| 67 | Una gran idea

Hallar un orificio, que daba con los baños de Fairy Hills de por sí fue un hallazgo demasiado loco. Pero no estaba lista para lo que vería después.

— Bisca, ¿Te lavó la espalda?

— Claro. Gracias, Natsu.

Lucy observó como Natsu, un hombre, se sentó detrás de la cowgirl para empezar a tallar una esponja sobre la superficie de la espalda de Bisca.

— Déjame ayudarte, Natsu.

— Gracias, Levy.

Con horror observó como su mejor amiga, ahora, frotaba un estropajo por el cuerpo de Natsu. Pasaba por su espalda, luego su cabeza, también por su pecho y finalmente sus piernas.
Y ella, tan campante como si nada sucediera.

¡Allí estaba Erza! ¿¡Por que no lo sacaba a patadas y lo castraba por entrar al baño de Fairy Hills!.

Pero fue peor cuando un pensamiento llegó a su cabeza.

— ¡Hagamos una orgía!—gritó el Natsu dentro de su cabeza. Se había levantado, mostrándole a las chicas presentes su gran erección.

— ¡Claro que sí!—gritaron todas aprobando la moción, para luego saltar sobre el chico, todas al mismo tiempo.

— ¡No en mi guardia!—azotó sus puños gatunos contra la madera, volviendo al mundo real.
¡No podía permitir una orgía entre sus mejores amigas, amigas y su mejor amigo! ¡Eso sería demasiado inapropiado!.

— ¿Y que cuentas sobre el trabajo, Bisca?—preguntó Natsu exprimiendo la esponja.

— Lo mismo de siempre: Ir, venir y ganar el sustento. Supongo que es parte de crecer—respondió/explicó mientras tallaba sus brazos con un estropajo.

— Tal vez. Supongo que depende de–

— ¡Alto ahí!

Todas voltearon a ver a Lucy, vestida de gato y azotando la entrada del baño para ingresar.

— ¿Luce?—cuestionó Natsu.

— ¡No permitiré que tengan una orgía en el baño!

Todas las presentes, y Natsu, parpadearon en señal de absoluta perplejidad.
¿¡Orgía!? ¡Nadie había pensado jamás en una orgía! ¡Precisamente si dejaban entrar a Natsu era por eso, por que el no tenía una mente controlada por su líbido!. ¿¡Que demonios le sucedía a Lucy!?.

— ¿Una orgía...? Suena como algo interesante—dijo Erza llevándose dos dedos al mentón—. La emoción de experimentar con diversas parejas a la vez, así como la adrelina de correrse sobre todas o dentro de una al mismo tiempo que sientes la carne de todos contra la tuya... ¡Yo me apunto para la orgía!—gritó Erza empuñando su puño, llena de emoción y determinación.

Espera, ¿Que...?.

— No es una mala idea. Supongo que somos jóvenes, así que estaría bien algo de experimentación. Yo también me apunto—dijo Bisca levantando la mano.

No podía ser cierto.

— Juvia es leal a Gray-sama... Pero, solo por hoy, Juvia podría darse el lujo de explorar cosas nuevas. Juvia también se apunta—levantó su mano, igualmente emocionada.

Esa no se la creía.

Sólo quedaba Levy, la más lista de ellas. Sabía que alguien como Levy, brillante e intelectual, jamás podría ceder ante sus deseos carnales. Era simplemente imposible.

— Esta sera la primera vez que primera vez que permita que mis hormonas hablen en lugar de mis neuronas. ¡Empecemos de una buena vez!—gritó saliendo de la tina.

— ¡Todas ustedes están enfermas!—gritó señalando culposamente a las 4 chicas, quienes ya rodeaban a Natsu de manera erótica.

— Pero Lucy, tu eres quien sugirió la idea—argumentó Bisca abrazada a Natsu por el cuello.

— Es cierto. Ninguna de nosotras pensó jamás en esa idea hasta que llegaste y la gritaste—apoyó Erza, sentada sobre las piernas de Natsu.

— Juvia cree que Rival de amor desea unirse, pero que es muy tímida para confesarlo. Juvia también cree que Rival de amor deseaba a Natsu-san para ella sola, y que quiere el primer turno—explicó abrazando al chico por la espalda, pegando sus pechos en su espalda y recorriendo con sus manos su fuerte pecho.

— ¿Es cierto, Lu-chan? Si deseas unirte, puedes hacerlo. Deja que tus hormonas hablen y ven con nosotras. Será muy divertido—aseguró Levy abrazando la pierna izquierda de Natsu y recargando su cabeza en ella.

— ¿¡Que!? ¡Claro que no quiero unirme!—aseguró ella.

— Vamos, Lucy, no seas tan dramática. Sólo ven y diviértete con nosotras.

Las 4 chicas abandonaron a Natsu para irse sobre Lucy. La rubia se resistió como pudo, pero ellas la superaban en número y finalmente lograron su cometido: Quitarle la ropa.

— Ve, tigresa—dijo Levy empujando a Lucy contra Natsu.

El peli-rosado la atrapó entre sus brazos con delicadeza. Los pechos de ella presionaban sobre su fornido pecho, y sus intimidades tuvieron un ligero roce. Algo muy placentero.

— Hola, Lucy.

— ¿Lo estas disfrutando, verdad?—preguntó desaprobatoria.

— Si, mucho—respondió sincero, y sonriente—. Gracias por proponer esta idea pensando en mí. Y, por cierto, dime, ¿Cuantas veces has "pensado en mí" desde que nos conocemos?

— Eres un idiota—dijo mirándolo a los ojos—. Un sexy y bien parecido idiota...

— Pero soy tu sexy y bien parecido idiota.

Se besaron. Ya no le importaba nada a Lucy, simplemente quería hacer suyo a Natsu y punto.
Lo deseaba, lo quería, lo anhelaba y esta era la oportunidad para lograrlo.
No la dejaría escapar.

— ¡Que comience la orgía!—gritó Erza elevando los brazos.

— ¡Si!—gritaron las demás haciendo lo mismo.

Volvieron a rodearlo, ahora en compañía y apoyo de Lucy.

Esto iba a ser una locura.

***

Aaahhh~' Aaahhh~' Tan grande... Tan gordo... Tan... Tan ¡Caliente! ¡Gyaaah~'!

Echó la cabeza para atrás cuando sintió la semilla de Natsu llenarla por completo.
El agarre en su trasero se volvió más fuerte y, a causa de la debilidad, sus piernas quedaron colgando a los costados de sus caderas.

Hehe' Eres tan adorable cuando te corres, Bisca—dijo Natsu sonriendo pícaro.

Marcador: 1-0.

***

Su cuerpo iba de delante y atrás por culpa de los empujes producidos por sus estocadas. Tenía que decirlo: La estaba arruinando para los hombres, especialmente para su Gray-sama.

— N-Natsu-sama... Esta arruinando a Juvia para Gray-sama—se lo hizo saber.
En respuesta, Natsu le dió una nalgada.

— Gray se iba a arruinar solo—dijo Natsu sin detenerse—. Por que el no puede, ni podrá, complacerte como yo lo hago.

La última estocada estocada llegó hasta el límite de sus entrañas y las lleno con su semilla.

Juvia pegó el rostro en el suelo, dejando su trasero al aire mientras babeaba y murmuraba cosas difíciles de entender.

Marcador: 2-0.

***

— Que bien lo haces. Seguramente eres tan pervertida como Erza y aprendiste la técnica en los libros.

La boca de Levy era tan cálida y húmeda. Solamente con su lengua recorría su extensión de manera lenta y tortuosa, procurando no hacerlo correrse de inmediato.

Levy, recordando viejos libros de erotismo asiático, hizo ruidos con el pene de Natsu dentro de su boca. A Natsu casi se le salen los ojos por eso.
Las vibraciones ejercidas sobre el sensible miembro de Natsu lo hacían todavía más sensible. Era como recibir cosquillas de ángeles. Y que su lengua ahora acariciara su punta, disfrutando de su zona erógena, no ayudaba mucho.

— Sólo termina—pidió con los ojos fuertemente cerrados, las mejillas ardiendo y con las manos sobre la cabeza de la chica.

Hizo caso. Empezó a chupar y chupar, provocando finalmente la eyaculación. Levy no perdió detalle y bebió el líquido extraído.
Fue una buena cosecha.

— Dios...—pronunció cayendo sobre su espalda, agotado.

Nadie creería que Levy pudiera ser una diosa del placer.

Marcador: 2-1.

***

— ¡Dime vaquera! ¡Dime vaquera! ¡Dime vaquera!

Erza era la que mas energía tenía. Lo cabalgaba locamente y de forma muy placentera para el.

Con las manos en sus caderas, y los ojos clavados en sus gemelas rebotantes, Natsu estaba a merced de Titania.

— ¡Vaquera! ¡Vaquera! ¡Vaquera!—decía a cada grito que soltaba la pelirroja.

— ¡Y que no se te olvide! ¡Hay una nueva alguacil en la ciudad, y ya domo al dragón, si señor!—gritó, añadiendo un movimiento con su derecho como si girará un lazo para arar en el aire.

Marcador: 2-2.

El siguiente marcaba al ganador.

***

— Que linda que seas tan sensible—comentó Natsu con ternura.

Postrada como un perro, Lucy era complacida sin un sexo directo con Natsu.
Más bien era, tortura erótica.

— ¿Que pasará aquí?

— ¡Aaahhh'!

— Bien.

Natsu sabía dónde oprimir. Pellizcaba su clitoris, acariciaba con la palma la entrada de su vagina; su boca se deleitaba con sus pezones y su pene se frotaba contra su trasero, cubriendolo con los rastros de semen que todavía quedaban en el.

— ¡Ya no puedo más!—gritó después de que le recorría la espalda con besos húmedos y apretara su botón erógeno.

— Entonces, rindete—sugirió acariciando su trasero y finalmente dándole una nalgada, como las que le daba a Juvia.

Lucy quedó casi del mismo modo que Juvia, con la excepción de que ella estaba callada.
Apenas podía hacer nada.

Marcador: 3-2.

Ganador: Natsu Dragneel.




















































































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Primera vez que involucró a Bisca con Natsu y no se sintió nada mal. Generalmente no lo hago por que esta casada, tiene una hija y nunca hubo una interacción directa entre ambos. Pero tal vez lo intente más seguido ahora que ya lo probé. Sólo digo, jeje.

¡Gracias por el tiempo de tu vida y hasta el próximo capítulo, compadre!.

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