AU: Progenie del Rey Dragón (7)

—Vaya... Mamá tiene tanto potencial y realmente lo esta desperdiciando.

Nashi, luego de convencerse de que su madre no era la misma que la que ella conocía, decidió salir a pasear.
A altas horas de la noche no hay gente, algo que agradecía en extremo. Pese a ser tan... Como ella; Nashi no disfrutaba las multitudes; las odiaba y evitaba tanto como podía.
Además, había algo en la noche que, a sus ojos, la ayudaba a apreciar más la belleza de cualquier lugar. Bajo los tenues reflectores de una luna indiferente, el mundo solamente podía respirar, aún que fuese un poco, algo de paz.

—Ains'... Ojalá mamá se quede con papá —decía con esperanza—. Realmente hacen bonita pareja.

Iba caminando con los ojos cerrados y los brazos tras la nuca. Pero los abrió y paró su marcha abruptamente.
Llevó su cuerpo a un costado, evadiendo así el golpe fatal del arma punzante.

—¿Que mierda...? ¿Es de agua? —cuestionó al echarle un vistazo al arma.

Su agresor, un alguien encapuchado, no le dió tiempo para nada más. Rápidamente lanzó otro corte, que fue igualmente evadido.

—¿Esto es un asalto? Tienes que mejorar tu estilo —le sugirió mientras se movía de un lado a otro, esquivando corte tras corte.

Perdió el equilibrio un instante; su pie cayó hundido en un charco repentinamente aparecido. Esta ventaja fue bien aprovechada por el agresor, quien usando solamente un movimiento apuñaló directamente al pecho de Nashi, perforando y luego sacando la cuchilla.

—Aaaagh... —gimió débilmente. Se llevó una mano al pecho y a la brevedad cayó sobre el concreto con la sangre abandonando su cuerpo rápidamente.

—Una menos —mencionó el agresor, desvaneciendo su arma—, faltan 3 más aún.

—Vuelve a contar, ¡hijo de puta!

Giró la cabeza en un instante, solamente para ser receptor de una arremetida llameante.
El golpe lo mandó lejos hasta chocar con un poste. Golpeó el mismo con la espalda y cayó al suelo, sintiendo el dolor y el calor recorrer su cuerpo como un virus come carne.

—Escucha, idiota, ya me derrotaron hoy; no va a pasar dos veces el mismo día —declaró Nashi con furia.
A la vez que chocaba los puños, revestidos por llamas, también torció el gesto a uno furioso.

El agresor pudo levantarse un poco; lo suficiente para elevar un brazo y crear una ola lo bastante grande para envolver a su oponente.

—¿¡Crees que la ventaja elemental esta de tu lado!? ¡¡Deja de ser un maldito engreído!! —la peli-rosa emergió desde adentro del ataque usando todo su poder para generar una ola de llamas superior a la de agua, convirtiendo hasta la última gota en vapor—. ¡¡Voy a colgar tu cabeza en mi pared!!

Alcanzó a esquivar el pie bañado en fuego, que pisó justo donde estaba su cabeza, por muy poco. Rodó en el suelo hasta recomponer y erguir el cuerpo.

—Sabía que no sería fácil... —mencionó en voz baja—... Pero esto es ridículo —concluyó frustrado.

—¿¡Que mierdas estas balbuceas!?

La peli-rosada le escupió un rugido de llamas, que logró esquivar, nuevamente, por los pelos.
Con su cuerpo imbuido en llamas, Nashi se lanzó al ataque. Golpeaba y pateaba con rapidez y precisión; golpeaba puntos vitales, lo confundía con su agilidad y, para rematar, lo estaba evaporando en cada ataque.

—«No resistiré si sigue así» —pensó angustiado—. «Tendré que usarlo...»

Retrocedió muchos metros con la última patada de Nashi. Había golpeado en las costillas, por lo que el agresor, aún con capucha en la cabeza, escupió mucha sangre.

—¿Ya te rindes? —preguntó, frunciendo el ceño—. Te aseguro que no quieres ver que pasa cuando estoy enojada.

No hubo respuesta de su parte.
A los pocos segundos empezó a moverse sobre su cuerpo, y sus brazos también en formaciones desconocidas para ella.

—¿Que...? —musitó sin encontrar lógica a lo que estaba haciendo. Y en un momento así.

Arte secreta del Dragon Slayer —musitó en un susurro. Detuvo lo que hacía y colocó las manos en una posición específica—: Loto marino: Diluvio de la extinción.

—¡¡Es imposible!!

El ataque consistía en una cantidad de agua elevándose por el cielo, tomando varias formas y culminando en un golpe en todas direcciones contra el objetivo.
Nashi evocó tantas llamas como su poder mágico le permitió, pero ni así logró sofocar al ataque del adversario, y fue golpeada de lleno con todo lo que ese encapuchado tenía.

—Tiene que ser suficiente —se dijo a si mismo, tratando de ser convincente—. Nadie ha sobrevivido a ese ataque... Es imposible que–

La presión se tornó monstruosa, el calor una pesadilla y, antes de poder notarlo, o sentirlo, una garra tan oscura como el carbón presionaba con brutal y violenta fuerza su cabeza en el concreto. Quedó incrustada, y a los pocos segundos perdió toda noción de conocimiento.

Nashi, al asegurar que ya estaba derrotado, disipó su forma demoníaca y se dejó caer en el suelo, jadeando y llena de heridas.

—Dos veces en un día... Nadie se recupera fácilmente de eso... —expuso la peli-rosa, refiriéndose a sus poderes demoníacos.
Su padre le advirtió en reiteradas ocasiones que sin las capacidades físicas, mentales y mágicas necesarias, utilizar la forma E.N.D dos veces en un día, incluso si era un intervalo de horas, era algo realmente estúpido.
Pero, dada la situación, no encontró más remedio. Aún que daba gracias por que no fuese mas tiempo.

Cerró sus ojos y, al igual que su agresor, quedó inconsciente por el agotamiento extremo, las heridas y el déficit de mana.

……

Abuelo y nieto caminaban por la calle, bebiendo de la misma botella y contando detalles escabrosos acerca de conquistas y encuentros sexuales.

—Eres asqueroso —le dijo su nieto a Gildarts cuando este hizo mención de algunas posiciones utilizadas con su abuela cuando hizo a su madre.

—¿Y bien? ¿Cual te gusta más de tu Harem, mocoso? ¿Quien es tu favorita? —preguntaba el abuelito rabo verde.

—Umi —contestó sin vacilación. Le dió un trago más a la botella y continuó—. Sacó las caderas de su madre, así que cada caída se siente como un clavado en las olimpiadas. Aún que... —empezó a recordar—... Emma sabe bien como usar su boca. No tiene mucho pecho, pero lo que falta en busto lo compensa en conocimiento práctico. Es difícil creer que esas dos, tan bellas,  sensuales y buenas para el sexo, vinieron de un par de idiotas como el tío Gray y el tío Gajeel.

—¿Aprueban tu relación allá en tu mundo? —indagó curioso.

—No lo saben —respondió—. Y creo que quiero que siga así. Me matarían si descubren que estoy... Oye, ¿esa no es Nashi?

Al oírlo, Gildarts miró hacia en frente, encontrándose con la misma imagen que su nieto.

—¡Nashi! —ambos salieron corriendo en su auxilio.
El mago de Crash la tomó entre sus brazos e intentó despertarla. Entre tanto, Gildarts jr estaba inspeccionando al otro en la escena—. ¡Despierta! ¡Tu madre me va a matar si descubre que estuve aquí y no hice nada! —gritaba desesperado y usando su mano para darle bofetadas.

—Ya déjala —le indicó su nieto—. Lo mejor es llevarnos a ambos y atenderlos. Presiento que este de aquí tiene algo que ver. Ya hablaremos con él en cuanto despierte.

—Cierto.

Gildarts se llevó en brazos a Nashi mientras Gildarts jr se llevaba al desconocido por un brazo sobre el hombro y otra en la cintura.

Ninguno de los dos podía unir 2 neuronas y descifrar que rayos sucedió aquí.
Pero, juzgando por como estaba el lugar, se dieron cuenta de que no fue algo muy amistoso.



















































































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Siendo francos... Yo también pensé que esto ya había muerto.
Pero tal parece que no es así. ¡Les juro que no es así!

¡Gracias por el tiempo de tu vida y hasta el próximo capítulo, lector promedio!

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