- Esto no tiene sentido.

- Nada en Fairy Tail lo tiene.

Todos en el gremio, incluído el 'padre' en cuestión, no perdían detalle de Cana y Gildarts jr.

Cuando Cana movía una mano, su hijo la movía en igual dirección y forma. Si ella hacia un gesto, el lo imitaba con precisión. ¡Incluso en la forma de beber una botella de Sake!.
Bueno, eso no sorprendió a nadie, pero lo demás si y en gran medida también.

- Ah, conoces la llave-expresó Cana de manera sospechosa.

- La aprendí de la mejor-respondió su hijo de igual modo.

Ambos comenzaron a beber, sonriendo.
Una gota bajó por la cien de los presentes.

- Si que son idénticos...-comentó el maestro.

- Si...-contestó el resto.

Alguien se abrió paso entre la multitud. Era Gildarts, el abuelo.

Caminó hasta quedar frente a ambos. Gildarts jr volteó a verlo, dejando de beber.

El mayor mantenía una expresión fría y seria. Eso asustó al menor ya que podía sentir el abrumador poder emanando del susodicho.

- ¡Tengo un nieto!

Todos cayeron sobre sus espaldas, incluyendo a la mamá y el nieto.

Hace un instante tenía una expresión que juraba muerte para alguien, y ahora abrazaba al mocoso, moviendolo de lado a lado con una sonrisa de oreja a oreja y las mejillas rosadas comicamente.

- Me estás matando...-alcanzó a articular el nieto con rostro morado y un hilo de aire convertido en voz.

- Pues moriremos juntos, como abuelo y nieto-dijo el abuelo en respuesta sin soltarlo.

- ¡Lo vas a matar, perro!

Cana habia llegado al rescate. Como era costumbre, golpeó a su padre justo en la cabeza.
Podría ser el mago más fuerte del gremio, y del continente si quieres, pero siempre bastaba un golpe de su hija para dejarlo besando el suelo.

- Cana siempre es mala conmigo snif'-chilló ya de pie, con un chichón en la cabeza.

- Eso y mas te mereces, viejo-finiquito la morena cruzándose de brazos y cerrando los ojos.

Gildarts jr se acercó a su abuelo, para verlo mejor.

- Entonces, ¿Tu eres el abuelo Gildarts a quien debo mi nombre?-preguntó el con curiosidad.

- ¿No me conocías?-cuestionó el As, intrigado.

- No. En mi línea de tiempo moriste durante la gestación de mamá.

Tremenda confesión.
Con eso alcanzó para poner a todos de cabeza.

- ¿Como fue que morí?-preguntó Gildarts con calma. Se lo estaba tomando mejor de lo que uno esperaría.

- Por causas naturales-respondió. Gildarts cerró los ojos, dándose ese momento para reflexionar sobre lo efímera que podía ser la vida-. Y con causas naturales me refiero a las consecuencias de haber cogido tanto sin protección, que finalmente te alcanzaron.

Sólo una carcajada, de Natsu, resonó en todo el gremio.

Gildarts tenía el rostro azul.
Esa boquita únicamente pertenecía a un Dragneel.

- Que divertido es ese hijo de perra-señaló Nashi entre carcajadas nada sutiles.

Hablando de boquitas flojas.

Nashi, sentada en el segundo piso del gremio, reía mientras bebía un buen jugo de naranja de cajita.
Aún era una niña en algunas cosas.

- ¡Esa boquita, niña!-regañó Lucy con ambas manos en la cintura.

- ¡Tu no eres mi mamá!

- ¡Claro que lo soy!

- ¡Tengo evidencia que está temporalmente en desacuerdo contigo!-gritó, molesta.

Mientras madre e hija discutían, la atención se centró en Gildarts jr. Todavía había algo que el gremio necesitaba saber.

- ¿Tienes hermanos?-indagó el maestro.

- Hermanas-respondió este.

- Ah, ¿Hijas de Natsu o adoptadas?

- Hermanas de Harem, que conforman el mío.

Todas las bocas se cerraron al por semejante contestación.

- ¿Tienes un Harem?-cuestionó Natsu, atónito.

- Si-respondió el, simple-. De 12 mujeres.

- ¡Digno hijo de tu padre! ¡Mira que eres todo un dragón de fuego!-festejó abrazando al muchacho que engendro con Cana.

- ¡No lo felicites, idiota!-gritó Erza estrellando la cara de Natsu contra la madera del suelo, dejando un lindo hueco en el.

- ¿Y como se llaman, dragón?-mientras Natsu era masacrado, siguió el abuelo Gildarts.

- Sarah, Ebony, Daisy, Emma, Umi-

- ¿¡Que dijo!?-gritaron Gajeel y Gray a la vez con extrema furia y subiendo una manga cada uno al mismo tiempo mientras caminaban hacia el.

Sus respectivas mujeres los detuvieron de cometer homicidio.

Gajeel había pensado en Emma para el nombre de una hija; Gray había pensado Umi.
El resto no es difícil de descifrar.

- ¡Ellas lo eligieron!

- ¡Ya sacaste boleto!

Gajeel era sostenido por Elfman y Levy en un intento por detenerlo. Era más fuerte cuando estaba furioso.

- ¡Ese es mi nieto!-celebró el abuelo.

- ¡Tu tampoco lo felicites, viejo verde!-gritó Cana, dándole el mismo destino que Natsu: Una golpiza.

Esto era un día normal en Fairy Tail.

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¡Abusados!, por que se viene la hora sad en el próximo capítulo.

Ese espacio en blanco, guárdalo para secar tus lágrimas :,v

¡Gracias por el tiempo de tu vida y hasta el próximo capítulo, compadre!.