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Básicamente, esa cosa horrorosa que está ahí soy yo (para los que son nuevos y no me conocen), pero con menos pelaje en la cabeza y la cara (para los que ya me conocían).

Se que vale madres; que con o sin más pelo siendo horroroso, pero es mi emoción por la afeitada la que me guía para escribir esta estupidez hoy. Y eso se debe a que dijeron "Debes dejarte crecer esa barba para lo que haremos", y fue lo que hice.
Finalmente se hizo y yo pude seguir con mi vida; cosa que me llena de éxtasis por que, literalmente, acompañaba cada comida con mis bigotes. No era algo exactamente agradable que digamos, así que estoy feliz.

— Malditos códigos genéticos con los que me hicieron—murmura el autor, disgustado.

Pero bueno... La vida sigue y con ella voy yo. A vivir se ha dicho, culeros.

¡Gracias por el tiempo de tu vida y hasta el próximo capítulo, compadre!.