Capítulo 31
La familia Namikaze e Itachi estaban en la habitación. Minato envió un clon en su lugar al trabajo al igual que el Uchiha, esperaban sin despegarse ni un poco del menor, el azabache acariciaba suavemente las cicatrices en la mano del rubio con discreción -ya casi no se ven ttebane- Itachi levantó su mirada, asintió -llevaba días asistiendo a una clínica de cicatrices al otro lado de la aldea, dijo que no las quería más en él, mencionó que era un nuevo comienzo- Minato sonrió -te agradezco -el Uchiha levantó su mirada con duda- no he hecho nada ¿por qué agradece?- el rubio negó- tal vez tú no te das cuenta, pero desde que estás en su vida mantiene una sonrisa-
Itachi lo vio con cuidado -¿creí que había elegido cambiar?- Kushina sonrió quedito -fue así, pero es muy distinta la sonrisa que muestra cuando está contigo ttebane -el Uchiha giró su mirada a su esposo, se dio cuenta que no había soltado su mano desde que pudo tomarla, la apretó con cariño. Desde que volvió de las misiones de infiltración, tenía una sensación de no pertenecer a su hogar, se sentía fuera de lugar, algo melancólico y molesto por el compromiso, se había resignado a una vida gris, sin decisión propia, sin alegría, se había resignado a cumplir con su papel como heredero y con su matrimonio. El rubio le había dado una enorme sacudida a su vida, no recordaba haberse enojado o indignado de la manera en que sucedía con su rubio, no recordaba sonreír y divertirse como lo hacía a su lado, disfrutar y volverse loco en sus brazos, lo desquiciaba a momentos, pero de inmediato todo volvía a ser un remolino de pasión, se sentía vivo desde que llegó a su vida, acarició su pequeña mano con cariño.
Naruto por su lado flotaba en su espacio mental en una burbuja, había perdido noción de su realidad ¿cuál de las dos era su vida? ¿cuáles recuerdos había perdido? ¿cuáles eran reales? -Kurama- susurraba suavemente tratando de llegar a él, pero su voz no llegaba al zorro, abrió sus ojos levemente, podía ver a su hija Himawari correr tras una pelota enorme, apenas si tenía un año, la pequeña rodaba con su juguete, parpadeó observando a sus padres jugando con él tratando de atraparlo mientras corría en el jardín, su papá lo sostuvo y lo lanzó con fuerza en el aire mientras reía a carcajadas, su madre jaló sus mejillas por haberla hecho rodar tras de él, los tres reían con diversión.
Apretó el ceño nuevamente, otro recuerdo llegaba, recordaba quedarse dormido a momentos mientras leía el manuscrito de Ero-sennin para su libro tácticas de cómo hacerlo, el anciano lo zangoloteaba para mantenerlo despierto mientras reía entre pestañeos, recuerda a su abuela Tsunade comer los dulces que le dióy como chantaje para dejarlo ir a una misión donde no estaba planificada su inclusión, le daba uno tras otro con diversión y maldad, pestañeó nuevamente, recordaba ser un niño, dormir en un claro en un parque con Choji y Shikamaru a su lado, los tres llenos de lodo, cansados de tanto jugar, observó con tristeza como se iban con sus padres y él se quedaba solo como siempre había sucedido, recuerdos de su vida en un orfanato, después en las calles y en el bosque hasta que un anciano al que no podía definir su rostro, lo rescató.
La soledad comenzaba a asfixiarlo, recuerdos de dos vidas distintas llenas de soledad, inseguridad y miedo comenzaban a oprimirse en él, su espacio mental se hacía oscuro, la coladera se llenaba de lodo, sus azules se apagaban haciéndose grises -Kurama- susurró insistentemente, en el exterior escucharon su susurro. Itachi y sus padres lo escucharon con claridad -Kura… ma- el Uchiha levantó su mirada a la pareja Namikaze quienes tenían el rostro confundido.
El zorro en el cuerpo de Kushina veía con intensidad lo que sucedía, comenzaba a cabrearse al escuchar su nombre salir de un asqueroso humano, sus ojos se afilaron -¿Quién demonios eres para decir mi nombre con esa maldita confianza humano? ¿qué demonios quieres de mí?- la grave voz del zorro salió del cuerpo de Kushina, abrieron los ojos bastante al escucharlo, la pelirroja se levantó alarmada. Minato hizo sellos de manos creando una barrera de fuerza reforzada con una de chakra y otra de silencio en la habitación. Itachi activó su mangekyo sharingan por sí tenían que someter al zorro. Kushina levantó su mirada sintiendo salir el chakra bijuu de su cuerpo, este la rodeaba. Minato se acercó, la Namikaze negó levantando su mano- espera Minato, no está fluyendo el chakra al exterior, sólo fue un impulso de chakra-
El kage estaba nervioso, giró su mirada a Naruto, la regresó a su esposa pensando, sólo había una opción, debían calmarse -¿sabes de qué habla Naruto… kyubi?- Kushina e Itachi vieron con cuidado al Hokage, trataba de comunicarse con el zorro, kyubi guardó silencio un momento- ¿por qué debería decirles? ¿Qué gano yo?- Minato afiló su mirada -quieres saber porqué te llama por tu nombre, tal vez si nos dices lo que sabes logremos averiguar el porqué te llama tan insistentemente-
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