A pesar de que Kurama estaba dormido, su cuerpo era más resistente que el del Naruto de ese mundo, de un golpe rompió el yeso en su brazo, comenzó a brincar en el jardín, tronó su cuello sacando el collarín, había pasado una maldita semana en cama, estaba harto, no soportaba seguir igual, levantó su mirada, aún al tener a sus padres con él, se había sentido solo, extrañaba a Shikamaru, a su sensei, a sus amigos, ni siquiera Kakashi e Iruka lo habían visitado, suponía era su lejanía con el mundo que lo rodeaba y la depresión del otro Naruto. Giró su mirada, aún era de madrugada, estaba acostumbrado a levantarse temprano después de su tiempo como kage, hizo sellos de manos colocando sellos de peso en su cuerpo, sonrió, aún tenía sus habilidades, en ese momento su chakra biju no estaba disponible, pero vamos, entrenó la mayor parte de su vida sin él, comenzó a correr a gran velocidad dejando cinco clones a su espalda, no estaba para desperdiciar chakra, estos comenzaron a entrenar su control de chakra, pudo darse cuenta que era pésimo, su velocidad y fuerza física a pesar de sus entrenamientos en ese mundo, eran un asco, subió el peso sin bajar el ritmo, no se quedaría atrás, su alma competidora nuevamente brillaba con fuerza, no iba a ser el último muerto nunca más.

Mientras corría nuevamente sus pensamientos regresaban a su antigua vida, podía recordar las palabras de su hijo, se enterraban como dagas en su corazón, una y otra vez volvían a él. Subía y bajaba la montaña cada vez con más peso mientras pudiera soportarlo, revisaba sus avances, nuevamente empezaba “te odio” apretó su mandíbula con coraje, dio lo mejor de él toda su vida, dio lo mejor de él como shinobi, como Hokage y como padre. Himawari lo amaba como era, con sus grandes defectos, podía entender que odiaran su trabajo, pero en su cerebro no entraba el poco valor que le daban, trató de acercarse infinidad de veces a su hijo, trató de entrenarlo, escucharlo, nada funcionaba, nada era suficiente ¿acaso estaba mal? acaso era un maldito? recordó las palabras de Kakashi “están siendo injustos con Naruto”, era verdad, eran injustos con él, tal vez no fue el mejor marido, pero por kami, tenía pocos días de haber fallado, iba a pedir el divorcio para evitar seguir con la traición, antes de eso era un marido que daba lo mejor, comenzó a golpear un árbol con la Kata de los sapos sin usar chakra, una y otra vez repitiendo la secuencia.

Era un desastre ¿a quién engañaba? su vida familiar iba en declive, estaba por divorciarse y causar el rompimiento de su familia. El rubio continuaba golpeando sacando sus frustraciones sin darse cuenta que el atardecer llegaba, levantó su mirada con seriedad -de… monios, no descansé ni un poco -siguió un ritmo de entrenamiento no apto para el cuerpo nuevo, suspiró con fastidio sintiendo su cuerpo pesado, bajó a la mitad el peso en los sellos, regresó a su hogar.

Al llegar vio a su madre observarlo con seriedad, la pelirroja corrió hacia él, no dudó en golpear su cabeza en un coscorrón, el pequeño abrió sus ojos bastante -demonios Naru-chan, aún estás lastimado ¿por qué exigirte de esa forma? ¿por qué no llegaste a comer? ¿qué te sucede? me preocupas ttebane- lo abrazó con fuerza. Naruto parpadeó incrédulo ¿lo acababan de golpear? ¿cómo a un niño pequeño? giró sus azules viendo a su madre preocupada abrazarlo con fuerza, sonrió quedito sintiendo su calor y su amor, se dejó mimar -sólo, me haré fuerte ma, los haré orgullosos ttebayo-

Kushina abrió sus ojos bastante al escucharlo ¿de dónde había salido esa actitud optimista? ¿ma?- perdón por preocuparte, pero ya me siento mejor ttebayo -la pelirroja se separó revisando a su pequeño con cuidado, suspiró audiblemente, sonrió ligero al ver su sonrisa, era distinta a todas las que había visto antes, esta vez se veía sincera, mordió sus labios sintiendo felicidad contenida, asintió -ve a lavar tus manos, cenaremos, por favor, no me asustes así de nuevo ttebane-

Naruto asintió, corrió con velocidad al lavabo y lavó sus manos, puso la mesa y sin dudarlo se sentó, sus azules se abrieron con emoción, lamió sus labios -ramennnnn siiiii ttebayo -comenzó a comer a gran velocidad, Kushina lo veía con duda, siempre fue tímido para expresarse ¿qué le sucedía? sacudió su mente, si era para mejorar, estaba feliz de que así fuera, sonrió con diversión al verlo correr por un segundo plato. Minato llegaba observando con duda todo -¿Qué le sucede?- susurró, Kushina negó -no lo sé, parece otro, me agrada verlo así -sonrió contenta. El kage veía a Naruto regresar con un nuevo plato y sonreír -bienvenido pa- Minato parpadeó con duda ¿pa? acarició sus rubios suavemente- toda esa energía me da mil años de vida Naru-chan, sigue así -Naruto sonrió ligero, mordió sus labios, tal vez había mostrado de más, pero veía felicidad en ambos mayores, sonrió feliz de tenerlos a su lado.