Naruto ayudaba a su madre con las compras mientras él hacía las suyas -¿me enseñarás a hacer ese estofado tipo curry? quiero hacerlo para acompañar onigiris -Kushina sonrió -si intentas llegar al corazón de Itachi por el estómago Naru-chan, es una excelente táctica, te ayudaré ttebane -Naruto se sonrojó bastante -no digas cosas raras ma, sólo quiero, no sé, ya sabes, tal vez he visto mucho amor contigo y papá ¿crees que pueda lograr algo así?- rascó su nuca con vergüenza, giró su rostro evitando el de su madre al sentir algo de envidia. La pelirroja lo observó con sorpresa, sonrió ligero -el otro día dijiste algo que llamó mi atención- Naruto giró su mirada a su madre escuchando -mencionaste que Itachi te recordaba a tu padre, pues he descubierto en este tiempo que has decidido cambiar y ser tu mismo, que realmente te pareces demasiado a mí, eso debería darte una idea de lo que ambos pueden lograr-

Naruto abrió sus azules con sorpresa al darse cuenta, era verdad, parpadeó recordando cómo era antes de fusionar su alma, era tímido, introvertido, con miedo a vivir, lleno de ansiedad y vergüenza por lo que la aldea decía de él, miedo a enseñar sus cicatrices, bajó su mirada observando sus brazos, con Itachi no tuvo miedo de mostrarse tal cual era, ni siquiera pasó por su mente cubrirse, la mirada de deseo del Uchiha lo había cegado por completo, sonrió quedito, vislumbró una vida a su lado por primera vez desde que inició esa nueva vida -entonces ¿también podemos vivir así?- susurró convenciéndose así mismo, recordando cómo el Uchiha lo abrazaba con cariño mientras dormían y cómo despertaba entre sus brazos protectores y cálidos, no se dio cuenta que el recuerdo de su otro yo se mezclaba. Kushina sonrió con amor al verlo de esa forma.

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Itachi regresaba de su misión por la mañana, toda la noche corrió para llegar temprano ese día a su hogar, su pareja lo esperaba de noche, cuando a la distancia vio a Naruto correr con velocidad sobre los techos, pero no se dirigía a la torre, levantó una ceja con curiosidad, comenzó a seguirlo a una larga distancia, se veía sospechoso, el clan Nara estaba por esa zona ¿no se atrevería o sí? sacudió su mente recordando cómo delimitó su relación con Shikamaru, no tenía porqué dudar sobre ese tema, lo vio parar en una casa de gran tamaño y tocar revisando de vez en cuando que nadie lo siguiera, tocó, de inmediato un sujeto de buena apariencia lo dejó entrar cerrando la puerta a su espalda.

El Uchiha apretó el ceño con molestia ¿por qué había entrado a ese lugar? ¿qué tenía que hacer en casa de un hombre? no recuerda que le haya comentado algo al respecto, esperó algún tiempo observando la puerta con intensidad, cada minuto sentía como si el aire comenzara a asfixiarlo, sentía desesperación y ganas de entrar derrumbando esa puerta, localizar a su pareja y sacarlo de ahí, sus puños se apretaban con fuerza -sal ya- susurró con desesperación, estaba por irse cuando la puerta se abrió. Naruto sonreía con emoción al salir de ese lugar, abrazó al sujeto con fuerza aumentando la molestia de su marido quien sentía su mirada oscurecer, vio al rubio comenzar a correr. Itachi desapareció del lugar en un shunshin.

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Naruto llegaba a casa con una enorme sonrisa, dejó sus cosas, lavó sus manos, sacó los ingredientes del refrigerador y de la pequeña alacena, no dudó en comenzar a cocinar tarareando una canción y moviendo su trasero al ritmo de esta -¿dónde estabas?- el rubio abrió sus azules, dio un pequeño brinquito- oye, me asustaste ttebayo ¿a qué hora volviste? no te sentí, arruinaste mi “bienvenido a casa”- Itachi lo veía con seriedad. Naruto parpadeó con duda, su marido estaba molesto, apagó la estufa y caminó hacia él -¿sucede algo? ¿estás bien?- el Uchiha apretó el ceño -¿por qué no lo estaría? ¿acaso hiciste algo para enojarme?- Naruto apretó ligeramente el ceño, trató de tocar su pecho, pero el azabache se alejó sutilmente -estás molesto conmigo ¿puedo saber qué es lo que hice?- Itachi veía esos azules que esperaba ver llegando a casa, había imaginado un bienvenido a casa distinto, tal vez una pequeña fantasía -¿dónde estabas?- Naruto apretó el ceño- ¿por qué?-

El Uchiha se acercó a él, con molestia repitió -pregunté ¿dónde estabas?- el rubio mordió su mejilla con vergüenza -no lo diré ttebayo -Itachi levantó sus manos, tomó su rostro para que lo mirara a los ojos, necesitaba saber, sería directo -¿Qué hacías en casa de ese hombre? quiero la verdad -Naruto abrió sus azules con sorpresa, apretó el ceño bastante, aventó las manos del mayor -¿estás celoso bastardo? ¿qué motivos te he dado para dudar de mí?- Itachi lo veía con seriedad y molestia sin decir palabra alguna- una mierda te contaré, piensa lo que quieras, no tengo porqué justificarme sino hice algo malo y hazte de comer, no haré nada -se sacó el mandil y lo aventó lejos de él.

Itachi caminó tras de él hacia la habitación con velocidad, tomó su mano, jaló de él. Naruto estaba por aventarlo cuando el azabache lo besó con desesperación arrinconándolo en la pared, el rubio se resistió un poco, pero le encantaban sus besos y esa actitud dominante del mayor, terminó por seguir su ritmo, el Uchiha lo cargó sobre su cuerpo sintiendo sus piernas rodear su cadera, lo recargó en el muro, coló su mano en su trasero, bajó su pantalón lo suficiente, con velocidad liberó su propio miembro y sin esperar más tiempo lo penetró en una estocada -mhmnnnm -entraba y salía con desesperación sin dejar de besarlo con locura -eres mío-

Naruto gemía con locura, el susurro en sus labios lo volvió aún más loco, su entrada se humedeció aún más, levantó su rostro sintiendo los besos de su hombre sobre su piel. El Uchiha mordió suavemente su clavícula dejando una clara marca de su posesión, su mano libre pellizcaba su tetilla con deseo escuchando como a su pareja le gustaba lo que hacía -dilo- Naruto abrió sus azules aguados, su rostro rozado mostraba su placer, abrió y cerró sus labios tratando de formar una palabra sin gemir de placer -soy ahhh soy… tuyo ahhh- Itachi se puso aún más duro, una y otra vez golpeaba el punto de placer de su marido, podía sentir cómo presionaba su miembro, apretó su mandíbula disfrutando -ahh- soltó un leve gemido, en reacción su esposo se humedeció aún más, levantó sus onix viendo los azules que lo veían perdido y en un transe por él, lo besó con locura una vez más sintiendo como ambos se perdían en un estruendoso orgasmo donde el pequeño convulsionaba en sus brazos- Itaaaaa chiiiiii aaaaaahhhhhh-

El Uchiha lamió sus labios al fascinarle lo que veía, el aire comenzaba a faltar, aún entraba y salía suavemente disfrutando los estragos de su increíble orgasmo -demonios ahh- susurró el Uchiha. Naruto abrió sus gemas convulsionando aún de placer -fui… a hacerme… un tratamiento… en mis brazos… para estar lindo… para ti- Itachi abrió sus ónix bastante, giró su mirada a sus brazos, aún había marcas, pero eran muchas menos, besó suavemente sus brazos con cariño sintiéndose mierda -lamento la escena, tenías razón -Naruto se aferró a su cuello con sus manos, recostó su cabeza en el pecho del mayor buscando un mimo que no tardó en llegar. Itachi lo cargó, lo acostó en la cama, comenzó a besar suavemente su rostro en pequeños piquitos, sus manos recorrían su espalda en caricias suaves -¿en qué tenía razón?- Itachi adquirió un rojo intenso en sus mejillas, escondió su rostro en el cuello del menor besando el lugar y absorbiendo su aroma- estoy celoso, nunca me has dado motivos y aún así yo, lo lamento, no sé qué me pasó- enterró su rostro con vergüenza en el cuello de su esposo.

Naruto sonrió ligero sintiéndose especial, recordó con picardía lamiendo sus labios ¿quién iba a pensar que el serio y taciturno Itachi Uchiha era un kami en la cama? aún si estuviera enojado, celoso, tímido, le encantaba -te puedo perdonar si de vez en cuando me muestras a don gruñón caliente ttebayo -susurró. Itachi sonrió con diversión, mordió su hombro suavemente -aún hay bastante de él en este momento- comenzó a besar su piel visible, sacó su pequeña blusita y short desnudando a su pareja, mientras Naruto con velocidad sacaba la playera de su marido, se besaron con deseo nuevamente.