Días.

Capítulo 21: Días.

Narrado por Ryoma:

Sakuno y yo nos encontrábamos en el comedor tomando el desayuno, y alimentando a las gemelas, yo me sentía mucho mejor, me sentía más animado y con más fuerza, esperaba continuar así con el pasar de los días.

Hoy era la primera navidad junto a las gemelas, además del cumpleaños de Ryoga. Mi madre nos había informado que en la noche celebraríamos con una cena, por lo que debía descansar para poder compartir con ellos.

Había comenzado a nevar, deseaba poder ir afuera y poder sentir los pequeños copos de nieve en mi rostro, pero sabia que seria imposible, con solo acercarme a la puerta mi madre me miraba con fijeza y amenaza.

Al terminar el desayuno Sakuno y yo subimos a la habitación para que yo me recostara por un rato mientras Sakuno jugaba con las gemelas, me estaba cansando de estar en reposo, pero había prometido comportarme y en realidad no quería desobedecer sabia que si lo hacía terminaría de nuevo en el hospital.

—Ryoma— me llamó.

—Si— le respondí mirándola, al notar su cara de asombro me incorporé de la cama observando con atención lo que hacían las gemelas —se pusieron de pie— dije sorprendido, para luego ver como ambas perdían el equilibrio cayendo sentadas sobre la manta.

—Si, van creciendo muy rápido— sollozó Sakuno secándose las lágrimas de felicidad.

—Tienes razón, el tiempo avanza muy deprisa ¿crees que pronto comiencen a caminar? — le pregunté con alegría.

—No lo sé, en realidad no me esperaba que se levantaran por sí solas tan pronto, a pesar de que lo hicieron con apoyo, la doctora había dicho que comenzarían hacerlo después de cumplir su primer año— respondió Sakuno pensativa.

—Mmm tienes razón no recordaba que la Dra. Akayama nos lo había explicado, probablemente se adelanten un poco— expresé sereno.

—Puede ser— acepto Sakuno.

—Debemos tener cuidado en que no se hagan daño— me preocupe.

Sakuno asintió —no te preocupes estarán bien— me animo —¿ya tomaste tu medicamento? — me preguntó con seriedad.

—Lo había olvidado ¿podrías traerme un vaso con agua? Le pedí tranquilo.

—Claro— indicó Saku levantándose de su lugar por lo que yo me senté junto a las gemelas escuchándolas balbucear entre ellas cosas que no entendía.

Sakuno regreso con el vaso, yo tome el medicamento para colocar la pastilla blanca en mi boca y tragarlo, regrese a la cama, sabia que en diez minutos el sueño me invadiría.

—Se que no te gustan los efectos que te provocan, pero recuerda que no puedes dejar de tomarlo de forma brusca, además Cambell dijo que sus efectos irían mejorando poco a poco— me intentó animar, me ponía de mal humor después de tomarlo, porque me hacia dormir por dos o tres horas, sentía que era tiempo perdido para estar con las tres.

—Lo sé, me molesta no poder compartir con ustedes— reclamé molesto.

—Pronto podrás hacerlo, cariño— se acercó Sakuno a mi besando mis labios con suavidad.

Bostece —si me das otro prometo despertar de buen humor— la chantajeé con diversión.

Sakuno sonrió besándome de nuevo solo que con más intensidad —estaremos aquí hasta que despiertes— me dijo colocando una manta sobre mí, yo cerré mis ojos sin poder mantenerme despierto por más tiempo.

Narrado por Sakuno:

Las gemelas también bostezaron restregándose sus ojitos, tome a Natsumi y luego a Sora para llevarlas a sus cunas, la Sra. Rinko que estaba entrando en la habitación tomo a Natsumi en sus brazos ayudándome a recostarlas.

—Ya se durmió, venia a verificar que hubiera tomado el medicamento— comentó la Sra. Rinko —aunque se que tu lo mantienes vigilado— me miro con una sonrisa.

—Solo quiero que mejore pronto, aunque no me gusta verlo tan cansado— expresé cabizbaja.

—Lo sé querida, pero tiene poco que regreso a la casa y Ryoma sabe que debe cumplir con el plan de medicamentos que tenia en el hospital, el día 29 tiene cita con la Dra. Minamoto probablemente le elimine alguno de los medicamentos— me contestó tranquila.

—Espero que así sea— comentó esperanzada.

—Ya lo veras, Saku en realidad hay algo que quiero hablar contigo ¿te parece si vamos a tu habitación? — me pidió con seriedad.

—¿Es de Lily? — indagué.

—Si— confirmó con suavidad.

Entramos en mi habitación sentándonos yo en la cama y la Sra. Rinko en la silla del escritorio, esperé a que ella comenzara hablar.

—Hable con mi jefe y me dijo que tanto Nantaro como Lily se declararon inocentes, por lo que se deberá hacer juicio contra ambos, así que debemos preparar a Ryoma para ese momento, aun el juez no a indicado las fechas porque debe esperar a que Cambell y la Dra. Minamoto den autorización — me explicó la Sra. Rinko.

—Ya veo, no se si Ryoma pueda soportar dos juicios y mucho menos el tener que ver a Lily y al Sr. Nantaro— expresé preocupada.

—Entiendo tu preocupación querida, pero es la única forma para que ellos paguen lo que le hicieron, si Ryoma decide no presentarse alguno de los juicios, el juez dejara en libertad a ambos— comentó con seriedad.

—Me presentaré a ambos juicios— habló Ryoma en el marco de la puerta sobresaltándonos a las dos.

—¿Qué haces aquí? — preguntó la Sra. Rinko asustada, yo miré a Ryoma con fijeza.

—Solo quería un vaso con agua y las escuche hablar— respondió bostezando con cansancio.

—Vuelve a la cama, yo te lo llevo— le pedí con calma.

—¿Cuándo me iban a decir lo de los juicios? — recriminó molesto.

—Hasta ahora tu madre me lo estaba informando, pensábamos decírtelo cuando despertaras— respondí para tranquilizarlo.

—Mmm entonces hasta ahí queda el tema, hoy no es día para hablar de eso— nos ordenó tajante.

—De acuerdo, pero vuelve a la cama— le pidió la Sra. Rinko al verlo bostezar de nuevo.

Ryoma se dio la vuelta dirigiéndose a su habitación, me levante de mi lugar para llevarle el vaso de agua y darles un vistazo a las gemelas. Entre en la habitación entregándole el vaso a Ryoma, él lo bebió completo.

—Gracias— dijo recostándose — ven quédate conmigo, en realidad lo que me despertó fue un mal sueño— susurró cerrando sus ojos con sumiéndose en un sueño profundo.

—Aun con el medicamento tiene pesadillas— se entristeció la Sra. Rinko que acababa de entrar en la habitación.

—Sí por la noche lo escucho quejarse, aunque cuando estamos las gemelas o yo cerca logra dormir tranquilo— le indiqué serena.

—Le informaré a Cambell— susurró saliendo de la habitación.

Cuatro horas después... Oficina de la casa Echizen...

Narrado por Ryoma:

Cambell me miraba con atención al verme reír sin poder contenerme con la pregunta que me había hecho.

—Ryoma, la pregunta que te hice es enserio— me regañó.

—No lo creo— expresé entre risas.

—Vamos Ryoma no le encuentro la gracia— comentó tratando de no contagiarse por mis risas.

—Sabes la estupidez que me acabas de preguntar— paré de reírme poniéndome serio.

—¿Te parece una estupidez el querer saber que tan firme eres con los sentimientos que tienes hacia Lily y si esos sentimientos cambiarían de tener un hijo con ella, según como ella dijo? — me cuestionó con amenaza.

—Mira no se como se te ocurre tal idiotez, en verdad no entiendo como te pasa por la mente que yo me enamoré de la psicópata de Lily porque vaya a tener un hijo "mío", el cual eso es imposible, además el único sentimiento que puedo tener hacia ella es de odio y resentimiento, así que tu pregunta queda anulada, por supuesto que no me imagino un futuro con ella, aunque fuera cierto que su hijo fuera mío, además nosotros ni siquiera llegamos a ser amigos— respondí con decisión y seriedad olvidándome de lo que me había causado tanta gracia.

—¿Por qué te causo diversión la pregunta? — preguntó analizándome.

—Sabes en vez de reírme debí enojarme contigo por preguntar tal cosa, pero en realidad me causo gracia que se te ocurriera algo tan imposible y retorcido, el hijo que Lily espera no es mío— sentencié tajante.

—De acuerdo no es tuyo— acepto —¿La perdonaras algún día? — indago.

—No lo creo, intento no sentir rencor hacia ella, de verdad lo intento, pero lo que ella hizo, me obligo a llegar hacer cosas que nunca me hubiera imaginado y mucho menos que por esas cosas este viviendo un proceso tan agotar y desgastante, yo antes lograba dormir en paz, no dependía de mi familia, siempre fui independiente y piensas que podré perdonarla, está muy difícil— contesté con amargura.

—Entiendo tu frustración, pero sabes que todos esos temores que sientes se irán, Ryoma tu eres muy fuerte y determinado así que pronto podrás volver a la normalidad de tu vida, lo que paso es muy reciente y por eso sientes todos esos temores, aunque no comprendo ¿Por qué te molesta depender de tu familia? — dijo analítico.

—Porque me molesta que todos tuvieran que adaptar sus vidas para poder estar pendientes de mí, sobre todo mi madre y Sakuno, ellas no tienen porque cambiar sus actividades diarias por mí, antes podía hacer todo por sí solo, no necesitaba de Sakuno o a las gemelas para dormir, no me molesta en absoluto que ellas duerman conmigo, pero al hacerlo temo en tener una crisis o una pesadilla— expresé con un deje de angustia.

—¿Siempre tienes la misma pesadilla? — preguntó Cambell.

—Si, a veces cambian algunas escenas, pero siempre terminan en lo mismo— me estremecí.

—Ryoma ¿temes morir? ¿por eso las pesadillas? — cuestiono tranquilo.

Asentí —aunque se que no voy a morir— susurré.

—Entonces ¿lo que sucede es que revives ese día una y otra vez? — indagó con cuidado.

—Si eso es lo que pasa y no se como detenerlo— mencioné cabizbajo.

—¿Por qué sigues pensando en que saldrá mal cuando estás bien? estas con vida y en casa junto a Sakuno y las gemelas— preguntó mirándome con fijeza.

—No lo sé— susurré.

—Para comenzar a eliminar las pesadillas debes decirte que estas vivo y necesitas entretenerte en algo, busca algo que puedas hacer aprende un idioma, toca un instrumento, toma clases de arte, no lo sé busca algo que puedas hacer y te mantenga despejado— me ordeno.

—Jugar tenis— añoré.

—Otra actividad sabes que no puedes jugar aún y debes descansar para volver pronto a los torneos, sobre todo a los nacionales que están a la vuelta de la esquina— me indicó.

—¿En realidad crees que puedo jugar en los nacionales? — le pregunté esperanzado.

—No es seguro que lo hagas, pero haremos todo lo posible para que puedas jugar y no pienses que lo harás sin estar al 100% te prepararemos para que juegues al nivel de siempre— me respondió sincero —no me cambies de tema— me regañó —debes buscar una actividad que te distraiga, para la próxima sesión quiero que me traigas una lista de cosas que quieras aprender o hacer ¿de acuerdo? — me dictamino.

—De acuerdo— acepte pensando que seria imposible encontrar lago que me gustara.

7 pm:

Mi madre comenzó a servir la cena mientras Sakuno terminaba de preparar la comida de las gemelas, yo me encontraba colocando a Sora en su silla, mientras Nanako me ayudaba con Natsumi, la entrenadora Sumire y la Sra. Yukki ayudaron a mi madre a colocar los platos en la mesa del comedor, Will y Cambell que habían sido invitados permanecían junto a Ryoga y mi padre hablando animadamente, Amber y Ben estaban apunto de llegar junto con la novia de Ryoga, el cual no había podido ser recogida por Ryoga debido a que ella estaba realizando unos trabajos que tenia atrasados de la universidad.

Himari al igual que Ryoga estudia dos carreras Comunicaciones y Arte, debido a una gira que había tenido con la facultad de Arte se había atrasado con las materias de Comunicación y si quería seguir siendo compañera de Ryoga tenía que ponerse al corriente lo antes posible.

Yo no esperaba que Ryoga decidiera dejar su vida de mujeriego por tener una relación seria con alguien, pero mi padre decía que cuando un Echizen se enamora ya no hay mujer que lo haga cambiar de opinión. Esas palabras me aliviaban y me ponían sumamente feliz porque yo sabia que Sakuno era la única dueña de mi corazón.

Himari, Amber y Ben llegaron a la casa por lo que todos tomamos asiento para disfrutar de la cena. Todo iba transcurriendo con normalidad y armonía, las gemelas llamaban la atención de todos cuando hacían alguna cara divertida o cuando desobedecían a Sakuno o a mí. Cada día las niñas eran mas caprichosas y un poco desobedientes, la Sra. Yukki y mi madre decían que eran etapas, además que habían estado muchos días sin nosotros y por eso la actitud rebelde, pero que con los días irían cambiando de nuevo su comportamiento.

Terminamos de cenar, felicitamos a Ryoga por su cumpleaños, para dirigirnos a la sala de estar y así las niñas abrieran sus primeros regalos de navidad, que iban desde distintos juguetes hasta ropa de diferentes colores, Sakuno y yo hace tiempo habíamos comprado su regalo dándole a cada una, una consola interactiva con diferentes sonidos, además de unos vestidos de tul uno lila como de bailarina, que tanto a Sakuno como a mí nos gustaron apenas los vimos, normalmente las vestíamos de diferente color para que tuvieran individualidad pero por esta vez haríamos la excepción.

La noche paso entre risas y diferentes conversaciones, yo me sentía un poco cansado, por lo que mi madre al notarlo me envió de inmediato a mi habitación, las gemelas también estaban cansadas, así que Sakuno y yo subimos con ellas a las habitaciones.

—Cariño, para ser tu segundo día en casa has estado muy bien, te vez mucho mejor— comentó Sakuno colocándole el pijama a Sora, mientras yo la ayudaba con Natsumi.

—Si, en realidad hoy me he sentido con más fuerza— acepté dedicándole una sonrisa.

—¿Te parece si hoy dejamos a las niñas dormir en su cuna? No podemos acostumbrarlas a que duerman siempre con nosotros— me dijo con amabilidad.

—Por mi no hay problema mientras tu te quedes a mi lado— le respondí sereno.

—Por supuesto, hoy quiero tenerte para mi solita— susurró sin mirarme.

—Eso me gusta mucho más— le indiqué con picardía logrando que ella se sonrojara, me reí un poco.

Sakuno amamantó a las niñas, luego me dio a Natsumi en brazos para que la meciera por un rato, cuando ambas se quedaron dormidas las acostamos en sus respectivas cunas, arropándolas y colocando el monitor en la mesa de noche. Sakuno y yo nos cambiamos de ropa recostándonos en mi cama.

Rodeé a Sakuno con mis brazos quedando con nuestros rostros muy cerca, bese sus labios con suavidad para abrir mis ojos y mirarla con fijeza —quiero estar así contigo toda la vida— exprese con suavidad, Sakuno me miro sonrojada besándome con dulzura en los labios —yo también lo quiero— me respondió acurrucando su cabeza en mi pecho para que ambos nos consumiéramos a las profundidades del sueño.

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28 de diciembre:

Me encontraba sentado en mi escritorio intentado pensar que poner en la lista que Cambell me había pedido, había tenido dos sesiones con él y yo no había podido cumplir con la tarea que me había dejado.

—Ryoma— me llamó Sakuno en el marco de mi puerta.

—¿Sí? — le respondí mirándola.

—¿Ya lograste decidir qué actividades te gustaría hacer? — me preguntó.

—No, esto está igual de difícil que escribir las carreras que quiero llevar en la universidad— contesté frustrado.

Sakuno se acercó a mí sentándose en mis piernas sorprendiéndome, pero sin desaprovechar su iniciativa la rodee con mi brazo por la cintura —mmm a ver, tú eres muy bueno para aprender idiomas, podrías estudiar uno nuevo ¿Qué te parece aprender español? — me dijo Sakuno con ánimo.

—¿Español? — medite por un momento —no seria una mala idea— acepté anotándolo en la lista.

—Lo aprenderás muy rápido, también eres bueno en música, no se si te has dado cuenta, pero cantas muy bien— comentó Sakuno con una sonrisa.

—¿No pensaras en que llevé clases de canto? — le pregunté preocupado —sabes que las pocas veces que lo he hecho es con los chicos del club y porque soy obligado— le recordé.

—No exactamente, pero podrías aprender a tocar un instrumento— me sugirió.

—¿Un instrumento? — cuestione dudoso —se tocar piano, creo que aun me acuerdo— mencioné sin ponerle mucha importancia.

—Sabes tocar piano— se sorprendió Sakuno volteándose hacia mí, su rostro estaba muy cerca del mío por lo que me distraje un segundo. —Dime ¿Cuándo aprendiste a tocar piano? — preguntó curiosa.

—Mi madre me obligo cuando tenía 10 años, aún vivía en Estados Unidos— le respondí volviendo a la realidad.

—¿Por qué te obligo? — interrogó sin dejar de mirarme con fijeza.

—Porque ella tenia miedo que me volviera un robot que solo servía para jugar tenis, en la primaria no tenia amigos, en realidad si lo pienso bien hasta que vine a Japón comencé a relacionarme con los demás— le conteste sereno.

—Quiero escucharte tocar— expresó emocionada.

La mire asombrado por su petición —t-te apuesto que ya no me acuerdo como se hace— intente escaparme nervioso.

—Podrías intentarlo, por favor— me rogó poniendo su carita tierna.

—Pídeme otra cosa— le pedí sonrojado.

—Sabes tu gurdas muchos secretos cariño, sigo pensando que hay muchas cosas que no se de ti— se levanto de mis piernas un poco triste besando mi frente.

—¿A dónde vas? — le pregunté tomándola de la mano.

—A ver a las gemelas, pronto deben despertar— me respondió sin mirarme.

—Saku ¿de verdad quieres escucharme tocar? ¿es importante para ti? — le pregunté preocupado por su tono de voz entristecido.

—Si me gustaría escucharte, pero me gustaría más saber más cosas sobre ti, ahora no sé que otra cualidad tienes oculta— expresó sincera mirándome con seriedad.

—Sabes que puedes preguntarme lo que quieras y averiguar lo que quieras de mí— le conteste tranquilo.

—Pues tendré que interrogarte— dijo soltando el agarre para entrar en la habitación de las gemelas.

No lo pensé dos veces me levanté de un salto de la silla para seguirla, pero aún no estaba bien para esas reacciones bruscas, así que me mareé cayendo de rodillas en el suelo golpeando mi frente en el borde de la cama.

—Ryoma— gritó Sakuno asustada.

No sé que me paso, pero comencé a reírme por mi estupidez —soy un idiota— dije con suavidad y entre risas.

—No es gracioso ¿Estas bien? — se preocupo Sakuno.

Asentí sentándome en el suelo dejando de reírme porque me estaba mareando aún más.

—Te golpeaste la cabeza— se alarmó Sakuno tocando mi frente con suavidad.

—Auch— me quejé.

Las gemelas comenzaron a llorar al despertar de su sueño —ve con ellas— le indiqué a Sakuno respirando con calma para recuperarme.

—Llamaré a tu madre— me informó desesperada tomando mi celular del escritorio.

Sakuno sin levantarme del suelo recostó mi espalda a la cama, luego se levantó para calmar a las gemelas. Mi madre no tardo ni un minuto en llegar.

—¿Qué paso? — me preguntó mi madre preocupada.

Yo permanecía con los ojos cerrados —me levanté muy rápido de la silla y me mareé, nada grave— le respondí sereno.

—¿Y ese golpe en la frente? — me revisó.

—Choque con la cama al caer— expresé relajado.

—Es mejor que te revisen, no es buena señal que te marees y ese golpe se esta poniendo morado, llamaré a la Dra. Minamoto— me indicó, abrí los ojos.

—No es necesario, ya estoy bien— le dije levantándome, pero al hacerlo tuvo que sostenerme al marearme de nuevo —estúpido cuerpo, me traicionaste— susurré.

—Ryoma, ese vocabulario— me regañó mi madre.

—Lo siento, pero no quiero ir al hospital— le contesté esperanzado.

—De todas formas, mañana tienes que ir, no pasa nada con que adelantemos la visita— me persuadió mi madre.

—Ok— acepté — me pasas una sudadera— le pedí sin levantarme, observando a Sakuno en el marco de la puerta de las gemelas mirándome afligida —Estoy bien— le dije calmado.

—Llamaré a mi madre para que cuide a Sora y Natsumi, iré con ustedes— nos informó dándonos la espalda.

Llegamos al hospital, la Dra. Minamoto no tardo en hacernos pasar a su consultorio. Nos sentamos frente a su escritorio, yo ya me sentía bien y el mareo había desaparecido, pero sabia que no me escaparía de la revisión.

—¿Cómo se encuentran? — nos saludo la doctora con amabilidad.

—Hemos estado bien ¿y usted? — le respondió mi madre.

—Gracias por preguntar, he estado bien— devolvió el saludo —Ryoma ¿Cómo te has sentido? — me preguntó.

—Bien— contesté con simpleza.

—¿Has tenido alguna molestia? Dolor de cabeza, náuseas, fiebre— indagó.

—No, me he sentido bien— dije con seguridad.

—¿Entonces que paso hoy? — interrogó con seriedad.

—Me levanté muy rápido de donde estaba y me mareé, perdí el equilibrio sin querer cayendo al suelo— le respondí sin muchas ganas.

—Eso quiere decir que aun estas un poco débil para volver a la normalidad ¿estas tomando todos tus medicamentos? — preguntó.

—Sí, tengo dos guardaespaldas que no dejarían que se me olvide nada— miré a Sakuno y a mi madre con un poco de molestia.

La doctora se rio levemente —entiendo, Ryoma ¿podrías quitarte la sudadera y subir a la camilla? Necesito una muestra de sangre— me pidió con seriedad.

Asentí haciendo lo que me pedía —¿Por qué la muestra? — quise saber.

—Necesito verificar que tus niveles estén bien, al mínimo cambio deberé intervenir, esto lo hago porque como no tuviste una buena reacción con la primera transfusión quiero evitar cualquier cuadro alérgico tardío— explicó tranquila.

Pasado un rato la Dra. Minamoto regreso con los resultados.

—Me alegra informarles que todo esta perfecto, todas las pruebas son normales— informó con entusiasmo —Ryoma, debes alimentarte muy bien, según me dijo el Dr. Cambell quieres regresar a las canchas pronto y para hacerlo debes estar fuerte, por otro lado, aun debes tomarte con calma las actividades diarias poco a poco retomaras la normalidad de tu vida, las lesiones en tus muñecas están muy sanas y apunto de cerrar por completo, así que te mandaré una crema para que la cicatrices sean poco visibles—aconsejó —por otro lado, quieres que dejes de tomar estos medicamentos, las vitaminas no puedes dejarlas— me indico entregándome la lista de medicamentos eliminados.

—Doctora ¿cree que pueda volver a la preparatoria al terminar las vacaciones? — le pregunté curioso.

—Creo que en la próxima cita podremos tomar una decisión definitiva, en una semana tendrás la respuesta— me respondió pensativa.

—De acuerdo— acepté.

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Llegamos a la casa, camine a la sala de estar para ir junto a la Sra. Yukki y las gemelas, ya las había escuchado reír. Sakuno estaba muy callada y se veía un poco triste, no me gustaba verla así, pronto hablaría con ella.

—Papá, mamá— dijeron Sora y Natsumi gateando hacia nosotros por lo que me agache para quedar más a su altura, Sakuno me imitó.

—¿Cómo se portaron mis pequeñas? — les preguntó Sakuno con ternura, ambas niñas se miraron sonriendo.

—Se portaron bien— respondió la Sra. Yukki —¿Cómo les fue con la doctora? — preguntó.

—Ryoma, esta bien— respondió Sakuno tranquila.

—Me alegra mucho— sonrió la Sra. Yukki.

—¿Quieres tomar té Yukki? — la invitó mi madre.

—Claro— aceptó la Sra. Yukki, mi madre y ella salieron de la sala dejándonos a Sakuno y a mí solos con las gemelas.

Natsumi y Sora gatearon hacia unos juguetes, me senté en el suelo cerca a ellas tomando la mano de Sakuno.

—Saku, te prometo que me escucharas tocar el piano algún día, tal vez cuando volvamos a la preparatoria, además aquí no tengo piano y si mi madre me escucha de seguro me obliga a tomar clases— le dije con delicadeza.

Ella me miró sorprendida —no tienes que hacerlo para complacerme— susurró.

—Lo haré porque quiero— le indiqué —pero que nadie me escuché más que tú, aunque no lo creas me da pánico tocar en público— comenté avergonzado.

—Eso no lo puedo creer, tu juegas tenis frente a un montón de cámaras y personas— expresó sin creerme.

—Es verdad bonita, mi madre cuando termine el curso me pidió participar del recital y yo no logré tocar, me levante de mi sitió sin tocar ninguna nota— me reí al recordarlo, me sentía patético.

—Pero tu eres muy seguro de ti mismo— se asombró.

—Para algunas cosas, las veces que he cantado con los chicos lo he hecho porque no estoy solo y la vez que canté en ingles las personas no podían verme entonces era diferente, además que trato de no mostrar mis inseguridades, tú eres la única que tiene ese privilegio— besé su mejilla para acercarme mas a las niñas y jugar con ellas.

31 de diciembre:

Sakuno y yo nos encontrábamos viendo la televisión con Natsumi y Sora dormidas en nuestros brazos, mi madre, la entrenadora Sumire y la Sra. Yukki se encontraban preparando la cena de fin de año. Mi padre se preparaba para tocar las 108 campanadas en el templo, Ryoga estaba en casa de Himari y Nanako tendría guardia en el hospital.

Cambell se encontraba en casa de la Sra. Yukki hablando con su familia, me sentía un poco culpable que estuviera pasando las fiestas lejos de ellos, pero él me había animado diciéndome que su esposa vendría en unos días para vacacionar. En un rato el vendría para tener la última sesión del año y debería entregarle la lista de actividades que seguía fallando su entrega.

Sakuno me había informado que Shizuru y sus padres celebrarían el recibimiento del año nuevo con nosotros, además que ella me había dicho que tenia una sorpresa para mí, estaba curioso por saber que era.

—Ryoma, deberíamos dejar a las niñas en su habitación un rato, hoy será una noche larga y no creo que ellas quieran despegarse de nosotros cuando despierten— me sugirió Sakuno con dulzura.

—Si tienes razón, además quiero que me digas cual es la sorpresa— le pedí con curiosidad.

—Luego de recostarlas le iré a pedir a mi madre que las vigile un momento— me indicó.

Subimos a la habitación de las niñas las colocamos en sus cunas, pusimos el monitor para salir de la habitación.

—Ponte un suéter, vamos a salir un momento— me informó Sakuno.

Hice lo que me pidió para reunirme a la salida de su habitación con ella. Después de pedirles a nuestras madres que cuidaran a las gemelas, Sakuno y yo salimos de la casa, era la primera vez que salía después del accidente note que Andrew uno de nuestros guardaespaldas nos seguía a lo lejos. Caminamos por un rato hasta llegar a nuestro destino, yo sabia muy bien donde nos encontrábamos.

—¿Por qué estamos en el estudio de danza de la madre de Shizuru? — le pregunté sin entender.

—Shizuru me presto sus llaves, y quería estar sola contigo por un rato, en casa no hemos tenido tiempo para nosotros, además aquí hay un hermoso piano— me respondió muy cerca de mi oído provocándome un escalofrió de placer.

—¿Mmm me estas chantajeando o seduciendo para que me escuches tocar el piano? — la interrogué acusante.

—Algo así— aceptó sonrojada abriendo la puerta del estudio.

—¿Qué harás con Andrew? — le pregunté.

—Él no interrumpirá solo cuidara la puerta, este lugar solo tiene una entrada y una salida, así que estaremos bien— me contestó serena.

—Más que bien— le dije jalándola al interior del lugar, cerrando la puerta.

Acorrale a Sakuno por un momento entre la puerta y mi cuerpo pegándome a ella para que no pudiera escapar, el lugar estaba oscuro en su mayoría, solo entraba un poco de luz de la calle por las ventabas que tenia sobre la puerta.

—A este juego podemos jugar dos— le susurré a Sakuno con sensualidad —tu pequeña traviesa me quieres seducir para tocar el piano, a veces eres muy determinada— hablé con suavidad depositando pequeños besos por su rostro.

—R-Ryoma— gimió Sakuno con nerviosismo logrando que mi piel se erizará.

No pude controlarme tome sus labios con pasión y necesidad besándola sin ningún pudor, ella de inmediato me correspondió, tenia muchas ganas de explorar cada rincón de su cuerpo, y sabía que en el lugar que estaba nadie nos interrumpiría, aunque no estaba muy seguro si lograría hacerle el amor a Sakuno sin desmayarme o ponerme mal, estaba mucho más fuerte, ya no pasaba tantas horas del día durmiendo, pero —tomaría el riesgo o lo dejaría pasar— pensé en mis adentros al sentir los labios de Sakuno en mi cuello.

Tomaré el riesgo me decidí quitando el abrigo de Sakuno de mi camino, Sakuno no parecía querer detenerme, así que continúe las caricias besándole el cuello para descender mis manos hasta sus pechos y acariciarlos sobre su blusa, ella suspiró. Sakuno quito mi abrigo para colocar sus manos bajo mi camisa acariciando mi espalda, gemí con su contacto. Continuamos besándonos hasta que Sakuno se separó de mi desabrochando mi pantalón, hasta el momento yo me sentía bien, por lo que no lo pensé más y me deshice de la prenda faltante para hacerme paso a mis mayores deseos, pero Sakuno me detuvo por un momento.

—Cariño, deberíamos detenernos esto es mucho esfuerzo para ti— me dijo con delicadeza.

—Saku, te deseo y no quiero detenerme— le contesté jadeante, colocándome la protección levantándola del suelo para que ella me rodeara con sus piernas por mi cintura, disfrutando de la calidez de su cuerpo y de su intimidad.

Ambos perdidos en el frenesí de nuestros deseos dejamos escapar pequeños suspiros de placer hasta que terminamos juntos abrazándonos con fuerza al saber que nuestro amor estaba intacto y que nada entre nosotros había cambiado.

Coloqué a Sakuno de pie en el suelo mientras yo me percataba de lo mareado y agitado que estaba, me recosté a la pared quité el preservativo, me puse mi ropa interior y el pantalón ignorando lo que sentía, al ver a Sakuno vestida toqué su hombro con suavidad.

—Saku, no me siento bien— fue lo ultimo que pude decirle antes de desvanecerme.

Narrado por Sakuno:

Volteé a ver a Ryoma al sentir su mano sobre mi hombro al escucharlo decir que no se sentía bien encendí la luz junto a mí con rapidez, para luego ponerme firme y amortiguar el golpe de Ryoma al desmayarse —soy una estúpida— me reprendí al verlo pálido con su cabeza recostada sobre mi abrigo.

Estaba asustada, no sabia que tan grave era que él se hubiera desmayado, Ryoma y yo siempre éramos imprudentes cuando se trataba de nuestros deseos, de verdad esperaba que el estuviera bien, porque no podía decirle a Andrew lo que habíamos hecho, me moriría de la vergüenza, pero si lo pensaba bien no lograría perdonarme si a Ryoma le pasaba algo.

—Saku— me llamó Ryoma abriendo los ojos con lentitud.

—Me alegra que despertaras, estaba a punto de llamar a Andrew— le hablé un poco alterada.

—Valió la pena el desmayo ¿podrías traerme un poco de agua? — le pedí sereno.

—No te muevas— me ordenó.

—Te aseguro que no iré a ningún lado— le respondí relajado.

Sakuno regreso con el vaso de agua, yo me incorpore despacio tomándolo en mis manos, Sakuno se sentó junto a mi preocupada, permanecimos en silencio por 10 minutos.

—Debíamos detenernos— susurró.

—Por supuesto que no— la contradije —no sabes lo feliz que me siento, de que estemos juntos, lo necesitaba para sentirme vivo— le expresé con sinceridad —además no a pasado nada grave, estoy bien, solo me quedé de pronto sin energía— le expliqué relajado.

—¿Y si hubiera sido grave? Seria mi culpa— se angustió.

—También hubiera sido mi culpa— le recordé levantándome despacio del suelo colocándome mi sudadera —ven llévame al piano— le dije extendiendo mi mano para ayudarla a levantarse, aún estaba un poco mareado, pero no pensé en eso.

Sakuno se levantó abrazándome —te amo Ryoma ¿estás bien? — susurró con cariño.

—Y yo a ti hermosa— deposite un pequeño beso en su frente —estoy bien ¿tienes algo dulce? — le pregunté, ella busco en sus bolsillos entregándome un caramelo —con esto me sentiré de maravilla— le indiqué.

Sakuno sonrió llevándome hasta el piano de cola negro que estaba en un gran salón con espejos, me senté en el banquillo jalando a Sakuno para que se sentará junto a mí. Observe las teclas por un momento pasando mis dedos por ellas para recordar la sensación y las diferentes notas.

—Cariño ¿Por cuánto tiempo estuviste en clases? — me preguntó Sakuno con delicadeza.

—Mmm lo dejé antes de cumplir los 12 años— le respondí tranquilo sacando mi celular de mi bolsillo para buscar la partitura —ayer escuche una canción mientras estaba recostado que me llamó mucho la atención, de hecho, no era la primera vez que la escuchaba, pero ayer me tome mi tiempo para analizar lo que decía y no pude creer lo certera que es con todo lo que he vivido y sentido— le comenté a Sakuno con serenidad.

—¿De qué trata? — me preguntó curiosa.

—Solo escucha— le pedí con calma.

Comencé a tocar las notas con suavidad para luego cantar la melodía que tanto había escuchado y tarareado varias veces, Sakuno me miro sorprendida y escuchándome con atención.

The Beginnig//One ok rock

Just give me a reason
To keep my heart beating
Don't worry it's safe right here in my arms
As the world falls apart around us
All we can do is hold on, hold on

Take my hand
And bring me back

I'll risk everything if it's for you
A whisper into the night
Telling me it's not my time and don't give up
I've never stood up before this time
Demo yuzurenai mono nigitta kono te wo hanasanai

So stand up, stand up (just gotta keep it)
I wanna wake up, wake up (just tell me how I can)
Never give up
Kuruoshii hodo setsuna no enrei

Just tell me why baby
They might call me crazy
For saying I'll fight until there is no more
Urei wo fukunda senkou gankou wa kankakuteki shoudou
Blinded, I can't see the end
So where do I begin?

Say not a word, I can hear you
The silence between us
Nanimo nai youni utsuteru dake
I'll take this chance and I'll make it mine
Tada kakusenai mono kazatta you ni misekaketeru

So stand up, stand up (just gotta keep it)
I wanna wake up, wake up (just tell me how I can)
Never give up
Kanashimi to setsunasa no enrei

Just give me a reason
To keep my heart beating
Don't worry it's safe right here in my arms
Kudakete naite saite chitta kono omoi wa
So blinded I can't see the end

Look how far we've made it
The pain I can't escape it
Kono mamajya mada owaraseru koto wa dekinai deshou
Nando kutabarisou demo kuchi hateyou tomo owariwa naisa
So where do I begin?

Nigirishimeta ushinawanu youni to
Te wo hirogereba kobore ochisou de
Ushinau mono nado nakatta hibino dasei wo sutete...kimi wo

Just tell me why baby
They might call me crazy
For saying I'll fight until there is no more
Urei wo fukunda senkou gankou wa kankakuteki shoudou
Blinded, I can't see the end

Look how far we've made it
The pain I can't escape it
Kono mamajya mada owaraseru koto wa dekinai deshou
Nando kutabarisou demo kuchi hateyou tomo owariwa naisa
It finally begins

Al terminar de cantar y de tocar el piano noté los débiles sollozos de Sakuno, por lo que me volví hacia ella abrazándola con fuerza.

—Nunca sueltes mi mano y a partir de ahora tendremos un nuevo comienzo bonita— le expresé con cariño.

—Lamento que sientas todas esas cosas y que tuvieras que vivir esas experiencias horribles, no dejaré que vuelvas a sufrir por mí— habló entrecortado sin soltar el abrazo.

—No me arrepiento de lo que hice porque te tengo a salvo y a las gemelas también, por ti y por ellas hago lo que sea— le dije con seguridad y sin arrepentimiento. 

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Hola!!!! Feliz navidad y feliz año nuevo, espero que estén muy bien y les agradezco todo el apoyo que me han brindado este año con sus comentarios y votos hacia el fic... 

Este capitulo me gusto mucho escribirlo y la canción que coloque me sorprendió muchísimo porque sentí como si realmente Ryoma estuviera diciendo todo lo que ha estado desde que comenzó lo de Lily, pero les guste y estaré esperando sus comentarios. 

De verdad muchas gracias =D les deseo lo mejor para este año 2021 =)

borusara1

LunaNox4

noaminazumi

AzunaYuki20

natsumepark

LindseyPerez343

RoxiiFalcn

AlmaCarreraPaz

CintyaSarapura

LuceroVelascoAscuy

katsewa583

FabyanGon

zurihaizarra

DeatrizCrow

Les agradezco mucho sus comentarios =D

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