❛ 51 . 2 ❜
U N P L A N N E D
cincuenta y uno.
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❛ 𝓤na historia familiar ❜
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❝ Tu oscuridad maquillada de luz ya no me nutre, lo que parece infinito a veces también se pudre. ❞
ㅡFuneral.
05 DE MAYO, 2019
12:09 pm.
❪ ❛ JEON JEONGGUK ❜ ❫
▬▬ ¿Qué diablos, Aera? —le cuestioné, cabreándome como primera reacción al escuchar su acusación—. ¿Por qué carajos dirías eso?
No necesitaba oír ese tipo de basura y definitivamente no apreciaba que estuviera sacando tales conclusiones cuando apenas llevaba aquí cinco jodidos minutos.
—No la ve como si fuera sólo su amiga, Jeongguk —se justificó—. Cuando la estaba sosteniendo...
—No seas ridícula, estaban practicando, transmitir emociones es parte del trabajo —bufé. ¿Por qué demonios me sentía tan a la defensiva? maldita sea.
—Sí, ya, la danza tiene que "transmitir emociones" y toda esa basura, pero nadie finge tan bien...
—¿Qué estás tratando de insinuar, huh?
Aera abrió la boca buscando explicar su punto de vista, pero volvió a cerrarla prontamente, arrepintiéndose.
—Lo siento —suspiró, y sí parecía que lo hacía...hasta cierto punto—. Lo lamento, tan sólo estoy tratando de cuidarte, no quiero que vuelvan a herirte.
—Bueno, tú me estás hiriendo ahora.
—Jeongguk...
—Jimin es mi amigo, por si lo olvidas, es mi mejor amigo...él no haría eso.
—No estoy diciendo que él...agh, no olvides que Doyoung también era tu amigo.
¿Qué diablos...? A la mierda, no iba a hacer esto. Esta era una conversación que simplemente me negaba a tener. Doyoung y Jimin no eran lo mismo, nunca serían lo mismo, confiaba en eso...porque confiaba en Jimin.
Sacudí mi cabeza en un gesto de decepción y Aera rápidamente agregó—: ¡Ya! ¡Lo lamento! Lo siento, de verdad, es que...
—No sé qué es lo que piensas que viste allá atrás o qué es lo que piensas que sabes, pero estás equivocada...no tienes idea de nada, no has estado aquí.
Aera agachó la cabeza, visiblemente apenada. —Te repito, sólo estoy tratando de cuidarte. Tú siempre has cuidado de mí, no puedo no querer hacer lo mismo contigo.
—¿Qué es lo que piensas? ¿Qué es lo que te preocupa exactamente? ¿Mh? ¿Crees que Haye va a dejarme por Jimin? —inquirí, tratando fuertemente de no alterarme porque la sola idea me hacía querer romper cosas—. ¿Es eso? ¿O sólo estás paranoica y te sientes amenazada por cada chica que respira cerca de él?
—¡No se trata de eso! —exclamó, enfadándose igualmente—. No es por mis sentimientos por él sino por los tuyos por ella. Y asúmelo, sólo estás a la defensiva porque también lo has pensado.
Al diablo,
no tenía tiempo para esto.
Aera no conocía a Haye, si ella la conociera en lo más mínimo entonces no estaría diciendo tantas tonterías. Jimin no era como Doyoung y Haye no era nada como Sowon. Ellos no me traicionarían.
Aera decía temer que la historia volviera a repetirse pero Haye jamás me haría algo así. Y sí, me había sentido inseguro con respecto a su relación antes pero eso tenía más que ver conmigo que con ellos. Yo confiaba en Haye y en sus sentimientos por mí de la misma manera en la que confiaba en la lealtad de Jimin. No iba a tener dudas ahora.
05 DE MAYO, 2019
19:49 pm.
❪ ❛ BAE HAYE ❜ ❫
▬▬ No saben cuanto odio a esa tipa —admitió Dani, apretando su pequeño puño por encima de la mesa, llena de ira—. Es una descarada, se la pasa buscando excusas para acercársele, está desesperada por un poco de atención...ugh, no la soporto.
Y así, damas y caballeros, era como dábamos inicio a nuestra esperada tarde de chicas. ¡Yay!
Me había preparado mentalmente todo el día para escuchar los lamentos y desahogos de Dani y Seulgi, aunque con Seulgi —después de ya saben qué— ya se había vuelto un hábito.
—¿De verdad estás celosa de Taehyung? —cuestionó Seulgi—. ¿Acaso se te olvida que el pobre diablo lleva enamorado de ti media vida?
Dani se encogió de hombros, como si eso no significara nada. —¿Y eso qué? sigue siendo un hombre...y ella sigue siendo una modelo que no sabe respetar el espacio personal de las personas.
Bueno, si éramos justas, eso sería algo que molestaría a gran parte de la población, nadie quería a quienes no respetaban las relaciones ajenas, pero...nada sucedería si la otra persona no se mostraba dispuesta, y yo no podía imaginar a Taehyung haciendo algo como eso.
—Creo que Taehyung es emocionalmente incapaz de interesarse en otra mujer que no seas tú —opiné, porque lo había visto, el hombre no veía a nadie más que a ella.
—¿Verdad que no? —estuvo de acuerdo Seulgi—. Yo no creo que debas preocuparte, Tae te es fiel hasta con el pensamiento. Confía en mí, no importa quien sea la chica, si no es tú, entonces no tiene oportunidad.
—Pero...es una modelo —enfatizó con cierta tristeza en su voz—. Y ahora que está involucrado en ese rubro siempre está rodeado de chicas hermosas.
—¿Y qué con eso? ¡Tú eres preciosa! Y eres la bonita de la relación, no lo olvides —la ánimo Seulgi, haciéndola reír—. Además, él te quiere muchísimo, siempre te ha querido.
—Ya lo sé —dijo Dani como un lamento—. No me gusta sentirme así, es que...no lo sé, supongo que el que siempre me dejaran por alguien más me generó ciertas inseguridades.
—¿Y ya hablaste con él? —pregunté—. Me refiero a que, ¿él sabe que te sientes de esa forma?
Dani asintió. —Lo hice y fue muy comprensivo, creo que eso me puso aún más de mal humor porque quería discutir y estar enfadada, pero él comenzó a decirme las cosas más bonitas y bueno...me dijo básicamente todo lo que quería oír y entonces...agh, ya no pude seguir enojada.
Sonreí al escuchar eso porque casi podía imaginarlo. Taehyung siempre trataba muy bonito a Dani, incluso antes de que estuvieran juntos le tenía muchísima paciencia y la trataba como si fuera lo más importante del mundo. Y es que en su mundo, lo era.
—¡Ay, no! Pobre de ti que tienes un novio tan atento y comprensivo, Dios...si yo fuera tú también estaría muy cabreada —bromeó Seulgi—. Sí yo actuara de esa forma con Yoongi él me silenciaría mentalmente...así como lo está haciendo justo ahora.
—Porque fuiste mala con él —le recordé.
—¡Porque me estaba asfixiando! —se defendió Seulgi, cruzando los brazos sobre su pecho.
—¿Asfixiando?
—Sí. Está todo el tiempo pendiente de mí y es tan pero tan considerado, y dulce, y está tan involucrado con esto y yo no...sé que no está feliz, no sé por qué finge estarlo, no me engaña, él literalmente vomitó cuando se lo dije.
Bueno, no podía juzgar su reacción, Seulgi le soltó la bomba sin calmante y sin nada de preparación. Yoongi definitivamente no se esperaba eso cuando llegó diciendo "buenos días" y con el desayuno al departamento.
—Ninguno de los dos está feliz con la noticia y eso es entendible, pero sólo hay dos opciones, Seulgi, o él hace todo este proceso aún más difícil para ti, o trata de alivianar el peso que estás sintiendo...obviamente escogió la segunda opción. ¿O de verdad te sentirías mejor si estuviera todo el tiempo reclamándote o...peor, si te hubiera dado la espalda?
Planteé, porque veía a diario como Yoongi sólo trataba de hacer las cosas más fáciles para ella, incluso cuando sólo recibía reclamos y regaños por parte de mi amiga.
—No —aceptó Seulgi a regañadientes.
—A ver, ¿qué es lo que te molesta realmente? —preguntó Dani—. ¿Es por lo que te pidió?
Seulgi mordió el interior de su mejilla y procedió a asentir, desganada. Con que de eso se trataba.
—No me gusta que me haya pedido mudarme con él sólo por esto. Siento que lo hace por obligación y compromiso, y no...es que no quiero eso.
—Ese siempre ha sido su plan, cabezota ¿por qué piensas que se mata trabajando? —cuestionó Dani—. Siempre ha visto un futuro contigo, pero un futuro en el que pueda darte todo lo que mereces y lo sabes, por eso ha esperado.
Eso me constaba, probablemente a todos nos constaba, menos a Seulgi.
» —Además, tú querías vivir con Haye un tiempo, no lo olvides, él respetó eso...ahora, bueno...las cosas sólo se dieron así, pero yo no creo en lo absoluto que te pidiera mudarte con él por una razón que no sea la de quererte a su lado.
—Estoy de acuerdo —agregué—. Yoongi está tratando de cuidarte y de estar ahí para ti, sólo tú puedes pensar que eso es algo malo.
—Ya, estoy paranoica, lo admito —confesó Seulgi de mala gana—. Pero no puedo evitarlo, esto está siendo más difícil de lo que creí, me siento fatal todo el tiempo y es como si todas mis preocupaciones se hubieran magnificado por mil.
Podía entender porqué, todos sus planes se veían directamente afectados por todo eso del embarazo, era aterrador pensar en lo mucho que cambiarían las cosas para ellos. Ya estaban cambiando y no precisamente para bien, por supuesto que eso la desanimaba incluso más.
» —No se los recomiendo, sean inteligente chicas, no se arriesguen, nunca tengan sexo —sugirió, bebiendo de su infusión—. Y ahora que lo menciono, tú —me miró, apuntándome—. Has estado durmiendo mucho en casa de Jeongguk.
Oh, no.
Aquí vamos.
—¿Mucho? —enarqué una de mis cejas—. Yo no creo que dos veces sea "mucho".
—Déjame decirte que se necesita mucho menos que eso para embarazarse. Especialmente con tu noviecito.
Por favor.
—¿Es en serio? ¡Si nosotros ni siquiera...!
—¿No estabas esperando hasta el matrimonio? —me interrumpió Dani, curiosa.
—Lo estoy —corregí.
—Suerte con eso —dijo Seulgi en tono irónico—. No, pero en serio, suerte. Yo traté de seguir tus pasos y esperar al principio, pero...agh, fui débil.
—Muy débil —se burló Dani—. Fuiste fuerte ¿por cuánto? ¿tres semanas?
—Llevábamos saliendo tres meses, para tu información.
—Uy.
—Además, no es algo malo, ¿saben? Todo eso de esperar...simplemente no es para todos. A mí me aterraría la idea de casarme con alguien y darme cuenta en mi noche de bodas que no tenemos química sexual, eso sería espantoso. Apuesto a que no lo habían pensado.
—Bueno, yo creo que debe ser muy desafortunado el casarte con alguien con quien te complementas en todos lo aspectos, menos en ese —opinó Dani.
—Pero puede pasar —sostuvo Seulgi—. ¿Eso no te da miedo, Haye? Digo, no estoy tratando de cuestionar tu decisión, pero...¿no has pensado en eso?
No, la verdad no. Es que, siendo sincera, no creía que ese pudiera ser un problema entre Jeongguk y yo. O al menos no lo hacía hasta ahora.
—Si así fuera, no creo que sea algo que no pueda solucionarse hablando —me encogí de hombros.
O practicando, lo que sea que se hicieran en esos casos.
—Eso es cierto, la comunicación es clave en todos los ámbitos de una relación, incluso en ese —estuvo de acuerdo Dani—. Aunque, no creo que tengas que preocuparte por Jeongguk en ese sentido, dudo que fuera tan popular con las chicas si no supiera como...olvida que dije eso.
Con gusto.
—¿Y tú piensas que podrías llegar a casarte con Jeongguk? —curioseó Seulgi—. La verdad.
—Sí —ups, respondí muy rápido.
—¿En serio? —se emocionó Dani—. ¿No te molesta que él no sea...casto, virgen, o como sea que se les digas a los hombres?
Me reí suavemente. —No.
—¿Pero no preferirías estar con alguien que sí lo fuera?
—Eso no me importa.
—¿En lo absoluto?
—Es que esa es una decisión muy personal, no creo que deba tener una opinión con respecto a como otros deciden vivir sus vidas, especialmente cuando es parte de un pasado que no se puede cambiar y que no tiene nada que ver conmigo.
—Vaya, que madura —elogió Dani con una sonrisita divertida.
—Es sólo que si estoy con alguien, lo que en verdad me importa es como es esa persona...su personalidad, sus valores, si es alguien confiable...ese tipo de cosas, ya saben...las que son verdaderamente importantes.
—¿Y piensas que Jeongguk es confiable? —preguntó Seulgi.
—Sí, lo hago.
—¿Y sí le ves material de esposo?
—Es mi novio, Seulgi, ¿piensas que saldría con él si no fuera así?
—No, supongo que no. Dios, no puedo creer que algún día probablemente tendré que presenciar una boda entre ustedes dos.
—Yo ya puedo imaginarlos —agregó Dani con demasiada ilusión—. Aw, que imagen mental más preciosa.
—¿Desde cuándo eres tan cursi?
—Déjame ser feliz, ¿sí? Es que nunca creí que alguien haría linda pareja con Jeongguk pero ustedes dos son...adorables. Y ya que estamos hablando de eso, si quieren casarse, me ofrezco para tirar las flores...
—Nunca digas eso frente a Jeongguk, por favor —pidió Seulgi en tono burlón—. No pongas esas ideas en su cabeza.
—Es que son muy...todo —Dani continúo con su ensoñación—. Son como en las películas, él es tan lindo con ella. Es un idiota con todos nosotros, pero cuando lo veo a su alrededor...ay, es como si fuera otra persona...en el mejor de los sentidos. Los quiero juntos siempre.
—Creo que Jeongguk es muy parecido a su padre en ese aspecto, recuerdo siempre oír que decían que el señor Jeon era hostil y que daba miedo, luego lo conocí, me acuerdo de que la primera vez que lo vi fue con la madre de Jeongguk y me pareció que era el hombre más dulce del mundo, porque lo era...con ella —rememoró Seulgi con una sonrisa—. Jeongguk puede ser un idiota pero tuvo el mejor ejemplo en relaciones gracias a su padre, de ahí su intensidad y lealtad cuando se enamora. Tiene todo lo bueno que eso acarrea, pero también lo no tan bueno.
—¿Lo no tan bueno? —destaqué, curiosa.
La forma de querer de Jeongguk era una de las cosas que más me gustaban de él, amaba su intensidad y aún no encontraba algo malo o que me disgustara en ello.
—Jeongguk es muy precipitado y es extremadamente apasionado con todo en la vida, eso lo sacó de su padre, los dos piensan muy parecido, y no digo que eso sea algo particularmente malo, pero...por favor, no vayan a seguir sus pasos y cometer alguna locura.
¿Qué?
—¿Lo estás diciendo porque sus padres se casaron muy jóvenes, no? —inquirió Dani.
—Eso...y también porque lo hicieron muy pero muy pronto —aclaró Seulgi—. Jeongguk lo ve como algo muy normal así que...recuerda eso si algún día Jeongguk sale con un alguna propuesta algo trascendental.
—Jeongguk es muy irracional y precipitado, pero Haye es más sensata y prudente, no le diría que sí aunque se lo propusiera, ¿verdad, Haye? —se confió Dani.
Sí, bueno, ¿quién tenía hambre?
Me removí incómoda en mi lugar al percatarme del rumbo que comenzaba a tomar la conversación, ese tema me ponía en aprietos y lo único que atiné a hacer fue limitarme a sonreír —tratando de no delatarme—, y fingiendo que esas declaraciones no me afectaron en lo absoluto.
05 DE MAYO, 2019
20:12 pm.
❪ ❛ JEON JEONGGUK ❜ ❫
▬▬ SOWON PRESIONÓ sus labios juntos, su mandíbula visiblemente tensa al igual que el resto de su cuerpo. Su postura delató de inmediato su desconcierto, pasando de lucir muy confiada y desinteresada, a verse decepcionada y perturbada.
Nunca pensé que las cosas entre nosotros terminarían así de mal, nunca imaginé que tendríamos que llegar hasta este punto, pero se lo había buscado. Había tenido mucha paciencia con ella pero esta vez cruzó todos los malditos límites, lastimó a Haye.
—Estás mintiendo —habló después de un instante de silencio—. No harías eso.
Sí, lo haría, esa era la única razón por la que me encontraba aquí hablando con ella. Tenía que poner un punto final a toda esta basura, no estaba dispuesto a seguir lidiando con Sowon ni con su familia. Las empresas y las acciones que poseían en ellas me obligaban a relacionarme con ellos así que si quitábamos esa conexión, no quedaba nada. Desafortunadamente, sabía que no existía forma pacífica de hacer que eso ocurriera, así que...quedaba hacer las cosas por la malas.
No sentía culpa por eso, tenían lo que se merecían.
—Después de lo que le hiciste a Haye deberías estar agradecida de que esté aquí dándote esta opción. ¿Acaso no te advertí sobre lo que sucedería si volvías a meterte con ella?
—No lo harás —repitió—. Nunca te perdonaré si lo haces.
Sowon me miró amenazante y me entraron ganas de reír por lo absurdo de sus palabras, me pareció hilarante como ella seguía aferrándose a la idea de que seguía siendo importante para mí ¿que no me perdonaría? ¿de verdad creía que palabras como esas significaban algo para mí? la quería fuera de mi vida, no me interesaba si nunca volvíamos a intercambiar palabra, no me importaba si me resentía para siempre, la quería lejos de mí, de Haye y de nuestro futuro.
—Te conozco, Jeongguk, tú...no me harías algo así. No a mí. Tú dijiste que podía confiar en ti y eso hice, no puedes utilizarlo en mi contra ahora. No me lastimarías sólo a mí, lo sabes. Y yo sé que no eres esa clase de persona.
¿Que no era esa clase de persona?
Tal vez tenía razón en eso, no lo era, pero lo sería, yo iba a ser quien fuera necesario para proteger a Haye.
—Pero sí lo soy. No me subestimes, Sowon. Entiende de una vez que no me conoces, tú no sabes cómo soy cuando no estoy enamorado de ti.
Sowon conocía al idiota enamorado que se desvivía por ella. Al que era leal a ella, al que velaba por su bienestar, protegía sus frágiles sentimientos y la seguía queriendo a pesar de todo. Ese era el Jeongguk que creía conocer. La cosa era que ya no era ese Jeongguk. Había dejado de ser ese Jeongguk hace mucho tiempo atrás.
Mi lealtad no estaba con ella más.
Haye era mi prioridad e iba a protegerla de sus malas intenciones, de las de ella y de cualquiera. Quería que Haye estuviera en paz en mi vida, no quería que fuera un infierno para ella el estar conmigo y desde luego no la quería teniendo que lidiar con todos los fantasmas de mi pasado. Estaba en mis manos hacer algo al respecto e iba a hacerlo.
—¿Ella te pidió que hicieras esto? —inquirió erróneamente—. ¿Te dio un ultimátum? ¿Acaso sólo permanecerá a tu lado si me sacas definitivamente de tu vida, es eso?
—¿Por qué? ¿Porque eso es lo que tú harías si estuvieras en su lugar, no? Entiende que Haye no es como tú, Sowon. A ella no le importas. No habla de ti, no piensa en ti, ni siquiera mencionó lo que ocurrió entre ustedes, yo adiviné. No fue muy difícil deducir quién sería capaz de hacerle algo así, sólo tú eres capaz de caer tan bajo.
Ella soltó una falsa carcajada.
—Abre los ojos de una vez, Jeongguk, deja de ser tan ingenuo, ella no te lo contó porque sabe que todo lo que dije ese día es verdad —escupió, su barbilla temblando del coraje—. ¿Es que no lo ves? ¿Estás tan ciego? —los ojos de Sowon se entrecerraron y las lágrimas falsas a las que estaba tan acostumbrado brillaron en sus ojos—. Es increíble. Ella es una zorra oportunista, ¿y yo soy la mala?
La escuché escupir su veneno y estuve en su cara tan rápido que se tambaleó hacia atrás, mi repentino acercamiento la intimidó pero en este punto eso me tenía sin cuidado. —No vuelvas a llamarla así. Lo juro por Dios, Sowon, vas a empujarme demasiado lejos. Piensa antes de abrir la puta boca.
Amenacé e inmediatamente dejó que las lágrimas acumuladas se derramaran como un maldito grifo por su rostro. Estaba empezando.
—Eres un mentiroso —me señaló con su dedo, con horror reflejado en su rostro—. Eres un maldito mentiroso, eres...eres despreciable, ¿cómo puedes...? ¿y decías que me amabas? —hipó, golpeándome con su palma en el pecho, una y otra vez—. Todo lo que dijiste...todo lo que prometiste y ahora...ahora la eliges a ella, ¡También la eliges a ella! —gritó histéricamente.
¿Qué carajos?
Agarré sus manos con firmeza y las sostuve juntas, inmovilizándola para que dejara de golpearme, lo cual no evitó que continuara gritándome y maldiciéndome incansablemente.
—Yo creí...yo creí que tú...—sollozó, rindiéndose en mis brazos—. Creí que me escogerías. Tú eras quien siempre me escogía.
¿Qué demonios le pasaba?
¿Acaso escuchaba la mierda que salía de su boca?
¿Acaso esperaba que exponiendo los dramas familiares de Haye conseguiría hacerme cambiar mi opinión con respecto a ella y correría de regreso a su vida? ¿Estaba demente? Esto era ridículo, Sowon tenía que dejar urgentemente de vivir en el pasado, no podía seguir esperando a que las cosas volvieran a ser como antes. Nunca volvería a verla como solía hacerlo, no después de las cosas que había hecho. Lo nuestro se rompió hace mucho y no tenía reparación. Tenía que asumirlo y seguir malditamente adelante.
—¿Y ahora qué, huh? ¿le dices la misma basura que me decías a mí? ¿le haces las mismas promesas que me hacías a mí? —acusó, mirándome con un desprecio que no había visto antes—. ¿Y yo qué? ¿Tengo que quedarme de brazos cruzados y observarlos? ¿Se supone que sólo tengo que dejar que sean felices mientras yo pierdo la maldita cabeza? ¡Dios! No puedes hacerte una idea de lo ansiosa que estoy por destruir su maldito mundo de fantasía.
Declaró con odio y repulsión, moviéndose con brusquedad entre mis manos para liberarse de mi agarre.
—Voy a disfrutar cada maldito segundo, eso te lo prometo —se regodeó—. ¿Me quieres fuera de tu vida? ¡Bien! Pero no esperes una despedida gentil.
—¿No piensas detenerte nunca? —cuestioné en un gruñido furioso—. ¿Estás mal de la puta cabeza?
—Ella me lo debe —volvió a hablar sin sentido.
¿Qué demonios significaba eso?
Al diablo.
Estaba terminando de ser bueno. Di un paso hacia ella, nivelando nuestras miradas para que pudiera ver lo serio que era esto, no estaba jugando esta vez.
—No pienses, ni por un maldito segundo, que no soy capaz de cumplir mi palabra, Sowon. Expondré toda la retorcida mierda que oculta tu familia y me sentaré a observar con gusto como te hundes con ellos.
Exponer los enfermizos vicios, el fraude y todos los actos que cometió su respetable padre para llegar a donde se encontraba en estos momentos sería suficiente para arruinar la reputación y credibilidad de ese hombre, pero no era lo único que tenía, su madre no era mejor que él. Los dos eran personas despreciables. Solía sentir lástima por Sowon por haber tenido que crecer entre medio de esas personas: un padre que no la quería y una madre que sencillamente no estaba bien de la cabeza, pero tratar de salvarla de esas personas había sido inútil, Sowon era exactamente igual a ellos, pero había terminado de ser su salvavidas.
—Sé que tienes un montón de mierda con la que lidiar, tu vida y crecer con esa retorcida familia tuya no fue fácil, sé eso, pero escogiste ser igual a ellos, así que no tendré consideración contigo. No permitiré que le hagas daño a Haye. Nunca. Ella no te ha hecho nada. Deja de ser tan obstinada y déjalo estar de una puta vez.
—¿Que no me ha hecho nada? —soltó una carcajada carente de gracia—. ¿Que no me ha...? ¿Piensas que esto es sólo sobre ti?
No existía una razón por la cual ella pudiese detestar tanto a Haye. No había nada que las conectara además de mí, si existía otra razón por la cual se sentía tan empeñada en lastimarla, yo no la conocía.
—Yo merecía esa vida contigo —manifestó, su voz mezclándose con odio—. Yo la merecía. Eras lo único que tenía, el único...que en verdad me quería. Yo nunca tuve un padre amoroso, ni una madre que estuviera ahí para mí. Nunca tuve amigos reales, ni una familia con quien contar, ni nadie en quién refugiarme, pero ella sí. Ella lo tiene todo y no es porque sea una dulce niñita buena que merezca pura felicidad...es porque robó la mía.
—¿Qué estás....? ¿Que ella robó tu felicidad? —espeté incrédulo—. ¡Dormiste con mi maldito amigo!
Sowon estaba cegada. Estaba decidida a culpar y odiar a alguien. Odiaba a Haye porque podía, no había nada más. Haye no le "robó" nada, ella no me apartó de su lado, Sowon me perdió en el momento que me traicionó, pero no quería aceptarlo.
—¡Porque tú me abandonaste! —chilló, culpándome, como siempre—. Dijiste que no lo harías, pero lo hiciste.
A la mierda.
Hablar con ella era inútil, esto era una estupidez. Estaba cansado de intentarlo, no valía pena. Meter un poco de sentido común en esa vengativa y necia cabeza suya era imposible.
Necesitaba conseguir esta mierda solucionada antes de encontrarme con Haye, era lo único que me importaba.
—Olvídalo, no haré esto. Ódiame todo lo que quieras, me da igual, pero olvídate de Haye...ella no te debe nada.
Tenía que largarme. No soportaba un segundo más de su incesante victimismo.
—¿Sabes cómo supe sobre el verdadero padre de Haye? —expuso abruptamente, desesperada cuando previó mis intenciones—. ¿Mh? ¿Sabes cómo supe con detalles sobre su escandalosa historia familiar incluso antes de que tú lo hicieras?
—¿Y ahora de qué mierda estás hablando?
Era una víbora con contactos y mucho dinero, no me sorprendía que hubiese indagado de más sobre la familia de Haye en su momento, aunque no me detuve a pensar mucho en ello. Estaba demasiado cansado para sus juegos mentales ahora.
—¿No puedes deducirlo? —retó.
—¿Qué carajos estás insinuado? —bufé, agotado de su parloteo sin sentido.
—Cuando dije que ella me lo debe, hablaba muy en serio —se jactó, pero yo seguía sin entender—. ¿Cómo crees que reaccionaría tu preciosa Haye si se enterara de que prácticamente todo lo que ha conseguido en su vida...ha sido gracias a mí?
Me quedé allí, inmóvil, tan condenadamente confundido que me fue imposible no dejarlo en evidencia. ¿Qué se suponía que significaba eso?
¿Cómo podría...?
¿Por qué siquiera consideraría el que ella pudiese estar diciendo la verdad? Estaba herida, era rencorosa, manipuladora y una perra mentirosa.
—¿En qué mundo tan fantasioso es ese en el que vives, hm? Busca ayuda —traté de pasar por su lado, pero se puso en mi camino.
Sowon sonrió con una sonrisa que no llegó a sus ojos, viéndose aún más lamentable con esas lágrimas secas en sus mejillas.
—¿Sabes por qué mi padre está tan dispuesto a comprometerme con alguien que claramente no me quiere más? —¿y eso a qué carajos venía?—. Pues porque no le importo en lo más mínimo.
¿Qué era esto? ¿Estaba tratando nuevamente de darme lástima? ¿Ahora? ¿Después de todo lo que acababa de suceder?
—Y porque no hay nada en el mundo que lo haría más feliz que el que yo deje de ser de una maldita vez su responsabilidad —prosiguió—. Tú lo sabes, él no me quiere...nunca me ha querido.
Sabía que su padre no era precisamente un hombre afectuoso, nunca lo vi tratarla con cariño ni consideración, en su trato hacia ella siempre percibí desdén y resentimiento, pero ¿era realmente posible que no la quisiera? Era su hija, después de todo.
—¿Y sabes por qué no? —¿porque era un hijo de puta incapaz de sentir emociones humanas?—. Es porque soy la razón principal de su infelicidad, porque...sólo me ve como un recordatorio constante del porqué no pudo tener la única cosa que realmente quiso.
¿Y eso qué tenía que ver con esto?
Ella me miró directamente a los ojos y contestó con molestia mi duda mental—: A la hermosa, joven y encantadora madre de tu querida noviecita.
Mi ceño se frunció como un acto reflejo y juré haber escuchado mal.
¿A la...madre de Haye?
¿Qué...?
Mentiras.
—Sowon —advertí, presionando con frustración el puente de mi nariz—. Deténte ya. Deja esos juegos y las mentiras, te ves ridícula tratando de justificarte.
—Puedes creer lo que quiera, Jeongguk —se encogió de hombros, desinteresada, como si no acabase de insinuar que ella y Haye...no—. Pero te sorprendería lo pequeño que puede llegar a ser el mundo.
No era posible.
Simplemente no lo era.
Ella sonrió tristemente. —Después de lo mucho que traté de mantenerla lejos de aquí, lejos de mi familia, lejos de mí...aquí está. Vino aquí y acabó enamorándose de mi nov...de ti.
No hablaba en serio.
No podía hablar en serio.
—Estás mintiendo —acusé, sintiendo como que iba a tener un maldito colapso mental.
—¿Qué ganaría mintiendo con respecto a eso?
—Hacer daño.
—No esperes que sea buena con la principal razón de mi desdicha —replicó irónicamente—. Tal vez no gane, pero estaré satisfecha si ella tampoco lo hace.
—No te creo —me negaba a creerle, no podía ser cierto, ellas dos no...no.
—Siempre supe que tenía una hermana —dijo la palabra y se me revolvió el estómago. No. No, de ninguna maldita manera—. Aunque...nunca quise saber mucho de ella, sólo sabía que la quería lejos.
—No quiero saber...deja de hablar.
—¿Qué fue lo que Haye te contó, hm?
La noche del aniversario de mis padres, Haye me habló de lo que sucedió con Sowon y ella el día que discutieron. Ella me habló de su familia, mencionó a su padre biológico y lo que ocurrió con él...dijo que abandonó a su madre. Dijo que él no la quería. Él quiso deshacerse de Haye. Esa era la historia que conocía.
—Su padre biológico no la quería, tampoco quería a su madre, Haye me lo dijo. Tú estás mintiendo.
Sowon mantuvo esa sonrisa lastimera. —Me alegra mucho saber que que vivió creyendo eso, pero no es cierto. Mi padre no nos quería a mamá y a mí, él las quería a ellas.
No era cierto.
No tenía ningún puto sentido.
—Mi padre no se casó con mi madre por amor, él se casó con ella por el dinero de su familia. Oí que fueron felices los primeros meses que estuvieron juntos, supongo que casarse por conveniencia no le resultó un gran problema hasta que se enamoró de verdad. Mejor dicho, hasta que la madre de tu noviecita se le metió por los ojos y él comenzó con la desfachatez de planear una vida a su lado.
—¿Tu padre? —me atraganté con mis palabras. ¿Ese indeseable hombre que sólo se preocupaba por él?
—No siempre fue un hijo de puta. O tal vez sí, no lo sé, yo...sólo sé que era diferente con esa mujer. La quería de verdad, pero fue un idiota por creer que podía estar con ella.
Haye fue quien creció llamando a otro hombre "padre" no Sowon, entonces ¿cómo demonios podía decir que él prefirió a la madre de ella? ¿Cómo podía decir que las quería a ellas?
—Si algo de esa absurda historia es cierto, entonces ¿por qué tú creciste con ese hombre y no Haye? ¿Hm? Lo que dices no tienen ningún puto sentido.
—Cuando él se enteró de que mi madre estaba embarazada prácticamente le imploró que no siguiera adelante con el embarazo. A él no lo importó que mi madre fuera su esposa ni que gracias a ella tuviera todo lo que tenía, él simplemente no quería un hijo con ella...sólo le importaba su preciosa amante y la vida que quería con ella.
Seguía sin tener sentido.
—Mamá no tenía idea de que esas eran sus razones, ella sólo se enteró de la existencia de esa otra mujer cuando mi padre le pidió el divorcio —sólo una risita seca—. Él quería irse con ella. Acababa de enterarse de que también estaba embarazada y él...quería a ese bebé, no me quería a mí.
Carajo.
» —Pero mi abuelo se enteró. Él y papá tenían un trato, mi padre le debía muchísimo dinero a la familia de mi madre, él...básicamente les debía todo, así que el matrimonio entre mis padres era algo así como un seguro, por supuesto que mi abuelo no permitiría que ese divorcio ocurriera. Él amenazó a papá con quitarle absolutamente todo si seguía adelante con la idea. Lo obligaron a alejarse de esa mujer y también a deshacerse del bebé. Él accedió a distanciarse, pero se negó a pedirle a ella que abortara.
Mierda.
Me iba a explotar la puta cabeza.
Tenía un angustiante nudo en el estómago y estaba teniendo dificultades para razonar. Esto tenía que ser una broma. Haye y Sowon no podían ser...no, simplemente no.
» —Le advertieron que si volvía a verla, que si volvía a contactarla de alguna manera, no sólo harían que él lo lamentara sino que también ella. No les permitieron tener una última conversación, tampoco les permitieron despedirse, en lugar de eso...ellos enviaron al hermano de papá a hablar con ella, todo esto en nombre de mi padre, claro. Y yo no...no sé qué habrá sucedido en ese encuentro, sólo sé que mi tío le ofreció mucho dinero a esa mujer para terminar con el embarazo, pero...ella se negó a aceptarlo.
No podía dejar de sacudir la cabeza en total negación, no podía convencerme de que algo de eso pudiese ser real. —¿Cómo sabes todo eso?
—Crecí oyendo al respecto de esa mujer. Siempre fue la razón principal de todas las inseguridades de mi madre y no era como si mi padre hubiese tratado de ocultar lo que seguía sintiendo por ella. Siempre discutían y el fantasma de la madre de Haye estaba ahí todo el tiempo. Un día...mamá estaba borracha y yo...hice las preguntas. Ese día supe toda la historia, las cosas tuvieron sentido entonces.
—¿Siempre supiste que Haye...? ¿Siempre supiste que ella era...? —maldita sea, no podía hablar.
—¿Que si era la otra hija de mi padre? —dedujo—. No. Yo...sólo sabía que su nombre era Haye. La primera vez que vi su nombre escrito en tu muñeca, sólo creí que era una cruel coincidencia de nombres. Luego...cuando la conocí en tu casa, ella...sus ojos eran idénticos a los de mi padre, lo noté, pero estaba demasiado indignada de verla en tu casa como para prestarle atención. Sólo supe que se trataba de esa Haye cuando tu abuelo me pidió averiguar sobre ella y su familia.
—¿Él...él te pidió...? —no estaba listo para ningún otro puto descubrimiento—. ¿Por qué dices que Haye está en deuda contigo?
—Porque lo está —sentenció—. Mi padre nunca quiso olvidarlas, a ninguna de las dos, eso se volvió un tormento para mi madre y para mí...crecí a la sombra de una niña que ni siquiera estaba presente en su vida. ¿Tienes alguna idea de lo horrible que es eso? Él no estaba directamente en sus vidas, pero tenía sus formas de saber de ellas. Era enfermizo. Así que...las enviamos lejos.
—¿Qué? —no entendía una mierda de lo que decía.
¿Enviarlas lejos?
—Haye aplicó para una beca que le permitía estudiar danza en el extranjero, mamá supo de eso y ella...se encargó de que se la otorgaran —mierda—. La beca sólo cubría ciertas cosas así que nosotras...mamá, se encargó de lo demás. Pagamos por su estadía, su colegiatura, los implementos, por todos los gastos necesarios e incluso más para que ella permaneciera lo más lejos posible de aquí. Lo mismo con su madre. Haye era muy joven para ir sola a un país nuevo así que convenientemente le ofrecieron al esposo de su madre un empleo en ese mismo país. Hicimos todo fácil para ellos...no pudieron decir que no. Y no me mires así. No sabes lo que era vivir constantemente siendo opacada por ellas. Al menos en el extranjero...mi padre no tenía acceso a ellas. Les hicimos un favor.
Esto era enfermo, era retorcido y cruel. Haye vivió toda su vida sin saber nada de esto. Creyendo en una historia totalmente diferente. Orgullosa de haber logrado tantas cosas con su esfuerzo y el de sus padres, sin tener idea de que estas personas estaban detrás de todo ello y con las más egoístas, turbias y oscuras intenciones.
—Claro, un favor —me reí, a punto de perder la jodida cabeza—. ¿Y ahora utilizarás todo esto en su contra, no? ¿así es como quieres "destruir su mundo de fantasía"? ¿por qué? ¿porque a ti se te ocurrió culparla de todos tus malditos problemas? estás jodidamente enferma, tú y tu miserable familia.
Ahora mismo no quería más que verlos sufrir.
—Deja de actuar como si ella fuera tan inocente. Ya lo tenía todo...¿tenía que tomarte también a ti? ¿es que no lo ves? ¡Toda su maldita existencia se reduce a eso! Ella gana y yo pierdo...pues no esta vez.
—No puedes hacerla responsable, no puedes...nada de eso fue su culpa. Estás tan cegada de resentimiento ¿no te das cuenta de todo el daño que haces? si quieres desquitarte con alguien, hazlo con el hijo de puta de tu padre, pero deja a Haye fuera de esto, o te juro por Dios....
—¿Qué harás? ¿huh? ¿no entiendes que no hay nada que puedas hacerme que se compare al sufrimiento que he pasado? Ya no me importa si me odias o si no quieres volver a verme en tu vida. Tú me diste una opción, así que estoy haciendo lo mismo por ti. Ahora bien, o puedes decírselo y destruir su patético mundo tú...o puedo hacerlo yo. Tú decides.
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