¿Amenazas?
Cápitulo14: ¿Amenazas?
Narrado por Ryoma:
Mi padre y yo regresamos a la casa, ambos permanecimos en silencio durante el camino. Yo me encontraba sumido en mis pensamientos y un poco preocupado por cómo le había hablado a Lily, pero la verdad estaba harto de su juego y estaba muy molesto con mi abuelo. Mi padre se decepcionaría mucho cuando se diera cuenta de todo lo que mi abuelo había estado haciendo conmigo, porque él me utilizaba como motivo de apuesta y también me estaba usando para mantener los buenos negocios, lo único que le interesaba era el dinero.
—Ryoma— me sacó Sakuno de mis pensamientos, me encontraba sentado en la mecedora dándole el biberón a Sora. —¿Te paso algo en la reunión? Estas muy pensativo— me cuestionó con Natsumi en brazos.
—Ya se quienes están involucrados con Lily y ya se porque lo están haciendo— le respondí sintiéndome molesto.
—¿Tienes pruebas? — me preguntó.
—Lo grabé todo— le contesté —te sorprenderá saber que mi abuelo esta involucrado y que todo es para presionarme a casarme con Lily para salvar la empresa de su madre— le conté con sequedad.
Sakuno me miró sorprendida —¿tu abuelo? No puede ser que él quiera hacerte daño eres su familia— me dijo alterada.
—Al parecer no le importa— le expresé enfadado —él fue el que planeó el sabotaje del partido contra Nadal, por una apuesta me hizo perderme del Wimbledon y me causo una lesión que en algún momento podría afectarme de nuevo— le comenté frustrado.
—Esto es terrible Ryoma, de verdad me molesta tu abuelo— expresó indignada.
Sora comenzó a llorar soltando el biberón dejándolo caer en el suelo, alertándonos a Sakuno y a mí.
—Lo siento mi pequeña, no quería hacerte llorar— le dije con dulzura levantándome de la mecedora, recogiendo el biberón casi vacío —¿te quedas con ellas? Iré por otro biberón— le indiqué a Sakuno calmando a Sora en mis brazos.
—No te preocupes puedo amamantarla, además Natsumi acaba de dormirse— contestó serena colocando a Natsumi en la cuna.
Le entregue a Sora mientras Sakuno se sentaba en la mecedora, cobije a Natsumi y ambos permanecimos en silencio. Luego de acostar a las gemelas no tenia ganas de dormir en mi cama, por lo que me acosté junto a Sakuno abrazándola con fuerza, ella sin dudarlo se acurruco más en mis brazos.
—Sí tu madre viene se sorprenderá por esto— comentó Sakuno mirándome con ternura.
—No importa, en realidad solo quiero estar contigo— le expresé con cariño —¿mañana jugaras en individuales? — le pregunté sereno cambiando el tema.
—Sí jugare en individuales, mi abuela eligió a Momo y Ann para los dobles mixtos, Haruka y Fuji jugaran los otros dobles, Oishi y Eiji jugaran los terceros dobles, yo jugare el primer individual, Kaoru el segundo, Ayami el tercero, Inui el cuarto y Tezuka el último, Haruhi será suplente — me explicó tranquila —el equipo masculino jugara dobles 2 Kaoru y Kawamura, dobles 1 Eiji y Oishi, sencillo 4 Momoshiro, sencillo 3 Inui, sencillo 2 Fuji y sencillo 1 Tezuka— comentó.
—Me parece muy buena la alineación y tu darás lo mejor en tus partidos ¿Cómo alinearon a las chicas? — le pregunté curioso.
—Dobles 2 Megumi y Yuri, dobles 1 Haruka y Haruhi, sencillo 4 Midori, sencillo 3 Kazumi, sencillo 2 yo y sencillo 1 Ayami— me respondió entrelazando una de sus piernas con las mías. —Eres calientito, me gusta dormir a tu lado— susurró cerrando sus ojos —espero que puedas ir apoyarme— expresó con delicadeza para luego quedarse profundamente dormida.
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—Ryoma, Sakuno— sentí que era movido por alguien.
—Las gemelas aún no despiertan déjame dormir un poco más— dije acurrucándome más en mi suave almohada.
—Ryoma es mejor que despiertes y deberías de soltar a Sakuno— indicó mi madre intentando mantenerse serena.
—Sakuno como siempre está en su habitación— comenté sin querer abrir los ojos.
—Sí, ella está en su habitación— habló conteniendo su voz —pero tú también estas en la habitación de ella así que despierten ahora— elevó mi madre la voz asustando a Sakuno y haciendo que yo abriera los ojos con brusquedad.
Noté que mi cabeza estaba recostada en la espalda de Sakuno y uno de mis brazos la tenia rodeada por la cintura. Solté a Sakuno con rapidez sentándome en la cama, Sakuno también se enderezo sonrojada.
—¿Me pueden explicar que hacen durmiendo juntos? — nos cuestiono confundida —¿no se supone que terminaron? —
—Si terminamos— contesto Sakuno apenada.
—No lo hicimos— respondí yo.
—¿Si o no? — preguntó mi madre un poco molesta.
—Si— dije yo dándome cuenta de mi estupidez.
—No— respondió Sakuno.
Ambos nos miramos por un momento riéndonos a más no poder por nuestras respuestas, no lográbamos ponernos de acuerdo, mi madre levanto una ceja apuntó de perder la paciencia.
—Creo que me están viendo la cara— indicó mi madre un poco enojada —estén juntos o no, saben que no pueden dormir juntos— recordó tajante.
—No te enojes mamá, lo que pasa es que me a estado costando mucho dormir, porque últimamente he estado muy ansioso y no me quiero aprovechar de la amabilidad de Sakuno, pero ella me logra calmar— inventé para lograr calmar a mi madre.
—¿Se lo has dicho a Cambell? — preguntó relajándose.
—Se lo diré en la sesión— acepté.
—Saben algo, creo que los dos están siendo muy orgullosos, deberían volver a ser pareja se nota a kilómetros que sus sentimientos están intactos— comentó mi madre con seguridad.
—Tal vez lo hagamos pronto— respondí tomando una de las manos de Sakuno.
—Espero que así sea, serias muy idiota si la dejas ir— expresó mi madre con sinceridad —Ryoma, no quiero que te aproveches de estar durmiendo con Sakuno, habla con Cambell para resolver lo que sientes y por cierto deberían prepararse el torneo es en un par de horas, además las gemelas despertaran pronto— nos dijo caminando a la puerta.
—Espera— la llamé un poco desesperado —si entendí bien me dejaras ir al torneo— afirmé esperanzado.
—Como observador, Sumire me pidió que fueras con la camisa del uniforme, llevaremos a las gemelas, en tu habitación deje su ropa lista, Yukki y yo la escogimos hace unos días— me respondió con una sonrisa.
—Gracias mamá— le agradecí contento que podría verlos jugar.
—Te lo ganaste, el desay...— las gemelas comenzaron a llorar con fuerza.
Me levanté de la cama seguido por Sakuno —bajaremos en un rato— le indicó Sakuno a mi madre.
—Buenos días mis pequeñas princesas— expresé con cariño tomando a Natsumi en brazos, Sakuno tomó a Sora.
—Hola mis angelitos ¿tienen hambre? — les preguntó divertida al ver a Sora tratando de encontrar su pecho y Natsumi intentando ir con Sakuno —calma pequeñas dejen que me acomodé— le hablo Saku con cariño caminando de vuelta a su cama, yo la seguí.
Sakuno se acomodo en la cama amamantando a ambas niñas, yo me recosté a su lado cerrando los ojos por un momento. Cuando las gemelas terminaron de comer de inmediato se colocaron sobre mí riendo abrí los ojos sonriendo, era maravilloso tenerlas, esperaba pronto poder dedicarme de nuevo solo a mis tres chicas.
—Vamos pequeñas se nos hará tarde— les ordenó Sakuno tomando a Natsumi — es hora de tomar un baño—
Tomé a Sora levantándome de la cama colocándola en su cuna junto a Natsumi, mientras Sakuno y yo preparábamos lo necesario para asearlas, entre a mi habitación para tomar la ropa que mi madre y la Sra. Yukki les habían comprado, al verla me sorprendí.
—Saku— la llamé de inmediato.
—Sí— me respondió acercándose a mí.
—Mira— le señale mi cama.
Eran dos conjuntos idénticos, eran dos camisetas de manga larga iguales al uniforme del club de tenis con dos pantalones azules y una gorra para cada una igual a la mía.
—Nuestras madres son increíbles— mencioné contentó con la sorpresa.
—Son hermosos, se verán tan tiernas— expresó Sakuno emocionada abrazándome con fuerza —gracias por darme dos hijas— dijo de la nada.
Le besé la cabeza —en ese caso gracias a ti también por darme la alegría de ser padre— le respondí con cariño. —Se nos hará tarde— la guíe a la habitación de las niñas.
Luego de preparar a las gemelas y ducharnos, bajamos a desayunar encontrándonos a toda la familia en el comedor.
—Se ven hermosas— gritó la señora Yukki emocionada.
—Son tan tiernas— expreso la entrenadora Sumire con alegría.
—Me alegra que el clima no este tan frío para llevarlas, se ven maravillosas— comentó mi madre.
—Quédense ahí esto merece una foto, mis sobrinitas son adorables— se levantó Ryoga con su celular.
—Vengan tomen asiento, se nos hará tarde— indicó la entrenadora.
Desayunamos, nos lavamos los dientes y todos a excepción de mi padre que debía ir a la oficina subimos a los autos para ir al parque deportivo central de Tokio.
Al llegar Sakuno y yo nos acercamos al equipo con las gemelas en brazos.
—Se ven adorables— gritaron las chicas emocionadas.
—Que hermosas y grandes que están— comentó Kazumi.
—Sí, han crecido mucho— respondió Sakuno con alegría.
—Chicos reúnanse— nos llamo Will, todos obedecimos. —Como saben los partidos de hoy son muy importantes para pasar a las nacionales, por lo que quiero que todos se concentren y den lo mejor de cada uno— indicó sereno.
—Seigaku— gritó Arai.
—Fight-oh—
Los primeros partidos iban a dar inicio por lo que tome a Sora en brazos para sentarme junto a mi madre y la Sra. Yukki en la gradería, los partidos iban reñidos por ahora estábamos empate estaba jugando Syusuke y Haruka para el equipo master, después de los partidos del equipo master abría un descanso de 1 hora y comenzarían los partidos del equipo femenino y masculino, como yo no jugaría podría ver el partido de Sakuno.
Haruka y Syusuke iban ganando estaban a un game de ganar, pero de pronto Syusuke se quejo por dolor en su hombro derecho, sin poder realizar el saque me levanté de mi lugar preocupado, aun debía jugar individuales 2 con el equipo masculino, Tezuka me hizo señas para que entrara a la cancha, volteé a ver a mi madre la cual me quito a Natsumi de mis brazos, indicándome que fuera.
Al entrar Tezuka me miró con fijeza —Ryoma, Syusuke no puede jugar más, tu estas anotado como suplente así que jugaras en lugar de Syusuke en los partidos de la tarde— me explicó con seriedad.
Lo miré sorprendido —yo no puedo jugar, mi madre no me dejará hacerlo, además no traje las raquetas ni mi ropa— le respondí.
—Yo hablaré con tu madre— expresó la entrenadora Sumire levantándose de su lugar —no te preocupes por las raquetas y lo demás lo traeré a tiempo, Will quedas a cargo— mencionó la entrenadora con seguridad.
Observe a la entrenadora hablando con mi madre y seguido de eso ambas me indicaban que fuera, me coloqué frente a mi madre con nerviosismo, yo sabia que no me dejaría jugar.
—Ryoma— mencionó mi madre mientras la entrenadora Sumire se iba.
—No lo digas, ya sé, no puedo jugar porque estoy castigado— dije sentándome a su lado.
—Puedes jugar— la escuché decir por lo que la miré con fijeza —pero deberás sumarle una semana más al resto del castigo— estableció.
—Hecho— le respondí sonriéndole levemente.
—De verdad eres un adicto al tenis— comentó mi madre desacomodándome mis cabellos.
—Ya no lo soy tanto como antes—le contesté encogiéndome de hombros —lamentó que deban cuidar a Sora y a Natsumi, era mi responsabilidad— me disculpé acariciando la cabecita de ambas niñas.
—No te preocupes aquí estarán bien— respondió la Sra. Yukki —espero que Sakuno y tu vuelvan pronto— expreso con sinceridad.
—Yo también lo esperó— susurré —se portan bien mis princesas— me despedí de las gemelas.
—Más te vale ganar— indicó mi madre con una sonrisa.
Yo se la devolví.
Los juegos fueron pasando Sakuno había logrado ganar su partido con el equipo master y luego de un impresionante partido de Ayami contra la capitana del Rikkaidai logramos avanzar. La hora de almuerzo estaba terminando la entrenadora Sumire había llamado que estaba cerca, pero había mucho tránsito.
—Buena suerte en tu partido— me susurró Sakuno limpiando el rostro de Sora que estaba sentada en mis piernas.
—Buena suerte— le respondí dándole una cucharada de cereal a Natsumi que estaba en las piernas de Sakuno.
Los partidos iban a empezar y la entrenadora llego a la cancha pasándome mi bulto con raquetas, me dirigí a los camerinos a cambiarme el pantalón negro y los tenis converse azules. Ya listo volví a la cancha.
Los partidos pasaron hasta llegar mi turno, le di la mano a Sanada y el juego comenzó con mi saque twist, el juego estaba reñido Sanada había mejorado mucho y sus pelotas eran cada vez más pesadas, me las arregle para llevarle el ritmo, hasta que con mi cool drive logre darle vuelta al marcador, el partido continuo hasta que con un smash logre ganar el partido.
El equipo femenino había logrado ganar por lo que los tres trofeos del torneo serian para Seigaku, al ver a Sakuno la abracé sin pensar felicitándola por su gané, al percatarme lo que hacía me separé de ella para evitar problemas.
Me dirigí a los camerinos junto a los chicos al terminar la premiación, nos duchamos, luego iríamos al restaurante de Kawamura a celebrar, pero yo no podía ir debía cumplir con mi castigo.
—¿Enserio no iras? — pregunto Kawamura entristecido.
—Ya fue mucho que mi madre me dejara jugar— le respondí sereno —además se esta poniendo muy frio el clima y no quiero que Sora y Natsumi se enfermen— comenté sereno.
—Las gemelas no son el problema— contestó Momo —se muy bien que estas preparado para el clima, es por el castigo que no iras— comentó.
—Tu madre te dejara ir— afirmó el capitán Tezuka —yo le pedí que te dejará ir— respondió a mi duda.
—Genial— chilló Eiji emocionado.
En el restaurante de Kawamura las risas y bromas se escuchaban por todo el lugar, Sakuno y yo estábamos sentados juntos con las gemelas, el cual después del almuerzo comenzaron a quedarse dormidas, por lo que le indiqué a mi madre que era hora de irnos. Nos despedimos de todos, por supuesto yo no determinaba a Megumi ni siquiera la miraba, así que al pasar a su lado fue como si no hubiera existido.
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Una semana después:
Lily había estado fuera del país junto a mi abuelo, por lo que la semana había sido muy tranquila. Era lunes en la tarde, me encontraba terminando de alistarme en el camerino, debido a que Lily había regresado Sakuno volvería a la casa junto con Ann, Momo había tenido que irse antes del entrenamiento para acompañar a su hermano de compras, así que yo volvería solo.
Al salir del camerino camine con tranquilidad a la salida, notando que Lily me estaba esperando maldije para mis adentros el que estuviera ahí, con mucho cuidado puse el celular a grabar. Pensé que había logrado evadirla durante las clases, pero no tenia tanta suerte.
—Hola amor, me extrañaste— exclamo contenta lanzándose sobre mi para abrazarme.
—No me digas así— gruñí quitándomela de encima.
—Ten cuidado como me tratas, sabes muy bien lo que esta en juego— me recordó tajante.
—Sabes Lily, estoy cansado de tu jueguito— expresé molestó.
—Caminemos— me ordenó por lo que tome ruta hacia mi casa.
Al avanzar unas cuantas calles llegamos a una calle que no era habitual para mi tomar, pero no quería que supiera la ruta que tomaba junto a Sakuno, por lo que pasamos por un lugar que no era muy transitado.
De pronto sentí que era empujado con fuerza contra la pared por alguien mucho más alto que yo.
—Quiero que te disculpes con la Srta. Lily— me ordenó el sujetó de traje negro.
—¿Si no lo hago que pasa? — lo reté mirándolo sin temor.
—Arthur— escuché y seguido de eso sentí el puñetazo en mi estómago, dejándome sin aire.
Tosí sintiendo mis piernas debilitarse.
—Discúlpate— me volvió a decir.
—No— contesté entrecortado, sintiendo otro puñetazo, pero esta vez en mi costado en las costillas.
Me queje por el dolor intentando recobrar el aliento, Lily me miraba preocupada ordenándole al sujeto que se detuviera, para sentir el ultimo golpe en mi mejilla. Me arrodillé en el suelo colocando mi mano en mi cara adolorida, maldije internamente.
—Vez Ryoma, por eso debes tener cuidado con lo que dices— comentó Lily acariciando mi cabeza —agradece que no puedo tocar a tus hijas, porque tu casa se ha vuelto una fortaleza ¿acaso dijiste algo? — cuestionó.
Negué —mi madre fue la que decidió poner los guardaespaldas para que no pueda escapar de la casa— respondí con un poco de dificultad.
—Tu madre es muy astuta— analizó levantando mi rostro para que la mirara —Ryoma, quiero que el fin de semana vayas a mi casa, estaré sola— me indicó susurrándome en mi oído.
—Sabes que no puedo— le contesté.
—Mmm entonces vamos ahora— afirmó.
Nunca debí decirle a mi madre que quitara los guardaespaldas que me acompañaban a casa, ahora no podría escapar, ni tener ayuda.
—Lily, te lo dije en la reunión, no me acostaré contigo— expresé tajante.
—Ya veremos, tu decidirás la mejor opción— me respondió poniéndome de pie.
—Lily, si no llego a casa pronto mi madre enviará a los guardaespaldas a buscarme— traté de convencerla.
—Serán solo un par de horas— insistió abriendo la puerta del auto que acababa de llegar.
—Enserio tengo que irme— dije intentando retomar mi camino, pero uno de los guardaespaldas de Lily se puso frente a mí obligándome a subir al auto.
Subí al auto derrotado, mi madre me mataría por no obedecer y Sakuno se preocuparía por mí. Me mantuve en silencio todo el camino hasta llegar a la casa de Lily, me sorprendí al ver que en realidad vivía en la mansión de mi abuelo.
El chofer abrió la puerta del auto para que bajáramos al hacerlo el mayordomo nos guio hasta la entrada de la casa.
—Srta. Lily no esperaba que trajera visita, sea bienvenido Sr. Echizen— saludo el mayordomo.
—Gracias— conteste.
—Señorita, su madre y el Sr. Nantaro acaban de salir— le informó.
No haría diferencia el que estén o no en la casa de igual forma mi abuelo haría lo posible para dejarme solo con Lily.
—Gracias Austin, si necesitará algo te estaré avisando— le dijo Lily en ingles tomando mi mano para subir a la segunda planta.
Me dolía mi cuerpo los golpes que había recibido eran fuertes y mi cuerpo se sentía resentido. Lily abrió una de las puertas supuse que era su habitación. Al entrar note que era muy amplia, ella me pidió que dejara mis pertenencias a un lado y me sentara en el sillón de la salita de estar. Al sentarme Lily se sentó junto a mi tomando mi mano, yo debía buscar la forma de salir de aquí pronto y negarme todo lo que podía el dormir con ella.
Lily me rodeo con sus brazos acercando mi rostro al de ella besándome sin pudor, sentí un escalofrió recorrerme, yo no quería hacer esto. Me separe de ella con suavidad poniendo distancia entre nosotros.
—Lily no puedo hacerlo— le expresé con seriedad.
—Yo sabia que no sería fácil convencerte, por lo que tengo algunas propuestas para ti— estableció mirándome con fijeza.
—Te escuchó— le respondí tratando de mantenerme sereno.
—Bien, Megumi escucho hablar al profesor Kai con tu profesora titular algo que me llamo mucho la atención y sinceramente no me lo hubiera imaginado— comenzó a decir —según lo que escucho Megumi tu sufres de crisis de ansiedad, por lo que eres inestable mentalmente— afirmó.
La miré molesto por unos cuantos segundos —así que eso escuchó— susurré.
—Sí, por lo que estuve pensando que a una trabajadora social le encantaría saber que dos pequeñas niñas viven con su padre adolescente el cual no tiene un buen estilo de vida, ya sabes el tomar de más en una fiesta, el no ser estable mentalmente, el tener sustancias indebidas en tus pertenencias— menciono mostrándome un paquetito con unas cuantas pastillas.
—Sabes que soy muy responsable con mis hijas así que eso no servirá— comenté alterado.
—Mmm sabes lo que debes hacer para que puedas seguir viendo a tus hijas— me recordó acercándose de nuevo a mí besando mi cuello.
Me levanté de mi lugar —te lo dije en la fiesta prefiero morir que seguir con tus amenazas— le reproché.
—De acuerdo, si ese es tu deseo entonces me conviene el que sufras de ansiedad, supongo que quieres que Sakuno siga con la tutela de tus hijas y también supongo que quieres que ella permanezca viva — se colocó frente a mi tomando una de mis manos —en ese caso estarás de acuerdo en auto lesionarte, ya sabes, con tu condición psicológica es normal llegar a pensar en suicidarse y no podrán pensar que alguien te chantajeo para hacerlo, por lo que quedo libre de culpa— expresó con maldad pasando uno de sus dedos por las venas de la mano que ella tenía sujeta.
—Estás loca— la acusé soltando mi mano con brusquedad.
—No dijiste que preferías morir antes que acostarte conmigo, así que esa es la mejor forma para cumplir tus deseos, no te dolerá mucho cortarte las venas porque ese es el método que quiero que utilices, una muerte lenta— puntualizó con sadismo.
Sentí ganas de vomitar todo lo que ella decía y el pensar en hacer la estupidez que ella pedía me enfermaba.
—Si no quieres hacerlo el camino es menos doloroso, solo perderás para siempre a Sakuno, porque ella no te perdonara que te acuestes conmigo— alegó acariciando mi rostro.
—No haré nada de lo que dices— gruñí caminando a la puerta —estas muy mal de la cabeza, sabes la que necesita de un psiquiatra eres tú, yo estoy perfectamente bien a pesar de mi ansiedad— indiqué tomando mi bulto y abriendo la puerta.
—En ese caso despídete de Sakuno— informó sacando su celular —o negaras que aun la quieres— expresó.
Me mostró a Sakuno caminando de regreso a Seigaku junto con Andrew uno de nuestros guardaespaldas, pero cerca de ellos varios hombres apuntaban a ambos con sus armas. Me aterroricé de inmediato Lily le haría daño a Sakuno, por lo que solté mi bulto cerrando de nuevo la puerta, me acerqué a ella con lentitud tomándola por la cintura con firmeza.
—Detén el ataqué— susurré cerca de su oído para luego dirigir mis labios a los de ella.
Narrado por Sakuno:
En la casa era un caos, todos estábamos muy preocupados porque Ryoma no había regresado a la casa eran las 6 pm y él no aparecía. Salí junto con Andrew a buscarlo o ver si había alguna señal de él.
La señora Rinko había llamado a todos los amigos de Ryoma preguntando si sabían donde estaba o a donde había ido, pero la respuesta de todos fue que Ryoma había sido uno de los primeros en salir del camerino.
Regresé a la casa preocupada de que algo malo le hubiera ocurrido, la Sra. Rinko estaba sentada en uno de los sillones de la sala con la mirada baja. En mi menté solo cruzaba una idea decirle a ella lo que ocurría con Lily, porque algo en mi interior me decía que Ryoma estaba con ella, solo esperaba que no cediera el dormir con ella.
Me acerqué a la Sra. Rinko decidida a contarle todo cuando de pronto Andrew entro a la sala junto con Ryoma.
Corrí hacia él abrazándolo con fuerza por un segundo, la Sra. Rinko se acercó con lentitud a nosotros con mirada seria y asustada.
—¿Estas bien? — le preguntó con voz angustiada la Sra. Rinko.
Ryoma asintió.
—¿Que te paso en la cara? — lo interrogó su madre preocupada.
Ryoma permaneció en silencio.
—Dime que te ocurrió ¿Dónde estabas? — siguió preguntando la Sra. Rinko alterándose un poco.
Ryoma continuaba sin hablar y con la mirada baja.
—Ryoma, responde, no sabes lo preocupadas que hemos estado y tu no quieres decir nada ¿Qué pasa Ryoma? Tu no eres así— le levantó el rostro su madre mirándolo suplicante.
—Ryoma, dinos— le pedí preocupada.
—Estaba con Lily— respondió dándonos la espalda caminando hacia las escaleras.
Sentí un vacío en mi interior, no podía ser que Ryoma hiciera lo que estaba pensado.
—No te he dicho que te vayas— gritó la Sra. Rinko molesta —¿Qué hacías con esa muchachita? — le preguntó tajante.
—No quieres saberlo— contestó cabizbajo dejándonos solas.
Yo no pude resistir más, mis piernas fallaron y las lagrimas me invadieron de inmediato, Ryoma había estado con Lily haciendo lo que se suponía que él haría solo conmigo.
Narrado por Ryoma:
Subí a mi habitación sumido en mis pensamientos y con lentitud debido al dolor en mis costillas, deje mi mochila tomé ropa limpia para caminar al cuarto de baño, llene la bañera y me introduje en el agua caliente, sintiéndome mal por Sakuno.
Tomé el celular observando todos los mensajes que tenia de Sakuno, Momo y Ann todos preocupados por mi paradero. Sakuno me pedía no hacer una estupidez con Lily de la que me pudiera arrepentir, pues si las cosas salían mal me arrepentiría por siempre.
Decidí pedirle a Sakuno que subiera a mi habitación para poder hablar con ella y explicarle lo que había pasado en casa de Lily, por lo que le envié un mensaje esperando que lo viera.
"Saku necesito hablar contigo. Ryoma."
Pasados unos minutos escuche vibrar el celular por lo que salí de la bañera envolviéndome en una toalla, tome el teléfono y abrí el mensaje.
"No necesito que me cuentes los detalles de lo que hiciste. Sakuno."
"No es lo que piensas, es importante. Ryoma."
"Iré en un rato. Sakuno."
Me vestí, seque mi cabello, cepille mis dientes para salir del baño y entrar en mi habitación, cerré los ojos por un momento analizando todo lo que había pasado en casa de Lily, sentí nauseas por lo que detuve mis pensamientos.
Escuché que tocaban la puerta, abrí mis ojos sentándome en la cama dando permiso para que entraran, observe a Sakuno entrar en mi habitación con sus ojos enrojecidos por llorar y se notaba su tristeza.
—¿Qué quieres? — me preguntó con sequedad.
—Saku, es mucho lo que debo decirte, así que siéntate— le pedí con delicadeza.
—¿Lo hiciste? — me preguntó sin mirarme sentándose.
Yo preferí no responder, por lo que comencé a contarle todo desde que salí de Seigaku omitiendo que me habían golpeado. Al decirle las opciones que Lily estaba poniendo para que yo no me acostara con ella Sakuno dejo escapar un quejido de dolor.
—Ahora entiendo porque lo hiciste— susurró llorando de forma desgarradora.
Me acerque un poco a ella, pero al verla querer levantarse me quede donde estaba.
...........................................Flashback.....................................
En casa de Lily:
—Detén el ataqué— susurré cerca de su oído para luego dirigir mis labios a los de ella.
La bese con intensidad pegándola a mi cuerpo, ella correspondió deseosa, era eso lo que ella quería y yo no permitiría que lastimara a Sakuno. Sakuno no tenia la culpa de los problemas de mi abuelo con su obsesión por el dinero, así que detendría esto de una buena vez.
Levanté a Lily del suelo sin dejar de besarla para colocarla en la cama sin ninguna delicadeza, no me importaba, besé su cuello por un momento para luego comenzar a quitar el saco del uniforme y luego la blusa con botones dejando a la vista su sujetador blanco, sentí un escalofrió recorrerme, yo no quería hacerlo, pero no tenia alternativa. Lily me quito el saco del uniforme y la corbata, pero no deje que me quitara la camisa, por lo que sujete sus manos por encima de su cabeza para que no se moviera volví a colocar mis labios sobre los de ella descendiendo hasta su cuello, quité la falda dejándola solo con sus bragas, regresé a sus labios por un rato para luego besar el lóbulo de su oreja y acariciar con una de mis manos su abdomen.
—Se lo que quieres, pero no miento cuando digo que prefiero morir que acostarme contigo— le susurré levantándome de la cama recogiendo mi saco.
—Eres un idiota Ryoma— gritó molesta —perderás a tus hijas para siempre— me amenazó.
—Probablemente— contesté abriendo la puerta del dormitorio caminando a la salida de la casa.
...........................................Fin de flashback.............................
—¿Entonces no lo hiciste? — cuestiono Saku con suavidad.
—No, por supuesto que no, aunque ahora tengo miedo de lo que pueda pasar, debo decidir que hacer rápido— le respondí preocupado.
Sakuno se lanzó sobre mi haciendo que me quejara por el dolor en mi costilla, mirándome preocupada levantándose de nuevo con rapidez.
—¿Qué tienes? — preguntó alarmada.
Levante mi camiseta mostrándole los hematomas en mi cuerpo, ella los miro asustada tocándolos con suavidad.
—¿Quién te hizo esto? — interrogó.
—Los guardaespaldas de Lily— le respondí bajando la camiseta.
—Recuéstate traeré hielo— me pidió Sakuno saliendo de la habitación.
Sakuno regreso con la comprensa de hielo, así que le hice espacio para que se sentara en la cama a mi lado, ella levanto la camiseta colocando la comprensa de hielo, me queje al sentir el contacto con mi piel.
—Esto te hará sentirte mejor— habló Saku con suavidad cerca de mi oído me estremecí deseoso.
—Saku ¿Y las gemelas? — le pregunté para distraerme.
—Ryoga y Nanako las llevaron a la oficina de tu padre, él llamo y dijo que quería verlas— me informó.
—Ya veo, deberías cerrar la puerta, mi madre podría venir en algún momento a gritarme por lo que ella cree que hice— expresé sereno.
—Tu madre se encerró en su dormitorio molesta— me dijo cerrando la puerta.
Sakuno volvió a sentarse en la cama colocando de nuevo la comprensa de hielo en los golpes, la miré por un momento notando lo hermosa que era, levanté una de mis manos con suavidad acariciando su mejilla, ella me miró sorprendida.
—¿Podrías hacerme olvidar todo lo que está pasando? — le pedí con delicadeza.
Sakuno tomo mi rostro entre sus manos besándome con delicadeza, yo la jalé colocándola sobre mí, sin importarme las molestias en mi cuerpo, Sakuno me miro pensativa.
—¿Y tu madre? — me preguntó acariciando mi cabello.
—No me importa, te necesito, además un castigo mas un castigo menos vale la pena— le expresé con cariño.
—En ese caso quiero que recuerdes que eres mío— me dijo decidida y con sensualidad quitándome la camiseta para besarme con pasión.
No sabía si esta sería la última vez que haría el amor con Sakuno, no sabia si seria la ultima vez que la escuchara suspirar mi nombre, lo único que sabia es que la amaba demasiado.
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Hola!!! Aquí les dejo un nuevo capítulo, espero les guste y que lo disfruten mucho...
Les agradezco mucho su apoyo y sus comentarios.
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