Capitulo 33

No quiero jugar a este juego, no más
No quiero jugarlo 
No quiero quedarme aquí, no más
No quiero quedarme aquí

Como la lluvia en una mañana de lunes
Al igual que el dolor que sólo sigue pasando

Mira todo el odio que siguen mostrando
No quiero ver eso
Mira todas las piedras que siguen lanzando
Yo no quiero sentir eso

Como el sol que seguirá ardiendo
Y solía ser tan agudo 

En mi recuperación
Soy un soldado en guerra
He roto muros caídos
Definí, diseñé
Mi recuperación
En la sal del mar
En los océanos de mí
Definí, diseñé
Mi recuperación

(Recovery-James Arthur)

Narra Michael

La mansión de los Collins estaba exactamente igual de impecable que la última vez que estube aquí. Mire hacía mi derecha, mi mirada fue sorprendida por la figura de mi madre mientras atravesaba el salon de la casa de Alby pero esta parecio no percibirme ya que se concentraba en su trabajo. Nunca habría accedido a acompañar a la preciosa Alba Collins a su casa si ella no hubiera insistido en que sus padres no estaban y además supongo que me influyo el hecho de saber acerca de su mal estado de animo.

Mis ojos se clavaron en los de mi madre una vez su mirada se alzo de la mesa que segundos antes había estado limpiando. Pude ver la rabia irradiando de cada parte de su cuerpo pero como siempre mi madre supo mantener su ya caracteristica compostura. A pesar de todo esto parecío sorprenderse aunque en lugar de acercarse a mi para preguntarme el motivo de mi presencia en la mansión de los Collins se limito a desaparecer entre las sombras como siempre hace cuando sabe que la situación puede llegar a complicarse con su presencia.

Ignoré el hecho de que las ganas de gritarle que me aceptase como su hijo delante de su adorada niñita subiera por mi garganta. A pesar de que su hija sea Andie creo que mi madre siempre ha considerado al resto de hijas de Collins como las suyas propias a pesar de que no lo sean. Soy hijo de un hombre que se lleva partiendo la espalda por mantenerme desde que naci y de una madre que nunca me ha tratado como se debe tratar a un hijo, mi madre nunca ha estado cuando la he necesitado, puede que se pase la vida trabajando pero lo hace agusto. Cuando esta en casa solo habla acerca de los meritos que las hijas de Collins consiguen y creo que es por eso que siento odio hacía esta familia, quizás Alby sea diferente a sus hermanas o a mi al menos me lo parece pero no por ese motivo he dejado de pensar en ella como un objeto que utilizare para sacarle el maximo dinero posible al hombre que destrozo mi familia. Alby y yo no somos hermanos ni nada parecido ya que ella es hija de su madre y del señor Collins y yo soy hijo de mi padre, un obrero que trabaja desde que es un adolescente y de mi madre, Luam. 

Si me preguntaran la razón por la cual elegí a Alby en lugar de a cualquiera de las otras hermanas Collins es fácil. Esta claro que Andie es mi hermanastra ya que compartimos madre, lo cual no pasa con el resto de sus hermanas. La hermana pequeña llamada Jen es exactamente eso, demasiado pequeña para mi, soy un capullo pero no un maldito pederasta y en cuanto a Abbie no quiero arriesgarme a que Luke, un amigo al que no me gustaría perder, se meta en el medio de mis planes.

Lo único que pretendo es darle un poco de sufrimiento y dolor a la familia que me lo ha quitado todo. Para mi madre siempre he sido el hijo que provoco que su relación con el señor Collins no prosperara a pesar de que ella misma sabe que nunca hubiera sido posible que ese hombre la hiciera su esposa, como mucho su amante y eso es lo que sigue siendo a día de hoy.

-Ven, necesito encontrar a Jen-Alby sujeto mi mano y tiro de mi hacía el jardín trasero de la mansión.

-No parece que este aquí-dije observando el panorama solitario de la mansión.

-Me parece raro, Ashton dijo que la traeria a casa y de eso hace casi dos horas.

Sonrei, una cosa estaba clara, Alby no conoce bien al prometido de su esposa. Años de amistad con Ashton me han echo comprender que después de que la zorra de Selena le hiciera tanto daño se ha convertido en un hombre mujeriego al que le dan igual los sentimientos de las mujeres. Me huelo que si Jen ha estado a solas con Ashton en más ocasionas significa que este probablemente haya encontrado una forma de conquistarla. 

-Pararían a cenar-dije mirando a Alby, por alguna razón no me gustaba la idea de verla preocupada por tonterias y eso me sorprende a mi mismo-No le des importancia, además creo que tú también deberias cenar algo.

Alby sonrio y tiro de nuevo de mi mano hacía la casa.

-La cocina seguramente este cerrada pero eso no significa que tengamos que quedarnos sin cenar. Mi madre suele mantener unos horarios para las comidas porque según ella necesitamos mantenernos en linea para nuestros futuros maridos pero digamos que he hecho una copia de la llave de la puerta. Además aquí donde me ves puedo cocinar lo que quieras.

-Nunca lo habría jurado-dije recibiendo un frunce de ceño de su parte-¿Qué? Se supone que tienes a gente que cocine para ti a todas horas.

-Luam, nuestra nana, nos enseño desde pequeñitas a cocinar. Amo a esa mujer, la quiero como a una madre y de hecho es casi como si lo fuera porque nuestros padres nunca estan en casa y cuando están aquí los vemos muy poco.

Fingi una sonrisa y camine detras de ella hasta la cocina.

No entiendo el motivo por el que mi madre les ha enseñado cosas como cocinar ya que posiblemente nunca tengan que llevarlo a la practica pero al menos sé que mi madre intenta enseñarles algo util.

Me sente sobre un taburete mientras Alby se movia de un lado a otro cojiendo los ingredientes necesarios. Verla tan concentrada me hizo sonreir, la he observado varias veces en clase sin que ella lo percibiese, suele concentrarse mucho cuando algo se le pone por delante. Deje a un lado el taburete y camine hacía ella, pose mis manos en su cintura y mi papo sobre su hombro mientras ella seguía cocinando.Un escalofrío le recorrio el cuerpo haciendome reir cuando mis labios se posaron en su cuello destapado y mi lengua comenzo a jugar lentamente con la suave piel que se encontraba a mi paso.

-Michael....para....harás que queme la cocina-volvi a sonreir ante sus palabras.

-Hasta bien-dije volviendo a sentarme en el taburete inicial-Me alegra que no se haya borrado la tinta.

Alby se paso un dedo por la clavicula donde todavía persistia la frase que yo mismo escribi la noche anterior mientras ella dormia placidamente. El hecho de llevarla en brazos hasta su habitación y desvestirla casi me vuelve loco, tube que hacer un gran esfuerzo para recordarme a mi mismo que ella estaba demasiado agotada como para que yo comenzase uno de mis juegos.

Finalmente emplato la pasta y coloco dos platos sobre la barra que rodeaba la cocina. Sus ojos se posaron solo unos segundos en los mios antes de que se sentara en frente de mi.

-No había demasiada comida en la nevera pero al menos he podido hacer spaguetti a la boloniesa.

-Esta bien, mi madre lo suele hacer mucho y es una de mis comidas favoritas-Alby me dedico una bonita sonrisa y no pude evitar sonreirle de vuelta.

-Odio esta casa-susurro, la mire sorprendido y ella se limito a bajar la mirada-es realmente silenciosa, demasiado grande... mis padres nunca estan aquí y cuando hay gente no conozco a casi nadie, además mis hermanas suelen salir en cuanto pueden... ahora que se supone que estoy castigada esto parece una maldita carcel para mi a pesar de que me escape contigo de vez en cuando.

-Cuando necesites escaparte de tu carcel puedes llamarme, te ayudaré a salir-Alby sonrio y siguio moviendo el tenedor sobre la comida sin llevarselo a la boca.

-Hasta hace unas semanas ni nos hablabamos, se me hace raro el echo de que ahora no seamos nada pero aun asi nos besemos de vez en cuando y compartamos opiniones.

-A mi también se me hace raro-y no estaba mintiendo, para mi era realmente raro poder conversar tranquilamente con una de las hijas del hombre que ha destrozado a mi familia.

Le hice una seña para que se acercase a mi y ella se levanto. La jale tirando de sus manos hacía mi, sentandola sobre mis rodillas. Nuestras caras estaban a solo unos centimetros, sus ojos brillaban como pocas veces lo hacían y juro que podría acostumbrarme rapidamente a ese brillo tan poco frecuente en sus pupilas.

Uni mis labios a los suyos sin dudarlo, nuestras lenguas se encontraron haciendo que me introdujese en el lugar de mi juego favorito, en su boca... las manos de Alby acariciando mi cabello mientras nos besabamos lograron hacer que me sintiese terriblemente a gusto, por primera vez sentía que no necesitaba sacar a relucir mi faceta de chico problematico porque con Alby me sentía a gusto siendo yo mismo.

Narra Luke

Tome de nuevo a Abbie de la mano en cuanto salio del coche, era extraña la manera en que de repente mi cuerpo la reclamaba a cada momento. Mis manos actuaban por simple instinto, me gustaba sentirla cerca, saber que ella estaba bien y que mi presencia ayudaba a que se olvidase de los malos momentos por los que en estos instantes pasaba.

Mi deber como su profesor o el trabajo de conseguir reformarla se habían quedado inevitablemente en un segundo plano, la sola sensación de pensar en que tendre que seguir educandola me corroe por dentro. Abbie no es una mala persona, de hecho es sumamente delicada pero también increiblemente valiente cuando algo que le importa esta en peligro.

Sonrei cuando Abbie dejo que mi mano rodeara su cintura sin ningún problema. Traer a una mujer a mi casa nunca estaba en mis planes, normalmente las llevaba a moteles o a hoteles pero Abbie no es de ese tipo de mujeres y por alguna razón mi mallor deseo es tenerla a mi lado en mi casa, saber que puedo controlar la situación, saber que en un territorio que me conozco nada no habra nada que pueda dañarla. Son sentimientos estraños para el hombre mujeriego y machista que todo el mundo debe creer que soy y aun asi me da igual, tengo sentimientos, no puedo evitar que estos fluyan. Mi pequeño yo capullo me grita que me aproveche de la situación y me la folle pero mi mente y corazón saben que Abbie no es como todas las demas chicas de una noche con las cuales acostumbro a tratar.

-Nunca imagine que vivieras en un chale de uno de los barrios de Nueva York más conocidos, de hecho es uno de los barrios más conocidos por la cantidad de familias...

-Lo sé-dije interrumpiendola-Es raro que el chico mujeriego haya elegido uno de las urbanizaciones de Nueva York en la que más familias residen pero me gusta esto, la gente es agradable y normalmente estan demasiado ocupados como para pararse a juzgarte o cuchichear.

-Parece un sitio tranquilo aunque puede que influya que es de noche-sonrei ante sus palabras, ni siquiera había mirado el reloj en todo el tiempo que llevo con ella desde que salimos en cuenta lo que es extraño ya que normalmente miro el reloj a cada hora para poder controlar mi agenda... Abbie se encarga facilmente de quemar mi agenda mental, con ella el tiempo deja de ser importante y lo único en lo que realmente puedo fijarme es en el contorno de su rostro, la manera en la que rie o el simple hecho de que siempre debate lo que yo digo y acaba llevandome a su terreno sin casi esfuerzo alguno.

Le cedi  las llaves de la casa a Abbie mientras yo me limitaba a buscar mi movil en su bolso.

-¿Como puedes encontrar algo aquí?-Abbie sonrio.

-Es un bolso pequeño Luke, no puede ser tan difícil que encuentres tu movil-las llaves giraron la cerradura y esta se abrío, incluso el gesto de su mano girando con delicadeza el manojo de llaves para sacarlo de la cerradura se me antojaba tremendamente delicado. Abbie estaba dotada de delicadeza, había conocido a muchas mujeres delicadas pero ninguna de ellas reunia el conjunto de complementos que reune Abbie. Ella es sensible, honesta, sincera, dulce, valiente... pero sobretodo tiene la ansia de conocer y vivir lo máximo posible, sin duda es curiosa.

-Buscalo tú entonces-dije sonriente mientras le cedia su bolso y le hacía una seña para que entrara antés que yo en la casa.

Abbie cojio sin problemas el bolso y entro en mi casa, vuelvo a recordarme a mi mismo que Abbie no es como las demas mujeres a las que me suelo follar, no quiero estropearlo con ella por el simple hecho de que llevo deseando tenerla entre mis piernas desde que casi hago que su coche se estrelle contra un muro por simple accidente.

Respiro hondo de nuevo cuando se quita el abrigo dejando a la vista el vestido negro que en el bar no parecía tan perfecto como en este momento me da la sensación de que lo es. No, el vestido no es perfecto por el mismo, ese vestido es perfecto cuando esta en ella y estoy dispuesto a jurar que en el cuerpo de cualquier otra mujer sería autentica mierda mientras que en el cuerpo de Abbie es puro oro.

-Ten-dijo pasandome mi movil-Me resulta imposible de creer que no lo encontraras.

-Estoy seguro de que tu bolso tiene algún compartimento secreto-Abbie sonrio y poco después sus ojos dejaron los mios para recorrer con lentitud cada rincon visible del primer piso de la casa.

De nuevo esa curiosidad suya salio a la luz cuando sin ni siquiera pedirme permiso comenzo a caminar hacía las escaleras. Sus pies giraron y su mirada se clavo en la mia, sus ojos me pedían permiso, no tube que preguntar para saber que era lo que quería y me limite a asentir con la cabeza no sin antés acercarme a ella para entrelazar nuestras manos.

No sé porque me pasa, no entiendo el motivo de mi necesidad por tenerla cerca a cada momento, por mantener mi piel cerca de la suya, sentir su perfume en mi o simplemente poder observar cada uno de los gestos que pasan por su rostro mientras observa distintos objetos.

-Mi habitación-dijo señalando la pauerta del final del pasillo. Abbie me dirije una mirada que soy incapaz de descifrar, a veces me frustra no saber que es lo que pasa por su cabeza y supongo que es por eso mismo que me tomo tanto tiempo en observar cada uno de sus gestos y reacciones a las determinadas situaciones para asociar conceptos.

-¿Gris?-dice Abbie refiriendose al color de las paredes- Es un tono aburrido Luke, creí que... no sé lo que creí-sonrei y me tumbe en la cama mientras observaba el rostro de Abbie y la manera en que ella analizaba cada pequeño detalle de la estancia.

-No es aburrido-dije haciendo referencia al color de mis paredes-Es tranquilo, ultimamente me cuesta dormir asi que estoy probando distintas cosas.

-Entonces me estas dando la razón-dijo sonriente-Si pintas la habitación de gris para que te ayude a dormir significa que es un color aburrido aunque apuesto lo que sea a que a mi padre le encantaría.

-Supongo.... ¿como lo haces?

-¿Como hago el qué?-repondio mientras sostenia una pequeña bola de cristal y le daba la vuelta para observar la nieve caer, una sonrisa se esparcio con su rostro cuando la reacción que ella esperaba tubo lugar, que la nieve comenzase a bañar la pequeña esfera de cristal y que apareciera rapidamente su sonrisa fue instantaneo.

-¿Como consigues confundirme hasta el punto de que acabo dandote la razón?

-Creeme-dijo acercandose a mientras observaba todavía la bola de cristal y la nieve moviendose dentro de esta-No lo intento.

-Pues eres la única que ha conseguido que le de la razón, ni mi madre lo había conseguido antés.

-¿Debo sentirme orgullosa?-dijo recostandose a mi lado en la cama, la bola de cristal seguía en sus manos mientras ella jugueteaba, casi me recordaba a una niña pequeña pero me gustaba la sensación de tenerla asi a mi lado. Con tenerla asi me refiero a su estado de animo, ya no esta triste y derrumbada si no que se mantiene curiosa y habladora como normalmente suele ser.

-Creeme debes sentirte muy orgullosa-aparte la bola de cristal de sus manos solo un momento y se la devolvi-Me la regalo mi padre, cuando era pequeño él solía viajar a muchos paises y recuerdo que se me ocurrio la estupida idea de pedirle una bola de cristal con nieve cuando fue a Alaska, le hice prometer que la bola de cristal tendría verdadera nieve de las montañas de Alaska, era idiota.

-No lo eras, de hecho me parece adorable Luke...¿puedo preguntarte algo?

-Claro-asentí comenzando a juguetear con un mechón de su pelo.

-¿Porqué tienes problemas para dormir?-frunci el ceño cuando Abbie me pregunto eso, pero acabe decidiendo que lo correcto era responderle. 

-Bueno...suelo tener bastantes pesadillas en las que siempre matan a algún se querido mio. Me pasa desde que tenía 16 años, fue a raiz de que vi morir a uno de mis mejores amigos en un accidente de coche. Supongo que no lo tengo superado del todo.

-Lo siento-susurro, a continuación poso sus labios delicadamente sobre los mios en un corto beso.

-No lo hagas, es algo que permanece en mi pasado a pesar de que me invada cada noche. ¿Podemos hablar de otra cosa?-Abbie asintio y señalo la guitarra española que permanecia a un costado del armario.

-¿Tocarías algo para mi?-dijo mirandome fijamente a los ojos. ¿Como podría negarme a hacerla feliz?

-Claro-me levante y coji la guitarra, después volvi a sentarme sobre la cama, muy cerca de Abbie-¿Algo en concreto?-pregunté.

-Algo tuyo-susurro cerca de mi oído, sentí mi cuerpo temblar.

-Bueno...hay algo en lo que estoy trabajando-si ella supiera que la canción que voy a dedicarle la escribí pensando en ella...

-Adelante-dijo animándome.

Estaba nervioso y ni siquiera sé bien porque, el caso es que comence a cantar mientras tocaba mi guitarra y no pude evitar el impulso de mirarla a los ojos.

This is everything I didn't say 

Wait, don't tell me 
Heaven is a place on earth 
I wish I could rewind all 
the times that I didn't 
show you wah you're really worth 
(What you're really worth) 

The way that you held me 
I wish that I'd put you first 
I was wrong I admit 
Numb from your kiss 
While you were slipping through my fingertips 

Taking every breath away 
With all of the mistakes I've made 
From all the letters that I've saved 
This is everything I didn't say 
I wish I could've made you stay 
And I'm the only one to blame 
I know that it's a little too late 
This is everything I didn't say 

This is everything I didn't say 

-Y bueno eso es todo lo que tengo hasta ahora...no es muy bueno pero...

-Es preciosa Luke-sus labios se acercaron a los mios y rapidamente aparte la guitarra para recostar a Abbie en la cama mientras dejaba que mis labios manasen por los suyos sin descanso alguno.

Narra Ashton

Estaba empezando a pensar que todo lo que hasta ahora he estado intentado con Jen solo me convierte en más cabrón de lo que yo mismo creía que era. Solo a mi se me puede ocurrir intentar conquistar a la hermana de la que será mi esposa, sin embargo mi mente enferma en lugar de arrepentirse solo se alegra de haberme acercado a Jen. Esa chica esta consiguiendo que los problemas del pasado parezcan realmente lejanos. 

Es cierto que al principio solo quería a Jen para manetener relaciones sexuales pero después de pasar este último mes compartiendo discusiones, risas o besos con ella creo que se me haría demasiado raro no tenerla cerca. De hecho es estraña la manera en que me siento obligado a protegerla, no es una obligación que me moleste, mas bien es una obligación que yo mismo me impongo. 

Sé que ella es una niña a mi lado pero eso me da igual cuando nuestros labios se juntan, tenerla cerca significa para mi perder cualquier rastro de cordura que me quede en el cuerpo. No digo que este enamorado, yo mismo sé que mi corazón murio hace mucho tiempo pero sin duda Jen consigue despertar nuevos sentimientos en mi cada día. Soy su director en el colegio y el prometido de su hermana, sin duda entiendo que sea duro para ella tener que verme cada día pertunbando su paz pero maldita sea no puedo mentir, sigo deseando colarme entre sus piernas y hacerla gemir mi nombre. El solo hecho de pensar en Jen de esa manera me hace sentir de nuevo como un capullo sin corazón pero a la vez hace notable el echo de que mi organo vital sigue vivo, pensar en ella desnuda entre mis brazos consigue que mi corazón vibre y lata con tal fuerza que a veces me asusta la posibilidad de que este a punto de morirme.

-Jen-susurro tocando su brazo con delicadeza, se ha quedado dormida en el transcurso del trayecto hasta su casa. Me da pena perturbar su descando, me gustaría tenerla durmiendo en mi cama, de nuevo ese sentimiento estraño que a veces me surge del corazón cada vez que tengo que dejarla en esta maldita casa llena de idiotas como su madre. Esa mujer solo lograra hacer que sus hijas acaben odiandola.

-Ashton...de..dejame dormir-susurró sin ser demasiado consciente de que aun se encontraba en mi coche.

-Jen belleza ya llegamos a tu casa-digo colocando un mechón de su pelo tras su oreja.

-Tengo sueño-me respondio todavía sin abrir los ojos.

-Sabes que a mi me encantaría que te quedaras a dormir en mi cama, me gusta la sensación de tenerte cerca pero recuerda que la gente empezará a sospechar-Jen abrío los ojos.

-Lo sé...-susurro-Yo soy tu lio, la chica que utilizas para divertirte siempre que te aburres pero Andie sera tu esposa a la cual le daras hijos y todos los caprichos que quiera ¿no es asi?

-Jen puede que tenga que casarme con Andie pero...

-No voy a impedirtelo, casate con ella y dale hijos como mi padre quiere, eso será bueno para ella además el propio Calum dijo que si ella lo quisiera lucharía por la relación que tienen, supongo que se aplica a nosotros....

-No tenemos una relación Jen, se me hace imposible poder volver a confiar en alguién... aunque quisiera el amor no es algo que pueda surgir aquí dentro-dije señalando mi corazón, se me estaba partiendo el alma al observar el rostro triste de Jen pero no  podría jugar con ella, no con la única persona en la que puedo confiar sin miedo a que me destroce. Quizás mentirle para no lastimarla sea exactamente lo correcto-Te deje claro que lo único que quiero de ti es sexo, si necesitas mi ayuda puedo dartela, no tengo ningún problema en que seamos amigos pero desde el momento en que te bese en mi coche por primera vez deje claras mis intenciones contigo.

-¡Eres un maldito capullo Ashton! No entiendo porque me has dado cariño estos días, no entiendo las palabras bonitas que me susurras al oido constantemente o el hecho de que te pongas celoso cuando otros hombres se me acercan. Hoy casi le partes la nariz al hombre que te vendio las piezas de la bateria solo por besarme la mano...¡me confundes! Según tú no somos nada pero me tratas como si lo fueramos.

-Te quiero para mi Jen-susurre.

-¿Qué? Hablame claro, ni siquiera entendi lo que dijiste.

-Dije que es lo que hay, si no te gusta puedes marcharte cuando quieras. Tienes mi ayuda y apoyo pero en cuanto a lo demás sabes que solo busco sexo. No existe ninguna mujer a la que pueda amar, me casaré con tu hermana, me la follaré siempre que nos apetezca a ambos y tendremos hijos pero en ningún momento la amaré. Comprende que me canse de sufrir por amor, me cansé de llorar por gilipolleces, por culpa del amor a una mujer casi logro que mi familia quede destrozada y eso no volverá a pasar-pude ver como el rostro de Jen se contorsionaba y tube que hacer un gran esfuerzo para no moverme hacía ella y atraparla con mis brazos en un gran abrazo-No creo en el amor, te quiero cerca de mi porque me haces sentir vivo, haces que mis días sean mejores y más interesantes pero respecto a amor... lo siento de eso no hay ni habra nada.

-Haz lo que quieras-la voz de Jen sono tan quebrada...esa no era su tipica voz, no era la voz que me gritaba cada vez que la ponía de los nervios o le gastaba una broma-Follate a mi hermana y a cuantas mujeres quieras, haz lo que quieras, niegate una y otra vez a sentir amor pero que me hables mal o me recuerdes una y otra vez que para ti solo soy sexo no va a cambiar el hecho de que ya me haya echo adipta a tus besos-sus palabras despertaron algo en mi, alce la vista y busque sus ojos pero Jen ya había dejado el coche y comenzaba a caminar por el camino que la llevaría a la puerta principal de la mansión.

Baje del coche rapidamente y la alcance en relativamente poco tiempo. Su mirada se mostro triste y confusa cuando mis brazos la colocaron contra la pared más cercana. Roce mis labios con los suyos y su pequeño suspiro me hizo entender que ella tenía tantas ganas como yo de besarla.

-Nunca te he mentido Jen-dije mirando sus ojos acristalados-No te prometi amor pero puedo prometer que mientras esteas a mi lado jamas dejaré que nadie te haga daño, quiero verte bien, quiero verte feliz pero yo no soy la persona correcta para ti... solo consigo hacerle daño a las personas que me rodean. Puede ofrecerte sentir todo el placer que quieras y salvarte millones de veces siempre que me necesites pero no amor, eso es lo único en lo que no creo ni confio.

-Alejate de mi-susurro.

Omiti sus palabras y lleve mis labios a los suyos, aunque al principio Jen se resistio finalmente pude sentir como su lengua y la mia se unian en un juego casi perfecto que me hacía perder la cabeza. ¿Como una adolescente inezperta puede besarme de esta manera? ¿Como puedo preferir sus besos a los de cualquiera otra mujer que ha pasado por mis labios? 

Ultimamente solo puedo pensar en Jen, ella aparece en todos mis sueños, en todas mis fantasias... pero yo mismo sé que solo le haría daño.

Nuestras bocas se separan y Jen no duda en apartarse.

-Alejate de mi-repite y mi alma duele como hace mucho que no ha dolido.

-Nunca belleza....sere tu mejor pesadilla-respondo comenzando a caminar hacía el coche. 

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Holius!!!

Bueno ya sabeis para el proximo capi empiezo con la parte de Candie y sigo en el mismo con las demás.

Espero que os haya gustado, la verdad es que he intentado hacerlo largo pero me ha quedado un tamaño bastante poco superior a la media de lo que suelo hacer.

Como me aburría hice un pequeño montaje de la pareja de Labbie (Luke+Abbie) ¿Os gusta? (Lo he dejado a la derecha en multimedia)

Gracias por leer y como siempre:

Besos <3<3<3<3

xoxo

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