AU: Progenie del Rey Dragón (4)
Lograron improvisar unas gradas para algunos, pero otros tuvieron que quedarse de pie. Pero estaban seguros que sería tan buena pelea que lo acabarían olvidando.
Las partícipes del conflicto calentaban a su propio estilo; Nashi estiraba el cuerpo, dejando ver mucho cuero; y Rosemary hacia tronar sus muñecas, así como otras partes de su cuerpo.
— ¿Quien creen que gane?—preguntó Gray, sentado al lado del familiar común.
— Nashi, por su personalidad, parece de la clase impulsiva que ataca sin pies ni cabeza, con un poder apabullante, y esperando atinar en el blanco—analizó Erza, de pie, junto a Gray.
— ¿De quien lo habrá sacado?—claramente la burla era para Natsu.
— ¡Pero funciona!—justificó molesto.
— Pero Rosemary—continuó, ignorando a ambos—parece más del tipo táctico y reflexivo. Contiene su poder, pero posee un control total sobre sus movimientos y reacciones.
— Pero ambas son hijas de Natsu—agregó Mirajane, sentada detrás de Natsu y al lado de su hijo.
— El resultado es impredecible—concluyó Gray. Ambas mujeres asintieron.
— ¿Estas lista?—preguntó Nashi.
— Por supuesto—respondió al erguir su postura.
— Bien—expresó alegre.
De su bolsillo extrajo un objeto; una llave dorada. Lucy la conocía muy bien—. Por lo general me gusta jugar con mi comida, pero hoy haré una excepción–¡Star Dress: Leo!.
Su cuerpo brilló varios segundos, y al volver a la normalidad estaba vestida con un elegante y hermoso vestido negro con detalles dorados, idéntico al de Lucy.
Eso sorprendió a varios, no sólo a su madre.
No lo parecía, pero necesitabas bastante práctica para usar Star Dress.
— Lo mismo digo—aclaró Rosemary—. En un aspecto general, no haría desperdicio de mi poder mágico en un individuo como tú. Pero...–toma la empuñadura de su espada–ya que eres hija de mi padre, subestimar tus capacidades sería un error fatal. Además, ya me harto la sarta de estupideces que vomitas sin parar. Voy a cerrarte la boca de una vez y para siempre, falsa hermana.
Otro aspecto de Nashi era que no respetaba reglas ni normas.
Ella sola dió inicio al combate.
En un destello de movimientos apareció detrás de Rosemary. Una lluvia de golpes, imbuidos en luz llameante, cayó sobre la espalda de la pelirroja menor.
El primer golpe lo rechazó con su acero. Fue empujada por el mismo impacto y partiendo de ahí hubo una cortina de golpes y cortes que se rechazaban mutuamente a una gran velocidad.
— Es buena—reconoció Erza viendo la pelea.
— Es increíble que pueda mezclar el Regulus con las llamas de un Dragon Slayer—dijo Lucy atónita, refiriéndose obviamente a su hija.
Ambas, por alguna razón, se voltearon a ver.
Los ojos de ambas se hicieron chinos y un par de chispas saltaron de la conexión visual.
— ¿Tu no sientes extraño?—preguntó Natsu a Gray.
— ¿Verdad que si? Que extraño—opinó Gray extrañado.
Volviendo a la pelea, ambas estaban suspendidas en el aire. Nashi golpeó con una patada de luz llameante. Esa fue más fuerte que el resto de sus golpes.
Rosemary salió disparada devuelta al suelo tras bloquear el ataque. Incluso tuvo que incrustar su hoja en el concreto para detenerse.
— ¿Te rindes?—preguntó Nashi aterrizando sobre el suelo.
— Esa palabra no está en mi vocabulario—reveló, básicamente negándose—. Así que ahora, basta de contenerse.
Su mano cubierta de fuego giró sobre la empuñadura como si fuese un manubrio.
Las llamas de su mano se extendieron sobre el arma hasta ser cubierta por el elemento en su totalidad.
— Que bonito truco—halago una sarcástica Nashi—. ¿Vas a asar carne con–
Tuvo que cortarse a si mismo al hablar antes de ser literalmente cortada por Rosemary.
La hoja dejaba una estela de fuego con cada corte, fuego que su misma dueña utilizaba para distraer y aturdir a Nashi, fuese con golpes en los pies o destellos cegadores.
— Tsk'—chasqueo Nashi con su lengua. No le gustaba esquivar los ataques por mucho tiempo.
Agachó el cuerpo y deslizó el mismo sobre sus rodillas por el piso, quedando detrás de Rosemary.
Cambio de Leo a Scorpio en un destello. Elevó su cuerpo con un salto al aire. Su pierna derecha iba en movimiento circular, cargando grandes cantidades de arena en ella.
Pateó en dirección a Rosemary, enviando toda la arena, que se movía en espirales, en dirección a Rosemary.
— No sirve—argulló la pelirroja elevando su espada en llamas—. ¡Re-equipar!
La arena impactó sobre ella añadiendo una explosión al final. Nashi aterrizó girando sobre sus pies y quedando en dirección a donde estuvo su oponente hace breves instantes.
— Gané—dió por hecho.
¡SWOOOSH!
Las olas de arena fueron cortadas junto al aire con un único corte.
— Emperatriz del desierto—anunció emergiendo de la arena, vistiendo una armadura compuesta por ropas árabes que no dejaban nada a la imaginación y un sable cimitarra.
— Ho...' Parece que podrás divertirme un poco más—expresó Nashi mientras cambiaba nuevamente su Star Dress.
El elegido fue Tauro esta vez.
A diferencia de la versión de Lucy, ella llevaba un hacha. No era tan prominente como la del espíritu celestial, pero tampoco era una pequeñez.
Saltó soltando el hacha. Colocó un pie por delante y lanzó su ataque propulsado con llamas en el hacha.
— Atacas sin más—para Rosemary no fue difícil bloquear el golpe usando un pilar de arena—, ¿Solo eso sabes hacer?.
Otro pilar más pequeño impactó de lleno en el rostro de Nashi. La peli-rosa retrocedió un par de pasos tambaleándose, y en el mismo instante que sus pies quedaron firmes apareció Rosemary cambiando su armadura delante de sus ojos.
— Sangre oscura—nombró lanzado el corte de su espada negra-carmesí sobre Nashi.
Erza no ocultó su sorpresa al ver esa armadura. Era la misma con la que enfrentó a su madre en unión con Wendy. Y fue mayor su sopresa al ver que además de poder combinar ambas espadas, negra y carmesí, tenía ataques bautizados.
Su uso no era reiterado, así que jamás se dió el tiempo de pensar nombres para los ataques de esa armadura.
El corte, un haz de energía carmesí y negra, golpe a la peli-rosa. La energía hacia efecto como si atravesara a la peli-rosa. Segundos después cayó de rodillas y luego al suelo la herida marcada en su piel.
— Es mi victoria—declaró Rosemary cambiando a su ropa cotidiana.
El maestro se levantó de su asiento y elevó la mano, cerrando los ojos:— ¡La ganadora es–
La opresión se tornó asfixiante en un breve instante.
La silueta sombría de Nashi, con el rostro negro y los ojos brillando en rojo asesino, apareció detrás de Rosemary, quien reaccionó sólo segundos después de aparecida la opresión, especialmente sobre ella.
— No lo pienses ni por error.
Nashi se detuvo en el mismo instante que Rosemary volteó para encontrar lo que sucedía.
El puño de Nashi, cubierto por una masa de llamas negras que le daban un aspecto de garra, quedó suspendido a escasos centímetros del rostro de su media hermana.
El fragmento de suelo bajo los pies de la susodicha se hundió y agrietó a causa de la inmensa presión de fuerza súbitamente detenida en el aire.
Y Rosemary manifestó un rostro entre perplejidad y terror a causa de lo acontecido tan rápidamente. Jamás había sentido una presión tan maligna sobre ella, y ahora estaba a escasos centímetros de su rostro.
Gracias a Kami-sama que su padre intervino.
— Hai, To-chan—cedió la peli-rosa, asustada.
Su padre, como demonio, imponía mucho más que ella.
Nashi regresó a su aspecto humano, alejándose tres pasos de Rosemary después.
Natsu también desapareció los rasgos demoniacos de su cuerpo y se puso de pie para ver a su otro hija.
— Rose—la llamó tocando su hombro.
— ¡AAAAGHHH'!—gritó llevando su mano a su espada.
— Tranquila, soy yo—dijo abrazándola.
No tuvo prejuicios en abrazar a su padre. No era un símbolo de debilidad. No tenía vergüenza en demostrar que amaba a su familia.
— Perdón por eso—se disculpó con una reverencia.
— No hay problema—dijo sonriendo—. Más importante aún... Nashi.
— ¿Que?—ya sabía que quería.
— Disculpate con ella—ordenó serio.
— No quiero—objetó inflando las mejillas en un berrinche.
— No te pregunte si quieras. Hazlo.
A regañadientes, la peli-rosa se acercó a su media hermana.
— Perdón—soltó sin mas.
— La aceptó—respondió igualmente sin más.
Dos cosas quedaron implícitas: No se podían ver ni en pintura y lo mejor era no juntarlas.
Al concluir todo el espectáculo, y declarar oficialmente a la hija de Erza ganadora, los integrantes del gremio volvieron dentro del edificio.
Nadie, al cruzar las puertas, pudo explicar el por qué habían tantas botellas de Sake y otros licores tiradas en el suelo.
Rápidamente las miradas se posaron sobre Cana.
— No fui yo, tarados—dijo indignada. Ya no podían haber botellas en ningún lado por que automáticamente era de ella.
— ¿Quien más pudo hacer este desastre?—cuestionó, sarcásticamente, el maestro.
— Ese fui yo.
Las miradas se posaron sobre la barra del gremio. Emergiendo de la parte trasera de la misma, un desconocido muy conocido hizo acto de presencia ante todos.
— Hola—saludó como si nada el castaño moreno de ojos Jade.
¡Era una versión masculina de Cana! ¡Cara, facciones, piel, color de cabello; una copia idéntica de Cana en un cuerpo masculino!. Lo único distinto con la mujer eran sus ojos jade y el peinado de su cabellera corta.
— Mi nombre es Gildarts Jr. Mucho gusto.
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Tenía tantas ganas de escribir esa pelea entre las hijas de Natsu que, aún que no lo parezca, le puse un esmero a la redacción de ese fragmento (dije fragmento y se llevó casi todo el capítulo :v).
¡Gracias por el tiempo de tu vida y hasta el próximo capítulo, compadre!.
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