Capítulo 6

Abrió sus ojos con dificultad, la luz calaba bastante, su cabeza dolía una mierda, levantó sus manos colocándolas en sus sienes para amortiguar el dolor -¿Naru-chan? ttebane- el pequeño ojiazul abrió levemente sus ojos, cuando no sintió tanta molestia los abrió un poco más, trató de mover su cabeza, pero estaba inmovilizada, giró su mirada viendo un collarín y su brazo vendado, debió ser la caída. Kurama no lo curaría esta vez, estaba agotado, tal vez le convenía esa situación por el momento -parpadeó viendo a una pelirroja con rostro preocupado frente a él, era su madre y no podía lanzarse sobre ella en un abrazo, aunque a la vez no era ella, se sintió incómodo sin saber cómo pensar o actuar, la Namikaze lo abrazó suavemente, el pequeño se sonrojó bastante sintiendo como un bálsamo para su corazón ese abrazo, todos estos años había vivido sin su madre, sin su amor, sin su cariño y ahora, estaba a su lado, mordió sus labios conteniendo las lágrimas.

-Demonios Naru-chan ¿qué sucedió? ¿quién te atacó? ttebane -Naruto no sabía qué responder o cómo actuar, giró su mirada observando a su padre entrar por la puerta con su capa kage, tragó pesado con aún más ganas de llorar -Naru -tomó su mano y la besó con amor -¿estás bien cariño? estábamos preocupados, sentimos un terremoto y una luz bastante fuerte, después de ello te encontramos tirado en medio del cráter-

Naruto lo vio con sorpresa, se sonrojó y sintió timidez ante el actuar de sus padres, nunca había sentido esa clase de amor paternal, se dejó abrazar y mimar, una lágrima escurridiza salió de su gema, mordió sus labios temblorosos -no recuerdo nada papá, sólo… sólo recuerdo estar regando el jardín, todo se volvió oscuro, lo lamento ttebayo -el corazón del pequeño latía con fuerza, sus padres estaban con él, por fin podía sentir qué era ese sentimiento de ser amado por ellos, por fin estaban a su lado, sonrió con los azules aguados.

-¿Qué sucede Naru-chan? ¿por qué lloras?- Naruto negó -estoy feliz de que sean mis padres y estén conmigo ttebayo -ambos sonrieron al verlo así -ya están investigando, tal vez alguien te atacó por la espalda, ese cráter y tus heridas nos dan una idea, los médicos dijeron que era como si hubieras caído de una gran altura -Naruto negó saber algo, ocultó un poco más sus brazos, estaban fuera de la manta sin su chamarra, las vendas ayudaban a ocultar las heridas autoinfringidas en sus brazos, no delataría a su otro yo, no iba a preocupar a sus padres tampoco -no lo sé Minato, estaba dentro de la casa y no sentí a nadie más que a Naruto y a un clon, eso fue extraño ttebane -susurró la pelirroja a su marido, el kage vio a su hijo con tristeza, tal vez intentó lastimarse nuevamente, trataba de ocultar sus heridas, pero ellos sabían, trataban de ayudarlo, pero aún así continuaba, sabían el porqué, no eran idiotas, lo escuchaban a veces, sentían culpa por el exceso de espectativas que la gente tenía en él y lo frustado que se sentía -mandé mensaje a sensei, espero venga pronto, eso te pondrá contento, le diré que entrene un poco contigo-

Naruto abrió sus azules aguados bastante, sonrió con emoción, asintió con velocidad mordiendo sus labios, vería nuevamente a su Ero-sennin, sus padres sonrieron, el menor perdió la sonrisa, no era su Ero-sennin, cayó en conciencia, levantó sus azules, tampoco eran sus padres ¿estaría bien que tomara ese lugar de su otro yo y robara su vida? “Hazlo, déjame vivir una vida, déjame sentir que puedo lograrlo aunque seas tú quien la viva, ambos ahora somos uno” escuchó un susurró en su mente, veía a sus padres platicar y sonreír entre ellos, sonrió quedito dejando la culpa por el momento a un lado.

….

-¿Qué demonios te sucedió rubio?- Naruto levantó su mirada con velocidad viendo al Nara entrar a su habitación, sonrió ligero con un sonrojo evidente -no lo sé ttebayo -Shikamaru negó con fastidio, bostezó dejándose caer a su lado -qué fastidio rubio ¿no recuerdas nada?- el menor negó -nada, lo lamento -Naruto apretó el ceño ¿por qué demonios se disculpaba? él no solía hacerlo, debía ser actitud de su otro yo -no te disculpes demonios, te lo he dicho muchas veces ¿cómo te sientes?- el pequeño vio las facciones de su amigo, era bastante atractivo y guapo, un sonrojó aún mayor creció en sus mejillas -bien, el médico dijo que estaré unos días en cama, espera que en una semana esté bien, no había fracturas graves y yo estoy harto de estar en cama, ocupo salir de aquí ttebayo -el genio se giró recargándose en su brazo, observó la actitud distinta del rubio, había hablado sin timidez, sonrió ligero -veo que estás más suelto, eso es bueno-

Naruto negó sin entender -¿ya sabes? es bueno que hables más y con más soltura, te vez relajado -el Namikaze lo vio con seriedad, sin poder evitarlo observó sus labios, mordió su mejilla, no era el mismo Shikamaru, tragó pesado regresando su mirada a los onix, el genio había observado ese movimiento, se giró boca arriba incómodo ¿qué había sido esa mirada y esa actitud? por un momento creyó que lo besaría, apretó ligeramente el ceño sintiéndose raro -creo debo irme rubio. Ino está en la sala con tu madre, me espera esa rubia problemática -Naruto tragó pesado sintiendo dolor, asintió lentamente -gracias por venir Shikamaru -el Nara lo vio un momento más con seriedad -no te preocupes rubio, para eso están los amigos -el Namikaze sintió incomodidad en esa frase al recordar a su vago, asintió lentamente, lo vio salir de la habitación, negó con fastidio, fue evidente que lo puso incómodo y lo ahuyentó, talló su rostro con frustración.

-¿Sucedió algo Naru-chan? Shikamaru se fue muy rápido- Naruto negó con una suave sonrisa -dijo que Ino lo esperaba. Kushina sonrió, estaba segura que si el compromiso no existiera, habrían formado una hermosa pareja su hijo y el Nara, sacudió su mente regresando a la cocina. Naruto comenzó a analizar su situación, tenía que entrenar, su cuerpo se había debilitado con la unión del otro Naruto, recordó su entrenamiento con Kakashi, sonrió con maldad.

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