"EL VIENE"

Retumbó en toda la habitación el grito colectivo de los 6 jóvenes ahí presentes antes de estallar en carcajadas al notar que no sucedía nada en la habitación. Al igual que el todo de lo que puedes hallar en internet, esto sólo era otra farsa ridícula para ganar visitas con vídeos en YouTube; tales como: Momo, Charlie Charlie, Las exploraciones urbanas y llamar al 666; todo, puras paparruchas falsas.

Las risas cesaron abruptamente cuando escucharon como la puerta se abría de manera violenta; haciéndose pedazos a la vez.

Todos los presentes gritaron asustados. Meredy intento huir, pues era muy asustadiza; pero fallo rotundamente. Se quedó de pie detrás de Erza; atacando a la misma de manera errática. La pelirroja se defendió sin llegar a hacerle daño, pues es una amiga. Meredy gritaba como una loca al mismo tiempo que atacaba a su amiga. La sujeto por el cuello y la derribo al suelo, sujetando su cuello sin estrangularla. Nadie cabía en el horror del momento, ya que en el rostro de Meredy estaba plasmado la maldad. Sus ojos eran completamente negros; como si sus cuencas estuvieran vacíos; estos sangraban mucho; al igual que su boca. Era una escena de horror.

Todos se alejaron por instinto y miedo; pero ya no se levantó. Había muerto.
Enseguida todos quisieron escapar de ahí, pero no podían moverse de sus lugares. Se sentía como si una fuerza desconocida los tuviera ahí mismo.

—Los humanos son tan estúpidos—retumbó en toda la habitación una siniestra y demoníaca voz. Los presentes estremecieron de terror al escucharla. —Siempre creen que pueden hacer lo que quieran con seres que no pueden entender y ruegan por misericordia cuando empiezan a experimentar cosas que no pueden entender. Eso se acabó. Van a morir en mis garras, aquí y ahora—.

Los ojos y bocas de todos los presentes se tornaron igual a los de Meredy anteriormente. En un arranque de desenfreno y locura psicótica; los presentes comenzaron a mutilarse entre ellos. Era una orgía de sangre y órganos por doquier. Uno a uno, cayeron como cadáveres en el suelo. El olor putrefacto de la muerte no se hizo esperar en aquel espacio tan cerrado.

No obstante, había algo que a ese ente le intrigaba demasiado. Era ese muchacho de cabello rosado. Lo veia en un rincón, abrazando sus piernas con la cabeza metida entre sus rodillas. Se acercó a él; mirándolo con desdén.

—¿Cual es tu problema?—pregunto el ente mirando a Natsu. —¿No me temes, acaso?—pregunto la tercera boca. —¿Acaso crees que un insignificante humano como tú puede hacerse el fuerte frente a mi, ZALGO!?—grito su sexta boca. —Debería enseñarte buenos modales—sugirió la segunda boca.
—Una idea interesante ciertamente—concordo la cuarta boca.
—Decidido. Estas a punto de–

—Idiota—escucho decir al peli-rosa en voz baja.

Todo se volvió negro en ese instante. Zalgo se dio cuenta que había sido transportado a otra zona; lejos del mundo humano, ciertamente. Miro a su alrededor y todo lo que había era una oscuridad infinita; retocada con humo emergiendo de llamas negras en el lugar. Al ser un demonio, podía ver el fuego sin confundirse por el lugar.

—¿Que es este lugar?—pregunto Zalgo a la nada.

—Estas en la mente de ese mortal; osea se, en el interior de mi recipiente—respondió una voz siniestra y hostil, llenando el lugar.

Una de las llamas del lugar creció abruptamente en un instante. De el, surgió otro entre demoniaco, parecido al mortal que tenía bajo el; con diferencias muy notables en el:
Marcas negras por todo su cuerpo, hasta el rostro; colmillos más prominentes; ojos jade-oscuros; su cabello tenía rojo en las puntas y un cuerpo más fornido que el mismo mortal(pero no tanto). Vestía un pantalón holgado hasta el tobillo color azabache con los bordes de la cintura y tobillos, una gabardina negra con cuello en V que volvía a separarse por debajo de los pectorales; mostrando sus abdominales con sus marcas negras; y una especie de bufanda negra, atada de manera cruzada por su pecho.

—¿Quien eres?—interrogó Zalgo en tono amenazador.

—¿Que importa? No vivirás lo suficiente para recordarlo—aseguro el contrario. Zalgo soltó una carcajada.

—Eres gracioso. Yo soy Zalgo; la personificación de la locura!!. Es tiempo de que sucumbas ante la Locura!!—gritaron seis de sus 7 bocas a la vez; extendiendo su brazo con la palma abierta en dirección a su contrario.

La atmósfera entorno al ente se distorsiono a manera de peso. Este abrió sus ojos y cayó con una rodilla en el suelo; soltando gruñidos por dolor. Zalgo se acercó a él, aún con el brazo extendido y se plantó frente a él.

—Estoy en shock...

—Eres un estúpido por haberme traído aquí. Ahora mismo, te mataré—amenazo Zalgo.

Acercó su brazo a su cabeza. En el instante, su brazo fue sujetado bruscamente por su contrario; recibiendo un estallido de llamas negras en forma de torrente. Zalgo salió disparado hasta aterrizar en el suelo; con varias heridas y quemaduras que aún soltaban humo. Segundos después, el ente apareció a unos metros del punto donde había impactado Zalgo. El nombrado salió del cráter; sangrando en abundancia y con una mirada llena de ira.

—Estoy en Shock...—repitió su frase anterior. —Por que crees que puedes derrotarme—Finalizo su oración, lanzando una mirada burlesca hacia Zalgo.

Una batalla daba inicio en aquel lugar. Zalgo intercambiaba golpes veloces contra su oponente; siendo bloqueadas y reflejadas por el mismo con mucha facilidad. El contrario asestó un potente puñetazo en el pecho, generandole un pozo en el mismo, de Zalgo; enviandolo lejos por el impacto. Sin darle tiempo, asestó otro puñetazo en la cima de su cabeza; rodillazo en su rostro; barrio sus pies con uno suyo, derribandolo; recibiendo otro golpe, embullido en llamas negras, directo al pecho; perforando dicho lugar por tal ataque. Zalgo voló en dirección a la nada; rodando por el suelo hasta detenerse.

—Bastardo.......-vomita sangre-..te mataré—aseguro, poniéndose de pie al mismo tiempo.

—A ver si como ladras, muerdes, perro—desafío el contrario.

—Yo soy Zalgo, maldito imbécil.....soy la locura personificada!—grito regenerando sus heridas. Ni siquiera noto cuando su oponente estaba frente a él.

—Te diré quién eres en realidad: Al igual que Dios y Satán; eres mi puta—con su puño embullido en llamas negras, lanzó un puñetazo vertical; destrozandolo en trozos de carne, exceptuando sus antebrazos y piernas.

Todos los órganos, sangre  y nervios que salieron disparados hacia arriba, se hicieron cenizas antes de tocar el suelo.

—El único que sembrara la destrucción y baile con el apocalipsis cuando el mundo llegue a su final; soy yo: E.N.D.—sonrió como un monstruo maniático y sediento de sangre.

El Demonio más poderoso, era el: E.N.D.; será quien destruya el mundo, así que, ve rezando por misericordia.

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TRminamos.

Extraño y sin sentido; sólo quise hacerlo por placer. En fin, espero lo hayan disfrutado. Sin más, hasta la próxima.