❛ 21 ❜

U N P L A N N E D
veintiuno
❀̸
𝓒onfesiones de medianoche
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

❝ Y de repente, eres tú el indicado, a quien he estado esperando. ❞

King of my heart, Taylor Swift.

10 DE FEBRERO, 2019
23:35 pm.


❪ ❛ JEON JEONGGUK ❜ ❫


      ▬▬ NO HABÍA ESTADO tratando de evitar deliberadamente la presencia de Eunbi en la fiesta, yo sinceramente me olvidé de que ella se encontraba aquí. En mi cabeza no había espacio para otro problema, con el asunto de Sowon, mi abuelo y todo lo que estaba sintiendo por Haye ya tenía más que suficiente, pero por supuesto que Eunbi creyó que era personal, y me lo hizo saber mientras bloqueaba mi camino hacia Haye...como si no hubiese estado esperando pacientemente por más de media hora a que Jimin por fin se alejara de ella.


—Veamos, primero me dejas plantada; luego, ya no respondes mis mensajes; y ahora me ves, pero apenas me saludas, ¿y dices que no estás evitándome? —señaló, enarcando una de sus cejas inquisitoriamente.

 
—No te dejé plantada —me defendí, tampoco estaba evitándola, simplemente no estaba prestándole atención, tenía otras cosas en la mente—. Te dije que no iría. Y también te dije porqué.


—Sí, porque estás conociendo a alguien más y no quieres "traicionar" su confianza, ¿no? pues entonces ¿por qué le dijiste a Seulgi que querías que viniera para poder verme, uhm?


Maldita seas, Seulgi.

 
—Pensé que tal vez habías cambiado de opinión y que querías decírmelo en persona, pero estoy aquí y no me has dado ni siquiera cinco minutos de tu tiempo. Es que...en serio no te entiendo, ¿a qué estás jugando, huh?

 
Sabía que estaba haciendo mal cuando decidí quedar con Eunbi, pensé que si salía con ella, tal vez podría sacar a Haye de mi cabeza, pero había sido un error, no podía utilizar a otras chicas sólo para tratar de convencerme de una mentira, sabía eso, estaba mal, así que decidí ser honesto con ella, pero Seulgi tenía que entrometerse y joderlo todo...ah, ni siquiera sabía de dónde carajos sacó que quería estar con Eunbi, cuando le hablé sobre la chica que estaba en mi cabeza, definitivamente no describí a Eunbi.


—No estoy jugando a nada, fui honesto contigo ese día, Seulgi...ella malinterpretó las cosas, yo nunca le pedí nada.


Eunbi puso sus ojos en blanco y negó con su cabeza, no me estaba creyendo, genial. —¿Y por qué Seulgi se inventaría algo como eso, eh? ¿Qué fue lo que le dijiste como para que llegara a esa conclusión?


—No dije que se lo inventara, dije que malinterpretó las cosas, yo...le hablé sobre esta chica que me gusta y supongo que creyó que eras tú porque Joohyun le contó que supuestamente nos vimos. ¿Tú le dijiste que nos estábamos viendo?


—¿Qué? ¡No, yo no...! —comenzó a alterarse pero de golpe se calló, y entonces lo consideró—. Yo no...uhm, no le dije eso, pero...sí le comenté que nos veríamos.

 
Bueno, de ahí surgió el maldito rumor entonces. Eunbi le contó a Joohyun que nos veríamos, pero seguro no le contó que al final eso no ocurrió, entonces Joohyun se quedó con la idea de que sí nos vimos y como era incapaz de mantener la boca cerrada, fue y se lo contó a Seulgi. Y entonces Seulgi sacó la más errónea de las conclusiones pensando que cuando le hablé sobre la chica de la que estaba interesado, estaba hablando de Eunbi. Mierda, que puto lío.

 
—Ahí tienes tu respuesta entonces —repliqué impaciente, tenía que hablar con Haye y ella me estaba haciendo perder el tiempo—. Lo siento si viniste hasta aquí por mí, pero lo que sea que Seulgi te haya dicho, yo no tengo nada que ver con eso.

 
Asumía mi parte de la responsabilidad, pero ella también era responsable, el que le contara a la boca suelta de su amiga algo que se suponía que era entre los dos fue lo que generó este malentendido.

 
—¿Entonces...—ella aclaró su garganta—, esto...nosotros...se acabó definitivamente?

 
¿Qué pregunta era esa? Ah, maldita sea, en serio que no entendía una mierda, ¿por qué tenía que complicar algo que no lo era? Habíamos terminado cuando se mudó, y eso era todo, si nos vimos un par de veces luego de eso no fue porque lo "nuestro" continuara, simplemente nos divertíamos y ya, creía que ese era el acuerdo, fuera de eso, ella no tenía ninguna obligación conmigo ni yo con ella, pero no tenía ni puta idea de cómo decirle eso sin sonar como un imbécil.

  
—Es un sí o un no, Jeongguk —viró sus ojos.


—Creí que ya habíamos acabado.


—Sabes a lo que me refiero —bufó, también estaba impaciente—. ¿Ya no...uhh, no seguiremos viéndonos?


—No —fui directo esta vez, no quería hacerla sentir mal pero ya no quería generar más confusiones.

 
El silencio que surgió entre nosotros fue jodidamente incómodo, pero ella lo aceptó, asintiendo lentamente como si tratara de hacerse a la idea. —¿Entonces...en serio estás coladito por esta chica?

 
—Creo que eso no te incumbe.

  
Ya habíamos aclarado la situación, no le debía más que sinceridad, tenía cosas más importantes que hacer.


—¿Es Sowon, verdad? —insistió.

 
—No.

 
—¿En serio? —sonrió incrédula.


—Que no —resoplé—. Creo que ya...


—¿Y quién es entonces? —miró a su alrededor—. Venga, ¿Dónde está?

 
—No está aquí.


—Por favor —pidió, como si hubiera alguna posibilidad de que se lo dijera—. Sólo quiero saber quién es la chica que finalmente te atrapó, anda, vine hasta aquí y quedé como una idiota, al menos satisface mi curiosidad.


—Te dije que no está aquí.


Ella bufó, haciendo un puchero que no le hizo nada a mi postura. —Bueno, como sea, entonces si no está aquí, supongo que no le molestará que bailes conmigo un rato.









































11 DE FEBRERO, 2019
00:08 am.


❪ ❛ BAE HAYE ❜ ❫


▬▬ MIRÉ MI REFLEJO en el espejo del baño y me tomé todo el tiempo del mundo en arreglar el desastre al que se redujo mi cabello después de salir al jardín. No contaba con que hubiese tanto viento cuando Seulgi me arrastró fuera de la casa chillando de lo emocionada que se encontraba por el maravilloso regalo de Yoongi, ¿y cómo no? el chico le había regalado un viaje con todo pagado a la isla Milaidhoo, incluso yo me encontré a mí misma brincando de la felicidad cuando me lo contó.

  
Yoongi había trabajado como loco y había ahorrado dinero durante todo el año para darle ese regalo. Ese chico hacía que las expectativas de cualquiera crecieran pero monumentalmente. Él era muy lindo con ella. Me sentía feliz de que Seulgi encontrara a un chico como él, los dos eran muy afortunados de tenerse, siempre que los veía, no podía evitar preguntarme ¿cómo se sentía? todo eso de tener a alguien que te quiera y que tú quieras del mismo modo.


Hasta ahora, nunca había pensado mucho en cosas como esas, por supuesto que sí imaginaba y soñaba despierta con cómo sería encontrar a esa persona, pero nunca había sido nada en serio, sólo infantiles ensoñaciones, sin embargo, ahora...era como si no pudiera pensar en otra cosa, y Dios, en serio apestaba. Estaba mucho mejor sin todos estos sentimientos, era más feliz y vivía mucho más tranquila, agh, no entendía por qué diablos, la primera que vez sentía real interés real por alguien, tenía que ser precisamente por quien no debía. Quería llorar porque en serio, en serio no quería sentirme así, pero...supongo que estaba aprendiendo cosas nuevas sobre mí.

   
Querido diario: creo que soy adicta al dolor que me produce el querer a alguien tan inalcanzable.

  
En este punto, ni siquiera podía quejarme, no era como si no me hubieran advertido muchas veces que sentir cosas por Jeongguk era una muy mala idea. Ah, todo esto me hacía pensar muy drásticamente— en que tal vez esto no era para mí. Tal vez había hecho bien al no permitirme sentir esta clase de cosas.

 
Esta noche había tenido la oportunidad de conocer a muchos de los amigos de Seulgi, sin embargo, cada vez que alguno de ellos se me acercaba, me daban ganas de salir huyendo. No creía que fueran malos chicos, pero sí eran...demasiado, fue un poco incómodo verlos fanfarronear y alardear de una manera tan poco sutil, lo sentí todo demasiado forzado y poco natural, el acercamiento del idiota en la tienda de conveniencia fue menos embarazoso, me refiero a que, ¿quién se te acerca para presentarse y de inmediato comienza a darte señales de que le gustaría llevarte a pasear en su "nuevo" auto? fue tan extraño, pero...no lo sé, tal vez a algunas chicas sí les gustaba eso, aunque no creía ser yo la rara por querer huir en esa situación. En fin, no todos fueron tan malos, pero sí me sentí mucho mejor cuando Jimin se me acercó y los alejó.


No lo había visto desde la muestra, pero como siempre, era un gusto hablar con él. Jimin llegó diciéndome que venía a mi rescate y yo de inmediato me sentí aliviada, y agradecida. Me pareció un lindo detalle que se percatara de que no me sentía del todo cómoda con esos chicos a mi alrededor, y me pareció un detalle incluso más lindo que decidiera hacerme compañía para espantarlos. Junto a Jimin no me sentía fuera de lugar, con él se sentía como estar con un amigo, así que disfruté de su compañía hasta que Seulgi me arrastró con ella al jardín.

 
Después de terminar de preparar las cosas para la fiesta tuve tiempo de ducharme y cambiarme, gracias a Dios, y desde luego que me veía decente cuando llegué, escogí un lindo atuendo, arreglé mi cabello e incluso alcancé a maquillarme, sin embargo, mi cabello tenía la mala costumbre de arruinarse en el peor de los momentos, y el cambio de clima definitivamente no era mi amigo. Le debía mi actual desaliñado aspecto a Seulgi, por cierto, gracias por exponerme al mal clima.


Todo esto era fastidioso, por lo general mi aspecto no me causaba mayores complicaciones, pero hoy me sentía diferente.

 
Había estado tratando de no prestarle atención a Jeongguk en lo absoluto esta noche, pero sentía que mientras más lo intentaba, peor me resultaba. Y demonios, quería verme bien, todas las chicas aquí lucían fantásticas, y había sido testigo como al menos tres de ellas le hacían ojitos a Jeongguk, y aunque no quería que me importara...lo hacía. Eso me afectaba, me dolía el estómago, y odiaba ese sentimiento. Especialmente después de verlo charlar con la tal Eunbi.


No me gustaba la idea de compararme con otras chicas, pero no podía evitar hacerlo cuando esas despampanantes criaturas trataban de llamar la atención del chico que tenía mi cabeza hecha un lío.


Estos enamoramientos en definitiva no eran para nada divertidos.

 
Ni siquiera lograba comprender cómo había llegado a este punto tan rápido, ¿Así era cómo funcionaba? ¿Un día un chico es sólo eso, un chico, y al otro día no puedes sacarlo de tu maldita cabeza? Porque sentía que justo así había ocurrido conmigo. Digo, por supuesto que había pensado que Jeongguk era atractivo desde el primer momento, pero no lo veía de la forma en la que lo veía ahora.

   
Algunas semanas atrás definitivamente no habría sentido una presión en mi pecho al verlo sonreírle abiertamente a alguien más, tampoco me habría importado que alguien más se le acercara y le coqueteara, o verlo bailar tan cerca junto a otra chica, pero ahora, ugh...no dejaba de pensar en eso.

 
Y no podía seguir así. Necesitaba encontrar algún tipo de control sobre mis emociones, porque si seguía de este modo sólo terminaría con el corazón roto, así que ahora debía regresar ahí e ignorar deliberadamente todo lo que sucedía con él. Ignorarlo y hacerme a la idea de que así eran las cosas. De alguna forma debía lograr hacer que mi mirada no viajara inconscientemente hacia él, ni que lo buscara, ¿qué tan difícil podía ser? me pregunté a mí misma en lo que miraba mi reflejo por última vez.


Desafortunadamente, la poca estabilidad que logré reunir, desapareció en el momento que abrí la puerta del baño.


—¡Ay, mierd...! —exclamé abruptamente por la sorpresa, mordiéndome la lengua justo antes de terminar esa mala palabra.

  
Esto no podía ser, ¿acaso estaba siendo castigada por alguna razón que desconocía?


Dios, ¿es en serio? —musité, llevando una de mis manos a mi pecho, tratando de calmar mi asustado corazón y de recuperar la compostura.


—Lo siento —se disculpó Jeongguk vagamente, echándose hacia atrás—. Perdón, no quería asustarte.


No creí que esa fuera su intención...pero sí me espantó, lo que menos esperaba, después de darme ánimos y fuerzas para ignorar su existencia, era que estuviera justo cruzando la puerta.


—Ya...y yo, uh, no quería gritarte —me trabé, torpe, sacudiendo ligeramente la cabeza—. Como sea, adelante.

 
Me hice a un lado, permitiéndole la entrada al baño, ay, pero que escena más representativa de la incomodidad.


—Espera —exclamó precipitadamente, advirtiendo que mi intención era irme—. Espera, uhm, yo no...no vine a eso —manifestó titubeante, rascando la parte trasera de su cabeza—. Sólo estaba...quería...ah, al diablo...¿sabes lo difícil que ha sido encontrarte sola esta noche?


¿Huh?


Mi ceño se frunció y lo miré visiblemente confundida. ¿Y él me decía eso? No era como si él no hubiera estado acompañado toda la noche.


—¿Así que me seguiste al baño? —inquirí.


—Bueno...sí, no lo pensé bien —concedió, pasando una de sus manos por su cabello, maldición, odiaba que hiciera eso, se veía tan condenadamente atractivo cada vez que lo hacía—. Es que...quería hablar contigo.


Se explicó, pronunciando las palabras muy rápido, oh no, de inmediato mi cerebro se puso en alerta.


—Es importante —agregó, con inconfundible nerviosismo reflejado en su rostro y en sus palabras.


—¿Ahora? —reparé, si era importante, no veía cómo sería prudente hablarlo ahora.


—Si no lo digo ahora, sé que buscaré la forma de convencerme de no decirlo nunca —expresó, sin mirarme a los ojos.

  
Contuve el aliento al oír cierta desesperación en su voz, no estaba entendiendo nada, ¿qué había para hablar? él ya lo había dicho todo, pensé, aunque...había una pequeña parte dentro de mí que gritaba que eso no era cierto, que aún había más, demonios, ahora estaba nerviosa, tuve que luchar contra las frenéticas pulsaciones en mi pecho y tratar de arreglármelas para no lucir afectada.


—¿De qué se trata esta vez? —cuestioné, formando una línea recta con mis labios, tenía que intentar lucir seria y no como si estuviera a punto de que mis rodillas cedieran.

 
Aún me sentía cabreada con él por...bueno, por ser él, sin embargo, me sentía aún más cabreada conmigo mismo por darle tanta importancia. Sólo me había molestado que no me tomara en serio porque yo realmente deseaba que él lo hiciera. Y tal vez era infantil de mi parte, pero apenas estaba aprendiendo a lidiar con esto.


—¿Podemos...hablarlo en otro lugar? —pidió, aunque por la inseguridad en su voz, casi sonó como un ruego. Y sí, tal vez este no era el mejor de los lugares.


—Bien —cedí, encogiéndome de hombros, como si no me importara en lo absoluto—. ¿Dónde?


—No lo sé, donde podamos estar solos.


Oh, oh.
Mala idea.

 
No quería estar a solas con él, más bien, no podía, hacía cosas estúpidas cuando no había nadie más alrededor y luego, cuando recordaba todo, cada palabra, cada acción, me sentía como una estúpida. Y eso era sin mencionar que mientras más tiempo pasaba junto a él, más me confundía. Él me confundía. Yo quería creer que podíamos ser amigos, pero luego lo veía, lo tenía cerca y...ugh, por la forma en la que me hacía sentir, no parecía posible.

   
¿Pero cómo iba a negarme ahora?
Necesitaba saber por qué había venido por mí.


—O puedo decírtelo aquí —ofreció cuando vio la indecisión en mi rostro—, como tú quieras.


Bueeeeno, tal vez si no nos encontráramos fuera del baño, en donde cualquiera podía aparecerse e interrumpirnos, no sería tan mala idea, pero ese no era el caso, así que...al diablo.


—No, yo...está bien...uhm, vamos a otro lugar —cedí, deseando internamente que esta decisión no fuera a explotarme en la cara.















































11 DE FEBRERO, 2019
00:19 am.


❪ ❛ BAE HAYE ❜ ❫


▬▬ ESCUCHÉ A JEONGGUK suspirar aliviado cuando se percató de que después de llegar a nuestro destino, por suerte, el lugar se encontraba vacío. Entendí el sentimiento porque si después de escabullirnos hasta aquí hubiésemos llegado y encontrado a alguien más, habría sido muy decepcionante. Pero hey, al parecer era nuestra noche de suerte, escuché celebrar a la irónica voz dentro de mi cabeza.

 
La primera, y también única vez que habíamos estado en este lugar, Jeongguk y yo nos encontrábamos escondidos detrás de un árbol, invadiendo la privacidad de Taehyung y Dani. Y era curioso, se sentía como si hubiera pasado mucho tiempo desde eso, el tiempo transcurría de manera extraña algunas veces.


El espacio era igual de hermoso como lo recordaba, podía entender porqué era el lugar preferido de Seulgi, te provocaba una inusual sensación de paz. Quería curiosear por los alrededores, pero lamentablemente no era para eso por lo que estábamos aquí.


—De acuerdo, creo que ya estamos lo suficientemente apartados de todo el mundo —observé, atreviéndome a hablar.

 
No iba a andarme con rodeos, estaba muriendo de la incertidumbre y la ansiedad, así que lo que sea que quisiera decirme, necesitaba escucharlo ya, tenía una imaginación demasiado proactiva y estas cosas no le hacían ningún bien a mi inestable sistema nervioso.


—¿Y bien? Te escucho —animé, tratando de que no temblara mi voz.

    
Esta situación me tenía con los nervios de punta, mis manos habían comenzando a temblar de camino acá.


—¿Sigues molesta conmigo? —curioseó inocentemente y yo tuve que obligarme a no ceder ante sus encantos, tenía que ignorar lo inofensivo y encantador que podía lucir cuando se lo proponía.


—No estaba molesta, simplemente...—quise mentir, pero Jeongguk me miró como quien adivina tus intenciones, así supe que negarlo iba a ser inútil—. Vale, sí estaba un poco molesta. Estoy.

 
Él asintió suavemente. —¿Es porque crees que no te tomo en serio?


—Sí —admití, agachando la mirada y encogiéndome de hombros, no me agradaba la idea de tener que decírselo, no quería que supiera que esto sí me importaba, y mucho, pero al mismo tiempo sabía que mentir no iba a hacerme sentir mejor—. Entre otras cosas.

   
Los ojos de Jeongguk se alzaron curiosos, tratando de buscar los míos. —¿Puedo saber cuáles son esas otras cosas? —preguntó, con su voz sonando amortiguadamente sosegada.


—No —repliqué de manera arrebatada, arrepintiéndome al instante por sonar tan a la defensiva, a pesar de que tenía razones válidas para negarme—. Tú no eres del todo honesto conmigo, Jeongguk, así que no puedo ser del todo honesta contigo.


Era lo justo. Tal vez era infantil, pero si las cosas entre nosotros no eran recíprocas, entonces prefería que no fueran y ya. Jeongguk me ofrecía migajas, decía cosas que me confundían y me descolocaban, y luego se retractaba, y yo no podía tomar nada de esto en serio si él se comportaba de esa manera, no tenía sentido.

 
—Pero está bien, no tienes que ser honesto conmigo si no quieres, tampoco tienes que explicarme porqué haces lo que haces, porque yo supongo que por eso fue que me trajiste hasta aquí —podía jurarlo, él seguramente no quería que las cosas entre nosotros fueran extrañas después de mi reacción esta tarde—. En serio, no es necesario, no hay razón para complicar las cosas, sólo soy alguien con quien pasas el rato de vez en cuando, realmente no tienes que preocuparte por mí.

  
Forcé una sonrisa y traté de sostener su mirada. Esperaba que eso le diera paz, pero no fue así, rayos. Jeongguk me miró, se veía triste, dolido, pero no supe qué fue exactamente lo que lo hizo sentir así.

  
—¿Crees que sólo eres alguien con quien paso el rato?

 
Preguntó, su ceño profundamente fruncido y sus labios descansando en una línea recta. Odié pensar en que tal vez lo había lastimado con mis palabras, pero eso era lo que pensaba, ni siquiera estaba tratando de hacerlo sentir mal, eso era lo que estaba en mi cabeza.


—¿Y qué otra cosa podría ser? —me escuché murmurar.

¿Amigos? Esa era una mentira, no éramos amigos, la forma en la que se comportaba a mi alrededor no era sólo de "amigos". Las cosas que decía, no las decía un amigo. Nuestra conversación de la otra tarde definitivamente no había sido de amigos. El decía que no era bueno para mí, sin embargo, me buscaba, se acercaba...tomaba mi mano, decía cosas que me confundían, pero al final del día...esto no era más que un juego, él decía una cosa, pero hacía y demostraba otra, no me tomaba en serio, entonces por supuesto que comenzaba a creer que no le importaba en lo absoluto.


—Haye —dijo en un suspiro—. ¿De verdad no lo ves? Porque has sido más que eso desde que estuvimos aquí por primera vez —expresó él, dando un vacilante paso en mi dirección, como si no estuviera seguro de qué movimiento hacer a continuación—. Puede que incluso desde antes de eso.


No.
No quería escuchar eso.

 
Dejarme creer que tal vez él podía sentir lo mismo que yo no era seguro para mi ingenuo corazón, jugar con eso rozaba la crueldad. Él fue claro, sentía algo por mí, pero no sentía lo suficiente como para que significara algo.


—Preguntaste qué es lo que quería, ¿no? —cuestionó, haciendo alusión a nuestra charla de esta tarde—. Quería decirte que estaba tan jodidamente arrepentido de decirte que debíamos sólo ser amigos.

 
Confesó casi con desesperación, como si hubiera estado reteniendo aquella declaración durante días. Y esta me desconcertó. Todo en ella lo hizo: sus palabras, su voz, la forma en la que me miraba. De pronto se volvió difícil respirar. El corazón me dio un vuelco violento y tuve que inhalar profundamente para calmarme.


—Y soy un imbécil...y un cobarde porque seguramente no me habría atrevido a decirlo si no te hubiera visto con Jimin esta noche —admitió, empapando con frustración cada palabra, parecía que estuviera enojado consigo mismo.

  
Y demonios, no estaba entendiendo absolutamente nada.


—¿Qué? —fue todo lo que pude decir en medio de la impresión—. ¿Jimin? ¿Qué...? ¿Qué tiene que ver Jimin con esto?


—Estoy celoso, Haye —declaró sin más, exhalando todo el aire en sus pulmones en el proceso, como si acabara de quitarse el peso más grande de encima.


Celoso.
Já.


¿Él estaba celoso? Por Dios, si tan sólo supiera como cada pensamiento mío en las últimas semanas se había ceñido únicamente sobre él, entonces no se atrevería a decir esa ridiculez.

 
—Me pasé la noche viendo como esos idiot...esos tipos trataban de acercarse a ti. Fue una puta tortura...lo odié, cada maldito segundo, pero cuando te vi con Jimin, yo...me estaba matando.


Oh.
Diablos
¿Y cómo carajos debía de tomarme eso?

 
¿Sólo por eso era que me estaba diciendo esto ahora? ¿Se sentía amenazado por Jimin? Porque si esa era la única razón, entonces no quería seguir escuchando. No quería que me quisiera sólo porque pensaba que alguien más también lo hacía.

 
» —Nunca he sido celoso, pero verte con él me hizo pensar en lo mal que he estado haciendo las cosas contigo, yo...me hizo contemplar en cómo me sentiría si te interesaras en él de esa forma, o en cualquier otro, y sentía como si alguien estuviera moliéndome a golpes cada vez te veía sonreírle. Y yo no...ah, ¿cómo demonios podría quedarme ahí y ver que mires a alguien más con esos impresionantes ojos de la manera en la que quiero que me vean a mí?


Jeongguk estiró su mano y al alcanzar la mía, con un movimiento gentil y parsimonioso me jaló hacia él. Yo apenas fui consciente de su cálido tacto cuando mi corazón entró en estado de frenesí. Ay, por Dios, estaba a punto de comenzar a hiperventilar aquí, esto era demasiado para mí.


¿Qué demonios se suponía que iba a hacer ahora?

 
El lugar en mi corazón en el cual Jeongguk tomó residencia, comenzaba a crecer aún más. Estaba perdida.


—Entendí que esas eran las consecuencias de mis decisiones, no podía intervenir, no tenía ningún derecho de hacerlo, ni siquiera tenía derecho a sentirme mal, pero con cada idiota que se te acercaba, se rompía un poco más mi voluntad, y yo no...no puedo dejar de cuestionarme la estúpido decisión de permanecer lejos de ti.


Una cálida sensación de hormigueo recorrió mi cuerpo cuando me encontré peligrosamente cerca de él...y mi respiración se aceleró sabiendo que él me miraba. Que el en serio, en serio me admiraba.

 
—No tengo nada en contra de esos chicos, pero ahora ellos quieren lo que yo quiero —reveló—. Y tal vez si se tratase de alguien más podría considerar el alejarme, pero no contigo. No puedo dejar que te tengan. Lo que tenemos...no quiero perderlo, así que me temo que no seré capaz de simplemente sentarme y conformarme con verte de lejos.


Las palabras de Jeongguk calaron hondo dentro de mí y yo sencillamente no podía creer lo que estaba escuchando.  Mi cerebro parecía haberse desconectado, todo en mi sistema estaba fallando. Repetía, esto era demasiado, sin embargo, en el momento en el que sus dedos se entrelazaron con los míos, me di cuenta de que nunca había deseado nada en mi vida tanto como deseaba sentir esta conexión con él. Mierda.


—¿Estás seguro de lo que estás diciendo? —pregunté, mirando directamente sus ojos, necesitaba ver que tanta honestidad estos reflejaban—. ¿No cambiarás de opinión mañana por la mañana?


—No lo haré —prometió—. Haye, tenía mucho miedo de meter la pata contigo, pero sé que si no lo intento...sé que si no escucho lo que mi corazón me pide ahora, voy a arrepentirme. No quiero perder la oportunidad de tener algo bueno sólo por temor a no ser merecedor de ello.


Me asustaba. Todo esto me asustaba como el demonio, pero no podía negar que al mismo tiempo me emocionaba. Me sentía eufórica. Y aunque tal vez rendirme ante el sentimiento no era una buena idea, mi corazón me recordó con un fuerte golpe en el pecho que si decía que no, me arrepentiría también.


—Pero es tu decisión —dejó la última palabra en mis manos, observándome con inequívoca ilusión en sus ojos, ay, mamá—. No voy a ofrecer cosas que no puedo darte, ni tampoco prometer cosas que no puedo cumplir, no es así como quiero que sean las cosas. Y con eso me refiero a que no quiero presionarte ni apresurar las cosas, quiero...seguir conociéndote, quiero pasar tiempo contigo, no como amigos —fue muy claro esta vez, tanto que mis rodillas se sintieron débiles, Dios, estaba tan nerviosa—, pero depende de ti. Si no es eso lo que tú quieres, lo entenderé...me alejaré y te dejaré en paz. Lo prometo. Pero si me quieres, Haye, entonces soy tuyo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top