24

Habían pasado ya los tres días.

La castaña se encontraba peinando y arreglando a Dipper, ya faltaban tan sólo unas horas para el gran momento.

Si señoras y señores, Dipper se iba a casar de todos modos...

Estaba vestido y casi listo, en unos momentos esperaría a su prometida frente al altar.

Jugaba con sus manos, miraba a la nada y sólo pensaba en... Bueno, pensaba en todo.

-Vamos Dipper, si bajas la cabeza es difícil arreglarte. Es tu boda, deberías tomártelo más en serio. -Le dijo su hermana. -Y yo que pensé que me casaría primero...

-Lo siento Mabel... Es sólo que no me siento muy bien. -Murmuró.

-Te dije que no bebieras tanta agua antes de ésto.

-No, no es eso.

-¿Pasó algo y no me contaste? -Le siguió peinando.

-No, estoy bien Mabs... -Murmuró viendo su reflejo en el espejo.

-Bueno... Yo siempre te cuento todas las cosas que me pasan... Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.

-Prométeme que no vas a decirle a nadie...

-Soy una tumba. -Simuló cerrar su boca con sus dedos.

-Bien. -Suspiró. -Hace unos días hablé con Bill acerca del matrimonio y todo eso, y bueno...

-¿Bueno qué?

-Le dije que no quería casarme y...

-¿Cómo que no querías?

-Escuchame... -Siguió hablando.- Luego de eso, en la universidad Rebecca invitó a todos a la boda y la adelantó. Bill se enojó conmigo porque cree que le mentí.

-¿Por qué se enojaría? -Preguntó aunque si sabía el por qué.

-Porque luego de hablar con él me dijo que está enamorado de mí... Y me besó.

-Él... ¿Qué?

La castaña se quedó callada, aunque por dentro quería gritar de emoción por su hermano.

-Y... ¿Tú que hiciste?

-Le correspondí... -Admitió el castaño, rojo de la pena y también algo triste.

-Vaya... -Le tocó el hombro. -No le veo motivo a la tristeza... -Sonrió.

-Ese es el problema. No quiero hacerlo.

-¿No quieres casarte porque Bill te besó?...

-No Mabel... ¿De cuántas formas me matarías si te digo que no estoy enamorado de Rebecca?

La castaña se quedó mirando a la nada mientras dejaba el peine a un costado de la mesa.

Parpadeó un segundo y luego reaccionó.

-¡De ningunas! ¿No la amas?

-Jamás lo estuve... Soy un idiota.

Su hermana no podía creerlo. Por un lado estaba mal por su hermano, pero por otra parte, nunca quiso a su cuñada...

-Pero... Dipper ¿¡Por qué le pediste matrimonio!? ¿Eres imbécil o que mierda? ¡La boda es hoy!

-¡Fue para olvidar de quién realmente me enamoré hace mucho tiempo, pero no era correcto!... ¡No podía ser! Sentía que era no correspondido... -Se cubrió la cara, avergonzado.- Y realmente pensé que no sería aceptable para nuestros padres... -Comenzó a sollozar.

-Entonces... ¿De quién te enamoraste?

El castaño se quedó callado.

De una forma u otra, tenía que decirlo algún día.

-Dipper... ¡¡Dilo ya, demonios!!

Tomó aire y soltó su secreto.

-¡¡Me enamoré de Bill!! ¿Ya estás feliz?

A Dipper jamás le había costado tanto confesar algo... Excepto ésto.

Jamás le había dicho a nadie, ni si quiera tenía planes de decirlo, no tenía en mente que su familia le matase por ser homosexual, porque así lo era. Hace mucho.

-¡Demonios lo sabía! ¡¡Siempre lo sospeché!! ¡¡Yo lo sabía!! -Celebró la castaña y se calló al ver que su hermano no reaccionaba igual.

-Dipper... ¿Por qué jamás le dijiste nada? ¿O a mí?... Quiero matarte. ¡¡Por ser tan imbécil!! -Le sacudió.-¿¡Cómo se te ocurre hacer algo así jodido pedazo de...!? -Respiró calmandose.

-¡¡Vivo en una familia homofóbica Mabel!! ¿¡Sabes como se pondrían nuestros padres!? ¡Me matarían! ¿Sabes lo que me costaría estar con él a escondidas? Es un suicidio... A mis padres les caía bien Rebecca... Creí que así no se darían cuenta que era homosexual...

-¿Dipper y eso qué importa? Son tu familia, deben aceptarlo no importa qué ; El que me lo hayas dicho antes es lo mejor que pudiste haber hecho... Y si a los demás no les gusta, ¿¡Qué importa!?

-¿No importa?... Él me lo había dicho... Y ya no está.

-¡Claro que no importa! ¡Puedes irte con él y vivir feliz por siempre en Narnia!

El castaño sonrió feliz.

- ¿Y sabes qué? Como soy tu hermana mayor, tienes mi permiso de ir y decirle cuánto lo amas pero en serio Dipper...

-¡¡Mabel, Mabel, Mabel!! -El castaño la abrazó con todas sus fuerzas. -Gracias por entender... Eres la mejor hermana del mundo. -La castaña se rió.

-Eso ya lo sabía... -Se soltaron.

-Y ya le dije a Bill. Pero, creo que no fue el momento... -Suspiró. -¿Qué voy a decirle a mis padres, o a los de Rebecca ?

-Cierto... Nos tenemos que ir ahora... ¡Pero es una zorra, no le importará! No digo que sea puta porque no quiero ofender a las mujeres trabajadoras...

-Papá y mamá... Ellos no entenderán.

- Oh...

-Sólo queda hacerlo... -Murmuró cabizbajo.

-Oh Dipper... No lo sé... ¡No puedes hacerlo, no es lo que quieres!

-Tengo que hacerlo Mabel... Al fin logré todo lo que mis padres querían. No quiero ser una vergüenza para ellos.

-Yo... -Lo abrazó. -Como lo siento... Pero puedes no aceptar...

-No me humillare así. Sólo tengo que aguantarla un par de años. Al menos... Encontraré una excusa para divorciarme.

-¿Estás seguro? No llorará si dices que no... Le dará igual.

-¿Qué otra opción tengo?



En unas horas sería la boda de Dipper. Nada podía ser más terrible que eso.

El rubio estaba encerrado en su habitación. No quería hacer absolutamente nada.

Lo único que deseaba era que Dipper ya se casara para acabar con ese maldito sufrimiento de una buena vez por todas, y olvidarlo.

Quería olvidarlo por completo.

Era un sufrimiento saber que pronto él se iria, que no podría hacer nada...

-¡Bill ábreme la puerta!

-¡Vete al diablo Will, no quiero nada contigo ni con nadie! ¡Si vienen a buscarme diles a todos que me suicidé!

El peliazul se sintió ofendido por las palabras de su hermano y comenzó a sollozar por detrás de la puerta, sólo para convencerlo.

El rubio sabía que no era su culpa que el maldito hijo de puta de Dipper fuera a casarse, así que fue a abrir.

-Lo siento Will... No quería hacerte sentir mal. -Le abrazó. Después de todo, necesitaba un abrazo.

A Will le sorprendía ese comportamiento. Bill jamás había actuado así con nadie. No era habitual.

-Bill... ¿Vas a hablarme ahora? -Le preguntó su hermano, separándose de él.

-Bueno. -Suspiró. -¿De qué quieres que hablemos? -Volvió a la cama.

-¿Qué te sucedió?

-No es algo que te interese...

-Tú jamás estás así. Es por la boda ¿No es cierto?

-¿Eres psíquico verdad? -Murmuró con sarcasmo.- Claro que es por eso... -Dijo con cierto dolor en sus palabras.- Traté de hacer todo lo posible. Incluso hace tres días yo...

-¿Tú?...

-Besé a Dipper...

Will se sorprendió.
No tenía palabras para decirle a su hermano. Ni si quiera sabía como actuaría él en aquella situación, probablemente protestaría todo el día y estaría decaído, aunque esa no fuese la solución.

-¿Qué pasó después de eso?

-Sólo me fuí. No puedo más con ésto. Mirame Will, soy un idiota con un amor no correspondido... El tipo se casa hoy y no puedo hacer nada para impedirlo.

Will se sentó en la cama del contrario, golpeándole la espalda.

-El está enamorado de alguien más... Y ese no soy yo. Yo sólo acabé con el corazón roto. No puedo hacer nada más... -Miró a la nada.

-¿En serio piensas que nada más se puede hacer? -El peliazul protestó, levantándose. -¡Bill tú siempre tienes un plan para todo! Y si no vas por lo que quieres... Entonces no mereces ser llamado un Cipher...

Su hermano le miró aún con tristeza, aunque por dentro le sorprendía escuchar eso.

-Toda mi vida te he visto hacer lo imposible por lo que buscas... Tú jamás te das por vencido hermano. Y creo que eso es lo que envidio de tí... Sabes que tienes mi apoyo en todo, así siempre ha sido...

El rubio sonrió mirando a su hermano.

-Gracias Will... -Posó su mano en el hombro del menor- En serio-

-¡Quita tu estúpida mano! -El rubio se asustó derrepente al ser interrumpido. -¿Qué mierda estás haciendo?

-Creí que...

-¡Basta de sentimientos y lárgate! ¡Dipper te espera, maldición!

-¡Tienes razón lo voy a hacer! -El rubio se colocó sus zapatos en un santiamén.

-¡No te quedes ahí, corre Bill!

-¡Me enorgullece que seas mi hermano! -Dicho esto, se fue corriendo.

-Espero que ese imbécil logre algo... -Sonrió mientras se posaba en el marco de la puerta.

Pronto, el teléfono del peliazul vibró.

>>Un nuevo mensaje <<

"Mi Mei Mei, no tuya"

-OYE OYE A MI HERMANO LE GUSTA BILL :0 -18:45

-¿QUÉ? PERO SI... AY OLVIDALO, MI HERMANO YA VA PARA ALLÁ.-18:45

-AAAAAAAAAAHHHHHH SALSEO AJAAJDJDJDDJFJALSJSJ
TE DIJE QUE VER YAOI SERVÍA, AMOR MÍO. -18:46

-Sigo traumado Mabel:'v -18:46.

-Te encantó, lo sé. <3 -18:46.

-NOOOOOPE. -18:47


El rubio corría tan rápido como se le era posible.
Ya faltaba menos de una hora para la boda, y necesitaba llegar a tiempo.
Vio hacia todos los lugares posibles.

Mierda.

Tráfico y horas de tráfico. No tomaría un taxi, se demoraría mil años, además no llevaba dinero.
Comenzó a correr. Tenía que llegar a tiempo.

La gente que se cruzaba con él le gritaba de todo por correr tan rápido, pero no tenía tiempo alguno.

A la distancia se veía el lugar donde sería la boda. Decorado de globos blancos y metálicos, lleno de rosas blancas, ahí estaban.

Sus piernas no daban más, pero él seguía corriendo como si el mundo se acabara.

Llegó y acelerado buscó donde era hasta encontrar un pizarrón.

"Boda de Rebecca Blair y Dipper Pines"

Corrió y abrió la puerta de golpe.

-¡¡Alto!! -Gritó a todo pulmón.

El conserje que ahí se encontraba le miró algo raro. Estaba subiendo las sillas a una mesa y barriendo. Era el único ahí.

-¿Qué?... -El rubio respiraba agitado.

-Hola chico. -Le dijo el conserje mientras seguía con su trabajo.

-Dónde... ¿Dónde están todos?

-Ya no hay nadie, todos se fueron.

-No... No es posible... ¿Se acabó?...

-Sí, ¿No ves que no hay nadie? La boda terminó hace mucho. Se fueron al otro recinto donde era la fiesta.

El rubio se tomó el cabello de la nuca. Quería golpearse por haber sido un idiota. Quería gritar. Quería llorar.

Su Dipper ya no era más de él... Todo se perdió.

Intentó de todo para convencerlo de que había sido un error. Sin embargo, él se había casado.

Desilusionado, volteó mirando a la nada, sollozando, queriendo marcharse y al borde del llanto.

Nunca lo hacía, pero está vez, sentía que la realidad le había hecho trizas, que la realidad había saltado en su corazón con tacos altos y filosos.

Nunca pensó que sería tan frágil.

-Llegué demasiado tarde... -Dijo cabizbajo para luego abrir la puerta y marcharse.

-Pero no se preocupe... Siempre devuelven los regalos.

-...¿Qué? -Se devolvió a hablar con el conserje, limpiando con su manga la única lágrima que había salido en mucho tiempo.

-Siempre cuando éstas cosas fallan los regalos de bodas se devuelven. Hubieras visto como estaban los padres del novio y la novia, fue un caos. Pero el chico se veía feliz.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de Bill. No lo podía creer.

-Él la canceló... -Sonrió con los ojos cristalizados.

-Sí, la hermana del novio dió la explicación de que él no quería casarse porque amaba a alguien más. ¿Quién lo diría? Fue una locura.

"Alguien más"...

-Tengo qué irme. -Sonrió y se fué corriendo nuevamente. Se reía como niño en dulcería.

Porque aunque por más increíble que pareciera...

Dipper había cancelado su boda.

**************

HEY.

SE LA CREYERON WEEEE

GRITEN GRITEN GRITEN.

JAJDJDRASJEJEJDJD

AMEN A DOPPER AHORA

NO ES TAN TARADO COMO PENSÁBAMOS.

(Hay una frase que un lector me dió permiso de usar hace un tiempo, Gracias ;) La amé. )

Yazzy♡

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