Narrado por Sakuno:

La primavera ya estaba llegando a su fin, era la segunda semana de mayo, mientras Ryoma y yo entrenábamos cada día con más dedicación. Aun me costaba creer que yo fuera a participar junto a él en un torneo profesional, no sabía cómo, pero ahora yo al igual que él estaba luchando por convertirme en una de las mejores tenistas del mundo.

El día que mi abuela nos dio la noticia casi me desmayo de la impresión.

....................................Flashback.............................................

–Anda abuela dinos de una vez– dijo Shizuru con impaciencia.

–De acuerdo, Ryoma, Sakuno estoy muy orgullosa de ambos y me alegra informarles que han sido invitados para jugar en el Roland Garros de este año– dijo con suma alegría.

Ryoma y yo permanecimos en completo silencio. Hasta que mi abuela lo rompió.

– ¿Acaso no les alegra la noticia?– nos dijo con un deje de preocupación.

–A-abuela ¿Creo que escuche mal, pero dijiste que yo también participaría?– dije con incredulidad.

–Escuchaste bien– dijo serena. –No me vayas a salir con tus inseguridades, tú te has vuelto muy buena y como te dije alguna vez no me sorprendería que te convirtieras en profesional junto con Ryoma– dijo con entusiasmo.

–Es que no lo puedo creer– dije sintiendo una gran alegría, la cual fue invadida por las lágrimas, ese era un sueño inalcanzable para mí, jugar en los mismos torneos que Ryoma, era fantástico.

Ryoma aún no decía nada por lo que voltee mi rostro hacia él secándome un poco las lágrimas, al verlo giro con rapidez hacia mí y me abrazo con fuerza, diciendo en mi oído –Estoy muy orgulloso de ti–sonreí con emoción mientras era invadida de nuevo por las lágrimas. Apoye mi cabeza en tu hombro y deje que la felicidad me invadiera.

Ryoma soltó con suavidad el abrazo, limpiando mi rostro con una de sus manos, para observar a mi abuela.

–Entrenadora ¿Cuándo será el torneo? Hay mucho que trabajar y supongo que Sakuno y yo jugaremos en dobles mixtos– dijo Ryoma con seriedad.

–Sera la primera semana de junio– dijo con tranquilidad. –De hecho hoy estuve organizando todo, se irán después del campamento, el cual será de 10 días y comenzara a mediados de mayo– dijo con seriedad. –Supones bien Ryoma, participaran en su respectiva categoría de individuales pero también lo harán en dobles mixtos, así que entrenaremos muy fuerte a partir del lunes– nos dijo con autoridad.

–Chicos los felicito– dijo Shizuru que hasta ese momento dijo algo, mientras se levantaba de su lugar para abrazarme con fuerza y desordenar el cabello de Ryoma de forma juguetona.

...........................................Fin del Flashback..................

Eran las 7 de la noche, me encontraba en mi habitación empacando todo lo necesario para el campamento de tenis, cuando mi abuela entro a mi habitación cargando una canasta con ropa limpia.

– ¿Te falta mucho para terminar?– me pregunto con delicadeza.

–No solo me faltan los uniformes– dije con serenidad.

–Perfecto, por cierto aquí está tu uniforme del equipo master y un paquete que te envió Nanako– dijo colocando ambas cosas sobre mi cama.

–Gracias abuela– dije entregándole una pequeña sonrisa.

–De nada querida, cuando termines baja a la sala, necesito decirles algunos detalles importantes– dijo con seriedad caminando hacia la salida de mi cuarto.

–Claro abuela– dije abriendo el paquete que me envió Nanako.

Al sacar el contenido del paquete me quede con la boca abierta era un vestido de baño de dos piezas color rojo, strapless y con flecos, lo cual me pareció un poco provocativo. En la parte superior tenía una pequeña nota, la tome para leerla con detenimiento.

"Un pequeño regalo para que puedas disfrutar del sol junto con tus amigas, anímate a usarlo, se verá muy bien en ti, con cariño Nanako."

Busque en mi valija los dos vestidos de baño que había empacado comparándolos con el que me había dado Nanako, y me preocupe al ver que los míos eran demasiado aniñados. Debí haberle hecho caso a Shizuru de comprar uno nuevo, ahora que haría solo contaba con el de Nanako.

Me acerque a la puerta de mi habitación y con fuerza grite –SHIZURU CRISIS DE MODA– y de inmediato mi prima salió de su habitación con rapidez introduciéndose en la mía.

Le dije mi problema mientras le mostraba el vestido de baño que me había enviado Nanako.

–Ya veo, supuse que tarde o temprano te darías cuenta de tu error, al no comprar trajes de baño nuevos– dijo con un leve tono de molestia, yo baje la cabeza cabizbaja. –Pero no te preocupes yo pienso en todo y te compre dos vestidos de baño sin que te dieras cuenta– dijo saliendo de la habitación.

Unos minutos después regreso a mi habitación con una bolsa de papel en las manos, me la entrego diciendo –anda míralos– dijo con una sonrisa mientras cerraba la puerta de mi habitación.

El primero era de una pieza color negro rasgado con varias tiras que se amaraban a un lado del abdomen (). El segundo era de dos piezas con estampado en rayas de diversos colores en la parte superior y en la parte inferior era de color negro.

–Son hermosos– dije colocándolos en la valija. –Gracias, eres fabulosa– dije abrazándola con cariño.

–Me alegra que te gusten y si sé que soy fabulosa– dijo con alegría separándose del abrazo –Yo conozco a alguien que también le gustaran– dijo de forma insinuante.

–Si ¿A quién?– pregunte con inocencia mientras guardaba las ultimas cosas.

Shizuru rio a carcajadas, mientras yo voltee a verla sorprendida –Eres tan despistada– dijo entre risas. –Pues a Ryoma, ¿a quién más?– dijo con disgusto.

Me sonroje de inmediato, como se me pudo olvidar que Ryoma estaría ahí.

–Y si no le gusta cómo me veo, oh si son demasiado provocativos y se molesta– dije con inseguridad.

– ¿Estás loca? A él le encantara, ya lo veras– me dijo dándome ánimos.

–Me alegra que vayas con nosotros– dije con sinceridad.

–Para mí serán unas vacaciones estupendas, me gustaría saber a cuál playa iremos, la abuela no quiere decirme– dijo un poco desilusionada.

–Si a mí también me gustaría saberlo, pero ya mañana nos enteraremos de todo– dije con entusiasmo.

–Nos divertiremos tanto– dijo emocionada.

–Espero tener tiempo para hacerlo, recuerda que nosotros debemos entrenar– dije un poco desalentada.

–Lo había olvidado pero apuesto que la abuela los dejara de disfrutar del campamento– dijo Shizuru reanimándome.

–Espero que si– dije pensativa, mientras cerraba la valija, cuando escuche que tocaban la puerta. –Pase– dije con fuerza.

Al abrirse la puerta Ryoma entro.

–Ya terminaron con la crisis de moda– dijo con ironía. –Sus gritos se escuchaban por toda la casa– dijo con frialdad.

–Si todo solucionado, luego lo agradecerás pequeñín– dijo Shizuru de forma burlona haciendo ademan de salir de la habitación.

–Alto ahí– dijo Ryoma con seriedad, logrando que Shizuru se detuviera. –La entrenadora Sumire nos está esperando en la sala, me mando a llamarlas– dijo con serenidad.

–Gracias, amargado– dijo Shizuru de forma burlona.

–Porque no te vas bruja, estorbas– dijo siguiéndole el juego.

Ryoma y Shizuru se llevaban de maravilla, a su manera, cada vez que podían se insultaban de alguna forma, claro está, eso solo ocurría cuando yo estaba presente o en la casa, en la escuela parecía que no se conocían, ya que los dos se ignoraban a mas no poder, pero me alegraba que los dos fueran amigos.

–Basta los dos– dije tomando la mano de Ryoma. –Es mejor que vayamos– dije con una sonrisa jalando a Ryoma fuera de la habitación, Shizuru nos seguí a unos cuantos pasos.

– ¿Ya terminaste de empacar?– le pregunte con suavidad.

–Si– dijo con sus monosílabos.

Llegamos a la sala y mi abuela nos esperaba sentada en uno de los sofás con expresión serena.

– ¿Qué pasa abuela?– dije con tranquilidad sentándome en un sofá junto con Ryoma que aún lo tenía sujeto de la mano, Shizuru se sentó en el suelo junto a nosotros con expresión fresca.

–Bueno quería darles los últimos detalles sobre el campamente– dijo con calma. –Yo no puedo estar con ustedes hasta dos días después, ya que tengo que terminar unos papeleos para el viaje a Francia– dijo mirándonos con detenimiento. –Cambien esas caras, para eso tengo un asistente y tres entrenadores más que me ayuden con el club, así que ustedes deben llegar al instituto a las 7:30 de la mañana para tomar el autobús que los llevara al aeropuerto– dijo como si nada.

– ¿AEROPUERTO?– gritamos Shizuru y yo con sorpresa, Ryoma frunció el ceño con disgusto por nuestros gritos.

–Son muy ruidosas– dijo con molestia.

–Lo siento– dije con avergonzada.

–No molestes– le dijo Shizuru.

–Bueno chicas dejen la emoción para después, el campamento será en Okinawa, aquí tienen sus pasajes y sus pasaportes– dijo levantándose del sillón. –Debo salir un momento, así que terminen de empacar y a descansar– dijo serena. –Ryoma, Sakuno sean prudentes– nos dijo saliendo de la sala.

Fin de narración de Sakuno.

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Aeropuerto 8:30 de la mañana:

Todos los miembros del club se encontraban conversando animadamente sobre las expectativas del viaje, no podían creer que fueran a tener el campamento tan lejos de Tokio. Media hora después fueron llamados para abordar el avión que los llevaría a Okinawa.

El vuelo tardo un poco más de dos horas, al descender del avión William que era el entrenador jefe en este viaje, saco una lista de su bolsillo y comenzó a llamar a cada uno de los integrantes del club, asignándonos en pequeños grupos para ser guiados por un asistente o por alguna de las entrenadoras.

Narrado por Ryoma:

Recogimos el equipaje para luego salir del aeropuerto y dirigirnos hacia un autobús que sería el encargado de llevarnos al hotel en el que nos hospedaríamos.

Como no me habían asignado al mismo grupo que Sakuno me encontraba junto a Momo y Eiji que estaban hablando animadamente sobre lo hermosas que eran las playas en esta región, yo los escuchaba hablar sin ponerles realmente atención a lo que decían.

–Ryoma– me llamo Momo. –Debes estar feliz de que veras a Sakuno con ropa muy ligera– dijo en son de burla, al ver que Eiji se acercaba a Oishi.

–No realmente– dije con sinceridad, al pensar que yo no sería el único que la estaría viendo.

–Tu eres sorprendente, no entiendo como tienes novia si eres tan frio, y lo peor no sé cómo ya...– le tape la boca justo antes de que dijera una estupidez.

–Porque mejor no cierras la boca Momoshiro, si quieres que Tachibana conserve a su novio en una pieza– dije de forma amenazante.

–Lo lamento, no estaba pensando lo que estaba diciendo– se defendió.

–Solo ten cuidado– le advertí.

Subimos al autobús y después de un rato llegamos al hotel, el cual era uno de los mejores de Okinawa según nos iba diciendo Inui que leí de su libreta.

–El Hotel Nanami es un hotel de cinco estrellas, con amplias habitaciones, deliciosa comida, excelente piscina y lo más importante canchas de tenis en perfectas condiciones– dijo con formalidad.

–Muy buenos tus datos, solo espero que tengas razón con la comida porque muero de hambre– dijo Momo sobándose el estómago.

Todos comenzaron a reír con el comentario de Momoshiro.

–Silencio por favor– pidió la entrenadora Hana. –Conforme los vamos llamando quiero que se aproximen a Ryoga para que les de la llave de la habitación y el itinerario con las actividades– dijo con formalidad.

–Ayami Ozaki, Yuri Saito, Sara Morioka y Aimi Konoe– dijo la entrenadora Hana, así continuo llamándonos hasta que llegó el turno de mi novia.

–Sakuno Ryuzaki, Ann Tachibana, Tomoka Osakada y Shizuru Ryuzaki– las cuatro se acercaron a Ryoga.

–Saku cuñadita, no te había podido saludar ¿Cómo has estado?– dijo el idiota de mi hermano con alegría, mientras la abrazaba con cariño. Yo lo fulmine con la mirada mientras el reía con mi actitud.

–Hola– le contesto Sakuno sonrojada.

–Ryoma Echizen, Momoshiro Takeshi, Eiji Kikumaru y Oishi Shuichiro– los cuatro caminamos hacia Ryoga. Este nos entregó la llave y el itinerario mirándonos divertido.

–Tienen que cuidar a mi hermanito, no vaya hacer que se pierda por el hotel– dijo de forma burlona.

–Ryoga porque mejor no te callas o prefieres que le diga a la asistente Mika Honami que te da miedo invitarla a salir– dije con maldad.

–Cállate– dijo nervioso –podría escucharte–

Sonreí con superioridad –Entonces no te metas conmigo, ni en mis asuntos– le dije tajante.

–De acuerdo– acepto de mala gana. –Y no me da miedo– dijo defendiéndose.

–Aja– le conteste.

Momo, Eiji rieron por lo bajo con nuestra charla, mientras Oishi me miraba con desaprobación. Nos dirigimos a la habitación y al abrir la puerta observarnos lo amplia y cómoda que era la habitación, la cual tenía una pequeña sala de estar donde a un lado de esta se encontraban unas gradas en forma de caracol, subimos al segundo piso, encontrándonos con dos habitaciones, las cuales se comunicaban por un balcón con vista a la playa.

Decidimos que Momoshiro y yo dormiríamos en la habitación de la derecha y Oishi y Eiji en la del lado izquierdo.

Desempacamos nuestras pertenencias, para bajar a la sala de estar y leer el itinerario que nos habían dado.

–Bueno según el itinerario a la una debemos bajar al comedor con el uniforme distintivo (camisa blanca con mangas cortas, cuello en V y el logo de Seigaku en el centro, además de unos shorts azul). Luego tendremos la tarde libre– dijo Oishi con tranquilidad.

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Narrado por Sakuno:

Estábamos muy emocionadas con este viaje, y al entrar a la habitación comenzamos a gritar entusiasmadas, era preciosa, una habitación con una salita de estar con escaleras de caracol y en el segundo piso una habitación con cuatro camas y balcón con vista al mar.

Acomodamos nuestras pertenencias, leímos el itinerario, nos colocamos el uniforme distintivo el cual estaba conformado de una blusa sin mangas color blanco con el escudo de la escuela en el centro y unos shorts color azul. Bajamos al comedor para reunirnos con el resto del equipo.

Nos sentamos en una mesa junto Momo, Ryoma, Eiji y Fuji que ya se encontraban comiendo animadamente. Después del almuerzo Will nos dijo que teníamos la tarde libre, que recordáramos que debíamos estar en el comedor a las 7 con el uniforme para la cena, seguido de eso las chicas y yo caminamos hacia la habitación para colocarnos nuestros trajes de baño y reunirnos con los chicos en la piscina del hotel.

Estaba insegura en cual traje de baño debía ponerme, aun me parecían que eran un poco provocativos y me preocupaba que Ryoma se pudiera molestar por mostrar mi cuerpo.

–Saku, vamos solo faltas tú– dijo Ann del otro lado de la puerta del baño.

–Sí, solo dame un segundo– dije respirando profundo colocándome el vestido de baño rojo, abrí la puerta y salí del baño avergonzada.

–Te vez estupenda– dijo Tomoka con una gran sonrisa.

–Vaya que te queda bien ese vestido de baño– dijo Shizuru con satisfacción.

–Toma, te escogimos estos shorts y esta blusa– dijo Ann entregándome un short de mezclilla y una blusa sin mangas estampada.

La tome y me la puse. Iba amarar mi cabello en una trenza pero Ann y Tomoka no me dejaron, dejándomelo suelto, Shizuru me dio unos lentes de sol, ya lista según ellas tome el bolso de playa y caminamos hacia la piscina.

Al llevar vimos que los chicos ya se encontraban ahí, Momo y Eiji estaban jugando con una bola de playa en la piscina junto a Horio, Kachiro y Katsuo. Oishi, Fuji y Tezuka estaban charlando en una mesa con Ayami, Midori y Haruka. Ryoma se encontraba dormido en una de las bancas bajo una palmera. Inui leía una revista un poco alejado de los demás. Kawamura y Kaido estaban bebiendo una soda junto a la piscina, el resto del equipo no se encontraba.

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Narrado por Ryoma y Sakuno:

Sakuno:

Camine hacia donde se encontraba Ryoma con nerviosismo, no tenía idea de qué pensaría de la ropa que llevaba puesta.

Momoshiro al vernos salió de la piscina con rapidez y despertó a Ryoma moviéndolo con fuerza.

Ryoma abrió los ojos con lentitud mirándolo con aburrimiento mientras le decía algo inaudible para nosotras.

Ryoma:

–Ryoma despierta– me dijo Momoshiro empujándome con fuerza.

Abrí los ojos con pesadez mirándolo con obstinación.

–Tienes que ver quienes vienen ahí– dijo con picardía. –Se ven demasiado sexys– dijo sin pensar.

No le tome importancia hasta que dijo –De veras cuidar muy bien de Sakuno, está robando miradas con ese atuendo– dijo con provocación.

Me incorpore para observar hacia donde él lo hacía y como él dijo Sakuno se veía sexy, aunque sabía que él a lo que veía con interés era Ann que estaba junto a mi ángel.

–Ahora si pones atención, espera a que la veas en traje de baño– me dijo de forma insinuante.

Me sonroje al imaginarme lo que me decía Momo.

Ahora si estaba en problemas, como a haría para controlar mi deseo hacia ella si estaría provocándome todo el tiempo con tan poca ropa. Solo esperaba no ser evidente en lo que sentía y tratar de enfriar mi mente mientras estuviera con los demás. Y pedía al cielo que no me dejaran mucho rato a solas con ella porque si no, no sería capaz de controlarme.

–Deja de tener pensamientos impuros– me dijo Momo en un susurro.

–Tu deja de babear por Tachibana, que la estas desvistiendo con la mirada– le dije con enojo y sin mirarlo para que no notara mi sonrojo.

–Hola chicos– dijo Shizuru.

–Hola chicas– contesto Momo con una sonrisa. –Se ven estupendas, sobre todo tu Ann– dijo con delicadeza.

–Gracias– dijo Tomoka.

–Bueno chicas que les parece si vamos por un refresco, ¿Nos acompañas Momo?– dijo Ann tomándolo del brazo.

–Saku, tu acompaña a Ryoma, nosotros les traeremos algo– dijo Shizuru con tranquilidad.

Sakuno:

Vi cómo se alejaban los demás de nosotros dejándonos a Ryoma y a mí solos. Fue hasta ese momento que le preste total atención a Ryoma, que se encontraba sentado en la silla de playa mirándome con sus hermosos ojos ámbar, lo mire por unos segundos, pero al bajar la mirada note que su pecho estaba al descubierto, lo mire embobada, era tan perfecto.

–Saku, ¿Qué miras?– me pregunto Ryoma con una sonrisa pícara.

–Eh eh y-yo nada– tartamudee nerviosa.

–Claro– dijo con ironía, poniéndose de pie junto a mí, quito los lentes de sol de mi rostro, colocándolos en la banca en la que estaba recostado.

–R-Ryoma yo...– me tapo la boca con una de sus dedos.

–No digas nada– dijo acortando aún más la distancia, mientras yo sentía que todo mi cuerpo se calentaba.

Pasó uno de sus brazos por mi cintura para abrazarme, pegándome a su pecho desnudo. Correspondí al abrazo temerosa, entrelazando mis brazos en su espalda desnuda, provocando que el calor que sentía se incrementara aún más.

–Te vez hermosa– susurro en mi oído de forma sexy.

Yo me estremecí levemente con el sonido.

–No quiero imaginar cómo te vez con traje de baño– dijo con delicadeza. ­–Y no tengo la menor idea de cómo hare para controlar mi deseo viéndote con estos conjuntos– dijo casi inaudible.

Lo abrace con más fuerza, diciendo –Y-yo también te d-d-deseo– dije con timidez.

– ¿Quieres que me escape contigo?– dijo en forma insinuante.

Reí con suavidad –Lamento decirte que será en otro momento, Tomoka y los demás ya vienen con los refrescos– dije con cariño separándome un poco de él, besándole la mejilla.

–Mmm no podían perderse en el camino– dijo con leve desilusión.

–Este no es un buen lugar para pensar en esas cosas– lo regañe con ternura.

–Lo sé– dijo besándome la frente. –Ven siéntate aquí conmigo– dijo jalándome con suavidad para sentarme junto a él en la banca.

Las chicas y Momo llegaron junto a nosotros entregándonos una Ponta a Ryoma y a mí, se sentaron cerca de nosotros y charlamos un rato sobre las actividades.

–Ven Saku vamos a la piscina– dijo Shizuru jalándome del brazo.

Ryoma frunció el ceño al ver que Shizuru me quitaba de su lado. Ann se acercó a mi susurrándome –Quítate la ropa–

Apenada hice lo que me dijo, colocando el short y la blusa junto a Ryoma, este me miro embobado.

Ryoma:

Me quede inmóvil, al ver el hermoso cuerpo de mi novia cubierto solo por ese pequeño vestido de baño.

Ella me miro con un leve sonrojo, el cual la hizo verse irresistible, quería escaparme con ella y poder besar cada rincón de su cuerpo. "Malditas hormonas" maldije sonrojándome al darme cuenta que prácticamente la estaba devorando con la mirada. Mire a Momoshiro para esperar alguna de sus bromas, pero cuál fue mi sorpresa al darme cuenta que estaba en el mismo estado que yo.

Sakuno y las demás caminaron hacia la piscina sentándose en el borde mientras charlaban animadas.

Momo se acercó a mí –Creo que no voy a soportar el campamento con esos vestidos de baño– dijo con un leve sufrimiento.

–Mmm– dije yo tratando de pensar en otra cosa.

Sakuno:

Después de un rato en la piscina, Oishi nos preguntó si queríamos ir con el resto del club a caminar por la playa. Luego de aceptar la invitación y recorrer la hermosa playa nos sentamos en la arena para observar el atardecer y así dar por concluido el primer día de campamento.

Ryoma:

El despertador comenzó a sonar con demencia provocando que despertara exaltado, Momoshiro tomo el aparato y lo cayo molesto.

–Quiero seguir durmiendo– dijo con pesar.

Gire hacia el otro lado de la cama para volver a dormirme cuando la puerta del dormitorio fue abierta.

–Buenos días, vamos pequeñín, Momo es hora de levantarse– dijo Eiji con alegría mientras saltaba de una cama a la otra.

–Eiji, no brinques en las camas– lo regaño Oishi. –Vamos chicos arriba, el entrenamiento comienza a las 9 y ya debemos ir a desayunar– dijo con autoridad.

Me levante somnoliento tome el uniforme del club, entre en el baño para tomar una ducha rápida, al salir me encontré con los chicos que comenzaron a reír a carcajadas.

Los mire un poco molesto y sin entender de que se reían hasta Momoshiro hablo entre risas.

–T-te queda muy b-bien el uniforme del equipo m-master, claro si llevaras la pantaloneta puesta– dijo señalando mis piernas. Baje la mirada sonrojado, les di la espalda y entre de nuevo al baño, estaba seguro que había tomado el uniforme completo, busque la pantaloneta azul claro encontrándola en el gancho para colgar ropa. "¿Como pude haber olvidado ponérmela?, claro si en el momento que me vestía estaba pensando en lo bien que se veía Sakuno en traje de baño, si todo su cuerpo era perfecto, sus largas y tonificadas piernas, su abdomen plano, sus pechos redondos y pequeños nada exagerados, su cabello suelto flotando en el viento era tan sexy que me hubiera encantado poder sentir de nuevo su piel desnu..." –Basta deja de pensar en ella por un segundo, por lo menos para vestirme bien– reprendí a mi cerebro. Volví a salir del baño observando con frialdad a los chicos sin decirles ni una palabra pase junto a ellos para tomar mis raquetas, los tenis y mi inseparable gorra blanca. Ya con todo listo camine hacia la sala de estar para salir de la habitación, pero fui detenido por Oishi.

–Espera, no te vayas– dijo con delicadeza.

Lo mire confundido.

–Te prometo que esos dos no dirán nada al respecto de lo que paso– dijo con sinceridad. –Pero podríamos bajar todos juntos al comedor– dijo sereno.

–En ti si puedo confiar, pero esos dos no dejaran pasar la oportunidad para burlarse de mí– dije con frialdad.

–Lo sé, pero te aseguro que tengo un arma secreta que los hará desistir– dijo con seguridad.

– ¿Me dirás de que se trata?– pregunte interesado.

–Pronto lo veras, solo déjamelo a mí– dijo con calma.

–De acuerdo– dije sentándome en uno de los sofás.

Caminamos hacia el comedor en silencio, por lo que me sentía aliviado de que Eiji y Momo no mencionaran lo sucedido. Claro está que la calma no duro mucho, ya que al toparnos con Inui, Fuji y Kawamura, Momo hizo un comentario insinuante.

–Lindas pantalonetas– dijo con voz burlona.

–Sí, puestas se ven muy bien– dijo Eiji siguiéndole el juego a Momo.

Yo los mire con enojo.

–No les hagan caso chicos, Eiji y Momo solo están buscando la manera de molestar a Ryoma– dijo Oishi con serenidad. –Por cierto Momo, Eiji deberían revisar sus celulares les apuesto que hay un video muy interesante que deben ver– dijo con malicia, yo lo mire sin comprender. –Ryoma tú también debes revisarlo– me dijo pasando a mi lado. –Vamos chicos el desayuno nos espera–

Inui, Kawamura y Fuji comenzaron a caminar junto a Oishi sin entender lo que había pasado – ¿Qué fue todo eso?– pregunto Kawamura. –Nada que tenga importancia, solo las tonterías de eso dos– dijo sin ponerle mucha importancia.

Saque mi celular de mi bolsillo notando que tenía un mensaje de Oishi era un video, me detuve a observarlo. Al abrirlo pude ver a Momo durmiendo en su cama mientras hablaba entre sueños "Ann eres tan linda, pero puedes darme más comida" decía una y otra vez mientras mordía la almohada. Reí con malicia. Después en el video salía Eiji también durmiendo y hablando en sueños "Haruhi, ¿Por qué no me haces caso? Yo estoy enamorado de ti" confesó el pelirrojo. Oishi tenía razón este video valía oro ahora esos dos no podrían decir nada del incidente de la pantaloneta.

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Luego del desayuno Will nos ordenó que nos reuniéramos en la cancha, para dar las indicaciones del entrenamiento.

–Muy bien, lo primero que harán será correr 10 vueltas alrededor de la cancha, después de que terminen harán ejercicios de estiramiento y luego realizaran parejas sin importar del equipo que sean para hacer el resto de los ejercicios– dijo con firmeza.

Terminamos de correr las 10 vueltas y luego de los ejercicios de estiramiento las parejas comenzaron a formarse. Busque a Sakuno con la mirada pero note que ya había hecho pareja con Ann.

–Parece que nuestras novias trabajaran juntas– dijo Momo a mi lado.

Yo asentí sin interés.

– ¿Te parece si nos ponemos juntos?– dijo Momo con tranquilidad.

–La verdad me da igual– dije con frialdad.

–Vaya tan frio como siempre, ni el salir sin pantaloneta te hizo reír– dijo con diversión.

–Yo que tú no diría nada o quieres que todos te vean mordiendo tu almohada– dije con malicia.

–Está bien, está bien– dijo derrotado.

Sonreí con arrogancia.

– ¿Ya todos tienen pareja?– pregunto la entrenadora Hana.

–Si–

–Perfecto, como nuestra mayor debilidad son los dobles, el entrenamiento de hoy será para fortalecerlos– dijo Hana.

–El entrenamiento consiste en que la persona con la que hicieron pareja será su compañero de dobles, por lo tanto haremos partidos de práctica– dijo la entrenadora Daidoji. –Ryoga será el encargado de elegir las parejas que se enfrentaran– dijo con tranquilidad.

"No puede ser, de esto no puede salir nada bueno. Por favor que no me ponga a jugar contra Sakuno" pensé con un poco de temor, sabía que no me podría concentrar si la tenía al frente, y Momoshiro no me ayudaría mucho si la otra jugadora era Ann.

–Sakuno y Ann contra Momoshiro y Ryoma– dijo sonriendo al ver mi cara de pocos amigos.

Ann y Sakuno se veían muy confiadas, mientras que Momoshiro y yo nos observábamos con nerviosismo.

–Esto no es bueno– dijo Momo tomando su raqueta.

–Por supuesto que no lo es– le dije con frialdad tomando mi raqueta.

–Partido de un set, Ryuzaki y Tachibana contra Echizen y Momoshiro, Tachibana al servicio– dijo Arai que hacía de réferi, dando por iniciado el partido.

Comenzamos a jugar y como era de esperar luego de que Ann y Sakuno nos anotaran dos juegos Momoshiro y yo comenzamos a discutir, sin lograr coordinarnos y enfocarnos en el juego.

–Oye Echizen deja de estorbar en mis jugadas–dijo Momoshiro molesto.

–Si no estuvieras viendo las piernas de Tachibana tal vez estarías más pendiente de mis movimientos– le dije con furia, mientras observaba en él un leve sonrojo.

–Pues lo mismo digo, deja de comerte con la mirada a Sakuno que por eso no le pegas bien a la pelota– dijo acercándose a mí en forma amenazante tomándome por la camisa, mientras yo lo miraba con frialdad.

–Basta los dos– dijo Ann acercándose a la red.

Sakuno camino junto a ella. –Ryoma– me llamo con leve preocupación.

Momoshiro me soltó y me miro con seriedad.

–Lo siento– se disculpó.

–No importa, creo que solo con Sakuno puedo jugar dobles, así que ya sabes que debemos hacer– le dijo señalando un lado de la cancha.

–De acuerdo– dijo Momo con una leve sonrisa.

El partido continuo, mientras Momoshiro y yo jugábamos dobles como si fueran sencillos, lo malo fue que las chicas sabían de nuestro plan por lo que hicieron lo mismo, logrando que se nos dificultara más ganarles. Ambas eran fuertes y juntas eran excelentes.

–Juego y partido para Tachibana y Ryuzaki, 7 juegos a 5– dijo Arai dando por concluido el juego.

Momo y yo caminamos hacia la banca arrastrando los pies, nuestras novias nos habían ganado, ahora tendríamos que soportar las bromas del equipo.

–Me lo imagine las chicas los tienen dominados hasta en la cancha– dijo burlesco Ryoga, mientras los demás reían a carcajadas.

Baje la mirada sin prestarles atención, mientras escuchaba como Momoshiro reclamaba por las bromas.

Después de una hora más Will nos indicó que el entrenamiento del día ya había terminado, dándonos la tarde libre para que descansáramos para el día de mañana, ya que nos tocaría trabajo físico.

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Ya habían pasado cinco días de campamento, los cuales se estaban volviendo agotadores, entre entrenamientos y excursiones prácticamente todo el día pasábamos de un lado para otro.

Eran las 8:30 pm, Sakuno y yo nos encontrábamos sentados cerca de la playa, la noche era fantástica, ya que las estrellas se veían asombrosas en el cielo.

Me encontraba apoyado a una palmera, mientras la espalda de Sakuno estaba apoyada en mi pecho, yo la tenía rodeada con mis brazos por la cintura mientras los dos disfrutábamos del silencio. Solté una de mis manos para poder acariciar el cabello de Saku y susurrarle al oído.

–En unos días estaremos viajando a Paris– le dije con delicadeza.

Saku asintió levemente.

– ¿Estas nerviosa?– le pregunte con ternura.

Asintió de nuevo.

–La verdad yo también estoy un poco nervioso– dije con sinceridad.

Sakuno se giró para poder verme a los ojos.

– ¿Eso es cierto?– pregunto con suavidad. – ¿Cómo podrías estarlo? Tú ya has jugado en torneos internacionales– dijo sin creerme.

–Te recuerdo que solo he estado en uno, además será la primera vez que juego un torneo internacional en cancha de tierra– dije tranquilo.

–Pero tú a todo te adaptas bien– dijo desanimada.

–Tú también lo harás, yo estaré a tu lado ayudándote– dije abrazándola con fuerza.

–Pero tengo miedo de no clasificar en los individuales– dijo cabizbaja.

–No sé porque dices eso, yo te aseguro que lograras entrar en las 10 mejores del mundo– dije animándola.

–Eso sería increíble, pero no creo que sea tan buena para lograrlo, además me preocupa que por mi mala participación se dañe tu reputación– dijo afligida ocultando su rostro en mi pecho.

–No digas eso, recuerda que no tienes reputación que dañar, yo estoy muy abajo en el ranking, por tanto la reputación de buenos tenistas la ganaremos juntos– dije con seguridad.

–Ryoma, sabes que es lo que más me asusta, el no poder soportar la presión de las profesionales, tú me contaste que hubieron jugadores que intentaron intimidarte, a mí me asusta que hagan eso conmigo– dijo preocupación.

–Saku, te prometo que no dejare que nada de eso te pase, si alguien intenta lastimarte no dudes en decirme, yo me encargare de que pague– dije con firmeza, mientras levantaba su mentón para que me mirara a los ojos.

–Gracias– dijo con suavidad.

No le conteste, solo acerque mis labios a los de ella besándola con suavidad para cerrar la promesa que le había hecho.

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El campamento estaba llegando a su fin, faltaban dos días para que el equipo de Seigaku regresara a Narita. Me encontraba en mi habitación colocándome el uniforme del club para ir al último entrenamiento.

–Ryoma ya nos vamos, nos vemos a en la cancha, apresúrate estas retrasado– dijo Oishi con desaprobación.

–Si– conteste.

Oishi en me había regañado por llegar tarde de nuevo a la habitación, pero a Sakuno y a mí se nos había vuelto costumbre dar paseos nocturnos. Tenía que admitirlo estaba nervioso por el torneo y más de sentir el nerviosismo de Sakuno eso me ponía aún más ansioso de lo que estaba, por lo mismo se me dificultaba conciliar el sueño.

Ese era el motivo por el cual iba tarde al entrenamiento, tome mi celular para enviar un mensaje a Sakuno.

"Paso por tu habitación en 5 minutos ¿quieres que te recoja?" espere unos segundos por la respuesta la cual me llego enseguida.

"Me quede dormida, estoy un poco retrasada"

"Espérame ahí" escribí tomando mi bulto con las raquetas para salir de la habitación.

Camine hacia la habitación de Saku y al llegar frente a su puerta toque con suavidad esperando que me abriera. Saku abrió la puerta y me miro apenada por su retraso.

–Hola, no deberías haber venido, te castigaran por llegar tarde– dijo con voz afligida.

–No importa bonita, aunque me vaya en este momento de igual forma seré castigado y la verdad no tenía intenciones de ir al entrenamiento– dije con insinuación mientras entraba a la habitación y ella cerraba la puerta.

– ¿Entonces?– pregunto confundida.

–Qué te parece si te cambias el uniforme y vamos a dar un paseo– dije de forma relajada.

– ¿Estás loco? Mi abuela nos mata si no vamos– dijo alarmada. –Además, ¿desde cuándo tu faltas a un entrenamiento?– pregunto con firmeza.

–Mmm buena pregunta– dije analizando lo que decía. –Puedo decir que faltare por una buena causa– dije con picardía acercándome a ella con sensualidad.

–Creo que iré a terminar de arreglarme– dijo nerviosa dándome la espalda.

Me moví con rapidez para tomarla de la muñeca y detenerla.

–El entrenamiento será muy largo, así que podríamos hacer muchas cosas mientras todos están ocupados– dije con serenidad volteándola hacia mí para que me mirara.

– ¿Qué clase de cosas?– pregunto insegura.

–No lo sé, muchas– dije acercándome a su oído para besarlo con suavidad.

–R-Ryoma– dijo sonrojada y con voz ahogada.

– ¿Qué?– dije sin importancia besando su cuello.

–N-No deberíamos hacer esto– dijo en un susurro, mientras yo continuaba besándola con cariño en el cuello. –T-Tenemos que i-ir a e-entrenar– tartamudeo dejando escapar un pequeño suspiro.

–No tengo ganas de ir– dije haciendo un camino de besos hasta encontrarme con sus labios, coloque los míos sobre los de ella y los saboree con delicadeza, logrando que ella cediera.

Intensificamos el beso provocando que nuestras lenguas se perdieran en una excitante danza, Sakuno entrelazo una de sus manos en mi cabello, mientras la otra la pasaba por mi cuello para apegarse más a mi cuerpo. La abrace por la cintura con fuerza sin dejar de besarla, mientras sentía como mi cuerpo se iba llenando de magnificas sensaciones.

Nos separamos con ligereza por falta de aire, por lo que levante mi mirada para observar con fijeza y deseo los ojos de mi querida Saku, notando en sus perfectos rubíes un hermoso brillo de pasión, provocando que mi cuerpo hirviera con excitación, sin pensarlo más me apodere de sus labios dejándome llevar por mis sentimientos.

Sakuno mordió mi labio inferior incitándome a seguir, realmente ya no quería controlar el deseo que sentía por ella, además de que lo había estado reprimiendo todos estos días y esta era la oportunidad perfecta. Separe mis labios de los de ella dirigiéndola hasta la habitación.

– ¿Cuál es la tuya?– le pregunte sin rodeos.

Pero no recibí respuesta, hasta que sentí que era empujado por ella hasta una de las camas. Me deje caer en ella, y abrí los ojos con sorpresa al ver que Sakuno comenzaba a tomar la iniciativa de lo que estaba por pasar. Saku subió a la cama con nerviosismo colocando sus rodillas al lado de mi cuerpo para sostenerse; sonreí con arrogancia, dejando que ella siguiera con lo que pensaba hacer.

–Te amo pequeña– dije con ternura para darle ánimos, ya que sus mejillas estaban encendidas en un tierno sonrojo.

–Y-yo también te amo Ryoma– dijo acercando su rostro al mío para tomar mis labios en su poder con fogosidad.

Posee una de mis manos en su cabello suelto acariciándolo con delicadeza. Deslice una de mis manos por la espalda de Sakuno para comenzar a deshacerme de la estorbosa ropa, por lo que quite su blusa. Ella al ver que le había quitado la prenda, con manos temerosas comenzó a quitarme la mía, por lo que la tome de la cintura para poder sentarme en la cama provocando que ella quedara sentada en mis piernas sintiendo como su intimidad y la mía se rosaban atreves de nuestras ropas. Los besos comenzaron a ser más osados, mientras quitaba el top deportivo que cubría sus hermosos pechos. Al tenerlos a la vista los acaricie con suavidad con una de mis manos, para después trazar una línea de besos por su cuello y al final deleitarme con el gran manjar que tanto estaba deseando. Con más soltura que la primera vez acaricie uno de ellos con una de mis manos mientras me entretenía con mi lengua saboreando el otro pequeño monte, comencé a escuchar los jadeos excitados que dejaba salir Sakuno por su boca haciendo que mi anhelo por apoderarme de todo su cuerpo incrementara.

–Ryoma más– dijo en un susurro enloqueciéndome. Y como un buen chico obedecí a su petición besando y acariciando con pasión sus hermosos montes.

Deje a un lado sus pechos por un rato para poder desaparecer la estorbosa falda de tenis y sus bragas, y logar al fin desnudarla por completo para deleitarme con tan precioso paisaje. Luego quite mi pantaloneta y mi bóxer de mi cuerpo, el cual se estaban volviendo demasiado molestos. Continúe con las caricias apoderándome de sus labios, dejando que mis manos examinaran cada rincón de su cuerpo, mientras escuchaba los pequeños gemidos de placer que salían de los labios de Sakuno.

–R-Ryoma, por favor– dijo con sensualidad y un deje de súplica.

–Espera un poco más, quiero probar algo– le dije con delicadeza mientras colocaba uno de mis dedos en los bordes de su intimidad masajeándola con suavidad, haciendo que los jadeos se intensificarán. Cada pequeño movimiento que ella hacía al disfrutar de mis atenciones, lograba excitarme cada vez más y más. Pero mi perdición fue cuando una de sus tímidas manos toco mi sexo con firmeza acariciándolo sin pudor, la mire asombrado, dejando escapar un ronco sonido de aprobación.

–Me encantas– dije agitado para posicionarme sobre ella y abrirme camino hacia el paraíso.

Nuestros cuerpos se moldearon a la perfección y con movimientos leves y lentos empezó la danza que nos llevaría a la perdición de nuestros pensamientos.

–Ah Saku– dije con excitación acelerando un poco el vaivén de nuestras caderas.

Sentía que mi cuerpo estaba a punto de llegar a la cima pero tenía que lograr que ella disfrutara al máximo y provocarle el mayor placer posible.

Sakuno me jalo hacia ella con fuerza enredando sus manaos en mi espalda y entrelazar sus piernas en mi cintura. De esa forma los movimientos se volvieron profundos y rítmicos. En cada embestía Sakuno dejaba salir gemidos frenéticos de placer, haciendo que fuera música para mis oídos. Ya no podía más estaba en la cúspide de la locura cuando con dos últimos movimientos el cuerpo de mi querida Saku comenzó a convulsionar con agitación y en un último movimiento me uní a ella en la más exquisita delicia.

–Te amo– dije besándola con cariño, mientras me recostaba a su lado para acurrucarla entre mis brazos.

–Yo también te amo– dijo cerrando los ojos con cansancio.

–Duerme pequeña, las chicas no vendrán hasta dentro de unas horas– dije dejándome vencer también por el cansancio de la actividad.

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Abrí los ojos con lentitud encontrándome con el rostro de mi pequeño ángel apoyado en mi pecho. Alce mi mano con cuidado para no despertarla y poder tomar el despertador de la mesa de noche. Al tenerlo en mi mano lo dirigí a mi vista sobresaltándome por la hora, eran las 1:30 pm, lo que quería decir que las chicas regresarían a la habitación en cualquier momento. Deje caer el despertador en el suelo despertando a Sakuno con brusquedad.

–Lo siento– dije abrazándola al ver que estaba sobresaltada.

– ¿Pasa algo?– me dijo con nerviosismo.

–Sí y no– dije algo inseguro. –Según recuerdo en el itinerario decía que las actividades de entrenamiento terminaban a la 1:30 pm, pues es esa hora y tus compañeras de cuarto podrían venir en cualquier momento– dije con calma.

– ¿La 1:30? ¡Oh por Dios! Si las chicas nos encuentran aquí y así nos mataran– dijo levantándose con rapidez de la cama envolviéndose con una de las sabanas.

–Ni que no te hubiera visto– dije con ironía levantándome también, buscando mi ropa en el suelo para colocármela con rapidez.

Sakuno ignoró mi comentario recogiendo su ropa y correr al baño soltando la sabana. Después de unos cortos minutos los dos salimos de la habitación para ocultarnos de los miembros del club y pensar una buena excusa para justificar nuestra ausencia en el entrenamiento.

Nos quedamos en unas bancas bajo la sombra lejos de todo el ajetreo del hotel, nos sentamos en ellas sin decir nada, pero el silencio fue roto por mi celular.

Lo tome entre mis manos y lo observe temeroso notando que tenía diez llamadas perdidas de Momoshiro, el cual me estaba llamando por undécima vez, conteste la llamada esperando lo peor.

– ¿Ryoma? ¿Necesito que me cubras?– dijo Momo con nerviosismo.

–No entiendo ¿No estabas en el entrenamiento?– pregunte.

–E-eh no– dijo confundido. – ¿Tu tampoco fuiste al entrenamiento?– dijo de forma acusadora. – ¿Estas con Sakuno?– dijo alarmado.

–Eso no te importa, además supongo que tú estabas haciendo lo mismo que yo– dije cortante.

Momoshiro comenzó a reír. –Tú eres único en verdad, ¿Qué harás para cubrir tu ausencia?– dijo calmando su voz.

–No lo sé aun– dije sereno. – ¿Dónde estás?– dije con frialdad.

–Cerca de la playa– dijo tranquilo.

–Nosotros estamos en las bancas cerca de las canchas de baloncesto, nos vemos aquí– dije con firmeza terminando la llamada.

Sakuno me miraba con curiosidad.

–Ryoma ¿quieres decirme que pasa? Estas muy serio, bueno siempre lo eres pero más de lo normal– dijo con calma.

–Mmm– dije sin interés.

–Ryoma– volvió a llamarme.

–Momo y Ann no fueron al entrenamiento– dije con seriedad. –Luego hablaras con Ann de lo que paso, pero supongo que ya lo sabes, así que estamos en la misma situación– dije con frialdad sin mirar a Sakuno.

–No lo puedo creer, mi abuela pensara que nos fugamos los cuatro– dijo alarmada.

–Si, por eso tenemos que pensar en algo que nos cubra a todos– dije sentándome a su lado.

Después de un rato Ann y Momoshiro se unieron a nosotros, los cuatro nos mirábamos un poco avergonzados, pero Ann decidió romper el silencio.

–Estuve pensando en que podíamos hacer, y creo que Sakuno y yo podríamos decir que estábamos en la habitación porque yo no me sentía bien– dijo con calma. –Nadie sospechara que es mentira porque Shizuru y Tomoka fueron las primeras en irse de la habitación, así que no saben que paso con Sakuno y conmigo– dijo con seguridad.

–Mmm pero la entrenadora preguntara porque te sentías mal– dijo Momo inseguro con el plan.

–Es muy fácil ¿verdad Saku?– dijo mirando a mi hermosa novia.

–Cosas de chicas– dijo ella mirando el suelo apenada.

–Ustedes tienen su cuartada ¿y nosotros?– dije esperanzado.

–Bueno aún no se me ha ocurrido algo– dijo Ann cabizbaja.

–Yo tengo una idea– dijo Sakuno con suavidad. –Recuerdan las canchas que visitamos hace dos días del club de tenis de Okinawa, podrían decir que fueron retados por unos chicos de ahí– dijo con tranquilidad. –Como ustedes no se niegan a un reto, no dudaran en creerles– dijo segura.

–Listo– dijimos los cuatro separándonos para que no nos vieran juntos.

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Momo y yo llegamos al comedor con nuestros bultos deportivos, notando que la entrenadora Sumire, estaba a unos pasos de nosotros.

–Echizen, Momoshiro– dijo la entrenadora con rabia. – ¿Puedo saber dónde estaban metidos?– acercándose a nosotros.

Los dos nos miramos con miedo, en su rostro podíamos ver como la furia se desataría con fuerza.

– ¿No piensan decirme?– dijo con enojo.

Momo al ver la cara de enfado de la entrenadora le comenzó a decir la excusa que habíamos ideado.

–COMO SE LES OCURRE HACER SEMEJANTE ESTUPIDEZ, CUANDO SERÁ EL DÍA QUE SE COMPORTEN CON SERIEDAD, USTEDES DOS NO TIENEN REMEDIO– grito con fuerza.

–Entrenadora cálmese un poco le podría hacer mal enfadarse tanto, además ganamos el juego– dijo Momo tratando de calmarla.

–NO ME DIGA QUE ME CALME MOMOSHIRO TAKESHI– dijo igual de alterada.

–Lo sentimos de verdad– dijo Momo tembloroso. –Ayúdame Ryoma– me dijo con desesperación.

–Entrenadora, lo siento– dije en un susurro.

–TU ESTAS EN GRAVES PROBLEMAS JOVENCITO, SI NO FUERA PORQUE YA ESTA TODO LO DEL VIAJE A PARIS LISTO, TEN POR SEGURO QUE NO IRIAS, QUIEN ME ASEGURA QUE TE VAS A COMPORTAR CON SERIEDAD ALLÁ– me dijo con rudeza.

–Sumire– la llamo Will que se acercaba a ella preocupado. –Tranquilízate un poco, Shizuru y Tomoka ya encontraron a Sakuno y Ann están en la habitación, Tachibana no sentía bien y por eso no se presentaron– dijo Will con voz serena.

La entrenadora respiro profundo diciendo –De acuerdo, ustedes dos están castigados, no tienen derecho de ir a la última excursión– dijo con autoridad –Harán el entrenamiento de hoy completo, les asignare a alguien del hotel para que los vigile– dijo con enojo. –Ryoma te quiero a las cuatro en mi habitación, tenemos que hablar– dijo cortante. –Y más les vale que no hayan hecho nada indebido con las chicas– dijo dándonos las espalda.

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Habitación de Sumire 4 pm:

Me encontraba sentado en uno de los sofás de la sala de estar de la entrenadora, había decidido llegar diez minutos antes para no retrasarme y hacerla enojar más de lo que estaba. Ella estaba sentada frente a mí con una taza de té mientras que a mí me había dado una "Ponta", sorbí un trago de mi bebida esperando a que ella hablara. Me sentía algo nervioso, su semblante no me decía nada bueno.

–Te pedí que vinieras porque necesito saber ¿qué es lo que está pasando contigo?– dijo con seriedad. –En el poco tiempo que tienes de estar viviendo bajo mi tutoría has roto no sé cuántas normas, y he estado pensando que lo mejor es que luego de que regreses de París, vayas con tus padres a China– dijo con firmeza.

Me quede en shock, me estaba enviando a China con mis padres. "No, no, no yo no quiero ir a China" pensé desesperado. "¿Qué hago? ¿Qué puedo decir para que deje quedarme en Japón?". "Suplícale, pídele disculpas, rebájate" dijo una voz dentro de mi cabeza, dejar mi orgullo, últimamente esa era la solución a todo, como había cambiado en tan poco tiempo. "Pero debo hacerlo" me dije a mi mismo, "Si no quieres perder a Sakuno" eso nunca me dije con firmeza.

–Ryoma– me llamo.

–Entrenadora, y-yo de verdad lamento todas las molestias que le he causado, l-lo siento mucho– dije olvidando por completo de mi frialdad, arrogancia y orgullo. –Le prometo no volver a desobedecer, le prometo que no volveré a faltar a un entrenamiento, pero por favor no me envié con mis padres– suplique, si increíble pero lo hice. –Y-yo no quiero separarme de Sakuno– dije bajando mi mirada agradeciendo que tuviera mi gorra puesta para que no me viera la cara de sufrimiento que tenía al estar admitiendo mi amor por Sakuno.

–Me sorprende mucho verte así– dijo con tranquilidad. –Nunca imagine que reaccionarias de esa forma– dijo con sorpresa. –Pero Ryoma ya no sé qué hacer contigo– dijo angustiada. –Llegas tarde a clases, te las saltas y ahora lo que nunca me espere faltas al entrenamiento, eso ya es demasiado– dijo con seriedad.

–Lo sé y lo lamento– dije sin levantar la mirada.

– ¿Puedo saber porque te saltaste las clases en tres ocasiones?– pregunto curiosa.

–Vaya de verdad que se entera de todo– dije mirándola sorprendido.

–Por supuesto, de hecho hay una en particular que me molesta que fue junto con Sakuno, el 23 de abril– dijo la entrenadora con molestia.

–Mmm– dije aún más sorprendido, sabia hasta la fecha.

– ¿Me dirás dónde estaban o le pregunto a Sakuno?– me reto.

La mire con un poco de enojo diciéndole –Fuimos al parque de diversiones–

– ¿Es una fecha especial?– dijo con picardía.

Asentí apenado.

–Ya veo– dijo con calma. –Gracias por decirme– dijo sincera. –Te daré otra oportunidad, y no vuelvas a faltar a la escuela ¿de acuerdo?, si quieren salir pueden hacerlo el fin de semana– dijo con voz maternal.

–Gracias por la oportunidad– dije aliviado mientras me levantaba de mi asiento. –No volveré a fallar– le dije con firmeza.

Salí de la habitación de la entrenadora y me dirigí a encontrarme con Sakuno. Al llegar junto a ella le conté todo lo que había pasado, mientras disfrutábamos de la brisa del mar.

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