Nuestra Primera Vez
Las clases habían terminado y todos los alumnos salieron de sus aulas corriendo todos emocionados por las vacaciones de verano que tendrían. Natsu, un peli-rosa de tercer año en preparatoria, salió de último y con calma de su aula. Era mejor que ahogarse entre humanos. Sus ojos fueron tapados de repente y a sus fosas nasales llegó el olor a fresco y menta. Sonrió por eso.
—¿Quien soy?—pregunto una voz femenina a sus espaldas.
—Eres mi dulce algodón de azúcar—respondió siguiéndole el juego.
—Me encanta que me llames así, pero estoy parada frente a ti—aparto las manos de los ojos y, efectivamente, Meredy, una chica de cabello rosado, estaba parada frente a él con una mirada de incredulidad.
—¡Caiste, mi cabello de chicle!—su mejor amiga y rival, Gray Fullbuster, se reía a carcajadas por el engaño que había logrado realizar.
—¡Vete al diablo!—exclamo molesto. —¿Como es que tus manos están tan suaves?—pregunto enserio confundido.
—Es que me puse mis cremas en la mañana—dijo sobando sus manos. —¿Por que me miran así? Ponerse cremas, siendo hombre, no es gay—se defendió molesto por la mirada de ambos. —Ya mejor me voy—dijo y se fue de ahí.
—Eso fue extraño—comento Meredy. —Y por cierto, hola—se paro de puntitas y le dió un beso en la mejilla. Natsu se sonrojó. —Por cierto, mis padres no estarán en casa hoy, si quieres podemos ir y ver una película o jugar videojuegos, ya sabes, para...iniciar bien el verano—la sonrisa tan pura e inocente de ella lo derretia hasta los cimientos. ¿Como decirle que no a eso?, Y además, disfrutaba pasar tiempo con su novia.
—Claro—respondió. —Solo llamaré a papá y nos vamos—aviso sacando su celular y alejándose un poco.
—Claro, te espero—dijo ella.
Tras algunos minutos de espera, Natsu volvió, pero con un leve sonrojo en las mejillas. Mientras salían de la escuela ella le preguntó que le sucedía y el sólo respondió que nada con simpleza. El trayecto al hogar de la peli-rosa fue bastante tranquilo; entre conversaciones triviales y una pequeña parada a un 7-Eleven para comprar algunas cosas.
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Al llegar al hogar de Meredy hicieron lo que planearon; vieron dos películas y jugaron COD-BOII, GOW3, FC3 y DS2 y prepararon de comer, con una pelea de comida al final. Tras limpiar, ahora sólo escuchaban música, mientras comían Ruffles de una bolsa grande.
—Es muy bonita la canción—comento Natsu al terminar de oírla y quitarse el audífono.
—Si, es de mis favoritas—siguió ella haciendo lo mismo que Natsu.
—¿Que hacemos ahora?—se pregunto Natsu sentándose de forma más cómoda en el sofá rojo donde reposaba.
—Pues... —vaciló al aire, acomodando un mechón de pelo por detrás de su oreja y el rojo invadiendo sus mejillas. —Yo quisiera que........tuviéramos intimidad—enseguida de decir eso, chilló de vergüenza y se tapó el rostro con ambas manos mientras hilos de humo salían de su cabeza. Natsu se quedó en shock al oír eso.
—¿E-Estas... segura? ¿No es algo... pronto?—pregunto Natsu con nervios y timidez. Muy raro en el.
—Destapo su rostro y lo miro al suyo:—B-Bueno.....nos c-conocemos de ni-niños y y-ya llevamos tres años de rela-lación, y me siento en mucha c-confianza contigo, y-y me siento... lista, también—con lo pudorosa que era ella, apenas podía hablar sin tartamudear. Natsu suspiro para calmarse un poco y poder hablar sin titubear tanto como ella.
—Yo también me siento listo, pero... no quiero presionarte. Podemos esperar más para eso—sugirió tímidamente de pie para verla mejor.
—Se levantó y rápidamente, abrazo a su novio con fuerza, pegando sus senos al pecho de el:—¡Estoy lista! ¡Quiero que mi primera vez sea contigo!—grito con todo el valor que pudo juntar, antes de regresar a su personalidad tan tímida y pudorosa y esconder su rostro en el cuello de Natsu.
—B-Bueno..si eso es lo que quieres, entonces....l-lo haremos...—se separó un poco de ella para poder verla a los ojos. —Y-Yo también quiero que... mi primera vez sea contigo—confesó el muchacho con vergüenza.
Siguieron viendo los ojos del otro por unos momentos más y se volvieron a abrazar, esta vez, con más delicadeza y cariño. Al separarse, Meredy nuevamente miro directamente a los ojos jade de su novio.
—Ven...vamos a mi alcoba...ahí tendremos más... privacidad—aun estaba nerviosa, pero deseaba tener su primera vez con Natsu, y aún si se moría de nervios y vergüenza, lo haría.
Tomo su mano y a pasos comunes se dirigieron a la alcoba de Meredy, siendo dirigidos por la misma hasta llegar. Una vez adentro, la peli-rosa soltó a Natsu, cerró la puerta y le puso llave, por si las dudas. Bajo las cortinas y cerró la puerta de su baño; no quería sentir que algo ajeno estaba con ellos durante el.....acto. Se acercó a su novio hasta quedar frente a frente. Ambos bajaron las miradas; Meredy sobaba su brazo en señal de pena y natsu tenía las manos en los bolsillos por la misma razón. Ninguno de los dos se atrevía a ver los ojos del otro por los nervios. No tenían muy claro que hacer o decir en estos momentos; se estaba poniendo incómodo.
—¿Entonces.....?—pudo decir Natsu.
—Realmente no....se que....hacer—murmuro ella aún sin poder ver a Natsu.
—Creo que primero debemos......quitarnos la....ropa..—sugirió Natsu en voz baja para no incomodar más.
—T-T-Tienes...razón...—concordo. trago saliva al terminar y miro a Natsu al rostro. —¿M-Me.....ayudas?—estiro los brazos hacia arriba y cerró los ojos, preparándose para lo que iba a pasar.
Tomando aire y voluntad, saco sus, temblorosas, manos de los bolsillos y las dirigió a su novia. Tomo el extremo de la camisa de su camisa y empezó a subirla con mucho cuidado; subiendo hasta pasarla por sus brazos y retirar la prenda de su cuerpo, dejándola en el piso. Meredy bajo los brazos una vez que sintió la prenda fuera de si y natsu....natsu se estaba desangrando por las fosas nasales al verla sólo en un sujetador verde aqua; era la primera vez, en la vida real, que veía algo como eso, y estaba resultando ser demasiado para el, pero debía seguir. Prosiguió con tomar los bordes de su pantalón y comenzó a bajar poco a poco la prenda hasta que cayó y Meredy se lo retiró de los pies; cayendo en el tema, para finalizar, Natsu le retiró los tenis; sintiendo algo muy adorable al ver los calcetines de infante de Meredy. Se levantó y nuevamente se sintió a morir por verla semi-desnuda, ahí, frente a él, y sólo para el; se sentía bien por eso, pero aún nervioso y asustado.
—Listo—dijo Natsu sin mirarla mucha para no incomodarla más.
—O-Okey...—tartamudeo ella abriendo los ojos. —A-A-Ahora tu.....déjame ayudarte—natsu cerró los ojos y asintió, estirando los brazos hacia arriba como ella lo hizo hace unos momentos.
Tomo el borde de su playera y la subió hasta retirarla de el y prosiguió con el cinturón y pantalones; más los tenis que el llevaba. Se apresuro a hacerlo por que sabía que si se tomaba su tiempo, se echaría para atrás.
Ahora se hallaban a la par; ambos semi-desnudos, nerviosos, ansiosos y sin saber que hacer, pero, sin querer echarse para atrás. En un acto para darse más confianza, se tomaron de las manos; entrelazando sus dedos y dando un paso al frente.
Tomaron asiento en la cama, sin separar sus manos, y se vieron a los ojos.
—¿Y ahora...?—indagó Meredy haciendo un gran esfuerzo por no bajar la mirada.
—¿Puedo....puedo...tocarte?—a Meredy le parecía el detalle y gesto más tierno y caballeroso de toda su vida el que Natsu le haya hecho esa pregunta; demostraba respeto y sinceridad; eso le encantó.
—S-Si....—respondió en un murmullo.
Natsu colocó ambas manos sobre los senos de Meredy y dio un leve apretón en ellos, provocando en ella un pequeño gemido por la sensación de ser tocada de esa manera por primera vez en su vida. Natsu prosiguió a seguir con movimientos circulares, un tanto temblorosos y disparejos, que sacaban más gemidos de la boca de Meredy. A Natsu le estorbaba el sujetador, pero no podía decirle que se lo quitará, eso sería muy irrespetuoso.
—¿Q-Quieres que me.....quite el sujetador?—como si le hubiera leído la mente, Meredy pregunto entre pequeños gemidos y jadeos.
—Solo si tu...quieres—respondió Natsu deteniéndose.
—Esta bien—dijo tímida. Se dió la media vuelta aún sentada, dándole la espalda. —¿Podrías quitarme el....sujetador?—no podía ver su rostro, pero apostaba a su gato, Happy, a que estaba muy sonrojada.
Llevo sus manos a lo que el suponía era el broche del sujetador y empezó a tratar de separar las conexiones de la prenda. Se llevó 5 minutos pero había logrado desabrochar uno, ahora, sólo le faltaban 2 más.
—¿Necesitas ayuda?—pregunto Meredy.
—Por favor—pidió el.
—Bien. Te diré que hacer y tu lo harás—aviso Meredy.
Un par de minutos de instrucciones y natsu logro retirar la prenda; dejando que cayera al suelo. Meredy, con los senos ya al aire, se giró nuevamente y vio que Natsu tenía los ojos cerrados. Le pareció muy tierno aquello.
—Abre los ojos—pidió de manera tierna. —No me molesta que mires, mientras seas tú—dijo con una voz tan cálida y tímida, que el corazón de Natsu se derritió.
Abrió los ojos y vio el rostro rojo de Meredy; fue bajando hasta toparse con sus senos desnudos; sufriendo un desangrado nasal al ser esos, los primeros senos reales que veía. Limpió la sangre que se le escapó y tomo los senos desnudos de su novia; maravillado por lo grandes y suaves que eran. Reinicio los movimientos circulares, que sacaban los gemidos de Meredy; acarició en bajada hasta tomar los pezones y comenzar a girarlos en varias direcciones. A la peli-rosa se le escapó un grito por eso. No sabia que eso funcionaba, pero ahora lo sabía. La beso en los labios con aire lujurioso....o un intento de eso. Sus labios se movían a un compás que, francamente, ninguno de los entendía, pero intentaban adaptarse a ello. Sus lenguas hacían intentos de caricias en el beso que se daban, hasta que se dieron cuenta de que se les iba el oxígeno demasiado rápido y tuvieron que separarse. Se vieron a los ojos y dieron otro beso, pero de piquete. Meredy se recostó en la cama y natsu le retiró sus panties de manera cuidadosa, dejándola complemente desnuda ante el. Meredy abrió las piernas de manera tímida, revelando así su intimidad; la primera que Natsu veía en su vida. Se retiró el boxer que llevaba, mostrándole a la dulce e inocente Meredy el primer pene de su vida. Agrandó la vista y se sonrojó aún mas cuando vio el miembro viril de su novio, en su estado de erección.
Se posicionó sobre ella con el cuidado de no lastimarla, tomo su pene con la mano y lo alineó en la entrada íntima de Meredy.
—¿Estas segura?—pregunto con una voz insegura; reflejo de su duda latente.
—Esta bien....sólo....se gentil—dada la luz verde, Natsu prosiguió a ingresar en el interior de ella.
Entro con suavidad y sin prisa, para no lastimarla. Meredy sentía un inmenso y agudo dolor con cada paso que el pene de Natsu se daba dentro de ella, pero quería que siguiera adelante; a su vez, a Natsu también le recorría un dolor por entrar a Meredy; normal en la primera vez. Una vez ingresado por completo, y unos minutos de reposo para que ambos pudieran acostumbrarse a esa nueva sensación, Natsu inicio una secuencia de sutiles y lentos movimientos de atrás hacia adelante en forma de estocadas dóciles. A medida que iban las estocadas, ambos empezaban a ser recorridos por el placer y descargas eléctricas en sus huesos, músculos y sistemas nerviosos; disfrutando de la sensación del otro.
—Mas......más...rápido.... Natsu~...—pidió Meredy entre suspiros y pronunciando el nombre de Natsu en un gemido.
Haciendo caso a su novia, aumento la velocidad de sus movimientos de cadera, hasta que en un cierto momento, a ambos los invadió una corriente eléctrica más poderosa que las anteriores, que terminó como el clímax de ambos; la eyaculación de uno y la corrida de otra en ese momento tan vulnerable y tan íntimo para ambos. Se miraron a los ojos, con las miradas pérdidas y las expresiones agotadas; jadeando por la intensidad del momento. Salió de ella, retiró el condón de su pene y lo depositó en el cesto de basura. Ambos se recostaron en la cama; Meredy se acomodó sobre el pecho de natsu y el mismo la rodeo con su brazo sobre su hombro en un abrazo de cariño.
—¿Fue..... Bueno?—pregunto Natsu con timidez y miedo. Bien dicen que el hombre es puro orgullo al tener sexo.
—No......sabría responderte—contestó. —Es mi primera vez, así que no tengo una expectativa—aclaro. —No te preocupes por eso, ahora mismo, soy feliz contigo y me gustó hacerlo. Te quiero mucho, Natsu—se abrazo más a su novio y cerró los ojos para sentir mejor el calor que desprendía Natsu en ese momento.
—Yo también te quiero, Meredy—la envolvió más con sus brazos y se quedaron dormidos, disfrutando la compañía del otro tras la primera vez de entregarse en cuerpo a quien tu corazón desea realmente.
Por que en la primera vez de la vida es normal que sintamos vergüenza o no sepamos que hacer. No se empeñen tanto en hacerlo perfectamente, sólo haganlo con sutileza y tomen su tiempo; nadie es perfecto.
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TRminamos.
¡Listo!. Ah.....tenia mucho tiempo queriendo sacar algo así de mi sistema; algo con escencia de inocencia y de, verdadera, primera vez, no como en todos los escritos donde es la primera vez y ambos parecen profesionales; pero no juzgo. En fin, sólo quería hacer algo así y ya; sin más que decir, hasta la próxima.
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