❛ 72 . 1 ❜

U N P L A N N E D
setenta y dos
❀̸
𝓕alsas revelaciones
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

Y había un único premio por el cual haría
trampa para ganar. ❞

Willow, Taylor Swift.

13 DE MAYO, 2019
20:57 pm.


❪ ❛ JEON JEONGGUK ❜ ❫


HAYE SE RETIRÓ de la habitación, de no muy buena gana, excusándose con que debía de contestar las insistentes llamadas de Seulgi, dejándome por un instante a solas con la persona cuya llegada no podía resultarme más jodidamente inoportuna.


—¿Qué mierda fue eso? —cuestioné entre dientes, porque no me gustaban las encerronas, y eso que Saerom había hecho hace un rato, lo había sido.


Podía fingir que estaba feliz de verla, podía fingir que su llegada no perturbaba por completo mi existencia, pero no podía hacerlo durante mucho tiempo, el que ella estuviera aquí encendía todas mis alarmas.

—¿El qué? preguntó con ese afán suyo de hacerse la desentendida—. ¿Dije algo malo?


—Sabes lo que hiciste, ¿qué pretendes?

 
—Ay, no te enojes—sacudió su mano, indicándome que no le diera importancia—. Lo siento ¿sí? entré en pánico, no te lo tomes tan a pecho.

  
No lo haría si no la conociera tan bien, pero cada vez que esta chica aparecía en mi vida traía consigo un montón de problemas. Había aprendido de mala manera a no caer en sus provocaciones.

  
—Además, tampoco es que haya dicho ninguna mentira —añadió con burla, revelando de una vez sus intenciones.


—No vas a volver a mencionarlo, ¿queda claro? No te andes con juegos y no insinúes cosas en frente de Haye, no quieras meterle cosas en la cabeza, te lo advierto, no seré tan amable contigo si empiezas con esa actitud de mierda otra vez.

  
No la quería haciendo comentarios sugestivos ni nada que se le pareciera en presencia de Haye, ella ya tenía suficiente sin sus jueguitos mentales.


—¿Algo más?


—Ese comentario de mal gusto que hiciste hace un rato...que no se vuelva a repetir.

  
—Dios, Jeongguk, eres todo un sobreprotector —se burló maravillada, como si mi comportamiento le resultara muy divertido—. Siempre te pones así cuando te enamoras. Te recuerdo actuando del mismo modo cuando quise acercarme a Sowon. ¿Tú te acuerdas? Siempre querías estar presente...temías que me quedara a solas con ella.


—Saerom —solté un suspiro, tratando de mantener la calma mientras contaba mentalmente hasta mil—. No empieces.


Saerom, por alguna razón, disfrutaba de sobremanera meterse en la cabeza de las personas, eso había sido así desde que éramos niños. En un principio, pensaba que solo buscaba la atención que quizás no recibía en casa, sin embargo, mientras fuimos creciendo...entendí que existían otras motivaciones detrás de su comportamiento.

  
Y justo por eso Saerom no era precisamente una persona que quisieras tener cerca.


No era nadie para decidir si era buena o mala persona, pero en mi opinión, la balanza se inclinaba más por lo segundo. Lo ignoré por bastante tiempo porque era divertido estar con ella, me sentía "diferente" cuando estábamos juntos. Tal vez porque siempre dejaba que me convenciera de hacer cosas que de otro modos jamás haría. O porque me retaba y empujaba siempre por más, sin embargo, era joven y estúpido, no sabía mejor, no entendía que aparentar ser alguien quien en realidad no era no era el camino correcto a seguir, cometí ese error muchas veces, con amigos, con Saerom, con Sowon...siempre fingiendo, siempre sintiendo que ser yo, no era suficiente...ya no me sentía de ese modo, lo tenía todo claro ahora, así que ella no tenía nada que hacer aquí.
  

—No empecé nada, sólo fue una observación.

 
—¿Vas a seguir con lo mismo?

 
—¿Te refieres a que si seguiré tratando de ganarme tu corazón maquinando y saboteando todas tus posibles conquistas? —inquirió irónicamente—. Claro que no, esa sólo fue una etapa. Acepté mi derrota hace mucho tiempo ya, no fue fácil, pero aprendí a vivir con el triste hecho de que te perdí antes de tenerte. Aunque...debo admitir que sí me has sorprendido, creí que tu eterno amorcito era Sowon, ese "amor verdadero" que tanta ilusión te hacía, ¿no decías que era ella?

    
Y bueno,
¿Eso era todo lo que tenía?

   
Saerom sólo lo mencionaba para regodearse en el sentimiento de victoria, complacida con el hecho de que esa relación fracasó tal como ella dijo que lo haría, porque sí, no le agradaba Sowon y la última vez que estuvo por aquí, se lo dejó bastante claro. Saerom provocó un montón de problemas en mi relación de ese entonces, no la quería creyendo que esta vez podía hacer lo mismo.

   
¿Que si mejor dejas de vivir en el pasado y me dices de una vez qué es lo que quieres? Porque hasta donde tengo entendido, mis relaciones no tienen absolutamente nada que ver contigo.

  
No iba a caer en su juego, era consciente de lo mucho que le gustaba generar caos, eso se le daba de maravilla, pero no tenía ni el tiempo ni la energía para sus juegos.

 
—Ya te lo dije, necesito tu ayuda. Mi padre se puso como loco y está muy firme en su posición...creo que se me pasó un poco la mano esta vez.


¿Y por qué carajos tenía que quedar yo en medio de sus dramas familiares? Suficiente tenía con los míos.

   
—Sé que es ridículo, ¿de acuerdo? Para mí es igual de fastidioso tener que hacer esto, pero tampoco es la gran cosa. Escucha, te prometo que no causaré problemas, ¿sí? Me limitaré a hacer mi trabajo.


—¿Y si digo que no?

   
Saerom dejó de sonreírme de manera inmediata. Y ahí estaba, demostrándome que no había cambiado en nada. Saerom era incapaz de aceptar una negativa, su actitud cambiaba drásticamente cuando algo no salía de la forma en la que ella esperaba. Y entonces hacía cosas cuestionables. Por eso no podía tenerla merodeando a mi alrededor, esta chica no solo causaba problemas, ella por sí sola era un maldito dolor de cabeza.

 
—Te lo dije...no me hagas ir por ese camino, podría no ser muy bueno para ti —advirtió con ese tonito pasivo.

 
—¿Me estás amenazado?

  
Por favor, kook —suspiró, llamándome por aquel empalagoso apodo con esa falsa dulzura que la caracterizaba—. Somos amigos, siempre lo hemos sido, hemos...sido incluso más que eso, así que créeme, odiaría tener que arruinar eso, pero...siendo justos, creo que después de lo que hice por ti, esto es lo mínimo que tú puedes hacer por mí.

 
¿Qué carajos?

   
¿Cuál era su puto problema? ¿Por qué siquiera estaba tocando ese tema ahora?


—¿Lo que hiciste por mí? —inquirí, conteniendo mi incredulidad.


Sí, por ti. Sabes muy bien que ese error pudo haber arruinado tu vida, sin embargo, yo hice lo que tenía que hacer para que no fuera así, me lo debes —se jactó.


—¿Me estás...? —solté una risa, porque esto era alucinante—. ¿Qué fue por mí? ¿De verdad piensas que soy imbécil? No lo hiciste por mí, lo hiciste por ti. Así que no me vengas con esa mierda ahora, tú ni siquiera sabías de quién carajos era...

 
—Pudo haber sido tuyo.


Seguro.

 
—O pudo haber sido de Jimin, o de Doyoung. O de cualquiera de los otros idiotas con los que dormiste, ¿crees que puedes engañarme otra vez?
 
  
No me importaba lo que Saerom hiciera con su vida, no me importaba entonces y no me importaba ahora, no era quién para juzgarla, pero no iba a fingir demencia ni ignorar los hechos, las cosas ocurrieron así.


Saerom se encogió de hombros, para nada afectada con mis palabras. —¿Pero quién se hizo cargo, mh? ¿Quién me llevó con...?

 
—Lo hice porque me lo pediste.


—No, lo hiciste porque tuviste miedo —sostuvo con firmeza, mirando directo a mis ojos—. No querías un bebé a los diecisiete años...por Dios, Jeongguk, casi vomitaste cuando te lo dije, comenzaste a lloriquear sobre tus padres, sobre tus planes, sobre tu futuro, estabas aterrado, así que tuve piedad de ti, nos hice un favor a ambos.


—Baja la puta voz —gruñí, porque sabía lo que estaba haciendo.

 
—¿Qué? ¿Todavía te asusta? ¿Te da miedo que alguien pueda oírme? —me provocó, alzando una de sus cejas.


—Deja ese cuento absurdo, en ese entonces no sabía que habías estado con todo mi maldito grupo de amigos. Si me hice responsable fue sólo porque tú me dijiste que...


—Sí, bla, bla, bla, repítelo todas las veces que quieras, eso no cambiará lo que pasó.


—Mentiste, eso ya lo cambia todo.

  
—¿Y qué esperabas que hiciera? Jimin me llamó zorra mentirosa cuando se lo dije, tuve que recurrir a ti.


—Ah, y lo dices como si fuera nada —definitivamente Saerom era otra cosa ¿por qué, maldita sea, me había involucrado con ella?—. Eres increíble.


—Eres un buen chico, Jeongguk, siempre lo has sido, demasiado bueno para tu propio bien. Pero no voy a disculparme por pensar en mí en esa situación. Tú mismo lo dijiste, pudo haber sido de Jimin, pero también pudo haber sido tuyo. Yo estoy segura de que lo fue. Así que no trates de desentenderte de...


—Ya —la corté, no quería escucharla—. No hablamos de eso entonces, ¿pero quieres hablarlo ahora? ¿Qué es lo que pretendes?

  
—Pues tal vez quiero hablarlo ahora —replicó obstinada, con un tono que no dejaba de ser burlesco, como si esto fuera un juego —. Es fácil para ti pretender que nunca pasó, pero adivina qué: sí pasó. ¿Tienes alguna idea de lo traumatizante que fue? Y ahora tú ni siquiera puedes hacer algo tan sencillo por mí.


—Vamos, Saerom, el papel de víctima no te queda.


—¿Cuándo te volviste tan idiota, huh? —cuestionó de mal humor, yo me encogí de hombros—. Vine hasta acá porque necesitaba tu ayuda, era así de sencillo, pero tú tenías que complicarlo. Será a la mala entonces.


—¿Crees que puedes intimidarme?


—Puedo hacer mucho más que eso. Sucede que ahora que te veo, no dejo de sentir como que la vida ha sido un tanto injusta conmigo.


—¿Y eso es mi culpa porque...?

   
—Yo hice un sacrificio por ambos, sin embargo, nada ha resultado como yo quiero desde ese entonces. Tú, por otro lado...mírate, serás el futuro heredero del gran imperio de tu familia, has conseguido mucho más de lo que imaginabas...te casaste, estás feliz y enamorado, ¿y yo qué? ¿Ahora tengo que trabajar para ti?

 
—No, no tienes que. Y si piensas que mi vida es todo arcoíris y unicornios, déjame decirte que estás jodidamente equivocada.


No tenía ni la más mínima idea.

 
—De todos modos...no me parece justo.


—¿Y por eso ahora yo tengo que aceptar que me manipules a tu antojo? ¿Porque piensas que no es justo?

  
Saerom se encogió de hombros. —¿Sabes lo sencillo que sería para mí ensuciar esa perfecta imagen tuya que tu abuelo tanto se ha esforzado en crear? ¿Hm? Arruinar tu reputación no sería ningún problema para mí, pero ¿sabes lo jodido que podría ser para ti? Ya que serás quien represente a las empresas y todo eso. Tal vez podría sucederte lo mismo que le sucedió a tu hermano. O peor aún...tal vez podría afectar tu preciosa relación con ¿cómo se llama? ¿Haye? —planteó, con una sonrisa mordaz—.¿Quién sabe? ¿Qué crees que pensará tu queridísima esposa si se entera de que me convenciste de deshacerme de tu bebé? Apuesto a que perdería todo su respeto por ti.


¿Que yo la convencí de...?
Hija de puta.


—¿Te quedaste sin habla? —inquirió, sonriente.


—Yo nunca te convencí de...

 
—Ya, pero ella no lo sabe —declaró, tranquila—. ¿Lo entiendes ahora? Esparcir rumores es así de fácil, Jeongguk, podría hacerlo y demostrarte las repercusiones que podría tener en tu vida, pero...no lo haré ¿de acuerdo? No diré nada porque aunque no lo creas, te estimo demasiado.

  
Finalizó, buscando romper con la insoportable tensión que se había formado entre nosotros, como si esa mierda fuera posible. No bajé la guardia, de imbécil lo haría, ahora que sabía lo que era capaz de hacer, simplemente me sentía incapaz de relajarme.

 
—Por eso, y porque tú aceptarás que trabaje para ti ¿verdad? —presionó, alzando con sospechosa inocencia sus ojos—. ¿Lo harás, verdad?















































13 DE MAYO, 2019
21:38 pm.


❪ ❛ BAE HAYE ❜ ❫


—¿Se puede saber por qué estás grabándome? Au, oye, un poco de espacio, por favor —pedí, haciéndome hacia atrás en cuanto la cámara del celular de Jeongguk estuvo puesta toda sobre mi rostro, filmándome desde el peor de los ángulos...hasta el más pequeño de los poros.


Jeongguk se posicionó a una distancia más prudente esta vez, pero en ningún momento dejó de grabar, su feliz sonrisa me hizo entrecerrar mis ojos con desconfianza porque conociéndolo, probablemente iba a hacer una recopilación de mis peores momentos.

  
—Te ves sospechosamente contento, ¿qué estás tramando, hm? —cuestioné, moviéndome con el carrito de compras hacia otro pasillo.


Nuestra ida al supermercado había tenido que ser pospuesta hace un par de días debido a todo el drama de mi familia, así que hoy, antes de ir a nuestra cita, decidimos ocuparnos de eso. Después del incómodo encuentro con su abuelo —y del mal rato con la tal "amiga" de la infancia— necesitábamos urgentemente distraernos un poco.

 
—¿Quién te traumó tanto, huh?

  
—Pues tú y tus pésimas ediciones, ¿quién más?

  
Jeongguk sonrió burlonamente y me grabó desde otra dirección, enfocándose mucho más en la grabación que por el lugar en donde caminaba.


—No sufras, sólo estoy documentando nuestra primera compra en el supermercado como espositos...ya sabes, para futuras generaciones —por supuesto que sí....eso era muy Jeongguk de su parte—. Anda, muéstrale a nuestras futuras creaciones tu bonita lista de compras.

 
—Ya, deja de burlarte de mi lista —refunfuñé, sí estaba bonita: muy exacta y organizada.


—Mide como tres metros.


—Sí, porque no podemos desayunar, almorzar y cenar fideos instantáneos todos los días.


—También tengo cajas de leche con plátano —añadió—, muchos han sobrevivido con menos.


—¿Realmente sólo con eso has sobrevivido durante todo este tiempo?


—No me juzgues, soy un hombre ocupado —se defendió con un mohín, sin dejar de grabarme.


—Sólo estoy explicando porqué mi lista es tan larg...oh, Jeongguk mira...ay, por Dios, que adorable, son las cositas de bebé —me distraje viendo el más bonito de los atuendos para recién nacidos—. Aw, mira esto, es muy pequeñito, ¿los bebés son así de pequeños?

   
Seulgi tendría uno.
¿De verdad eran así de chiquitos?

  
Jeongguk se encogió de hombros, haciendo un zoom al conjunto color celeste. —¿Por qué tan emocionada?


—Me gustan los bebés, le compraré un montón de estos a Seulgi —eran todos muy bonitos y chiquitos, iba a regalarle muchos—. Ahí hay biberones...y pañales...oh, wow, que caros.


Jeongguk me miró con gracia y volvió a apuntar la cámara hacia mí. —Ya ven, ¿quién lo diría? Haye está muy emocionada por tener bebés.


—Algún día —especifiqué, en un futuro muy, muuuy lejano.


—Sí, algún día...pronto —bromeó y lo miré mal, poniendo mi mano en el lente de la cámara para que dejara de grabar mi cara de culo.

 
—Nope.

 
Jeongguk se rió de mi negativa y me siguió hasta el otro pasillo.


—Bueno, ya la oyeron futuras generaciones, les toca esperar —dijo a la cámara, tropezándose con una caja que se encontraba en el suelo.

 
—Los ojos al frente, al frente —me reí de su torpeza y de como literalmente hizo malabares para que el celular no cayera de sus manos.

 
—Eso no debería estar ahí —bufó, recuperando la estabilidad—. Podría haberles costado una demanda.

   
—Claro, pero tú mejor mantente alejado de los tribunales, ¿sí?

 
Jeongguk resopló. —Golpe bajo.

  
Le di un fugaz beso en la mejilla y volví a revisar mi lista para ver en donde habíamos quedado, en ese instante Jeongguk se acercó a mi lado y susurró en mi oído:

  
—Ese chico te estaba mirando hace un rato —indicó, para nada disimuladamente—. Si voy al otro pasillo y te dejo sola, seguramente se acerará a ti...recházalo y dile que estás casada, quiero grabar su reacción.

 
Jadeé incrédula. —¿Es en serio?

 
Jeongguk soltó una risita suave y me estrechó fuertemente entre sus brazos. —Por supuesto que no.

 
—Quítate —rezongué por su efusivo agarrón.


—Nooo, mi muñequita, mi princesa, amor de mi vida, ¿acaso crees que dejaría que cualquier idiota se acerque a ti? jamás.


—Me vas a sacar los ojos —lloriqueé, luchando por apartarme de él lo suficiente como para recuperar el aliento—. Me asfixias.


—Que delicada —jugó, aflojando su agarre—. Así se siente cuando tratas de meterte bajo mi piel.


—Sólo lo hice una vez.

 
—Lo haces cada vez que terminamos de...

 
—¡Ya! —me ruboricé simultáneamente cuando adiviné lo que estaba a punto de decir—. Todavía estás grabando, ¿quieres comportarte?


Jeongguk me sonrió de costado, aún disfrutando de sobremanera la forma en la que era capaz de ponerme nerviosa.

 
—No me veas así —refunfuñé, fingiendo estar muy interesada en los diferentes tipos de leche.


—¿Cómo? ¿Con amor y absoluta devoción?


—Basta.

 
—No puedo evitarlo, es mi mirada de "estoy tan perdidamente enamorado de ti que no sé cómo carajos lidiar con ello" y desafortunadamente es la única que tengo para ti.

 
—¿Se puede ser más cursi? Me pregunto.


Se encogió de hombros. —Eso no es nada, si supieras lo que hay en mi mente —suspiró dramáticamente—. No lo soportarías.


—Seguramente no.

 
—¿Segura de que sí me amas?


Por supuesto que te amo, tonto —declaré, alzándome en la punta de mis pies para sentir sus labios brevemente.


—Me manipulas.

 
Sonreí al oírlo refunfuñar infantilmente. —Pero sí te amo.


—Eso dices.


—Que bebé —bufé—. Mejor apresurémonos en terminar esto, muero de hambre...y tenemos muchas cosas de qué hablar.



















































13 DE MAYO, 2019
22:13 pm.


❪ ❛ BAE HAYE ❜ ❫


CUANDO JEONGGUK y yo teníamos nuestras citas, por alguna razón siempre acabábamos pasando a la cafetería en donde me pidió que fuera su novia, o me pidió ser mi novio. Por lo general nos pasábamos antes de terminar la noche, pero esta vez, considerando que Jeongguk tenía planeado que fuéramos a cinco restaurantes y que yo estaba antojada de un chocolate caliente de menta, decidimos empezar por ahí.

  
—Ten cuidado —advirtió Jeongguk en cuanto me vio alzar la taza—. Te quemaste la lengua la última vez, sopla.


—No, tú hazlo, por favor —le tendí mi taza y sus labios se alzaron en una sonrisa.


—Ya estás mal acostumbrada —señaló, recibiendo mi taza para comenzar con su usual procedimiento de enfriamiento.

 
De una forma u otra, Jeongguk siempre acababa enfriando mis bebidas calientes, me gustaba que lo hiciera, yo me tardaba demasiado y me ponía ansiosa esperando que bajara la temperatura, además si era yo quien tenía la taza, sentía todo el tiempo el impulso de beberme el contenido antes de que estuviera listo, eso siempre terminaba conmigo quemándome.


—Eres muy dulce —lo elogié, observándolo con esa mirada que él denominó como "estoy tan perdidamente enamorada de ti que no sé cómo carajos lidiar con ello".


—Después de la charla con mi abuelo, tengo que consentirte...mereces que te haga la vida más fácil.

 
—Abre —indiqué, dándole de comer uno de los macarons de almendra—. Creo que esa reunión pudo haber resultado mucho peor, tu abuelo se comportó como un humano bastante decente.


—¿Decente? Se la pasó todo el tiempo diciéndonos lo que podíamos y no podíamos hacer en público...y dijo que no podía volver a pintarme el pelo, y a ti te gusto así —se quejó, revolviendo una y otra vez el chocolate caliente—. ¿De verdad quieres seguir con todo esto?


—Primero, me gustas de todos modos; segundo, dije que lo haría, ¿no? —sostuve, viéndolo virar sus ojos y presionar su lengua contra su mejilla, solía hacer eso cuando algo no le parecía bien—. Está bien, no haré nada que no quiera, descuida.

 
—No confío en esas personas contigo.

  
—Estará bien —lo animé—. No dejaré que me intimiden así que no te preocupes. Además, no es eso de lo que quería hablarte.


No había querido mencionarlo antes porque no quería abrumarlo con otro problema, sin embargo, en mi debate interno, terminé decidiendo que si algo me molestaba, hablarlo era lo correcto. Comunicación, ya lo estaba aprendiendo.

 
—¿Qué es?


—Pues...es que se suponía que le dirías a tu abuelo que no necesitabas una asistente. Tú dijiste que no querías una, pero hablamos con él y no le dijiste nada.


Sí me había puesto un poco celosa hace un rato por la forma en la que esa tal Saerom se comportó alrededor de Jeongguk, sin embargo, esto no tenía nada que ver con eso. Esa chica no me daba buena espina. Me pareció extremadamente descarada desde la manera en la que actuó hasta la clase de comentarios que hizo. No era tonta y desde kilómetros podías ver que no tenía buenas intenciones. Y yo no quería a esa clase de personas cerca de nosotros.


—Sé que es tu "amiga" de la infancia y todo eso, pero no me agrada —confesé, no iba a darle tantas vueltas al asunto porque la verdad era así de sencilla—. Y sé que no la conozco, pero sinceramente...no quiero conocerla.


Imaginé que mis declaraciones podían ponerlo en una situación difícil, sin embargo, él decía que quería que fuera honesta, así que iba a serlo.


—No digo que tengas que dejar de ser su amigo, aunque no sé qué tan importante podría ser para ti si nunca antes la mencionaste —yo creía conocer a todos sus amigos cercanos, esos que realmente importaban—. Lo que trato de decir es que, si su amistad es importante para ti, lo respeto, pero no me gustaría tener que...


—No es importante...digo, ni Saerom ni su amistad son importantes para mí —me interrumpió, esclareciendo primordialmente esos dos hechos—. Ella no es mi amiga, sí nos conocemos desde que éramos niños, pero nunca fuimos amigos, no realmente.


Cuando la chica dijo que ella era "buena" en todo lo que hacía, con ese tono sugestivo y coqueto supe que había algo más ahí, por eso el hecho de que Jeongguk renegara de su amistad no me hizo sentir precisamente mejor.

 
—Lo supuse —suspiré de mala gana—. Bueno, entonces entenderás que con mayor razón no me gustaría tener que verla constantemente, creo que tengo suficiente con una de tus ex novias, no necesito otra.


—Lo siento —se disculpó, aunque eso no me pareció necesario—. Lamento lo que pasó en la oficina, Saerom estuvo muy fuera de lugar.


Sí, definitivamente lo estuvo. La verdad, el asunto de Jeongguk y sus relaciones pasadas no era el problema, no me importaba que Jeongguk hubiera tenido otras novias o...lo que sea que Jeongguk hubiera tenido con otras chicas, eso no era asunto mío, fue antes de mí, así que no podía atormentarme con eso ni castigarlo a él por ello, sin embargo, eso no significaba que quisiera convivir ni ser amiga de alguna de esas chicas. No, simplemente no.


—Y créeme, me gustaría tanto como a ti enviarla lejos, pero...no puedo.

Ah.
 
¿Perdona?
¿Qué?


Mi ceño se frunció, dejando en evidencia lo mucho que odié oírlo decir eso. —¿No puedes? ¿Por qué no podrías?


—Es...uhh, complicado.


—Explícamelo, tenemos mucho tiempo.


Yo quería que la chica se devolviera justo por donde vino, él quería lo mismo, para mí sonaba bastante sencillo.


—¿No quieres decirme?


—Sí quiero, pero...no es...nunca he hablado de esto con nadie —confesó, y eso me inquietó, por supuesto, pues las posibilidades de lo que podía tratarse eran muchísimas.


—Está bien —traté de no alarmarme antes de tiempo—. Sea lo que sea, puedes confiar en mí.


—Lo sé, es que...es difícil hablar sobre un tema como ese, no sé qué podrías pensar al respecto, pero...dije que sería honesto contigo y prefiero que lo escuches de mí, no quiero que tergiversen la historia.


—¿Es malo? —ahora sí me estaba angustiando.


—No...bueno, no lo sé, tal vez —Jeongguk estaba nervioso, cuando él se ponía nervioso, yo me ponía el triple—. Esto pasó hace mucho tiempo, no volví a pensar en ello desde ese entonces, y no sé si esa fue una buena o una mala decisión porque ahora, debido a eso...Saerom me amenazó diciendo que esparciría un rumor falso si no hacía lo que me pedía.


¿Cómo...?
¿La maldita lo estaba amenazando?


¿O sea que esa chica había venido hasta aquí, tan sólo para joderle la casi inexistente tranquilidad mental que  Jeongguk tenía? ¿Qué demonios sucedía con estas personas?


—Dijo que inventaría una historia e iría contigo. No quiero que te involucre ni que trate de causar problemas entre nosotros, así que... espero que confíes en que mi versión de la historia es la real.


—Jeongguk —puse mi mano sobre la suya y le di un gentil apretón. No tenía idea de cómo me sentiría después de escuchar lo que sea que tuviera para decirme, pero este era Jeongguk, mi Jeongguk, y si tenía que creer en alguien, por supuesto que creería en él—. Sé que serás honesto, está bien, yo...no te juzgaré.


Además, tampoco podía ser tan malo, ¿verdad?
¿Qué era lo peor que podía haber pasado?
No había matado a nadie...eso esperaba.

   
—Si es difícil para ti hablar de eso, no tienes que darme detalles, no preguntaré más allá de lo que tú quieras contarme.


—No, está bien, de todos modos no hay mucho que decir, yo sólo...—titubeó, tragando pesadamente en lo que sus ojos caían al contenido de la taza que no dejaba de revolver—. Verás, cuando...uhm, cuando tenía diecisiete años hice muchas tonterías, la mayoría fueron cosas inofensivas, pero...mierda, muchas otras veces fui muy inconsecuente y en...uh, en una de esas ocasiones...creo que sabes que lo de beber alcohol no se me da, a veces se me pasa la mano y luego...termino haciendo cosas que a la mañana siguiente lamento o no recuerdo.


Sí, sabía eso.
Y muy bien.


—Solía pasar el rato con Saerom en ese entonces. En una de esas veces, estábamos en su casa y de idiota dejé que me convenciera de beber...ni siquiera recuerdo qué mierda fue lo que bebimos, pero bebimos más de lo que deberíamos. Al menos yo lo hice. Recuerdo que el sabor me revolvía el estómago, pero seguía bebiendo porque ella lo hacía y no quería que creyera que no aguantaba un carajo.

 
Diablos, Jeongguk era tan fiel a sí mismo ahora, y parecía tener tan claro lo que quería y lo que no, lo que aceptaba y lo que no, que me dolía imaginarlo siendo tan influenciable e inseguro en el pasado.

 
—Sé que era estúpido pensar así, pero ella era más grande y sus amigos hacían esas cosas, supuse que si ellos podían entonces yo también.

 
—¿No fue así?

  
Él negó con la cabeza. —Con la mitad del primer vaso ya me estaba mareando. Y yo...creo recordar que nos besamos. No sé quién carajos besó a quien, pero sí recuerdo que me sentí como una mierda después de hacerlo. Para ese entonces yo ya sentía cosas por Sowon, y no sé, sentí que no estaba bien hacer lo que estaba haciendo. Me levanté al baño y cuando estaba encerrado ahí empecé a sentirme tan jodidamente exhausto, no tenía idea de que esa mierda podía pegar tan fuerte, pero recuerdo sentir que necesitaba dormir. No sé si me dormí entonces, no recuerdo nada de lo que pasó después, sólo sé que cuando pude pensar con claridad otra vez...ya la había cagado monumentalmente.

  
Mi cerebro estaba procesando toda esa información rápidamente y mientras lo hacía, inconscientemente mi mente se encontraba sacando las peores conclusiones posibles.


—Hasta el día de hoy no sé qué mierda pasó, pero sé que hice más que sólo besarme con ella. Me sentí culpable por eso por un tiempo, todo ese asunto era algo que me importaba mucho en ese entonces, después de que mi primera vez fuera tan poco memorable, decidí que no quería tener sexo sólo por tenerlo, pero luego me emborraché y terminé metiéndome con ella...o al menos eso es lo que ella dijo, yo no recuerdo un carajo.


—¿Realmente no recuerdas nada? ¿Absolutamente nada?


—No. Y prefería no recordar. No me gustaba Saerom de esa manera, no quería ese recuerdo, me gustaba poder actuar como si nunca hubiera ocurrido, pero...sí ocurrió y ella...se embarazó.


Oh.

Oh...

Ay, no.

Maldita sea, ¿qué? ¿Había escuchado bien?


De acuerdo, eso no lo esperaba. Eso no me lo esperaba para nada. Santo cielo, ¿qué? es que...no...no. ¿Él la había...? Creo que acababa de dejar de respirar.


—Espera, espera...—sacudí mi cabeza, esperando poder sacudir fuera de mi sistema eso que acababa de escuchar.

 
¿De eso se trataba todo esto?


—No sé si todo eso fue verdad —agregó precipitadamente, ¿cómo que no sabía?


—¿Cómo...? ¿Cómo puedes no saber algo como eso, Jeongguk?

 
—Te lo dije, no recuerdo —sostuvo—. Yo no...no estoy negando la posibilidad de que haya sido verdad, pero ella me mintió todo el tiempo, no sé que parte de su historia es real y cuál no.


—¿A qué te refieres?


—Lo hicimos una vez...se supone, cuando ella se acercó a mí, me dijo que ese bebé era mío, que no podía ser de nadie más, por eso...yo me hice cargo de la situación.

 
—¿Te hiciste cargo?


—Ella dijo que no quería tenerlo —aludió vagamente, removiéndose en su asiento—. Y yo tampoco quería.


¿Quién diablos quería un bebé con diecisiete años?

 
—Estaba jodidamente asustado, pero nunca la obligué ni traté de convencerla de ponerle fin al embarazo, le dije desde un principio que me haría responsable si ella decidía seguir adelante con todo ese asunto, pero ella no quiso. Y yo no cuestioné su decisión.

  
Estaba un poco muy conmocionada.
Y horrorizada.

  
Pero ni siquiera en mi estupor podía imaginar a Jeongguk haciendo algo como eso, ¿acaso ella había insinuado que esparciría el rumor de que Jeongguk la había presionado a hacerlo?


—Entonces...¿ella...?


—Sí —afirmó—. Yo estuve con ella todo el tiempo porque creí que era lo que correspondía, pero un tiempo después me enteré que antes de ir conmigo, ella fue con Jimin.

 
Mi ceño se frunció aún más después de oír esa nueva información. —¿Con Jimin?


—Jimin me confirmó después que Saerom le fue con el mismo cuento.

 
—¿También estuvo con Jimin? —cuestioné, recordando fugazmente como hace un tiempo había escuchado el comentario de "Jimin y Jeongguk compartiendo chicas otra vez" de entrometidas personas refiriéndose a mi relación con Jeongguk y a mi amistad con Jimin.

   
¿Ese comentario habrá tenido algo que ver con esta chica?

 
—Saerom es así, ella hace lo que quiere y con quien quiere, antes no era diferente, yo sabía eso, pero...no sé, supongo que no creí que fuera capaz de jugar con algo como eso. Ella estuvo con Jimin antes de supuestamente estar conmigo, pero ni siquiera fuimos los únicos, también estuvo con Doyoung y...


—¿El idiota del supermercado?


—Sí —recordaba a ese patán—. Éramos amigos, los tres, pero no íbamos por ahí hablando de quien dormía con quien, por eso no cuestioné el hecho de que...uhh, ese bebé fuera mío hasta que Jimin me contó que ella le fue con la misma historia. Él sabía mejor, obviamente.

 
—Dios —suspiré, pasando las manos por mi cabello, con la frustración picando en mis dedos para tirar de este—. Esto es...por Dios, que desastre ¿cómo se puede ser tan...? ugh ¿y ahora qué? ¿Se piensa que puede venir aquí y manipularte con eso? ¡Ni siquiera tiene cómo diablos probar que ese supuesto bebé era tuyo!


—Princesa, no te alteres...


¿Quién se cree que es? —quería maldecirla, quería maldecirle durante horas y en su propia cara—. No puedes jugar con algo como eso, está enferma, ¿cómo se le ocurre?


—Le gusta hacerse notar, disfruta ser el centro de atención y es incapaz de aceptar un no, sacó el tema porque me negué a aceptar su petición, dijo toda esa mierda de que arruinaría mi reputación, me amenazó con decirle a todos, con ponerte en mi contra y luego sólo actuó como si nada hubiera pasado...no está bien de la maldita cabeza.

 
—No le des en el gusto.


—No puedo no...

 
—Que se pudra, tú ni siquiera querías estar con ella, se aprovechó de toda la situación, y también de ti, no puedo creer que...y luego ella...esa maldita...

 
—Haye...


—No lo hagas —pedí—. Jeongguk, no es buena, ya viste cuáles son sus intenciones, si cedes ahora, creerá que puede manipularte a su antojo.


—Dijo que si aceptaba ayudarla, ella mantendría la boca cerrada y sólo se limitaría a hacer su trabajo.


—¿Y tú le crees? ¿De verdad piensas que sólo está aquí por ese estúpido trabajo?


—No puedo arriesgarme. No quiero más líos, quiero que las cosas se tranquilicen. Ya le he dado muchos problemas a mi abuelo, si quedo involucrado en un escándalo como ese ni siquiera él podrá solucionar esa mierda, la historia de mi hermano se repetirá y todo lo que hemos estado haciendo con Junghyun será en vano.


Pero...

 
—No será para siempre —aseguró, entrelazando sus dedos con los míos, como si buscara otorgarme una tranquilidad imposible en estos momentos—. No confío en ella, no sé si sea capaz de llevarlo tan lejos, pero no puedo arriesgarme.


—Aceptar que entre en tu vida es mucho más riesgoso, ¿no lo ves?


CariñoJeongguk tomó mi mano entre las suyas y presionó un dulce beso en el dorso de esta—. Ella no entrará en nuestras vidas, me aseguraré de poner los límites necesarios, ¿de acuerdo? No dejaré que se involucre más de la cuenta.

 
—Te amenazó —le recordé—. Querré estrellarle la cara contra el pavimento cada vez que la vea. Ahora mismo quiero estrangularla, ¿quieres que acabe en prisión?


—Si eso sucede, buscaré la forma de sacarte de ahí.


—No es divertido —protesté—. Jeongguk no quiero que esté cerca de ti, ¿viste cómo se te acercó hoy? ¿Cómo no podía dejar de toquetearte? No respeta límites. Tú lo dijiste, no puedes confiar en ella, antes de que te des cuenta estará inventando que la acosaste o algo, por favor.

 
Tal vez estaba un poquito paranoica, pero ¿cómo podía no estarlo? Ella sacó provecho de la situación en el pasado ¿qué podía asegurarle a Jeongguk que no haría lo mismo esta vez?


Haye —pronunció mi nombre como quien está pidiendo algo implícitamente—. Sabes que haré lo que sea que me pidas, si quieres que me rehuse a aceptar su trato, lo haré, pero...te pido que trates de entenderme.

 
—Lo hago, pero si antes era capaz de hacer esas atrocidades, quizás de qué podría ser capaz ahora. Yo sé que esto es agotador y sé que no quieres más problemas, pero, ¿y si resulta ser para peor? No quiero que termines perjudicado.


—No lo haré —prometió—. Confía en mí, ¿sí? Te aseguro que haré todo lo que esté en mis manos para que esto se acabe cuanto antes.


—¿Y cómo podrías...?

   
—Dame la oportunidad de hacerlo a mi modo. Te prometo que si ella siquiera intenta hacer algo, entonces se acabó.







 



N O T A:

La primera versión sin editar de este capítulo había quedado exageradamente larga así que decidí dividir el capítulo en dos, la siguiente parte se publicará en unas horas 💋

POR CIERTO, para quienes se encuentran releyendo, háganlo con atención porque he ido dejando pistas (if you know, you know;)

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