Precipicio.
Capitulo10: Precipicio.
Narrado por Ryoma:
Ryoga nos llevó hasta la casa en su automóvil, Momo y Ann insistieron en ir con nosotros para acompañarnos, porque Ryoga tenía una cita con Himari, pero yo había insistido en que estaría bien, así que tanto Ryoga como ellos aceptaron que era cierto.
Ryoga estuvo todo el camino insistiendo en que llamara a Cambell al final le dije que lo haría para que se calmara a cambio de que no les contara a mis padres lo ocurrido.
Me encontraba recostado en el sillón de la sala tratando de calmar el infernal dolor de cabeza que tenía, las gemelas se encontraban jugando en su encierro mientras Sakuno comenzaba a preparar el almuerzo.
—Toma— se sentó Sakuno junto a mi con un vaso de agua y unas pastillas para el dolor.
—Gracias— susurre tomándome las pastillas.
—Duerme un rato, cuando este el almuerzo te despierto— me comunicó besando mi frente, me estremecí con su contacto.
Asentí recostándome de nuevo.
Tenia tanto que pensar que no sabia ni por donde comenzar a ordenar mis ideas, tenia claro que cada cosa que pasara de ahora en adelante lastimaría a Sakuno o a mí, por lo que tenia que pensar un plan para que Sakuno estuviera al tanto de lo que estaba por ocurrir, pero ¿Qué? ¿Qué podía hacer?
Otra de las cosas que daba vuelta en mi cabeza es como le explicaría a Cambell lo que paso en el parque, no podía contarle la verdad porque había mucho en riesgo, así que debería convencerlo que olvide el medicamento, aunque sabia que por un día que no me lo tomara no me afectaría de tal manera, el preguntaría por otros factores y no podía decir que estrés por los exámenes cuando estos ya habían terminado.
Sentí que Sakuno estaba junto a mí por lo que estiré mi mano para tomársela con suavidad, abrí los ojos observándola con fijeza por un momento.
—¿Te sientes mejor? — me preguntó con dulzura.
—Si, lamento lo que paso— me disculpe —prometo no volver a olvidar el medicamento— expresé sereno.
—No te preocupes, aunque...— se sentó junto a mí tomando mi rostro entre sus manos para mirarme a los ojos. —Ryoma, tu no olvidaste tomar el medicamento, yo te vi tomándolo esta mañana— comentó pensativa.
Baje la mirada.
—¿Paso algo en el parque que te hizo sentirte mal? — me pregunto.
Me encogí de hombros sabiendo que no podía decirle la verdad, no hasta que pensara en una forma segura de hacerlo. Me sentía mal por no poder hablar y decirle todo a ella, la abrace con fuerza como si fuera la ultima vez que la tendría en mis brazos, Sakuno no se imaginaba lo mucho que la amaba y todo lo que seria capaz de hacer para que ella estuviera a salvo.
—Ryoma, no entiendo que te pasa— expresó confundida.
—Solo nunca dejes de quererme— susurre en su oído.
—Queras decir amarte— me respondió ella con cariño. —No lo dejaré de hacer— me prometió.
Natsumi y Sora comenzaron a pedir nuestra atención lanzando los juguetes fuera del encierro, Sakuno se levantó del sillón sonriendo caminando hacia ellas, yo la seguí al sentir que el dolor de cabeza había disminuido. Cargamos a las niñas para colocarlas en sus respectivas sillas en la cocina, ayude a Sakuno a poner la mesa y nos sentamos a comer.
—Saku, esta delicioso— expresé.
—Me alegra que te gustara— me sonrió.
Luego de la comida las niñas tomaron su siesta por que Sakuno y yo nos quedamos en mi habitación viendo una película de drama, yo realmente no estaba concentrado en la película, me sentía confundido con lo que había pasado en el parque, en verdad era posible que alguien pensara semejante forma para llamar la atención, era todo tan irreal, pero a la vez sabía que esa persona no estaba bromeando.
—Ryoma ¿te sientes mal? — preguntó Sakuno mirándome preocupada.
Negue con mí cabeza.
—Desde que regresamos del parque has estado muy pensativo— me acusó cabizbaja.
—Lo lamento pequeña, es que no entiendo que provoco la crisis— mentí.
—No le des tantas vueltas de seguro fue al liberarte del estrés de los exámenes y el torneo— me animo.
—Si tienes razón— sonreí levemente.
Yo sabia muy bien que me había ocasionado la crisis y de solo pensarlo sentía nauseas, tenia que actuar con mucho cuidado de ahora en adelante.
Sakuno me abrazo con fuerza, yo le correspondí comenzando a disfrutar del día junto a ella. Me di vuelta colocándome sobre Sakuno para besarla con ternura, ella intensifico el beso introduciendo su lengua dentro de mi boca y enredando una de sus manos en mi cabello, para la otra utilizarla en acariciar mi espalda. Separe mis labios de los de ella haciendo un camino de besos por su cuello, pretendía quitar la blusa de mi camino cuando nuestras hermosas hijas despertaron de su sueño llamándonos.
—Ma-má, ma-má—
—Pa-pá, pa-pá—
Sakuno y yo nos miramos con la boca abierta ambos nos levantamos de la cama de un salto, corriendo a la habitación de las gemelas. No daba crédito a lo que escuchaba, Sakuno y yo teníamos días de estar intentando que nos llamaran, ahora de la nada lo estaban haciendo.
—Ma-má, ma-má— sollozo Natsumi.
Sakuno con lagrimas en su rostro la tomo en brazos abrazándola.
—Pa-pá, pa-pá— lloriqueó Sora.
Yo hice justamente lo mismo que Sakuno y no pude evitarlo también me invadieron las lágrimas, al recordar todo lo que tendría en juego por culpa de una loca y la emoción de escuchar las primeras palabras de las gemelas fue maravillosa.
Natsumi y Sora comenzaron a reír en nuestros brazos, por lo que Sakuno y yo soltamos un poco el abrazo mirándonos sin quitar la cara de embobados.
—Vamos Natsumi ¿Quién es él? — le pregunto Sakuno señalándome —di conmigo pa-pá— pronunció Saku.
Natsumi me miro por un segundo sonriendo levemente —Pa-pá— repitió.
—Sora ¿ella quién es? Ma-má— le dije sonriendo.
Sora estiro sus bracitos hacia Sakuno diciendo —ma-má— para soltar una risotada.
—Oh Ryoma estoy tan contenta— expresó Sakuno que no podía con la felicidad.
—Es increíble— susurré aproximándome a Natsumi y Sakuno abrazándolas con cariño —esto es genial— acepté.
Pasamos el resto del día jugando junto a las niñas, sonriendo cada vez que las escuchábamos llamarnos, no parábamos de grabarlas con nuestro celular y de poner cara de bobos. Esta sería mi motivación para poder sobre llevar lo que se avecinaba.
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Nos encontrábamos en la preparatoria en el ultimo receso iba de camino hacia la sala de profesores para pedirle al profesor Kai que me explicará la segunda parte de la tarea extra que me había dejado. Al llegar a la sala me encontré con Lily el cual estaba hablando con uno de los profesores, no le tome importancia por lo que me acerque al escritorio del Prof. Kai anunciándome.
—¿En qué te puedo ayudar Ryoma? — me preguntó al levantar su mirada.
—Es que no entiendo que debo hacer aquí— le mostré la tarea.
—Mmm es muy simple deberás explicar ese tema a la clase, lo harás en la lección del jueves— me explicó.
—Es una broma ¿verdad? — expresé esperanzado.
—No lo es— me miro con seriedad — te pedí que no te durmieras hoy en la clase y no me obedeciste por eso no te envié una simple tarea, además que el Prof. Tanaka me informo que no fuiste a la cita para hacer el test vocacional, que por tu cara parece que lo olvidaste completamente, era a las 8:30 am hoy, así que ese es tu castigo por no ir— me indicó con calma.
—Lamento haberme dormido— me disculpé cabizbajo —¿no hay alguna posibilidad de cambiar el castigo? — pregunté.
—No Ryoma, además el Prof. Tanaka vendrá a ver la clase— me respondió dando por terminada la charla.
—Ok— acepté desanimado.
—Ryoma, recuerda que debes cumplir con las citas del Prof. Tanaka ve a reprogramarla antes de que la Srita. Osaka te mande a llamar— me aconsejo.
—Si profesor, adiós— me despedí notando que Lily ya no estaba en la sala.
—Adiós Ryoma— me contestó.
Salí de la sala siendo jalado por alguien el cual me acorralo en una de las paredes, al ver su cara sentí la rabia recorrerme, pero sabia que debía contenerme.
—Hola Ryoma— me saludo con una sonrisa besándome la mejilla, sentí un escalofrió recorrer mi espalda.
—Hola White— mascullé alejándome un poco de ella.
—Debes acostumbrarte a estar cerca de mí, amor y de llamarme por mi nombre— me recordó.
—Lo sé, pero debes darme un poco de tiempo para acostumbrarme— le pedí intentando relajarme.
—Esta bien— aceptó no muy convencida —toma— me entregó una pequeña nota —prometiste ayudarme, así que esto es lo que tienes que hacer— me indicó entrelazando una de mis manos, me sentí incómodo.
—De acuerdo— dije soltándola —debo volver a la clase— le anuncié para irme de su lado.
—Oye, te olvidas de algo— me señaló sus labios.
Suspiré resignado acercándome a ella para posar mis labios sobre los de ella.
—Adiós— me separe de ella con rapidez.
—Nos vemos luego, amor— se despidió alegre.
Caminé hacia el salón de clases perdido en mis pensamientos me sentía tan mal por lo que había hecho, que antes de llegar al salón me desvié por las escaleras para ir a la azotea, al llegar el timbre de entrada sonó, no me importo, recosté mi espalda a la pared sentándome en el suelo. Agradecía que hoy no hubiera llovido y que a pesar de que estaba nublado el clima me permitía estar afuera. No quería ir a clases, no tenia cabeza para prestar atención a la lección de historia y mucho menos ver a Sakuno, la situación en la que estaba envuelto por Lily me estaba matando de a pocos, el solo sentir sus labios sobre los míos me causaba nauseas y no era porque no fuera atractiva, pero el solo pensar que actuaba a espaldas de Sakuno y que la estaba engañando me enfermaba.
Abracé mis rodillas con mis brazos sintiendo la vibración de mi celular en mi bolsillo sabia que era Sakuno y Momo preguntando donde estaba, pero no quería responderles solo quería estar solo, recordando porque debía hacer lo que Lily me pedía.
........................................Flashback.......................................
—Hola Ryoma— me saludo una voz familiar —me alegra que te separaras por un momento de tu noviecita— expresó con molestia.
—¿Tu eres la que me ha estado siguiendo? — pregunté enfadado observando fijamente a la persona que estaba ahí.
—Mmm tal vez— aceptó.
—¿Qué quieres White? ¿Ahora me molestaras fuera de la preparatoria? — cuestioné irritado.
—Yo te lo he estado diciendo en algún momento tendrás que aceptar darme una oportunidad, porque sé qué harías cualquier cosa por Sakuno o tus dos pequeñas hijas ¿cierto? — habló con amenaza.
—¿Qué quieres decir? — cuestioné a la defensiva y preocupado por lo que dijera.
—Creo que la única manera para que tú salgas conmigo es obligándote y estoy segura que en el camino llegaras a darte cuenta que soy mejor que Sakuno— mencionó segura de sí misma.
—Eso no será posible, no hay manera de que yo salga contigo— expresé tajante.
—¿Estás seguro? — me cuestiono con cinismo.
—Por supuesto— respondí sin dudar.
—Entonces no te importa que estén apuntando a Sakuno con un arma o a una de tus hijas— comentó señalando hacia Sakuno y las niñas.
—¿De qué hablas? — pregunté nervioso sin quitarle la mirada a Sakuno y a las niñas.
—El dinero ayuda de muchas maneras, por lo que no me costó nada convencer a unos de mis guardaespaldas para realizar mi plan— me respondió tranquila y con una sonrisa ganadora. —Sí observas hacia ese edificio— señaló —puedes ver al francotirador, lo que no tardaría ni un segundo en deshacerse de una de ellas o de las tres— amenazó Lily.
Observe con mucha atención donde me señaló enterándome que lo que decía no eran mentiras, comencé a sentir mi cuerpo temblar por la rabia y sobre todo por el temor que sentía de que está loca diera la orden de atacar a uno de mis tesoros más grandes.
—Estas loca White, dile que se quite— le ordené alterado y nervioso.
—Tú no estás en posición de pedir nada, así que harás lo que te diga y en el momento que no lo hagas sabes que Sakuno o tus hijas sufrirán las consecuencias— alegó. —No soy tan mala como crees, te dejaré que disfrutes de Sakuno el fin de semana, a partir del lunes comenzaras a seguir mis órdenes y prepárate para hacerla sufrir— puntualizó con seriedad —nos veremos el lunes Ryoma y no se te ocurra decirle a nadie, te tengo vigilado— agregó acercándose a mí para besar mi mejilla.
Me quede completamente quieto, sabía que sus amenazas eran enserio, comencé a sentir mi pulso acelerarse, mis manos sudaban, mi cabeza comenzaba a doler, camine despacio hacia Sakuno observándola reír con las niñas, volteé mi cabeza hacia el edificio notando que el tipo que hace un rato apuntaba a Sakuno ya no estaba. Al llegar relativamente cerca de Sakuno y las gemelas me detuve, ella me miró con fijeza yo no pude más la ansiedad y el miedo me recorrieron todo el cuerpo, sentí como empecé a respirar con dificultad quedándome sin aire debido al gran dolor que sentía.
—Ryoma, Ryoma— escuche la voz desesperada de Sakuno.
Me recosté en el césped tapando mi rostro con mis manos, esto estaba mal, muy mal mi mente quedo en blanco, lo que quería decir que había perdido la conciencia.
...................................Fin del Flashback...................................
Respiré profundo tomando valor para abrir la nota que me había dado Lily, leyéndola con atención.
"Querido Ryoma,
Lo primero que te voy a pedir que hagas es que instales esta aplicación en tu celular, es para poder estar al pendiente de cada una de tus llamadas, mensajes y de más.
Lo segundo que harás es comenzar hablar conmigo públicamente, me saludaras todas las mañanas y cada día iras actuando como si fuéramos amigos, ya sabes para llegar a una relación primero debemos ser amigos.
Como tercero te alejaras poco a poco de Sakuno, dale cualquier escusa para no poder estar con ella. No juegues de listo en tu casa.
Por el momento será solo eso, luego te daré más indicaciones, recuerda no puedes comentarle a nadie, cada error que cometas es un castigo para ti o para Sakuno, no lo olvides.
PD: Deshazte de la nota.
Te quiero, Lily. "
Golpee el suelo con mi puño, sintiéndome impotente, debía buscar rápido una solución para deshacerme de esta chica, antes de que destruyera toda mi vida y me hiciera perder a Sakuno para siempre.
Trate de calmar mis sensaciones pensando en soluciones, sabía que lo primero que debía hacer era buscar la forma de comprarme un celular nuevo, al que Lily no tuviera acceso y por supuesto no se enterara de su existencia, por otro lado, debía ser muy cuidadoso y obedecer a cada una de sus estupideces.
Las clases terminaron así que camine hacia la cancha de tenis sabiendo que Momo o Sakuno llevarían mis pertenencias. Al llegar al camerino observe a Sakuno esperándome junto a la puerta, ella al verme se acercó a mi preocupada, odiaba verla así.
—¿Estas bien? ¿Por qué no fuiste a la clase? — me preguntó entregándome mi bulto.
—Te preocupas demasiado— respondí con frialdad, sintiendo un puñal en mi pecho por mi actuar.
—Sabes que es porque me importas— me contestó con delicadeza.
—Solo quería estar solo, no es para tanto— mencioné indiferente.
—Esta bien— se entristeció Sakuno, sentí un vació en mi estómago.
Quería con todas mis fuerzas poder decirle que era por su bien, decirle que me dolía tener que tratarla de esa forma, pero su vida estaba en peligro y no podía arriesgarme.
—Ve a cambiarte para el entrenamiento— le ordené tajante.
Ella solo caminó al camerino con la mirada baja.
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El entrenamiento termino, Sakuno y yo nos dirigimos hacia la casa uno al lado del otro, ninguno de los dos habíamos dicho ni una palabra.
Al llegar a la casa camine hacia mi habitación quitándome del saco del uniforme encerrándome en ella, me tire en mi cama abrace mi almohada, Karupin que estaba en su cama se recostó junto a mí y me deje llevar por toda la frustración que sentía.
Me sentía fatal por haber besado a Lily, me dolía, a la única que había besado en mi vida era a Sakuno y a pesar de que era la única novia que había tenido era con la única que quería estar para siempre, no podía imaginarme con nadie más.
Quería decirle a Sakuno lo que pasaba, quería explicarle porque mi indiferencia y mi actitud grosera con ella, pero aún no había encontrado la manera de poder comunicarle la situación sin que Lily se enterara y lastimara a Sakuno o a las gemelas.
El domingo estuve hablando con Cambell porque debía cumplirle a Ryoga para que no le comentara a mi madre sobre la crisis, en la llamada no había hablado mucho, de hecho, Cambell me dijo que estaba guardándome muchas cosas y que notaba mi nerviosismo. Eso me preocupaba porque por más que intentara actuar normal en casa sabia que en algún momento mi madre comenzaría a sospechar de mi estado de ánimo.
Yo no era de llorar, pero la verdad era tal el dolor que sentía en mi pecho por haber traicionado a Sakuno que no pude evitarlo. Quería salir de las garras y manipulaciones de Lily pronto.
No pasaron ni 20 minutos cuando escuche que tocaban la puerta de mi habitación, esperaba con todas mis fuerzas que no fuera Sakuno.
—Ryoma— llamó mi madre.
No podía ser a mi madre tampoco la quería ver.
—Sí mamá— respondí limpiando mi rostro con la manga de la camisa.
—Abre la puerta— me ordenó con sutileza.
Me dirigí a la puerta abriéndola con lentitud, mi madre me observo con detenimiento tomo la silla del escritorio sentándose, me indico que cerrara la puerta y tomara asiento en mi cama.
—Cariño ¿Te pasa algo? — me preguntó analizándome.
Yo negué con mi cabeza.
—Ryoma, aquí esta pasando algo, Sakuno está en su habitación con las gemelas y tiene una cara de tristeza que desgarra a cualquiera— me comentó preocupada —y ahora entró aquí y tu tienes una cara peor que la de ella ¿acaso se pelearon? —cuestionó serena.
Yo volví a negar.
—Por favor Ryoma dime algo, no me gusta verlos así y no es sano para las niñas que estén en un ambiente pesado— me pidió.
No tenia idea de que decirle.
—Cariño ¿acaso te sientes mal? ¿necesitas ver a Cambell? — indagó.
—No quiero h-hablar— se me cortó la voz.
Mi madre me miro sorprendida abrazándome con fuerza, yo no pude más necesitaba desahogarme, lo que había hecho me hacia sentir la peor escoria del mundo. Lloré en sus brazos sin decirle nada solo quería liberar un poco el dolor en mi corazón, ella simplemente acaricio mi cabeza en silencio.
Después de un rato me dormí, porque al abrir los ojos me encontraba recostado en mi cama con mi pijama, tome el reloj despertador observando la hora, eran las 11:30 pm, me levante de la cama abrí la puerta de las gemelas notando que Sakuno estaba dormida en una de las mecedoras, Natsumi y Sora estaban recostadas en sus cunas, cobije a Sora y luego a Natsumi, me acerque a Sakuno mirándola cabizbajo para alzarla en mis brazos recostándola en su cama, ella despertó levemente jalándome de la mano, me tensé.
—Vuelve a dormir— le susurré nervioso.
—Se que algo te pasa, solo espero que puedas solucionarlo— expresó preocupada.
—Yo también lo espero— acepté caminando de regreso a mi habitación.
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Me encontraba sentado en una de las bancas de las canchas de tenis era jueves, el profesor de matemáticas estaba enfermo, por lo que teníamos la hora libre. Cada petición de Lily me desgastaba tanto física como emocionalmente. Lo único que me tenia aliviado es que no me había pedido besarla de nuevo.
Sakuno debía de presentir algo o simplemente por su dulzura no quería molestarme, ella estaba soportando cada uno de mis malos tratos en la escuela, en la casa todo era diferente, no estábamos tan cercanos como antes, pero por lo menos manteníamos un ambiente sano para las niñas. Mi madre estuvo tratando de sacarme información, pero yo no le respondí a sus preguntas.
Momoshiro en varias ocasiones me había dicho que estaba preocupado por mí, que me sentía diferente tanto en el salón de clases como en la cancha, me dijo que sentía como si estuviera metido solamente en mis pensamientos sin prestarle atención a nada. En realidad, no estaba equivocado, en todo momento pensaba y analizaba la situación para terminar mi sufrimiento de la manera mas segura y lo mas pronto posible. Yo realmente le había dicho que no se preocupara que estaba bien, que solamente estaba confundido por algunas cosas, pero nada de que alarmarse.
Por otro lado, Momoshiro me dejo muy en claro que el estarme relacionando con Lily White era malo y que no podía comprender porque de la noche a la mañana yo era tan cercano a ella, que hasta en ocasiones tomaba un receso para charlar con ella olvidándome de Sakuno. Trate de convencerlo de que solo quería darle una última oportunidad llevándome bien con ella para de esa forma evitar malos ratos, por supuesto eso era otra gran mentira que justificaría el estúpido juego de Lily.
—Ryoma, con que aquí estabas— informó Lily sentándose en la banca —no deberías esconderte, te extrañaba— me abrazo.
—Es imposible esconderse de ti— le respondí señalando al frente donde sabia que dos hombres de negro nos observaban.
—Sí, te incomoda que nos vean puedo decirles que se retiren— me ofreció sin soltar el abrazo.
—No creo que lo hagas— afirmé levantándome de la banca para irme.
—No te vayas— me tomo de la mano —quería pedirte algo— me informó, me puse tenso esperando lo peor.
—¿Qué haces aquí? — le pregunté sabiendo que estaba en clases.
Lily se colocó frente a mí—pues no fui a la clase, al enterrarme que estabas libre— me comunicó sonriendo.
Suspiré cansado.
—Quería pedirte que comenzáramos a salir como una pareja— me miro con fijeza —así que podrías planear la forma de terminar tu relación con Sakuno— me indicó con seriedad.
—¿Por qué tanta prisa? Pensé que querías empezar con una amistad — le pregunté con frialdad.
—Porque te amo y quiero que estemos juntos— respondí emocionada.
Lily rodeo mi cintura con sus brazos abrazándome con fuerza dirigiendo sus labios a los míos, mi cuerpo se puso rígido al ver lo que iba hacer. Colocó sus labios sobre los míos en un profundo beso, ella al sentir que no le correspondía se separó molesta.
—Creo que deberás recibir un castigo para que aprendas a no rechazarme— me amenazó sacando su celular del bolsillo de su falda.
—Lo siento me tomaste por sorpresa— mentí sintiendo impotencia de tener que seguir su juego.
Tome una de sus manos jalándola hacia mí para rodearla con mis brazos y tomando valor acerque mi rostro al de ella besándola tal como ella quería, ella rodeo sus brazos en mi cuello profundizando el beso. Yo tenía la mente en blanco sintiendo mi corazón romperse dentro de mí y todo empeoro al escuchar...
—Ryoma— me llamó Sakuno con voz ahogada.
Me separe de Lily con rapidez observando el rostro lleno de lagrimas de Sakuno en un segundo se dio vuelta para salir corriendo.
—Sakuno— la llamé devastado, me odiaba por lo que estaba haciendo — ¿estás contenta? — le recrimine a Lily molestó, no lo podía evitar yo no quería que Sakuno me viera.
—¿A dónde crees que vas? — preguntó Lily al verme caminar a salida de la cancha.
—Ya lo sabes, a terminar con Sakuno y por favor no me interrumpas, si quieres que salgamos terminare con ella a mi manera— respondí enfadado sin dejar de sentir un puñal clavado en mi corazón.
Lily solo asintió.
Al salir de la cancha vi que Tomoka estaba ahí, algo me decía que todo esto había sido un plan de Lily para lastimar a Sakuno y yo sabía que estaba destrozada con lo que había visto, al haberla traicionado.
—¿Por dónde se fue Sakuno? — le pregunté a Tomoka con rudeza.
—Por allá— contestó señalando el gimnasio desviando la mirada.
Camine hacia donde me indicó, luego de estarla buscando por un rato escuche los sollozos de Sakuno, me entristecí. Al dar la vuelta al gimnasio la vi sentada en el suelo tapando su rostro con sus manos.
Me arrodille junto a ella sintiéndome de lo peor, yo no quería verla sufrir y no sabia si me iba a perdonar lo que había hecho algún día, o si me creería cuando encontrara la forma de decirle la verdad de lo que pasaba y le pudiera explicar que estaba siendo usado por Lily White, porque así me sentí como un juguete que hacia feliz a una niña rica.
—Saku— la llamé con pesar.
Ella levantó su rostro mirándome con fijeza, pude ver en sus ojos la decepción, traición y furia. Ella estaba enfadada, de haber sido al revés yo también hubiera estado enojado.
—Saku— repetí cabizbajo.
Pero su respuesta fue una fuerte cachetada seguido de eso descargo su desilusión y enojo en mí.
—Eres un mentiroso Echizen— golpeó mi brazo —eres un mentiroso— sollozó —no entiendo como tantas veces me juraste que esto no pasaría y mira— se alteró.
—Lo siento— me disculpe afligido, quería decirle la verdad.
—No te disculpes— expresó tajante —me traicionaste, no se como pude ser tan tonta y haber creído en tus promesas, solo eres un mentiroso Echizen— volvió a sollozar cargada de sufrimiento.
—Sakuno, de verdad lo lamento— susurré decaído sintiendo el aire faltarme por lo que diría ahora —no sé en que momento paso, pero me di cuenta que Lily no es tan mala como pensaba y me deje llevar, por lo que creo que lo mejor es que terminemos con nuestra relación— dije sintiendo como el dolor de mis palabras me invadían al ver su rostro entristecerse.
—¿Hablas enserio? — cuestiono cabizbaja —¿Y las gemelas? —
—Quiero que te quede claro algo, realmente te amé y fuiste lo mejor que me pudo pasar en la vida, pero me di cuenta que soy muy joven para atarme a una relación tan madura como la que estábamos teniendo— le expliqué tratando de sonar convincente. —Las gemelas seguiré estando presente en sus vidas y creo que es mucho pedir, pero por el bien de Sora y Natsumi quiero que sigas viviendo en mi casa, por lo menos hasta que cumplan su primer año— le pedí casi suplicándole.
—Ryoma ¿me amas? — me preguntó con seriedad.
Me quede helado, claro que la amaba más que a mi vida, ese era el motivo por el cual hacia todo esto por amor a ella y a las niñas, las amaba demasiado a las tres, tanto que nunca hubiera pensado sentir algo así por alguien. ¿Por qué tenía que preguntarme eso? Era como caer de un precipicio lleno de rocas afiladas, era muy doloroso.
—Sakuno, no me lo hagas más difícil— le supliqué.
—Crees que para ti es difícil, no imaginas lo que yo estoy sintiendo, como crees que se siente que la persona a la que amas de pronto lo veas besándose con alguien mas y que seguido de eso te diga que ya no quiere estar junto a ti, para mí también es difícil y muy doloroso— me recriminó molesta.
—Lo entiendo, pero ya no nos hagamos más daño— expresé entristecido.
—¿Me amas? — repitió.
Iba asentir, pero al recordar que su vida estaba en juego no podía arriesgarme —te amé como a nadie— respondí con sufrimiento en mi voz.
—Esta bien, terminamos— aceptó ella quitándose su pulsera dejándola en el suelo, levantándose de su lugar cabizbaja.
Sakuno me dejo solo, tome su pulsera dolido guardándola en una de mis bolsillos, me sentía fatal el dolor en mi pecho era enorme y pude sentir las lagrimas correr por mi rostro, respiré con dificultad, traté de controlar mis sentimientos y detener la ansiedad, pero sabia que no podría hacerlo por lo que solo deje que me venciera mi angustia.
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Muchas gracias por leerme, de corazón les agradezco sus comentarios y el seguir leyendo la historia como lo han hecho...
Espero que les gustará este capitulo y espero sus comentarios....
Un abrazo Ginger =)
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