| 51 | Hambre De Dragona
Natsumi, a simple y primera vista, parecía la chica más linda, inocente, fuerte y audaz del gremio, incluso de Fiore. Pero, como dice el dicho, la realidad es una perra.
Natsumi era una mujer colosalmente promiscua e igualmente ninfómana que se metía el pene de todo hombre al que consideraba físicamente atractivo y sensual. Incluso había testimonios que aseguraban que, en diversas ocasiones, Natsumi metía hasta 20 hombres en su hogar y de ellos no se sabía nada hasta la mañana siguiente. Lo más interesante era que todos ellos salían como Zombies y ella no sudaba ni una gota. Era algo increíble, e interesante al mismo tiempo. Te daban ganas de probar la veracidad de esos rumores.
No era un secreto que gran mayoría del género masculino en el gremio se la querían llevar a la cama.
***
Natsumi, como de costumbre, entró en el gremio caminando como toda una modelo, moviendo las caderas al compás de sus pasos de dama, e, inevitablemente, atrayendo las miradas de los machos, en el gremio, que querían aparearse con ella. Que por cierto, no eran pocos.
— Dios...—susurra Azre (Erza) mirando el perfecto trasero de Natsumi antes de llegar a la barra y tomar asiento.
— Oye, tranquilo viejo. Parece que ya lo violaste 3 veces tan sólo con la mirada—dice Luke (Lucy) a su amigo en un intento de calmar su lascivia.
— Dime si es preciosa y sensual, Luke—reclama Azre pasando la vista a su amigo.
— De que lo es, lo es, pero más respeto, o por lo menos se más discreto—contrareclama Luke con obviedad.
— Perdón. Me deje llevar—dice en disculpa.
— Shh. Aquí viene—advierte luego de detectar la presencia de Natsumi acercarse.
— Hola, chicos. ¿Algo interesante para hacer hoy?—pregunta Natsumi llegando a la mesa. La peli-rosada comía un helado de vainilla en paleta, y como es anime, ya sabrán como.
— No, nada. ¿Que me dices tú? Algo interesante?—pregunta Luke. Antes de responder, con intención dudosa, Natsumi se sienta en las piernas de Azre mientras seguía comiendo su helado.
— Encontré un trabajo que parece interesante. Pagan bien y no parece difícil—responde Natsumi dándose una pausa para poder disfrutar su helado, lamida tras lamida, cuidando no dejar ni una gota. Por su lado, Azre enfrentaba sus propios problemas.
— ¡Abajo, Fifi! ¡Abajo, Fifi! ¡Abajo, Fifi!—se gritaba Azre dentro de su cabeza, poniendo toda su fuerza de voluntad para evitar tener una erección al sentir las suaves nalgas de Natsumi sobre sus piernas.
— El problema es que...—deja las palabras al aire al consumir su golosina, metiendo todo el contenedor cilíndrico de helado dentro de su boca y, segundos después, sacar el palito sin nada de helado y sin derramar una sola gota derretida—. Necesito compañeros para ir y no conozco a nadie disponible—esto último, cabe mencionar, lo dice con un deje de tristeza infantil e inocente, agregando incluso los pucheros y los gestos acordes a dicha emoción. Joder, hasta a mi se me puso dura.
— ¡Yo iré contigo!—grita Azre entrando en nervios por la presión sexual.
— ¿En serio? Que lindo eres. Gracias—dice Natsumi dándole como obsequio una linda sonrisa Dragneel, marca registrada. Azre tragó saliva forzadamente al verla y oírla.
— Yo también puedo ir contigo, si me permites, claro—agrega Luke levantando la mano y hablando algo cohibido. La mirada asesina de Azre no se hace esperar.
— ¡Excelente! ¡Partimos mañana temprano! E iremos caminando, los transportes me hacen daño y no podré dar mi 100% si estoy enferma y mareada. Procuren ser puntuales—dice saltando de su "asiento" y alejándose del mismo modo que entró para luego abandonar el gremio.
Ambos hombres se miraron por unos segundos antes de soltar un suspiro simultáneo. Pelear no tendría sentido; era sólo un trabajo y mientras más fueran, más rápido sería. Además, sabían que algo iba a pasar, no sabían que, pero lo sabían y era mejor ir preparado.
***
La mañana pintaba increíblemente bien y, fuera del gremio, de pie en la entrada, Natsumi esperaba a sus Nakamas para poder ir a la misión.
Grande fue su sorpresa al ver más de dos hombres llegar donde ella.
— Hola—saluda Gray.
— Buenos días, Natsumi-san—dice Sting tan respetuosa y amigablemente como siempre.
— Ha pasado tiempo—saluda Dem (Dimaria Male) con alegría.
— ¿Como amaneciste, Natsumi-nee?—pregunta, como un pequeño caballero, Romeo.
— Kaiser le desea muy buenos días, Natsumi-chan—saludo, en tercera persona, Kaiser (Juvia Male).
— Hey, Natsumi, estas hermosa esta mañana—halaga Jellal.
— Hola, chicos. ¿Tambien vienen al trabajo?—pregunta cruzando los brazos por debajo de sus pechos y realzando su busto. Ninguno de los macho presentes pudo desviar la mirada de eso.
— Escucharon que iríamos contigo a una misión y bueno... Elos aquí—señala Luke al resto de hombres que se apuntaron al encargo.
— ¡Excelente! ¡Mientras más hombres vengan, más diversión! ¡Pongámonos en marcha, caballeros!—grita la DS comenzando la marcha, siendo seguida, rápidamente, por todos los hombres.
Este viaje terminaría con resultados sexuales, justo como se había planeado.
***
El trabajo había concluido bien, había sido fácil y Natsumi había hecho casi todo el trabajo.
No es que no fueran caballeros, es sólo que Natsumi era muy acaparadora y orgullosa como para dejar que alguien más derrotara a la bestia una vez que ella ya había iniciado la pelea.
Ahora mismo se dirigían de regreso al gremio.
Natsumi iba al frente, con las manos tras la nuca y con todo su séquito masculino detrás de ella, mirando su trasero.
— Oigan, chicos—dice Natsumi llamando a todos dándose la media vuelta para verlos—. ¿Vamos tener sexo ya?—pregunta de golpe, como si nada.
Sting, que bebía una botella de agua, escupió todo el contenido de su boca hacia el resto de hombres presentes. Todos los demás estaban tan en Shock que no sintieron el agua mojar sus cabelleras.
— ¿Por que tan sorprendidos? ¿En serio creen que no sabía sus intenciones y el por qué vinieron tantos?—pregunta Natsumi confundida—. Chicos, es obvio que no me conocen. Soy una perra sedienta de semen, así de sencillo—confiesa alzando los hombros—. Ahora, el que quiera que le de las nalgas, lo espero por allá entre esos arbustos y árboles—señala con su mano la zona que decía. Acto seguido, se dirigió hacia allá.
Como era de esperarse, todos los machos corrieron tras la hembra de cabello rosado, a quien encontraron ya desnuda y de pie en el centro.
— ¿Lo hacemos de uno en uno o tenemos orgía?—pregunta con las manos en la cintura, lista para la pernada.
***
Abrió sus ojos con lentitud, siendo despertado por los diversos gemidos masculinos que se escuchaban en el bosque.
Su mirada se dirigió a Natsumi, quien saltaba frenéticamente sobre el pene de Jellal, mientras Dem y Gray estaban a sus costados y sus penes eran sujetados por las manos de Natsumi, quien lamía los mismos turno por turno.
— Natsumi...—gimió Dem sujetando la cabeza de la chica. Estaba sonrojado y la expresión en su rostro decía que estaba por correrse.
— Eso es, así, di mi nombre y dámelo todo—decia Natsumi con el pene de Luke dentro de su boca.
Dió un vistazo a sus lados y encontró a Luke, a Sting y a Kaiser tirados en el suelo, con los brazos extendidos y sus penes erectos al aire, con rastros de semen en la uretra. Y, detrás de la escena sexual, Romeo lo veía todo sin decir nada.
— ¡Natsumi!—grita Dem gimiendo como jamás en su vida había gemido al correrse dentro de la boca de la peli-rosada.
— Exquisito—dice Natsumi luego de tragar la semilla del rubio, sin derramar ni una gota—. Veamos si tu semen sale frío, Gray-sama—dice seductora y coqueta para luego engullir casi en su totalidad el pene del Devil Slayer. No es que no le cupiera todo, es que lo que restaba su sujetaba con su mano.
Azre trató de ir hacia ellos, pero sus piernas lo traicionaron al no reaccionar. De hecho, ahora que le ponía atención, ni siquiera podía sentir las piernas.
— Es un monstruo sexual—pensó mirando el estado en el que lo dejo. Ahora sabía que los rumores eran verdad, y que no hacían honor a sus verdaderas capacidades.
— ¡Natsumi!—gritó Gray llegando al orgasmo y llenando la boca de Natsumi.
— No, esta caliente—dice sacando el pene de Gray de su boca.
Ambos chicos cayeron sobre sus traseros luego de que Natsumi soltará sus penes. Enseguida fijo su atención en el peli-azul tatuado que tenía debajo de él. Aumentó el ritmo de sus saltos y lo hacía chupar sus senos con ímpetu mientras sus manos iban acariciando todo su torso.
— ¡Natsumi!—gritó Jellal al correrse dentro de Natsumi y caer inconsciente debido al cansancio. Era un monstruo sexual.
— Bien. Eso fue todo—dice saliendo de Jellal. Su mirada, rápidamente, se posa sobre Romeo, quien se sonroja violentamente al ver el cuerpo desnudo de una mujer mayor y muy hermosa—. ¿Estas excitado, verdad? Tu amiguito no te deja mentirme—dice sensualmente, sonriendo y acariciando el torso de Romeo con su dedo índice delicadamente. La erección del chico hablaba por el—. ¿Es tu primera vez, cierto? No te preocupes, te enseñaré muchas cosas para que hagas felices a todas las mujeres con las que estés en el futuro. Consideralo un regalo de tu Onee-sama, Romeo-kun—susurra pegando sus pechos al pecho de el, con sensualidad.
— Natsumi-nee...—gimió al sentir el calor de esa mujer a la que admiraba y amaba en secreto. No podía creer que podría estar con ella tan pronto.
Natsumi bajó por su cuerpo hasta llegar a su amiguito, el cual estaba medianamente erecto.
— Tu Onee-sama se hará cargo de hacerte un hombre—dijo antes de engullir el pene del mas jóven por completo.
Romeo gimió al sentir la humedad y calidez de la boca de Natsumi cubriendo su pene por completo. Mientras más lamía y chupaba, más erecto se ponía. Ese hecho logró sorprender a la DS de fuego, quien no se esperaba que pudiera llegar más lejos.
— Vaya—expresó sorprendida—. Definitivamente superaste a tu padre, Romeo—halaga recordando la pequeña aventura con Macao cuando el mismo le enseñaba sobre el control de las llamas.
Romeo estaba tan absorto en el placer que estaba sintiendo que no se detuvo a imaginar a su Onee-sama y a su padre cogiendo, como sería normal en todos los seres humanos jóvenes.
Repentinamente sintió frío en su pene. Al mirar, resultaba que Natsumi lo había sacado de su boca.
— Si vas a correrte, será dentro de tu Onee-sama—dice Natsumi girando y poniéndose a 4 patas—. Ponte detrás y entra por mi vagina. Todavía eres muy joven y casto para un anal—dice balanceando su trasero de lado a lado, provocando más excitación en el joven cuerpo de Romeo.
Como un perro que obedece a su ama, Romeo se posicionó detrás de ella, sujetó su pene con su mano y lo guió en la vagina de la peli-rosada para luego meterlo por completo, o al menos hasta donde pudo.
— Yo te declaró, oficialmente, desvirgado. Bienvenido a la hombría, cariño—dice Natsumi lujuriosa y lascivamente.
Romeo, siendo guiado por Natsumi, comenzó a moverse dentro de ella hacia adelante y hacia atrás mientras la sujetaba fuertemente por la cadera.
Para el pequeño Romeo era un sueño hecho realidad poder estar con la mujer que amaba. Y, sin un ápice de duda, su parte favorita era ver la curva de su espalda, tan larga y excitante.
— Dame una nalgada—pidió Natsumi. Romeo, cegado por la excitación, se la dió sin medir su fuerza—. ¡Ahhh! ¡De eso estoy hablando, cariño!—grita Natsumi complacida.
— O-Onee-sama... Me siento e-extraño...—hablaba Romeo entre jadeos y sin dejar de moverse.
— Estas a punto de correrte. No te preocupes, es algo natural. Lo harás dentro de mi, así que muévete más rápido—indico. Rápidamente Romeo aumentó el ritmo de sus estocadas.
El más joven de todos pegó un buen grito al mismo tiempo que experimentaba su primer orgasmo y derramaba toda su semilla dentro de Natsumi.
Salió de ella y se dejó caer de espaldas en el pasto inconsciente. Fue demasiado para su primera vez.
— Bien. Ya irás aprendiendo más—dice Natsumi poniéndose de pie como si nada—. ¿Alguien ya recuperó las fuerzas para otro asalto?—pregunta a los chicos, y ninguno responde—. Tomaré eso como un no. Bueno, como sea. Los veré en el gremio, chicos. Gracias por el sexo, hay que repetir algún día—dice mientras toma sus prendas para luego retirarse de ahí, dejando a los chicos desnudos en medio del bosque a su suerte.
Definitivamente, el mejor sexo de la vida... para ellos. Para Natsumi, no fueron ni los primeros ni los mejores. Pero esa es una historia para otro día.
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Listo, ya está, terminé.
Vaya, desde hace tanto que quería escribir esto, pero nunca me salía como quería y terminaba por borrarlo. Pero finalmente lo logré, conquiste la colina y estoy orgulloso.
Espero que lo hayan disfrutado por que este era mi onceavo intentando tratando de hacer un One-shot genderbender con Harem para Natsu fem.
¡Gracias por el tiempo y el interés prestados a la lectura! Y sin más que agregar, hasta la próxima.
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