lo haces!? -Exclamó molesto, ahora volteándose a verlo.
-¿De qué hablas?
-¡En un momento de mi vida eres la mejor persona del mundo y al otro eres un imbécil! ¡C-Creí que eras más humano en ese sentido y ahora me arruinas todo!
-¿Jamás lo vas a admitir, verdad Pino?
El castaño guardó silencio y comenzó a caminar en dirección contraria al mayor. Pronto fue detenido nuevamente por Bill.
-Bueno. Te propongo algo. Como no puedes hoy... Mañana iré a tu casa para que salgamos. Y si no estás, te buscaré y te llevaré a rastras conmigo.
-Bill...
-Vamos~... -Puso cara de cachorrito.
El castaño suspiró.
-No puedo Bill. Ademas te comportas como un idiota. ¡Estábamos peleando y ahora me invitas a salir!
-Estás peleando sólo. -Dijo frustrado. - ¡Y siempre dices que no, cuando la verdad es que si puedes, pero sólo te da pereza ir!
-Te digo que no puedo, idiota.
-Si, Si puedes.
-No puedo.
-No puedo. - Bill sonrió.
-Sí... ¡N-No! No puedo ir...
-Ya me lo dijiste Pino. -Canturreó.
-¡Hazme caso! -Exclamó sonrojado por la rabia.
-Te prometo que no te arrepentirás. -Le besó la frente, algo que Dipper notó muy raro en él.
Porque claro, Bill jamás hacía eso.
-Algún día me las pagarás. -Suspiró. -Si te digo que sí, ¿Dejarás de molestarme?
-¡No prometo nada! -Sonrió.
El castaño iba a reclamarle, pero el timbre que indicaba el descanso sonó, y todos los universitarios salían de clases.
-¡Mi chico hermoso!~
-Aquí voy... -Susurró el castaño para sí mismo, aunque Bill lo escuchó y le extrañó oírlo.
-¡Dippy! -La pelinegra le abrazó con una sonrisa.
-¡Becca! -Le abrazó de vuelta.
-Hola, tu debes ser Rebecca. -Dijo sin ganas.
-Oh, verdad que no los presenté. Aunque creo que ya se conocen. Bill, Rebecca. Rebecca, Bill.
-Hola... -Le miró de pies a cabeza. -Bill.
Se saludaron con un apretón de manos y un frío beso en la mejilla.
"Hoy te aplasto, intento fallido de aborto" -Pensó Bill.
-Que bueno que se lleven bien... -Murmuró Dipper algo incómodo al ver que ambos se veían con una cara extraña de rivalidad.
Prácticamente se asesinaban con la mirada.
En el almuerzo se habían sentado los tres juntos.
-¿Y no tienes novia rubio? Así podríamos salir todos y sería divertido.
El rubio y el castaño casi escupen el batido.
-¡Claro que no! -Exclamó molesto el ojiazul, a lo que el rubio y la pelinegra se sorprendieron. -Digo, no tiene... Obvio...
-Me preguntó a mí, cerebrito... Y no, no tengo.
-Ya vendrá alguien. -Dijo para cambiar de tema.
-Al menos tenemos algo en común Rebecca, a los dos nos gustan los chicos.
Algo en la mente de Rebecca se retorció. Bill es un peligro inminente...
-Bueno... No lo esperaba.-Rió nerviosa. -¿Entonces novio?
-No, tampoco.
El castaño suspiró .
-Qué pasa? -Le preguntó Rebecca.
-Oh nada... ¡Miren ahí está Mabel! -Le hizo señas para que ella fuera donde ellos estaban. Pero Mabel no estaba sola.
-¡Hola chicos! -Saludó a los tres.
-Hola... -Su acompañante saludó algo tímido.
-¿Will, que estás haciendo aquí?-Murmuró su hermano mayor.
-No seas así conmigo, Bill. Yo acompaño a Mabel.
-¿Podemos sentarnos? -Preguntó la castaña.
-Claro que sí Mabs... Por favor. -La miró con ojos suplicantes.
La castaña y el peliazul se integraron al grupo; muy pronto, todos estaban hablando animados.
El rubio sólo miraba al castaño algo disimulado, de vez en cuando Dipper cruzaba miradas con él.
En cambio, Bill se ponía nervioso del sólo pensar que podría hacer cuando estuviera con él, y también pensando en cómo había logrado convencerlo de ir con él, en vez de su novia.
Esa noche intentaría hacer su primera movida...
*********
¿Qué hará nuestro rubiecillo beio ?
7U7
Tienen todo el derecho a pensar lo que deseen >:3
Yazzy♡
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