Las estrellas del firmamento eran testigas de lo que bajo ellas, justo encima de su hermana, el mar, se llevaba a cabo.

Un barco. Era grande, con un diseño capaz de intimidar y una insignia grabada en su bandera, que muchos a los largo de los mares de Earth Land conocían a la perfección.

De proa a popa, los gemidos y gruñidos inundaban la nave más que el agua salada durante un ataque enemigo.

—Natsu-sama~, por favor... Ahhh~' —suplicaba, haciendo gestos realmente adorables a los que nadie podía decir que no.
Sus manos apoyadas en su fuerte pecho y las manos de su capitán puestas sobre sus caderas eran la ayuda perfectamente para continuar saltando sobre el hombre debajo de el.

—Como órdenes, mi amada reina sirena~ —canturreó sensualmente antes de esbozar una de sus hermosas sonrisas, esas que se le daba a la perfección dar y hacer.

A su babor y estribor, dos mujeres más abrazaban y besaban, o lamian, el musculoso cuerpo del capitán de cabello rosado. Y mirando el acto, otras 7 mujeres más esperaban ansiosas su turno para participar. Se estaban desesperando y mucho.

—¡Natsu-sama! —gritó estrepitosamente al recibir la semilla de su capitán dentro de su cuerpo.
Su cabeza se fue hacia atrás y su propio orgasmo llegó con la venida de Natsu. Había sido algo glorioso.

—Ya chicas, no sean tacañas. Es nuestro turno —alegó la pelirroja mas jóven a modo de berrinche con sus mejillas infladas.

—Erza-san tiene razón. Ustedes ya "comieron" suficiente. Es nuestro turno de comernos a Natsu-nii —apoyó la moción la más joven de la tripulación.

—Ya las oyeron, chicas —dijo, para luego darle dos nalgadas a Juvia y ayudarla a retirarse de encima suyo—. Soy todo suyo, chicas. Sirvanse cuanto puedan comer.

Las 7 mujeres saltaron sobre el al mismo tiempo apenas vieron la luz verde.

Ellas no perdían el tiempo.

***

Pasaron un par de horas más y la escena actual se daba en el mismo navío, pero esta vez el capitán Natsu, llamado por todos los piratas y marines "Rey Dragón", se hallaba contemplando las estrellas en el aún más oscuro firmamento.

El mismo estaba muy reflexivo. El sonido de las olas golpeando con su barco le recordaba mucho cuando conoció a Juvia, su hermosa sirena. Y el mismo sonido le relajaba intensamente.

Un suspiro salió de sus labios tras unos minutos viendo el cielo.
Ahora su mirada pasó al océano.

—Muy reflexivo esta noche, capitán Ryuo. ¿Algo le agobia?

—Ah' Irene... Lo siento, no te ví llegar —confesó volteando a verla de reojo y volviendo segundos después al mar.

Una risita salió de su boca.

Irene Belserion, quien alguna vez fue llamada "Reina Dragón", era una mujer esbelta y voluptuosa con cabello escarlata peinado en largas coletas, vestida con ropas oscuras y muy reveladoras, era la consultora, profesional y personal, de Natsu.
O en términos más marítimos: Ella era su primer oficial.

Cuando algo andaba mal, a ella recurría por un consejo.
E Irene sabía cuándo algo andaba mal con su capitán.

—Me llegó una misiva de Mavis esta mañana y no puedo decidir respecto a su contenido —reveló con tristeza. Sacó el papel doblado de su bolsillo y se lo entregó a la pelirroja para que lo leyera—. Y si puedo ser sincero... No quiero ir. Siento que después de lo que sucedió, no tengo derecho a pisar su tierra sagrada.

—Entiendo como te sientes, Natsu —dijo ella como un apoyo emocional. Se acercó hasta el y posó una mano sobre su hombro—. Pero no puedes huir así como así. Si te está llamando debe ser por que confía en ti. Quizás algo malo sucedió y te necesita. Tu nunca sabes.

A veces odiaba cuando tenía razón.

Y esta era una de esas ocasiones.

—Fija el rumbo a la Tenrou. Tratemos de llegar lo más rápido posible —indicó separándose del barandal y volteando a ver a Irene.

—Si, mi capitán —respondió ella haciendo una pose militar.

Luego de tanto tiempo... Volverían a verse las caras.
Y francamente... No sabía cómo sentirse al respecto.

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No se ustedes, pero a mi me chocan todos los fanfics con ambiente "Pirata" que se han escrito en Wattpad. Es que todos son lo mismo y aburren un chingo, se mamaron.

Comenta #clichédesietemares si tu también estás como yo de podrido.

¡Gracias por el tiempo de tu vida y hasta el próximo capítulo, compadre!.