❛ 05 ❜
U N P L A N N E D
cinco.
❀̸
❛ 𝓕iesta ❜
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
❝ No dejes que las apariencias te engañen, pequeña niña, que incluso el ángel más bello puede ocultar el más oscuro de los corazones. ❞
ㅡBailey Rennae.
26 DE ENERO, 2019
00:28 am.
❪ ❛ JEON JEONGGUK ❜ ❫
NO ME GUSTABAN LOS escándalos, odiaba quedar en medio de ellos y por la forma en la que Mirae me estaba clavando dagas con la mirada, pude deducir que estaba a punto de presenciar uno.
—¿Por qué estás aquí? —le pregunté directamente, acercándome a ella.
Tomé con cuidado a Mirae del brazo para alejarla unos cuantos metros de donde nos encontrábamos, pero ella no quiso moverse ni un centímetro, sólo se quedó allí, clavada y firme en su lugar.
—¿Esto es en serio? —cuestionó ella, cruzando los brazos sobre su pecho y enarcando una de sus cejas—. ¿De verdad vas a ser así?
Maldita sea, ¿Por qué hacía esto? ¿Qué era esa postura y esa mirada inquisitoria? ¿Acaso estaba esperando alguna explicación? Porque no le debía una, no le debía nada, tan sólo habíamos salido un par de veces, el demente de su ex novio casi me mató a golpes por eso.
—No sé de qué estás hablando, pero te hice una pregunta —repetí, no iba a caer en su juego—. Creo que fui claro la última vez.
Por eso no entendía por qué lucía tan cabreada, lo que sea que tuviéramos se había acabado, así que esto era innecesario. Mirae era una linda chica, sí me gustaba, pero...no tanto, supongo, su personalidad me recordaba a la de Sowon, en mi experiencia eso no era bueno.
—¿Crees que fuiste claro? Sólo me dijiste que ya no querías que siguiéramos viéndonos, no...—¿y eso no era ser claro? Ella hizo una pausa, tomando una bocanada de aire como si buscara contenerse de alguna forma—. He tratado de hablar contigo toda la semana, te llamé y te escribí, estaba preocupada por lo que sucedió la otra noche, yo...creí que estabas molesto por eso, pero ahora veo porqué no querías verme.
Tenía que ser una puta broma.
Pero que manera de sacar conclusiones erróneas y convencerte de que eran la verdad, pensé, recordando porqué era que había dejado de tener relaciones serias en primer lugar. No tenía ánimos para hacer esto, mucho menos enfrente de otros, sabía lo que Mirae estaba tratando de hacer y no me gustó la despectiva forma en la que miró a Haye por encima de mi hombro.
Sabía lo que Mirae debía estar pensando y aunque en cualquier otra ocasión no me habría importado, esta era Haye, ella era importante para Seulgi y Seulgi era importante para mí, así que no quería que la hicieran pasar un mal rato por un absurdo malentendido.
—No tenías que venir hasta aquí para decirme eso, te dije justamente que no quería esto, escándalos, pero aquí estás...
No quería involucrarme con todo su drama y había sido sincero al respecto, su ex había reventado los neumáticos de mi jodido coche, no quería tener que lidiar con esa mierda sólo para enrollarme con ella, por esa razón había dejado de responder sus mensajes y sus llamadas, simplemente no le veía sentido a seguir hablando después de eso. Ahora, si mis razones no eran suficientes para ella, ese no era mi maldito problema.
—¿Estás hablando en serio? —cuestionó—. Ah, Jeongguk de verdad que eres...—Mirae sonrió con incredulidad, mordiéndose el labio antes de continuar—. Exactamente como dicen que eres.
Bien.
¿Se suponía que eso fuera a quitarme el sueño?
No me gustaba todo eso de la victimización, tampoco me gustaba ser siempre "el malo" cuando las cosas terminaban, especialmente no cuando se suponía que hacía lo correcto al ser honesto, pero si así tenía que ser, pues ya qué. No podía hacer nada con el concepto que otros tenían sobre mí, así que simplemente había llegado al punto en el que la mayor parte del tiempo, sencillamente no me importaba, yo era la única persona que sabía cómo eran las cosas en realidad, y no, sabía que no era un santo, sí la cagaba...y mucho, pero tampoco era la basura que decían que era, aunque ya no me preocupaba el tratar de demostrarles lo contrario. Si esas personas querían pensar lo peor de mí, pues que lo hicieran, mi consciencia estaba tranquila.
Eso aplicaba para Mirae.
—¿Eso es todo? —pregunté, queriendo terminar con esta ridiculez de una vez.
Mirae frunció sus labios y nuevamente la vi mirar por encima de mi hombro, con una no muy buena intención reflejada en sus ojos.
—Ten cuidado con él —esta vez se dirigió a Haye, sonriéndole cínicamente—. Le gusta arruinar a chicas que lucen tan inocentes como tú.
Joderrr.
Sí que estaba poniendo a prueba mi paciencia.
Me volteé para presenciar el momento exacto en el que Haye nos miró a ambos con evidente, y más que justificaba, confusión. Esto era jodidamente absurdo, Mirae de verdad me estaba rompiendo los huevos, ¿Por que no podía sólo seguir con su bendita vida? ¿Esto era necesario? No me gustó para nada la insinuación en sus palabras, así que tuve que luchar contra el fuerte impulso de sacarla de mi casa de una forma no muy caballerosa.
—Hazme caso, perderá el interés en ti en cuanto consiga lo que...—agregó a medias, pero sólo porque fue interrumpida antes de terminar su mal intencionada oración.
—El despecho no es un color que se vea bien en ti, ¿No te lo han dicho? —habló Seulgi, apareciendo de pronto con un vaso de lo que parecía ser bebida en su mano. Agradecí que interviniera antes de que yo tuviera que hacerlo, aunque esperaba que no malinterpretara todo esto también—. Guárdate tus consejos, y no te preocupes por esta "inocente" chica, para eso estoy yo.
El sarcasmo que Seulgi utilizó para hacer énfasis en las palabras "inocente" no pasó para nada desapercibido, su mirada asesina tampoco, pero agradecí su intromisión porque sólo eso bastó para que Mirae cerrara la boca. Sabía que ella no se retractaría ni nada que se le pareciera, así que tuve que conformarme con verla virar sus ojos y retirarse no precisamente de muy buena gana.
—¿Viste eso, Haye? Justo así es como sobrevives siendo amiga de este problemático chico —añadió Seulgi, dándole un sorbo a su vaso—. Acabas de experimentar de primera mano lo que es ser atacada por ser asociada a este dolor en el culo.
Sí, bueno, eso no me ayudaba, pensé mientras Seulgi me daba una palmada en la espalda. Mi vida no era así...no a diario, esta había sido una situación desafortunada.
—Lo siento, Haye —me disculpé con ella, pasando nerviosamente una de mis manos por mi cabello porque a decir verdad, por primera vez en mucho tiempo, sí me sentía avergonzado—. Mirae malinterpretó las cosas.
—Tal vez porque lleva tu chaqueta —inquirió Seulgi, advirtiendo ese detalle—. Eso es muy de parejita enamorada, ¿Saben? —nos molestó, acurrucándose en la calidez de su chaqueta, la cual era de Yoongi, sólo para probar su punto—. Como sea, nada de esto me sorprende, tienes la mala costumbre de fijarte en las chicas más fastidiosas.
—¿Eso era necesario? —bufé.
—Es la verdad, no te hagas el...
—Está bien —intervino Haye—. No pasa nada, creo que entendí como el cinco por ciento de lo que acaba de suceder.
—Por suerte —expresó Seulgi—. Ahora, vamos a fingir que esto nunca pasó, ¿sí?
Ojalá no hubiera pasado. Sentía que mi imagen frente a Haye empeoraba cada vez que alguien abría la boca. Y eso no me estaba gustando. Para el final de la noche ella iba a pensar que no era más que basura.
—¿Vieron que Dani y Taehyung se fueron a caminar solos? —chismoseó Seulgi, levantando y dejando caer sus cejas en un gesto sugerente.
Sí, bueno, algo estaba sucediendo entre esos dos, Dani insistía en negarlo, pero era obvio.
—Creí que a Dani no le interesaba Taehyung —expuso Haye, visiblemente confundida.
—No, Dani finge que no le interesa Taehyung —aclaré para ella.
—Deberíamos averiguar lo que está pasando entre esos dos —sugirió Seulgi, volviéndose de pronto demasiado entusiasta.
—No seas entrometida —dije, a lo que Seulgi respondió enseñándome su dedo medio.
—Como si no quisieras saber —acusó—. Los vi yendo hacia mi lugar, tengo que asegurarme de que no estén haciendo cochinadas en mi lugar especial.
—Son Taehyung y Dani de quien estamos hablando —le recordé—. Taehyung no puede ni mirarla sin ponerse todo rojo.
El pobre llevaba enamorado de Dani media vida, de verdad que no conocía a otro chico más apasionado que él. Yo tenía la teoría de que él sería capaz de esperarla toda la vida si era necesario, lo cuál me parecía ridículamente admirable.
—Cierto —reconoció Seulgi, chistando la lengua—. De todos modos quiero saber, Haye...ven conmigo.
Los ojos de Haye se alzaron ante la mención de su nombre y la vi negar varias veces con su cabeza cuando Seulgi quiso tirar de su brazo.
—Estoy tratando de dar una buena imagen aquí, si me descubren espiándolos van a creer que...—empezó ella, hablando precipitadamente.
—No creerán nada, además no nos descubrirán —aseguró Seulgi, con esa malévola sonrisa suya—. Sólo vengan,¿Sí? No sean cobardes.
🥀
26 DE ENERO, 2019
01:19 am.
❪ ❛ BAE HAYE ❜ ❫
NECESITABA QUE ALGUIEN me recordara por qué rayos estábamos haciendo esto, pensé para mis adentros mientras torpemente hacia mi camino por entre medio de los árboles. Teníamos veinte años y había una fiesta desarrollándose a pocos metros de nosotros, ¿Y qué era lo que estábamos haciendo? Escabulléndonos en el gigantesco patio de la propiedad de Jeongguk para espiar a Dani y a Taehyung simplemente porque de pronto Seulgi se creía detective y sentía curiosa con respecto a su relación.
Ugh, maldije unas cuantas veces a mi amiga en mi mente, caminando con dificultad a través de la suciedad y el follaje mojado, tropezando con algunas piedras en el camino que obviamente no lograba ver porque estaba jodidamente oscuro.
—Cuidado —me alertó Jeongguk en voz baja, rodeando mi muñeca con su mano justo antes de que diera otro paso, deteniéndome.
Estuve a punto te meter el pie en un pequeño agujero que se encontraba justo frente a mí. Además de torpe, ciega.
—Ou, gracias —agradecí, retrocediendo un paso—. No veo casi nada.
Debíamos ser discretos, dijo Seulgi, y era por eso que ahora nos encontrábamos caminando por un lugar oscuro como la boca de un lobo.
—Sí, no sé por qué estamos haciendo esto —estuvo de acuerdo Jeongguk—. Ven por aquí —indicó él en un susurro muy despacio antes de inesperadamente tomar mi mano.
Sí, tomó mi mano.
Y yo morí.
Bueno, al menos mi sensatez lo hizo. Diablos, sabía muy bien, era plenamente consciente del hecho de que Jeongguk era la última persona en el mundo a la que debería de permitirle provocarme extrañas sensaciones en el estómago, pero ¿cómo demonios podía evitarlo? el chico me miraba y mi corazón se volvía todo loco. Ni hablar de si me tocaba.
Pero, ¿Era normal sentirse de esa forma, no? Es decir, probablemente todas las chicas se sentían de la misma manera cuando estaban cerca de chicos como Jeongguk, me consolé a mí misma, tratando de ignorar el hecho de que su cálida mano se encontraba entrelazada con la mía.
—¿Chicos? ¿Dónde diablos están? —murmuró Seulgi, se escuchaba cerca, pero no sabía exactamente dónde se encontraba.
—¿Dónde estás tú? —cuestionó Jeongguk de la misma forma.
Alcé mi rostro y pude ver a la distancia un lugar medianamente iluminada, entonces supuse que ahí es donde debíamos llegar.
—¡Ya puedo verlos! —chilló Seulgi en un murmullo, haciendo referencia a Taehyung y Dani.
—Como no haya nada entre esos dos, dejaré a Seulgi abandonada en el bosque —garantizó Jeongguk.
Sonreí para mis adentros al escuchar su declaración y continué caminando junto a él, permitiéndole que me guiara lo más cerca del lugar desde donde provenía la luz, tenía muchas menos probabilidades de terminar con un tobillo torcido de esa manera.
Cuando finalmente estuvimos lo suficientemente cerca, al fin pude tener una imagen más clara del hermoso lugar. Muy bonito. Estaba rodeado de árboles y diversas flores, y un par de sofás de mimbre y un pequeño pozo de fuego decoraban el exterior. Taehyung y Dani se encontraban sentados en una hamaca colgante, dándonos la espalda, y nosotros estábamos lo suficientemente cerca para poder oír de lo que hablaban —o eso esperaba— sin ser vistos.
Seulgi se encontraba escondida detrás de un gran arbusto, a unos metros de nosotros, mientras que Jeongguk y yo estábamos detrás del tronco de un enorme árbol. Todos los árboles eran muy grandes aquí.
Podía admitir que no me sentía del todo bien haciendo esto, seguramente Dani y Taehyung tenían cosas importantes y privadas de las que hablar, cosas que no nos incumbían, pero ya estábamos aquí y aunque no nos encontrábamos tan lejos, no era como si pudiera devolverme sola a la fiesta.
Jeongguk soltó mi mano en cuanto llegamos a nuestro destino, procediendo a ponerse justo detrás de mí. Sentí su pecho firmemente en mi espalda y me tensé.
Eso definitivamente no era bueno.
No para mi pobre y alterable corazón, pues ahora podía sentir la calidez que emanaba su cuerpo en todas partes. Y olía bien, tan bien, ah, por favor, Haye, control. Control.
—¿Escuchas algo? —susurró Jeongguk cerca de mi oído, ignorando evidentemente lo que su cercanía podía provocarle a una simple mortal como yo.
—¿Huh? di...uhm, digo...sí...sí, creo...creo que puedo escuchar algo —tartamudeé.
Dios, que bruta.
Lo había hecho bien hasta ahora, podía actuar con normalidad cuando no lo tenía pegado a mí, pero así no podía, y no era mi culpa, yo era tímida por naturaleza y las únicas veces que había estado tan cerca de un hombre habían sido por mero profesionalismo. A lo largo de los años en mi carrera había tenido que realizar un sinfín de coreografías en pareja, pero nunca se sintió como algo tan...íntimo. Ahora no debería sentirse de esa forma, eso lo sabía, simplemente estábamos escondiéndonos, por amor de Dios, pero lo hacía. Mi pobre sistema nervioso estaba sufriendo las consecuencias de mi nula experiencia alrededor de los chicos.
Concéntrate, Haye.
Traté de ignorar la cercanía de Jeongguk e intenté enfocarme únicamente en la distante conversación de Taehyung y Dani. El chisme debía de ser un distractor suficiente.
—Creo que ya deberíamos regresar —fue lo primero que escuché decir a Dani.
¡No!
¿En serio?
¿Tanta expectación para nada?
—¿Es una puta broma? —maldijo Jeongguk en voz muy baja, reaccionando de la misma forma que yo.
Pero entonces, justo cuando Dani hizo el ademán de bajarse de la hamaca, Taehyung la detuvo.
—Dani, espera...espera, tengo...uhm, tengo algo que decirte —fue lo que logré entender.
—Pues dilo.
—Es que...ah, yo...yo hice algo horrible —confesó.
Inesperado.
—Pero antes de decírtelo tienes que saber que eres tú la chica a la que yo amo —agregó un afligido Taehyung.
De acuerdo, este chico era en verdad adorable.
—Eso ya lo sabemos todos —se rió Dani—. Vamos, cuéntame, ¿qué puede ser tan terrible?
—Besé a Yiren.
Declaró Taehyung, provocando que incluso Jeongguk jadeara de la sorpresa. Oh, por Dios, bueno, eso si que no me lo esperaba. Miré de reojo hacia donde se encontraba Seulgi, quien me estaba mirando de vuelta, igual de sorprendida.
Se hizo un silencio sepulcral por unos segundos, yo estaba bastante segura de que Dani ya no se estaba divirtiendo.
—Digo, ella me besó, yo sólo...agh, no lo sé, fue muy extraño, no sé por qué lo hice —se apresuró en explicar Taehyung—. Estábamos haciendo nuestro proyecto y ella...uhm, ella dijo que sentía cosas por mí y me besó y yo no...ni siquiera sabía qué decirle, fue algo que simplemente sucedió. Y sé...sé que ninguna excusa es válida, pero todo sucedió muy rápido.
Wow.
Esto era de locos.
Nunca había escuchado a alguien tan afligido y atormentado por haber sido besado. Taehyung sí que se sentía culpable por ese hecho, era evidente en su voz.
—Da igual, como si eso me importara —replicó Dani finalmente, bajándose de la hamaca—. ¿Por qué me estás diciendo todo esto?
—Porque te amo hasta el infinito —juró él sin ninguna vergüenza.
Taehyung era brutalmente honesto y a mí me iba a explotar la cabeza con toda esta información. Era todo realmente confuso. ¿Acaso las relaciones humanas acostumbraban a ser tan complicadas?
—Eso dices —bufó Dani, con molestia en su tono de voz.
—Y porque estoy listo para recibir mi castigo.
—Ay, por favor, no seas tonto, tú puedes besar a quién quieras, ¿Cuándo vas a entenderlo, hm? —estalló ella, indudablemente molesta—. Te lo dije esa noche, sólo fue un beso, fue un error, nunca se repetirá, tú y yo nunca estaremos juntos, ¿vale? tú no...no significas nada para mí.
—Dices eso porque estás molesta conmigo —aseguró Taehyung.
—Ahí es donde te equivocas, la verdad es que estoy feliz por ti, incluso las personas como tú merecen estar en una relación —escupió Dani, fingiendo desinterés.
Taehyung era honesto con sus sentimientos, Dani no tanto.
—¿Qué? ¿Acaso creíste que íbamos a casarnos por ese insignificante beso? —preguntó ella, dejando escapar una carcajada carente de alegría—. No seas ridículo.
No podía asegurar nada, pero Dani parecía ser la clase de chica que protegía sus sentimientos actuando de forma despectiva e hiriente con los demás. Eso era lo que estaba haciendo con Taehyung y daba pena incluso ser testigo de la situación.
Era un poco abrumador.
Sentí a Jeongguk tensarse detrás de mí y me pregunté qué debía de pensar él al respecto. Jeongguk probablemente no era como Taehyung, no daba la impresión de ser la clase de persona que actuaba abiertamente con sus sentimientos, todo lo contrario. Aunque, yo sólo podía suponer.
—Lo siento —volvió a hablar Taehyung después de un silencio que se sintió eterno—. De verdad lo hago.
Desde donde me encontraba apenas pude ver como Dani agachaba su cabeza, tal vez tratando de evitar el contacto visual con Taehyung.
—Siento haber arruinado mi oportunidad contigo, si es que alguna vez tuve una —expresó apenado—. De verdad lo siento. Mis sentimientos por ti no cambiarán, pero puedo entender si ya no quieres verme...esto es mi culpa.
Vaya.
Estaba sinceramente conmocionada, ¿Era en realidad posible llegar a querer a alguien con tanta intensidad?
Tal vez Taehyung había cometido un error, pero de todos modos era evidente que lo que sentía por Dani era real, ¿Por qué ella continuaba rechazándolo?
—Ay, que tonto —volvió a sonreír ella, aunque era la clase de sonrisa que no llegaba a tus ojos—. No te preocupes por eso, además piénsalo, Yiren es una chica adorable, es perfecta para ti, harán una bonita pareja. Así que no te deprimas, cambia la cara, la frente en alto...que sean felices.
La voz de Dani se quebró al decir aquellas últimas palabras y me sorprendió la vulnerabilidad en su voz.
¿Por qué había presenciado esto? Ahora me sentía como cuando los protagonistas de mis series favoritas no se quedaban juntos al final. Esto no era lindo y era aún más triste considerando que eran personas reales.
Ya no quería seguir escuchando.
—¿De qué es tu perfume?
Preguntó Jeongguk de pronto, alejándome de los tristes pensamientos que estaba teniendo con respecto al amor y las relaciones amorosas. Su aliento me hizo cosquillas a un lado del rostro, no pude evitar estremecerme. No estaba usando perfume, sólo me había aplicado crema, creía que con aroma a vainilla, así que sólo respondí:
—Uhh...vainilla.
Creí que era el momento adecuado para voltearme y crear una distancia prudente entre nosotros, al menos antes de que mi corazón volviera a latir con fuerza. No quería que Jeongguk notara lo mucho que me afectaba el tenerlo tan cerca.
—Oye —musitó Jeongguk, retrocediendo lo suficiente como para que pudiera moverme con mayor libertad.
—¿Mh? —pregunté, girándome en mi lugar para poder verlo con la tenue luz que nos alumbraba.
No era fan de mirar a las personas a los ojos, cada vez que lo hacía me sentía intimidada, pero él me miraba así que hice el intento.
—Lamento lo de hace un rato, eso...uhm, no estuvo nada bien —se disculpó, tomándome por sorpresa—. Yo sé que no muchas personas tienen cosas buenas que decir sobre mí, pero...no soy tan malo.
Oh.
Alcé mi rostro inconscientemente ante sus palabras, estaba confundida. "No soy tan malo" ¿Realmente él sentía la necesidad de aclararlo? Sentí un poco de lástima por eso. Hasta ahora había sido testigo de lo mucho que las personas disfrutaban hablar sobre él, no debía de ser divertido vivir en la boca de los demás.
El ceño de Jeongguk se frunció sutilmente, de pronto no parecía muy conforme con sus palabras. —Creo que lo que trato de decir es que, las cosas que dicen, que puede que ya hayas escuchado, no todas son ciertas y...no lo sé, creo que no me gustaría que tuvieras un mal concepto sobre mí.
Entendía a lo que se refería, imaginaba que no debía de sentirse nada bien que las personas te juzgaran sin conocerte. Incluso Seulgi lo había dicho, ella no tenía una buena imagen de Jeongguk hasta que se tomó el tiempo de conocerlo...y ahora eran mejores amigos, eso decía bastante.
—Descuida, no lo tengo —afirmé honestamente—. Yo no...uh, hago eso...juzgar a las personas por lo que otros dicen de ellas, me refiero, eso no me incumbe. Tú has sido amable conmigo, en eso basaré mi opinión sobre ti.
Así debía de ser, ¿No? Yo no sabía cómo era él realmente, no conocía su pasado ni su historia, pero incluso si lo hiciera no lo juzgaría por ella, quería creer que era mejor que eso, además ¿Quién era yo para hacerlo? Y bueno, si me equivocaba al creer que era un buen chico, eso sólo el tiempo lo diría.
Al menos si es que llegaba a conocerlo más en algún punto.
Vi a Jeongguk abrir su boca con la intención de decir algo más, pero volvió a cerrarla al instante cuando escuchamos los pasos de Seulgi acercarse.
—Ya se fueron —nos informó, aún con un semblante de asombro en su rostro—. Eso que acaba de pasar estuvo muy fuerte —ni que lo digas—. Dani en verdad trató de ocultar su decepción de la mejor manera...no lo logró.
Seulgi se veía entre emocionada y ansiosa, tal vez porque su plan de espionaje había resultado, aunque no había sido lo que ella imaginaba.
—Buscaré la forma de hacer que Dani deje de ser tan cabezota —juró ella, esta vez paseando su mirada desde Jeongguk hacia mí—. ¿Y qué hay con ustedes dos? ¿De qué estaban hablando?
Enarcó una de sus cejas, intensificando así el gesto en su cara que exigía una respuesta.
—De que Taehyung debe estar con el corazón destrozado en este momento —respondió Jeongguk sin titubear—. Tengo que ir a consolarlo y ver que no hayan destrozado la casa en mi ausencia.
La fiesta, cierto.
—Tienes razón —asintió Seulgi—. Y ya estoy cansada, me embarré todos los pies, llamaré a Yoongi para que nos lleve a casa —me avisó, y yo no podía estar más de acuerdo con su plan—. Fue divertido, ¿no? Pero ha sido una noche laaaarga.
—Ni que lo digas.
Respondimos Jeongguk y yo al unísono, provocando que ambos nos mirásemos sincronizadamente y sonriéramos por aquella simple casualidad. Ay no, que bochorno.
—Woah, woah, woah, pero ¿qué ha sido eso, eh? ¿una nueva forma de coqueteo? —y ahí estaba Seulgi, avergonzándonos nuevamente—. Demasiado cursi para mí, que asco me dan.
—¿Siempre tienes que ser tan fastidiosa, huh? Sólo camina, niña, muévete —se limitó a decir Jeongguk, ignorando las palabras de mi amiga, quien le dedicó una burlona sonrisa antes de ser la primera en comenzar a caminar—. Ten cuidado, Haye...es por aquí.
Me indicó, tomando mi mano con total naturalidad en lo que me guiaba por el el camino que debíamos seguir. Tenía que dejar de hacer eso o si no realmente iba a necesitar de una fuerza superior para aprender a controlar el alboroto que provocaba en mi interior.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top