Encuentro Fortuito
Shiki y Weisz no eran amigos; vivían juntos, pagaban los gatos y la renta, pero no eran amigos. Eran, por así decirlo: "Desconocidos viviendo en la misma casa"; como esos reality shows donde viven todos en una casa y deben conocerse, a excepción de que ellos no tendrían sexo, sin importar cuanto tiempo pasase.
No obstante, cuando surgía algo, se daban una mano. Aún que por lo general era Weisz quien más traía problemas a la casa.
Y hoy, era una de esas noches donde dos solteros de la gran ciudad no podían quedarse con las nalgas pegadas a un cojín de sillón y viendo las repeticiones de televisión pública; era salir y hacer algo o morir sólo y habiendo cogido una sola vez en toda una vida, como el abuelo de Shiki, Ziggy.
—Vamos, Shiki, salgamos a un bar. —insistía el rubio a su "No amigo" para salir esa misma noche.
—No gracias Weisz. Estoy bien aquí, mirando Ventaneando... sólo... habiendo cogido una vez, con mi lata de Coca y... Al diablo, vamos. —tiro su producto y, junto a Weisz, salieron de la casa para ir al bar más cercano.
Esta noche sería inolvidable.
***
Ambos miraban ese establecimiento como si fuera de otro planeta; la fila enorme, el imponente guardia, las luces y el letrero de neon color celeste fosforescente que decía el nombre de dicho establecimiento: "Blue Garden"; un nombre que hacía honor a la excentricidad que pintaba.
Ambos chicos, por un segundo, miraron la fila y se sintieron desanimados. Estuvieron a un pelo de irse, de no ser por una voz que les llamo; o que más bien, llamo a Shiki.
—¡Shiki! ¡Que gusto verte!—rubia, ojos azules y cuerpo voluptuoso, también conocida como Rebecca, la ex-novia de Shiki—Ven, pasa. Seguro que tu y tu amigo quieren conocer mujeres. ¡Pues bienvenidos!—le tomo la mano al chico y lo metió prácticamente a rastras, siendo seguidos por Weisz. —Ten, la casa invita. ¡Disfruta, Shiki!—le entregó una tarjeta negra y la sonrisa cálida y tierna que le dió al pelinegro le paró el corazón a Weisz, y otra cosa. Ante tales cosas Shiki sólo sonrió y agradeció a Rebecca antes de que le diera un beso en la mejilla y se retirará.
—¿Quien es esa?—pregunto un exaltado Weisz.
—Mi ex, Rebecca—respondió con simpleza. Weisz estaba que no se lo creía.
—¡Ese monumento al sexo femenino... ¡¿Tu ex-novia!?—shiki iba a quedarse sordo si seguia oyendo los gritos de este loco. Ya ni siquiera sabía que resultaba peor, oírlo berrear o escuchar a "Bad Bunny" como música en el antro.
—Salimos 3 años, durante la universidad, con ella perdí la virginidad, pero al final no resultó y lo dejamos por la paz—le explico a su "No Amigo" quien tenía ganas de matarle. —Aun que aún parece sentir algo por mi...
—¿Por que crees eso?—su tono era de alguien celoso.
—Por que todavía me manda mensajes algo indecorosos, fotos, gifs de la misma Naturaleza y hasta tiene un vídeo de nosotros haciéndolo. No sabia eso, por eso me sentí raro cuando lo ví.
—Eso parece una obsesión.
—No entra, créeme—suspiro y relajo el cuerpo. —Pero, estamos aquí para conocer mujeres y es lo que haremos. Tu puedes empezar por tu lado—tomo un vaso de agua que le trajo el barman y se fue a seguir su vida.
Mujeres habían muchas, claro que si; pero ninguna llamaba la atención de Shiki. Además, la mirada de Rebecca a lo lejos no lo ponía muy cómodo. Empezaba a creer que, por primera desde que lo conoció, Weisz tenía razón, estaba obsesionada.
No le dió más importancia a ella y siguió buscando alguien con quien hablar. Entre la casualidad pudo divisar al rubio tratando de ligar con una de las camareras, quien vestía disfraz y orejas de conejo. Pero ella le mandaba a freír espárragos en cada intento.
Paso de el y siguió en la ardua búsqueda, aún que sin resultados. Fue a sentarse en una mesa, de esas que están pegadas a las paredes, y dio un trago a su bebida para después suspirar. Rebecca se sentó a su lado.
—¿Suerte?—indagó. Tuvo que negar. —Bueno, es opción, pero si cabe la posibilidad, yo podría...—alargo la frase, yendo subiendo sus dedos por el brazo de Shiki como si fueran dos piernas caminando. Shiki volvió a negar. —Esta bien. Si cambias de opinión, estoy en la oficina del gerente—le informó risueña. Habiendo trabajo, se retiró. Shiki suspiro por enésima vez. No quería terminar como su abuelo. Lo quería mucho, pero no lo deseaba.
—¿Puedo invitarte un tragó?—giro la cabeza, y pensó que fue lo mejor que pudo haber hecho.
Frente a él, una hermosa mujer lo miraba de cierto modo, acompañada de una sonrisa. No podía creerlo.
—Claro—ella se sentó junto a él y le puso una copa frente suya. Shiki alzó una ceja en señal de duda. —Te ví hace rato y quise venir a hablarte—confesó. El se alzó de hombros y bebió de la copa. Sintió que Thor le golpeaba el estómago con su martillo como si fuera Thanos. —Esta fuerte—comento sintiéndose aturdido.
—Lo siento. Es la costumbre—dio una risita nerviosa. Fue entonces que un foco apareció en su cabeza, dándose cuenta de algo. —Soy Homura Kougetsu.
—Shiki Grandbell—le estrecho la mano y volvió a ver su tragó.
La noche se pasó entre risas, conversaciones y anécdotas del pasado. A la conversación también se unían datos y cosas personales de ambos. Homura se dió cuenta que tenía muchas cosas en común con ese chico, que era de buena familia, era soltero, y que tenía casi todo lo que le buscaba en un hombre. Casi.
—¿Te gustan los Minions?
—No. Me dan asco—bueno, 99/100 tampoco estaba mal. Ese detalle tampoco le iba a fastidiar su plan hecho a la improvisada.
Homura le dió una proposición a Shiki en el oído. El chico se mostró sorprendido, pero acepto. Shiki pidió la cuenta y ambos se retiraron al hogar del chico. Shiki dió un último vistazo para ser si Weisz estaría bien. Lo miro, tratando de ligar con la misma chica.
—"Estará bien"—pensó sin darle más vueltas del asunto para poder irse con Homura.
Esta noche iba a haber mucho Cuchi-Cuchi.
***
Nada más abrir su puerta, esa mujer, Homura, se le lanzó encima como una fiera hambrienta. Perdió el equilibrio un momento, pero logro incorporarse y corresponder al ferviente beso que estaba recibiendo. Cerró la puerta con seguro, pensando que Weisz tenía llave, y guió su beso hasta el sillón. Se sentó en el, con Homura sentada en sus piernas.
Homura fue bajando besos hasta su cuello, donde quiso morder hasta dejar una marca. Shiki dió un pequeño quejido por el dolor, pero no la detuvo. Las manos de Homura abrían uno a uno, de la forma más lenta y tortuosa posible, los botones de la camisa de Shiki. El, sin querer quedarse atrás, dirigió sus manos hasta la espalda de la chica, hasta dar con el cierre del vestido que portaba.
Shiki lo abrió, pero no pudo quitarlo. No tenía tanta destreza. Homura supo lo que pasaba, y sonrió. Se levantó y retiro su vestido como la mas profesional Stripper sobre el planeta. A Shiki casi se le salen los ojos por lo que usaba esa mujer: Un juego se lencería color blanco con encaje negro. Sintió que su amigo quería salir a saludar. Homura lo había notado.
—¿Te gusta?—como si ella fuera el diablo, tentando al mas Puritano a pecar, dió una vuelta, moviendo sus caderas de un modo demasiado sensual. Shiki fue capaz de despegar la vista de su parte posterior.
Homura volvió a subirse en el, empezando a devorarlo. Su lengua se paseaba por la boca de Shiki, quien apenas podía seguir el ritmo de la danza muscular dentro de su cavidad bucal. Sus bajos instintos le gritaron que la tomará del trasero, y haciendo caso, lo hizo.
Dio un apretón, quedando maravillado por lo suave, firme y redondo que era esa cosa. Homura ahogo su gemido en la boca del chico, quien empezaba a masajear esa parte posterior.
—Si... hazlo... —repetía entre gemidos ante las caricias del chico.
Ninguno estaba usando las neuronas para hacer esto, sólo dejaban que el instinto guiase, como si fuera la mano del señor guiando a los cristianos al verdadero paraíso.
En menos de lo que se dieron cuenta, ya estaban acariciandose mutuamente en la cama del cuarto, propiedad de Shiki.
Shiki le quitó el sostén a Homura y comenzó a comerse sus senos como un bebé gordito de internet realmente hambriento. Homura gemía debajo del chico, retorciéndose de placer.
Cuando ambos sintieron que estaban a punto, era la hora de pasar al siguiente nivel. Shiki, con extremo cuidado, se introdujo dentro de ella hasta tomar su virginidad y quedarse quieto para que se adaptará.
Movimientos bruscos fue lo único que pasaba con el tiempo; cambiaban de posición, ella arriba y saltando encima de él. Shiki no resistió la estimina de esa mujer y término por correrse en su interior hasta desbordar.
Homura se recostó a su lado, usando su pecho como almohada y delineando figuras en el mismo.
—Fue increíble. —dijo Homura con la voz cansada, pero satisfecha.
—Si. Me encantó. —dijo Shiki del mismo modo. Su corazón latía a mil por hora.
—Sin duda alguna, este ha sido un gran encuentro fortuito. —ambos rieron por esa forma de llamarlo. Se dieron otro beso y se quedaron dormidos, abrazados uno del otro.
***
—Entonces... ¿Esto es para molestar a Shiki? —pregunto Weisz en ropa interior a Rebecca, quien estaba desnuda en la cama, tapada por la Sabana.
—Si. ¿Eso es algún problema?
—No. Eso lo hace mejor. —y sin más, se metió a la cama con ella.
Una noche interesante para ambos hombres.
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TRminamos.
La pareja de Shimura(Shiki x Homura), ¡me encanta!. Se ven muy bien juntos. Tal vez hallan mas One-shots de este servidor en el futuro. Eso es seguro.
Sin más que agregar, hasta la próxima.
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