Delicias
Como todos los días, Natsu batía ingredientes y vigilaba lo que ya tenía en el horno, para evitar tragedias. El timbre sonó, indicando que su pastel ya estaba listo. Ni corto ni perezoso fue hasta el horno y, poniéndose sus guantes, saco la pieza de repostería del horno, para colocarlo sobre una de las barras de la cocina. La puerta de la cocina se abrió, entrando por ella Lucy y Juvia, las mejores amigas de Natsu en la escuela.
—No pierdes el tiempo—comento la rubia viendo todo lo que Natsu hacia por segundo.
—La comida es un arte delicado; un error podría ser fatal, por eso, se necesita el máximo de todo—respondió el peli-rosa entre batido, amasado y colocación.
—Tan filosófico como de costumbre, Natsu-sama—esta vez Juvia fue la que hizo su comentario.
—Bueno... creo que veo mucho anime—dijo entre espolvoreado, sazonado y revuelta.
—¿No quieres tomar un descanso? Iremos a comer y nos gustaría que nos acompañarás—lucy se acercó y lo sujeto del brazo. —Un tiempo con tus lindas amigas te haría bien, sólo para variar—Natsu detuvo su andar y lo pensó.
—Si, tienes razón. Me merezco un descanso. Vamos—dejo todo en orden y salió con sus amigas a comer y pasar el rato.
***
—No estuvo mal, pero creo que podrían hacerlo mejor—comentaba la rubia caminando y sobando su estómago.
—Juvia piensa que Natsu-sama cocina mejor—aporto pegandose del brazo del susodicho.
—Gracias, pero hay mejores—respondió. —Como ambas no quedaron satisfechas, ¿que tal si comen algo de lo que prepare antes de irme?. Fue sólo para practicar, así que no habrá problemas con nadie—.
—¡Juvia lo hará encantada!—.
—Claro. Será exquisito—agrego la rubia.
***
—Aquí tienen: Pastel de chocolate—ante ellas, un pastel de 3 pisos color marrón-negrizo, decorado con cosas varias, se plantó frente a ellas.
Sus ojos se volvieron estrellas al ver semejante manjar. Pero, no se puede juzgar un libro por su portada; debían leerlo primero. El primer bocado les supo a Gloria. ¡Se sentia como tener el cielo en la boca! ¡Era una sensación indescriptible!. En sus cuerpos hubo espasmos a medida que comían; espasmos que culminaron en un orgasmo culinario... como en cierto anime.
—Natsu-sama cocina como un Dios—dijo Juvia, pérdida entre el placer de la comida.
—Cierto... Natsu... eres un Dios culinario—concordo Lucy en el mismo estado que su amiga.
—Es bueno que les guste—dijo Natsu, sonriendo halagado. —Me encanta complacerlas—comento de manera limpia, sin segundas intenciones.
Ambas chicas se somrojaron al oír esa declaración. Se miraron entre si y supieron que ahora que habían comido bien, era hora del postre; un postre que deseaban desde hace mucho tiempo.
—¡¿Chicas!?—exclamo cuando ambas se abalanzaron sobre el.
—Natsu... aún tenemos hambre, y es hora del postre—dijo Lucy con una voz lasciva. Empezó a frotar sus pechos en el brazo de Natsu, quien se veía nervioso.
—Natsu-sama será... el postre de Juvia y Lucy-san—declaró ella, tomando del rostro a Natsu y robándole un beso.
Lucy no se quedó atrás y, apartando a Juvia, poseyó los labios del chico que amaba. Un beso lujurioso y algo necesitado. Juvia se molestó, pero ahora mismo no había tiempo para eso. Empezó a bajar los pantalones de Natsu hasta quedar en boxer, y ver cómo poco a poco un bulto se empezaba a resaltar en su prenda.
Entre las dos levantaron hasta retirar su camisa. De ahí, empezaron a acariciarle todo el cuerpo, llegando hasta su entrepierna, donde las caricias se hicieron más intensas. Entre las dos acariciaban ahí. El bulto se hizo más grande y ambas decidieron, como un gato, jugar con su comida. Empezaron a picarlo, tomarlo, apretarlo y otras cosas; incluso le hicieron cosquillas por encima de la tela, descubriendo que ese era el punto débil de Natsu, pues gimió y se estremeció cuando lo hicieron. Ambas bajaron el boxer y se asombraron, hasta asustaron, por la "banderilla" que se iban a comer.
—¡Gracias por la comida, Natsu!—exclamaron alegres las dos al mismo tiempo.
—¡AAAAHHHH!—gimió fuertemente al sentir ambas bocas lamiendo su pene su mismo tiempo.
Sus lenguas recorriendo toda la extensión, el peligro de ser atrapados, pues lo estaban haciendo en su cocina y el hecho de ser sus preciadas amigas, con quienes había compartido mucho, simplemente era la combinación perfecta para el caos... y le encantaba.
Lucy y Juvia recorrían toda la virilidad de Natsu como una paleta. Juvia lamía la punta en un patrón circular, a la vez que Lucy repartía pequeñas mordidas en todo el tronco, hasta llegar al glande y besarlo. Entre gemidos y gruñidos, Natsu dió el grito final y se corrió; bañando los rostros y bocas de ambas chicas con su semilla. Las chicas se limpiaron entre sí con lamidas, besándose al final como producto de la excitación.
Natsu tomo a ambas y las llevo hasta una de las barras de la cocina. Puso a Juvia recargada en la barra, mientras que a Lucy, la recostó sobre la barra. Le abrió las piernas a Lucy, mientras que empezó a restregar su pene en la entrada de Juvia aún sobre sus bragas. Al mismo tiempo, sus manos retiraban la ropa inferior de Lucy, quien no se resistía. Con un solo movimiento, levantó la falda de Juvia, con otro, bajo las bragas de Juvia y se introdujo dentro de Juvia, a quien parecía dolerle un poco. Introducía sus dedos en la vagina de Lucy, quien gemía de placer. Cuando el dolor paso, Natsu inicio con embestidas suaves y profundas, que pasaron a unas rápidas, con nalgadas incluidas. Al mismo tiempo, empezó a lamer la vagina de Lucy, quien llevo sus manos a la cabeza de Natsu en un intento de hacer que lo hiciera más fuerte.
Minutos pasaron hasta que Natsu se corrió dentro de Juvia y Lucy llegó al orgasmo; un extasiante orgasmo. Cuando todos recuperaron el aliento, se recostaron en el suelo. Ambas se abrazaron a Natsu, muy sonrientes.
—La próxima vez, me toca a mi, Natsu—le dijo Lucy a Natsu en su oído.
—Claro, lo que quieras—le respondió Natsu, dándole un beso en los labios.
—Mooo... Juvia también quiere un beso de Natsu-sama—pidió Juvia a modo de berrinche con un tierno puchero.
—Lo que quieras, y mas—dijo Natsu dándole un beso y una nalgada, que hizo gemir a Juvia.
Un rato más tarde, los tres tuvieron otro trío, y limpiaron la cocina para no levantar sospechas.
Ciertamente, unas delicias para Natsu.
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TRminamos.
Vi la imagen y de inmediato dije: "Tengo que hacer un one-shot de esto". Personalmente, me gustó mucho. Sin más que decir, hasta la próxima.
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