Tony se encontraba algo nervioso y es que jamás en su vida creyó que conocería al rey del infierno.

Sam, Dean y Castiel le hablaron de el en varias ocasiones, pero jamás lo había conocido.

Crowley analizaba de pies a cabeza a el castaño con aquella mirada penetrante, Stark se sentía tan incomodo por aquella fuerte presencia en su persona. El rostro serio de el rey del infierno cambio a una sonrisa un tanto coqueta, mientras que este se relamía los labios.

A Sam, Dean y Castiel no les gustó para nada eso.

-Quién diría...- hablo de la nada Crowley- el famoso Tony Stark enserio está con los dos perros y mi Moose. Un placer- dijo este mientras que tomaba la mano de el castaño y depositaba un beso en esta, de una manera delicada.

Cuando el rey del infierno levanto su rostro, se sorprendió al ver a Sam y Dean casi con una vena saltada. Haciéndole señas.

-A esto puedo sacarle provecho...- pensó Crowley con una clara sonrisa maléfica.