❛ 03 ❜
U N P L A N N E D
tres
❀̸
❛ 𝓜etanoia ❜
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❝ Espero que conozcas a alguien que te ame más de lo que tú lo ames, lamento no ser esa persona, no me es fácil darlo todo. ❞
ㅡEnding Scene, IU.
18 DE ENERO, 2019
11:23 am.
❪ ❛ BAE HAYE ❜ ❫
SEULGI ME INDICÓ CON su cabeza una de las pocas mesas que se encontraban vacías, justo en una de las esquinas de la cafetería, y entonces yo me apresuré en llegar allí antes de que alguien más lo hiciera; Seulgi, por su parte, se encargó de llevar exitosamente nuestro pedido hasta nuestra mesa.
Ya eran pasadas las once de la mañana y apenas había logrado dormir una hora. Seulgi apareció en mi habitación a eso de las diez para preguntarme si deseaba desayunar, acepté con gusto porque no creía poder dormir más que eso, así que ambas nos dimos una rápida ducha, nos pusimos algo cómodo y partimos a la cafetería más cercana.
—¿Y bien? —Seulgi fue la primera en hablar, mirándome de una manera curiosa—. ¿Hay algo que quieras contarme?
Y ahí estaba otra vez.
Bastó con que le contara el insignificante hecho de que había charlado con Jeongguk, no, en realidad sólo bastó con que mencionara a su amigo para que ella se volviera toda loca. Ni siquiera pensé que se convertiría en un tema, pero debí suponerlo; Seulgi era capaz de transformar hasta lo más pequeño en algo inmenso.
—¿Seguirás con eso? —repliqué justo antes de darle el primer sorbo a mi taza de café—. Actúas como si fuera una cosa tan grande.
—Fue una cosa muy inesperada, no creí que sucedería tan pronto, ¿vale? —expresó ella, en su estado natural de reina del drama.
Santo cielo,
¿Qué sucedería qué?
¡Si nada sucedió!
—¿En verdad sólo hablaron? —insistió, entrecerrando sus ojos con recelo.
—¿Y qué más podríamos haber hecho? —cuestioné escandalizada, verdaderamente sorprendida con lo rápido que su imaginación podía volar—. Él no podía dormir porque su amigo estaba roncando, así que se quedó en la sala conmigo.
—¿Y él no trató de hacer nada? —siguió con lo mismo, como si de verdad no pudiera creer que nada ocurrió entre nosotros.
Como si no estuviésemos hablando de mí que lo más lejos que había llegado con un chico era...ah, como sea, seguro sólo me estaba tomando el pelo.
De cualquier manera, no debí haber mencionado nada. Seulgi podía llegar a ser bastante persistente y paranoica cuando se lo proponía.
—¿Quién piensas que soy, huh? él ni siquiera me conoce y yo tampoco a él —le recordé, ganándome una burlona sonrisa por su parte.
—Bueno, eso nunca lo ha detenido antes —me contó con cierta gracia—. Ya, no me hagas caso, sé que no harías nada con él, sólo estoy jugando —aclaró, haciendo una breve pausa antes de agregar—, pero no estoy jugando con respecto a Jeongguk, que no haya intentado nada contigo sí que me sorprende. No suele sólo pasar el rato con chicas que encuentra atractivas.
Por favor, no podía ser tan malo.
¿Y de dónde rayos sacó que él creía que yo era...?
No era importante, pero en verdad no creía que él fuese por la vida coqueteando con chicas que apenas conocía. Además, fue amable y caballero todo el tiempo.
—Haces que suene como si fuera uno de esos chicos que las madres quieren, a toda costa, que se alejen de sus hijas.
—Oh, es que Jeongguk es exactamente ese tipo de chico.
¿Huh?
—¿Y eso?
—¿Qué? ¿te sorprende? —cuestionó divertida—. Que no te engañe su apariencia de conejito todo inofensivo, ha roto más corazones de los que podrías contar.
—Exageras.
—Un poquito.
Viré mis ojos ante su respuesta y le di otro sorbo a mi café. Sabía que lo más inteligente que podía hacer ahora era cambiar el tema, pero no podía negar estar un poquito curiosa con respecto a Jeongguk.
—Bueno, a mí no me pareció que él fuera...todo eso. Quitando la parte en la que casi me provocó un infarto por aparecerse tan de pronto, fue muy agradable —me encogí sutilmente de hombros y Seulgi soltó la más sarcástica de las carcajadas.
Que mala.
—¿Jeongguk agradable? —volvió a reír, negando con su cabeza—. Dijo nadie nunca. En serio, Haye, ¿con qué Jeongguk estuviste, hm?
La miré con atención, sinceramente confundida. Apenas estaba comenzando a hacerme una idea de quien era el mejor amigo de Seulgi, pero al parecer todas mis ideas estaban erróneas, pues mi adorada amiga no dejaba de reírse de mí y de mis conclusiones con respecto a él.
—¿No lo es? ¿Jeongguk es tu mejor amigo o no? Porque parece que medio lo odias o algo.
—Sí lo es—afirmó—, pero no precisamente porque sea el chico más agradable de Corea del Sur. Además, el que sea su amiga no me vuelve incapaz de ver sus muchos defectos —aclaró, robándose descaradamente un trozo de mi brownie—. Creo que jamás te conté cómo me hice su amiga.
No, no lo hizo, al menos no que yo recordara. Un día ella simplemente comenzó a mencionar el nombre de Jeongguk con mucha frecuencia.
—¿Quiero saber?
—Por supuesto, es una historia divertida —mencionó, sonriendo ante su propio recuerdo—. Verás, hace unos tres años más o menos fue cuando comenzó mi vergonzoso enamoramiento por Yoongi, pero estoy bastante segura de que eso sí lo recuerdas —con lujo y detalle, pensé—. En fin, durante ese oscuro período en mi vida, Jeongguk y yo íbamos en el mismo salón de clases.
Estudiaban juntos, eso lo sabía.
—Y él era un pesado con todas sus malditas letras, no lo soportaba.
Y eso no lo sabía, así que escuché con atención.
—Era un patán —continuó ella, despotricando contra su amigo—. Siempre actuando desinteresado, como si fuera intocable, tampoco era precisamente amigable, todos lo pensaban pero los hipócritas trataban de ser sus amigos de todos modos, y las chicas, Dios, a pesar de que no se interesaba en serio por ninguna de ellas, todas se morían por él. Todas —hizo énfasis en aquella palabra—. Tenía un séquito de fans sólo porque tenía un lindo rostro, aunque...supongo que el hecho de que sus padres tenían muchísimo dinero también influía bastante en ello, y en todo lo demás porque ¿sabes algo? ahora que lo pienso, incluso los maestros lo adoraban y ni siquiera era un estudiante destacado.
Seulgi bufó ante el simple recuerdo y yo reí porque era increíble lo fácil que lograba desconcentrarse.
—Pero ni al caso, lo importante es que a mí me caía como patada en el estómago, pero...bueno, tú me conoces, si quiero algo, no me puedo estar quieta hasta conseguirlo. Y en ese momento estaba totalmente determinada a relacionarme de alguna forma con Yoongi, y desafortunadamente para mí, Jeongguk era el único chico en mi salón que era cercano a él.
Ah.
Creo que ya sabía hacia donde se dirigía esto.
—Jeongguk era bastante reservado, siempre se relacionaba con chicos mayores que él, así que no fue sencillo acercármele, peeeero...haciendo una pequeña y minuciosa investigación, me enteré de que Jeongguk estaba en realidad interesado en una chica que en ese entonces era muy amiga mía, Sowon.
Recordaba haber escuchado sobre una tal Sowon en el pasado, pero si mi memoria no fallaba, las cosas que Seulgi me había contado sobre ella no eran precisamente buenas. Tal vez fueron amigas antes, pero ahora definitivamente no lo eran, pero sí era amiga de Jeongguk...extraño. Tenía un enredo mental más o menos grande, pero traté de unir los puntos, y cuando finalmente lo logré, dije:
—¿No me digas que..?
—Sí —afirmó, incluso antes de que yo terminara de formular la pregunta—. Hicimos un inocente trato, él me ayudaría a acercarme a Yoongi si yo le conseguía información sobre Sowon, Jeongguk no era tan bueno con las chicas en ese entonces y se moría por saber si tenía alguna oportunidad con ella.
Vaya.
Así que eso era de lo que me había perdido al irme a estudiar al extranjero: nuevos vínculos, experiencias y divertidas historias para contar en un futuro, que triste. Yo nunca tuve nada de eso.
—Fue un buen plan, funcionó bastante bien ahora que lo pienso —añadió con orgullo—. Y bueno, en el camino Jeongguk y yo nos hicimos amigos. Generas un vínculo con alguien cuando haces ese tipo maquinaciones, ¿sabes? —bromeó.
—Entonces algo bueno tuviste que ver en él.
—Sí, supongo que sí, descubrí que no era tan malo después de todo, tenía sus razones para actuar de la forma en la que lo hacía, además yo era un poquito bastante prejuiciosa, creía que la tenía fácil por tener dinero, pero su vida no es tan sencilla, de hecho...es un asco, pero esa es otra historia —oh, y lo decía como si no fuese la gran cosa—. En fin, comenzamos a pasar tiempo juntos y de una extraña forma logramos entendernos, aunque...repito, no fue porque fuera un chico amable, sigo creyendo que es odioso y desesperante.
Y por eso eran mejores amigos, podía entenderlo, me sentía de la misma forma con Yeosang. Durante mi tiempo lejos, él había sido el único que había estado ahí para mí, podía llegar a ser un dolor en el trasero, pero de todos modos lo quería muchísimo.
—Wow, así que así fue cómo lograste hacerte novia de Yoongi...de un método nada macabro ni manipulador.
Digo, ¿quién era yo para juzgar?
—Estoy asombrada de que haya funcionado, aunque me duele estar recién enterándome —me hice la ofendida, fingiendo sentir dolor en mi corazón.
—Sucedió en un momento que tenías muchas cosas en esa cabecita tuya, estabas muy ocupada todo el tiempo y no quería dar la lata con mis tontos problemas de chicos.
Bueno, los problemas de chicos eran normales en la adolescencia, me hubiese gustado escuchar más sobre eso. Lo que yo viví había sido una cosa muy diferente.
—Cuando te escucho hablar, siento como que me perdí todas las experiencias divertidas de ir a la escuela —me lamenté.
—Ay, mi bonita, no te aflijas, aún te quedan todas las experiencias divertidas e interesantes de ir a la universidad —levantó y dejó caer sus cejas en un gesto sugerente—. Creo que tendrás un año muy emocionante.
Eso esperaba.
—En fin, dime ¿Yoongi lo sabe? —pregunté, sonriendo al imaginarme a Seulgi tan coladita por un chico como para llegar a ese extremo.
—Tristemente sí, cada vez que puede me recuerda lo flechada que me tenía —puso sus ojos en blanco y le dio un gran sorbo a su café—. Pero no creas que todo fue arcoíris y unicornios, que no todo lo que conseguimos con ese plan fue bueno.
—¿No? porque a ti pareció resultarte de maravilla. Yoongi y tu llevan juntos ¿qué? ¿dos años?
—Sí, pero esa es la parte linda de la historia, a mí las cosas me salieron muy bien, pero no, en definitiva que no todo lo que resultó de eso fue bueno, porque gracias a ese plan fue que Jeongguk comenzó su interminable y tóxica relación con Sowon.
Ahí estaba, otra pieza en el puzzle que parecía ser la dramática vida de Seulgi y sus cercanos.
—¿Ella es su novia? —indagué.
No estaba completamente segura, pero creí haber escucho a Mingyu mencionar otro nombre al referirse a la chica con la que Jeongguk estaba saliendo y por la cual fueron golpeados por su ex novio.
—No es su novia en este momento, creo que ahora está saliendo con una tal Mirae —le restó importancia. Y sí, Mingyu había dicho que fueron golpeado por esa chica, Mirae—. Pero sí, estuvieron juntos hace un tiempo, una época oscura para el idiota de mi amigo. Ya te digo, la mayoría de mis amigos tienen un largo historial de fracasos amorosos, pero Jeongguk, ese se lleva la delantera.
Juró, y yo sólo podía pensar en una palabra.
Wow.
Estaba bastante segura de que había escuchado más drama en los últimos tres minutos con Seulgi, que en los últimos tres años de mi vida. Y aunque debía admitir que era bastante interesante y que por alguna razón sentía curiosidad por saber la historia de Jeongguk con esa tal Sowon, no quise hacer preguntas ni ir más allá, pues conociendo a mi amiga, era muy probable que mal interpretara mi curiosidad por algo más.
Pero sí me moría de ganas por saber.
—En fin, creo que me desvié un poco del tema, pero lo que trato de decir es que Jeongguk no es un chico agradable —concluyó.
—Creo que eso ya me quedó claro —observé, con divertida obviedad.
—Pero ¿sabes quién sí es un chico agradable y un excelente partido para ti? —sonrió ampliamente, enarcando una de sus cejas.
Ay no, definitivamente lo que menos necesitaba era que Seulgi tratase de encontrarme alguna pareja.
—No quiero saber.
—¡Mingyu! —exclamó, ignorándome por completo—. No puedes negar que es muy guapo. Es alto y su rostro parece esculpido por los ángeles. También es caballero, divertido y amable, es un excelente partido.
—Sí, y no tiene buen genio en las mañanas —comenté, recordando lo molesto que parecía estar hoy en la madrugada por culpa del celular de Jeongguk—. Y yo soy una persona mañanera —jugué.
—Pff —resopló—. Bueno, niña, no olvides que es un ser humano después de todo, no sería justo ser tan perfecto ¿no crees?
—Sí, no vas a convencerme.
—¿Y si te presento a Jimin?
🌹
18 DE ENERO, 2019
20:39 pm.
❪ ❛ JEON JEONGGUK ❜ ❫
SOLUCIONAR EL PROBLEMA de mi coche tomó mucho más tiempo del estimado, y aunque esperar casi toda la bendita tarde en el taller para que cambiaran los jodidos neumáticos resultó ser un fastidio, finalmente todo estaba solucionado.
Mingyu y yo acabábamos de regresar a casa, pero él no tenía la intención de darme siquiera un segundo de paz. No dejaba de alegar sobre lo cansado y adolorido que se encontraba por haber dormido apenas unas cuatro horas —en el suelo, como le gustaba recordarme— y bueno, también debido a la paliza que recibió por tratar de ayudarme.
—¿Te seguirás quejando eternamente? —cuestioné, también estaba cansado, yo sí que no había dormido.
—Sí.
Puse mis ojos en blanco y caminé directamente a la sala, Mingyu me siguió justo por detrás, parecía que estaba ahogado con las cosas que tenía para decirme.
—Anoche nos golpearon porque tuviste la idea suicida de comenzar a salir con Mirae, la novia...ex novia de ese demente hijito de papi, así que ¿puedes, por favor, decime por qué carajos esta mañana te estaba llamando Sowon? Creí que habían terminado definitivamente esta vez, ¿por qué nos mientes, huh? —cuestionó él, visiblemente cabreado.
Estaba muy seguro de que Mingyu había estado deseando preguntarme sobre eso durante todo el día, pero no había encontrado el momento perfecto para hacerlo...hasta ahora.
—¿Acaso no es Mirae tu novia ahora?
Novia.
Eso era un poquito demasiado formal. Él sabía que no era mi novia, ¿Cómo carajos podía serlo si incluso el relacionarla con esa palabra me ponía enfermo?
—No —repliqué, extrañado con que siquiera tuviera que preguntar esa estupidez—. ¿Desde cuándo tengo novias?
Mingyu suspiró, incrédulo. Sabía lo que debía estar pensando. Era mi amigo y uno muy bueno a decir verdad, y yo era consciente de que se preocupaba por cada mala decisión que tomaba, o que iba a tomar, pero no tenía que ser un dolor en el culo al respecto, tampoco tenía que mirarme con tanto reproche.
—Sonaste como un verdadero patán —acusó—. Entonces ¿Volverás con Sowon? ¿O qué harás, mh? ¿cuál es tu plan? ¿salir con las dos?
Dejé caer la cabeza hacia atrás y pasé ambas manos por mi rostro, exhalando un suspiro de frustración. Tampoco era tan hijo de puta, nunca había engañado a ninguna de las chicas con las que salía, incluso si no les debía fidelidad porque no eran mi benditas novias, yo no hacía eso.
Pero sabía que su reproche tenía que ver más con Sowon que con otra cosa, que yo volviera a estar con ella parecía molestarle más que el que yo saliera con dos chicas. Así de mucho no le agradaba.
A ninguno de mis amigos les hacía gracia mi relación con Sowon, eso lo tenía claro, por ende, para ellos cualquier otra chica era mejor para mí que ella. Y aunque se volvían bastante paranoicos al respecto, los entendía, mi historial con Sowon no era el mejor. Afortunadamente, para su tranquilidad...no tenía intenciones de comenzar una relación con Mirae ni tampoco de regresar con Sowon, ese ya era un capítulo cerrado.
—No hablaba con Sowon mientras salía con Mirae, ni tampoco estaba jugando con ella, si es lo que te preocupa, no soy tan cretino —esclarecí, tomando asiento en el sofá de la sala—. Sowon fue quien me habló estaba mañana, creo que estaba borracha, no lo sé.
Sinceramente, ver que Sowon había tratado de comunicarse conmigo sí me sorprendió. Cuando Mingyu interrumpió mi estimulante charla con Haye para avisarme que mi celular no dejaba de sonar, jamás pensé que podía tratarse de ella. Tenía un montón de mensajes sin leer de su parte y muchos de ellos no tenían ningún sentido.
—Después de lo que hizo, de verdad que esa chica no conoce la vergüenza —Mingyu sacudió su cabeza, a él de verdad que no le agradaba Sowon—. ¿Y qué quería, huh? ¿retomar esa tóxica relación suya? —levantó una de sus cejas.
Me encogí de hombros y saqué mi móvil del bolsillo. Tenía un par de mensajes nuevos de ella que había decidido ignorar deliberadamente durante el día, pero decidí leerlos sólo para calmar la proactiva imaginación de Mingyu.
Más de cinco semanas, si no me equivocaba. Y tal vez esa no era una cantidad de tiempo particularmente larga, pero efectivamente era más tiempo del que habíamos pasado sin hablar desde que nos conocimos.
Era innecesario.
Todo esto lo era.
¿Y llamarla? creía que había entendido el mensaje la última vez que nos vimos, realmente necesitábamos dejar de hacer esta misma mierda cada vez que rompíamos, era enfermizo, sólo nos estábamos haciendo daño. Y era agotador. Ella decía que me extrañaba, pero no podíamos pasar ni cinco minutos sin discutir ni sacarnos cosas en cara.
Vaya.
Eso había sido pronto.
Por lo general se tardaba más tiempo en retractarse y comenzar a maldecirme, especialmente cuando era ella quien me buscaba.
Y ahí estaba, la razón exacta por la cual estábamos mejor apartados el uno del otro. Sowon se volvía inestable cuando sus inseguridades sacaban lo peor de ella, y usualmente ese lado salía a flote cuando se trataba de mí. No era agradable y desde luego que no era bueno para ella, ni para mí. Esta relación había dejado de ser sana hace mucho tiempo, ella era la única que parecía incapaz de verlo.
Santo cielo, ¿cuántas veces habíamos tenido exactamente esta misma conversación?
Dejé de leer porque de pronto comencé a sentir esa molesta necesidad de consolarla, tenía ese, difícil de ignorar, sentimiento de culpa que me decía que estaba en mis manos el hacerla sentir mejor. Sowon me manipulaba y así de fácil yo comenzaba a sentir ese casi incontenible impulso de idiotez que me decía que debía de contestar sus mensajes.
No era correcto, eso lo sabía, pero sacar a Sowon de mi vida no era tan fácil para mí. Lo nuestro no había funcionado, pero eso no cambiaba el hecho de que ella era importante para mí. O al menos lo había sido, y durante mucho tiempo. Sowon había cometido errores, había hecho algo que no podía simplemente olvidar, sabía que nunca sería capaz de hacerlo, pero yo fui un hijo de puta inconsecuente con ella la mayor parte del tiempo, la hice pasar muchos malos ratos, también jodí muchas cosas, pero a pesar de eso, ella continuaba a mi lado, como "amiga" o como lo que sea que yo necesitara.
Y sí, desde luego que éramos malos el uno para el otro, pero dejar ir a alguien que había estado a mi lado durante tanto tiempo no era fácil. Sowon era la primera chica por la cual había sentido algo —algo real y correspondido, no una simple ilusión de niños—, era la primera y también la única chica que había llegado a querer de ese modo, así que era complicado.
—¿Le responderás, verdad? —inquirió Mingyu.
¿Debería hacerlo? no, definitivamente no, pero al menos esta última vez, tenía que. Era lo mínimo que podía hacer después de haber sido una mierda con ella durante tanto tiempo.
—Mira, yo...en realidad no espero que lo entiendas. No quiero regresar a lo mismo de siempre, pero le debo una disculpa. La última vez que hablamos fui algo...cruel —expliqué, para nada orgulloso de mi comportamiento.
Cuando las cosas entre Sowon y yo terminaron, no lo hicieron en buenos términos. Traté de ser completamente honesto con ella por una vez, pero acabé siendo un imbécil. Eso nos llevó a ambos a escupir palabras hirientes; llenas de rencor y resentimiento, y aunque no me arrepentía de dejarlo, si lamentaba la forma en la que habíamos manejado las cosas.
—Como sea, tú puedes hacer lo que quieras, yo no diré nada más—Mingyu levantó sus manos y me enseñó sus palmas, en un claro gesto de rendición—. Sólo no dejes que vuelva a manipularte, y procura no acabar regresando con ella por millonésima vez.
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18 DE ENERO, 2019
22:35 pm.
❪ ❛ JEON JEONGGUK ❜ ❫
SOWON ABRIÓ LA PUERTA de su departamento con tal rapidez e inmediatez que podía jurar que se encontraba allí esperándome, ella se sorprendió al verme a pesar de que sabía que vendría, y la primera cosa que dijo al verme fue:
—¿Qué diablos te pasó en la cara? —el tono de preocupación en su voz no pasó desapercibido, así como tampoco el nerviosismo reflejado incluso en la postura de su cuerpo.
Era como si ella deseara acercarse a chequear que todo estuviera bien, pero el estado en el que se encontraba nuestra relación actual no se lo permitiera. Fue extraño.
"Me golpeó el enfermo ex novio de la chica con la que estoy saliendo", no era algo que le hiciera mucha gracia escuchar, así que preferí omitir esa información.
—Nada, estoy bien —fue todo lo que me digné a decir.
—Eso es lo que siempre dices —entornó sus ojos y se hizo a un lado para que yo pudiera pasar.
Y yo no creía que esa fuera una muy buena idea.
—Hablemos aquí —pedí, metiendo ambos manos dentro de los bolsillos delanteros de mi pantalón, esto sería rápido, no había necesidad de alargarlo—. No tengo mucho tiempo.
—No vamos a hablar en la puerta de mi casa, no seas ridículo, sólo entra, no voy a secuestrarte —aclaró lo obvio, con esa cara de pocos amigos que tenía reservada especialmente para mí.
No tenía intención en entrar a discutir con ella, así que hice lo que deseaba...como siempre. Sowon cerró la puerta detrás de mí y yo pude escucharla suspirar.
Muy bien, esto debía ser breve.
Me senté en el largo sofá de su sala y ella se sentó justo a mi lado. Todo esto era...raro. Sowon se veía inquieta y eso me ponía inquieto a mí. El silencio se volvió ensordecedor por un breve instante y estaba muy seguro de que la incomodidad entre nosotros se podía palpar. Nunca nos habíamos encontrado en una situación similar y comenzaba a arrepentirme de haber venido.
—Muy bien, mira...yo se qué no debí enviarte todos esos mensajes anoche, mucho menos debí llamarte, estuve muy fuera de lugar, pero...—Sowon fue la primera en hablar, como si ya no pudiese soportar un segundo más aquel abrumador silencio—, pero todo lo que dije es cierto. Te extraño y no sé qué demonios hacer con eso, no logro acostumbrarme a esto, yo no...no soy como tú.
No era eso sobre lo que quería hablar. Tampoco estaba aquí por un poco de chantaje emocional, sólo quería dejar las cosas en claro.
—Ya hablamos sobre eso.
—Es que no entiendo —estalló, exasperada—. ¿Me quisiste alguna vez?
—Sí.
¿Cómo carajos podía preguntarme eso? poner mis sentimientos por ella en duda no tenía sentido, sabía que la quería, todo el jodido mundo lo sabía, pero habían sucedido muchas cosas, mis sentimientos por ella no habían cambiado por arte de magia. Ella lo sabía.
—¿Sabes que es un poco descarado de tu parte preguntar eso, no? —mencioné, mirándola.
Sowon mordió el interior de su mejilla al escuchar mis palabras y procedió a agachar abatidamente su cabeza, entendiendo perfectamente a lo que yo me refería.
—Entonces...¿por qué no puedes simplemente volver a quererme? —musitó apenada—. Jeongguk, teníamos planes, hicimos promesas, ¿ya olvidaste todo eso?
Santísima mierda.
Eso era todo.
Sus oscuros ojos comenzaron a brillar con lágrimas no derramadas y su voz se quebró al articular aquella última pregunta. ¿Por qué tenía que hacerlo más difícil? ¿Por qué no podía dejar el pasado en el pasado? Ya no éramos esas personas.
—Lo siento —fue todo lo que pude decir, no queriendo lastimarla—. Sólo vine a decir eso. Siento haber sido un imbécil contigo, a pesar de todo lo que sucedió, no lo merecías.
Sowon sorbió su nariz y secó las lágrimas que se deslizaron por sus mejillas.
—¿Acaso estás castigándome por...?
—No —la interrumpí antes de que continuase por ese camino—. No se trata de eso. No soy bueno para ti. No puedo comprometerme contigo de la forma en la que tú quieres, traté de hacerlo y sabes como terminó.
No podía consolarla. Esta vez no podía decir aquello que ella estaba deseando escuchar, tampoco trataría de salvar lo insalvable, ya no tenía sentido. Me tardé mucho tiempo en darme de cuenta de eso, y aunque estaba seguro de que no sería sencillo, era lo correcto.
—¿Así de fácil? —cuestionó—. Todas las cosas que dijiste no fueron más que mentiras —acusó—. Todo este tiempo me he estado aferrando como una tonta a una estúpida ilusión.
¿Qué más podía decir? ¿Qué es lo que quería que dijera? Sí, mentí; en muchas ocasiones lo hice, pero ella lo sabía, simplemente decidía ignorarlo. Porque esa era la clase de relación que compartíamos. No era un santo, ella tampoco lo era. Yo mentía, sí, pero era Sowon quien siempre regresaba a mí.
Estábamos jodidos.
Los dos lo estábamos.
Pero ya no más.
Habíamos terminado.
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