Capítulo 7 | Empezar a sanar
Alanís
Salgo tan rápido como puedo de la habitación, de la casa. No quiero estar en el mismo lugar que él, no después de lo que hizo. Papá me sigue detrás, lo sé porque ha gritado mi nombre un par de veces y para cuando me alcanza, mis lágrimas son aún más intensas que hace algunos minutos.
— Déjame papá, vete con tu hijo. ¡Vete!— papá me abraza silenciándome y eso me rompe en mil pedazos más.
— Shh... no digas eso. Por favor no me lastimes con tus palabras, cariño. Sabes que te amo con toda mi alma. Y siempre estaré para ti. Dime ¿que fue lo qué pasó allí adentro? princesa.
— Quiero irme de aquí— las palabras no me salían y papá tenía razón. No tenía que haberle dicho nada a él, no tenía la culpa de lo que había pasado y al decir esas palabras sólo pensaba en lastimar Cedric. No pensé en mi padre por culpa del dolor.
— De acuerdo, iremos a dar una vuelta, me hablarás sobre lo ocurrido y luego te llevaré a la casa de tu abuela ¿te parece bien?— asentí con la cabeza lentamente secándome mis lágrimas— De hecho hay algo que quería hablar con ustedes dos. Espero les guste lo que tengo para proponerles. Vamos princesa.
— ¿Alanís, estás bien?— la señora Gladys apareció frente a nosotros, no sólo yo tenía que hablar con Papá, él también tenía que explicarme muchas cosas. Estoy feliz de que rehaga su vida sobre todo con Gladys, es una gran mujer.
— Si, no es nada. Estoy bien.
— Saldremos un momento Gladys, no me esperen para almorzar. ¿Podrías hacerme un favor?
— Si, dime— Papá se acercó a Gladys hablándole en voz baja pero igual alcancé a oír.
— Podrías hablar con Cedric ¿por favor? Está en su habitación, más tarde hablaré yo con él.
— Está bien, no te preocupes— intentaban disimular la conexión que ambos tenían pero era demasiado obvio— nos vemos luego.
— Nos vemos más tarde— nos despedimos y salimos de la casa con el guardia de papá. Lo que me recordó que también tenía una plática pendiente con mi tío Philip. Intentaré hablar con él en estos días, debo aclarar las cosas con él y decirle que también lo quiero. Es cómo un segundo padre para mí y entiendo que me quiera sobreproteger, pues él cree que se lo debe a mamá.
— Quiero mostrarte algo muy importante princesa, es algo que debía hacerlo hace mucho. Y... deseo que aceptes esta decisión mía. En realidad, lo hice con la ayuda de Philip.
— ¿Qué cosa? No lo entiendo papito— Papá sonrió sutilmente y apretó mi mano a modo de darme tranquilidad.
— Ahora lo verás mi cielo— unos veinte minutos después, el chofer estacionó en la entrada del cementerio. Lo sabía porque aquí, estaba enterrado mi abuelo. Bajamos del auto y junto con papá llegamos a otra zona del cementerio dónde se encontraban unas urnas con las lápidas sobre las paredes y la inscripciones sobre ellas. Observé detalladamente cada una de las lápidas y me fue imposible retener mis lágrimas. "Briana Colunga" " Kendra Colunga" estaban los nombres de mi mamá y mi tía. En el mismo lugar, ya estaban juntas y tenían una bonita lápida con muchas flores cada una.
— Pa- Papá ...
— Lo sé cariño, ahora están juntas. Las trajimos aquí porque queríamos que también tú puedas tener un lugar dónde visitarlas y no están lejos del lugar donde enterramos a tu abuelo. Así nuestros seres queridos estarán cerca de nosotros y en un mismo lugar.
— ¡Gracias papito! ¡Muchísimas gracias por esto!— lo abracé fuertemente mientras él dejaba besos por sobre mi cabeza.
— Pudimos lograrlo gracias a Philip, sin su ayuda y su equipo, no hubiésemos podido tenerlas juntas. Ahora dime princesa, ¿qué pasó entre Cedric y tú para que estés tan afectada?— me sequé las lágrimas una vez más, nos sentamos sobre una banca cercana y procedí a contarle todo a mi Papá. No podía seguir guardándome todo lo que me lastima por dentro, debo de sanar cómo me dijo la psicóloga y sólo lo lograré si realmente dejo atrás todo lo que me hace daño. He estado progresando, por la misma razón con lo que pasó hoy, no puedo dar un paso atrás o fracasar. No ahora.
— Cedric... Él comenzó a preguntarme si yo en verdad quería a Erwin— aunque quisiera decirle todos los detalles a papá sabiendo que a lo mejor eso me hará bien, no puedo. No puedo hacerlo, él lo considera como a un hijo y lo que pasó con Cedric, fue sólo una equivocación. Sé que Cedric no me lastimaría, no del modo en que lo hizo Sergi— Tal vez... creo que los celos le hicieron actuar de un modo que no me gustó. Eso me asustó, hizo que me confundiera y... De algún modo solo pude recordar todo lo que había pasado con Sergi. El miedo me superó y ambos terminamos lastimados.
— Erwin y tú solo son amigos ¿Por qué dudó de ti? ¿Por qué Cedric haría eso?
— Es mi culpa papá, le hice creer que Erwin y yo estábamos juntos ahora.
— Cariño, no está bien que mientas de ese modo. Sólo te traerá más problemas, ya lo ves, a consecuencias de los celos, Cedric duda de ti y ahora tienen una brecha entre los dos que los está alejando más. Lo único que conseguirás con esa mentira, será crear más daño de lo que ya tienen los dos mi cielo.
— Quería que él sintiera tan sólo un poco de lo que yo sentí cuándo él decidió por los dos y terminó nuestra relación creyendo que era lo mejor. Quería que sintiera el dolor que yo sentí cuando esperaba que luchara por nosotros y no lo hizo, papá. Prefirió creer que era lo mejor para mí, para los dos. Tal y cómo lo hicieron tú y mi tío Philip.
— No es bueno que el rencor y la rabia te consuman, tienes que intentar comprendernos y sobre todo perdonar hija. Por favor perdóname por haber cometido ese gran error. El de alejarte de nosotros, cuándo tu abuelo y yo hablamos por última vez... ambos nos perdonamos. Él por haber hecho lo que hizo y yo por tantos años de rencor y rabia que sentía porque me alejaron de tu madre. Entendí que lo yo que había hecho, enviarte a otro lugar para que sanaras, fue un error. Porque cuando más me necesitabas, te alejé de mí, de tus seres queridos y del hombre que amas. Y en verdad no hay nada más en esta vida que me importe, que tu bienestar princesa. Es por eso que te pido una vez más que me perdones. Permíteme ayudarte a sanar mi cielo, permíteme ser el padre que mereces. Sobre todo permítete sanar, perdonar y perdonarte. Porque eso que tú crees que es tu culpa, no lo es cariño. Todo lo que pasaste, absolutamente todo, no fue tu culpa. Eras sólo una niña, una niña que merecías ser feliz y ahora tienes esa oportunidad. No la pierdas, no lo hagas cegándote con esos sentimientos negativos.
— No lo haré papito, te lo prometo. Por favor perdóname, no quise herirte con esas palabras. Yo no quise lastimarte. Tienes razón, estaba dolida y enojada. Sobre todo frustrada porque creía que sólo me querías lejos de ti. Creía que todos me querían lejos pero ahora... Ahora comprendo que todos nos equivocamos. Y sé que tengo una oportunidad de comenzar de nuevo, con las personas que me quieren.
— Así se habla princesa. Quiero escucharte siempre así, sobre todo, quiero verte feliz. Es por eso que debes hablar con Cedric, dile la verdad. No te cierres al amor, no cuando ambos pueden ser felices juntos.
— Quiero hacerlo, te juro que quiero decirle la verdad, decirle que Erwin sólo es mi amigo. Que aún lo amo y que quiero estar con él. Pero por favor dame tiempo papito, necesito tiempo para poder decírselo. Quiero ir poco a poco como me dijo Erwin, un paso a la vez para poder sanar completamente. Hoy... cuándo estaba con Cedric iba a hacerlo, iba a decirle todo eso pero luego, lo que pasé aquel día con Sergi... La actitud de Cedric me lo recordó y tuve miedo. Yo... No quiero que te molestes con él, papá. Él no hizo nada malo a propósito, simplemente fue una equivocación. Sé que jamás haría algo para dañarme, es por eso que te pido por favor que no intervengas en esto. Déjame solucionarlo con él. Solo él y yo. Por favor papito.
— Está bien, prometo que no interferiré entre tú y Cedric. Me alegra saber que mi princesa ahora está creciendo y se está convirtiendo en una mujer muy fuerte. Me quedo tranquilo porque sé que harás lo correcto y muy pronto sanarás por completo, mi princesa.
— Gracias papito. Y por favor perdóname por haberte lastimado con mis palabras.
— No tengo nada que perdonarte cariño. ¿Qué dices si vamos con tu abuela? Tengo que proponerle algo, bueno a ambas, pero espero que ella lo acepte.
— Bueno, no esperemos más. Vayamos de una vez, ya quiero saber lo que tienes que decirnos— papá y yo reímos juntos. Después de mucho me sentía segura. Hablar con papá hizo mucho bien.
Luego de salir del cementerio y unos treinta minutos más tarde, llegamos a la casa de abuela. Saber que papá y ella fueron reconstruyendo su relación desde que abuelo se enfermó, me reconforta mucho pero sobre todo me alegro por ellos. Papá tiene razón, debo perdonarme y perdonar para lograr sanar por dentro y amar con total libertad. No presté mucha atención al inicio de la conversación pero creo que cuando conecté ante las palabras de papá, fue el momento exacto.
— Quisiera que ambas vayan a vivir conmigo. Que vivamos juntos en la misma casa. Mamá esta casa es muy grande para ti sola y... Alanís hija, no quiero imponerles nada pero creo que lo mejor es que vuelvas a casa. Tampoco quiero que estén separadas, es por eso que lo he pensado mucho y considero que lo mejor para todos es que ambas vayan conmigo.
— Oh... Hijo, la verdad yo también lo había pensado. Esta casa ha quedado completamente enorme ante la ausencia de tu padre y cuándo Alanís vino a vivir conmigo estuve inmensamente feliz porque no sólo nos acompañaríamos sino que además disfrutaría de la presencia de mi nieta. Pero tienes razón, creo que debería poner a la venta esta casa, es demasiado grande y sería lo mejor— abuela terminó de hablarle a papá para luego dirigirse a mí— ¿Qué dices cariño? Nos lo debemos ¿no crees? Empezar una nueva vida con amor y felicidad. Además, tengo entendido de que ahora también están viviendo allí tu amiga y su Madre, tendrás a tu amiga muy cerca de ti.
— Está bien, estoy de acuerdo. Tienen razón, es momento de empezar una nueva vida. Y con ustedes a mi lado siempre seré feliz. Por cierto papá, tienes mucho que explicar respecto a la señora Gladys— abuela y papá rieron ante mis palabras por esta vez lo dejaré pasar. Sin embargo tendrá que explicarme esa relación que ha iniciado entre ellos.
— De acuerdo, de acuerdo, lo haré pero en otra ocasión ¿sí? Ahora ¿que les parece si empiezan a empacar sus cosas?
— Bueno, pero la señora Lola vendrá con nosotros ¿verdad?
— Si, hijo. Lola tendrá que venirse con nosotros, ella es parte de la familia como lo es Odette.
— Por supuesto, no se hable más. Comuníquenle a Lola sobre la mudanza y yo me encargaré de los trámites de la venta de esta casa, mamá. No te preocupes de ello.
— Gracias hijo, iré a hablar con Lola— mi abuela nos dejó solos en la sala a papá y a mi nuevamente.
— Alanís, hija, las dejaré para que puedan preparar sus maletas ¿de acuerdo? Iré a hablar con tu tío Philip sobre la seguridad de la casa a partir de ahora y cómo le dije a tu abuela, me encargaré de los trámites de la venta. Regresaré por ustedes en la noche ¿si? ¿Puedes decirle a tu abuela?
— Está bien papito, yo le aviso. Aquí te esperaremos— papá dejó un beso sobre mi frente, nos despedimos y rápidamente me uní a mi abuela y Lola para preparar todas nuestras cosas.
Las tres estábamos entusiasmadas con este nuevo cambio, un nuevo inicio y a pesar de que mi abuelo ahora ya no esté con nosotros, estaremos en familia. Aunque aún me falta disculparme con tío Philip y hablar con Cedric diciéndole la verdad, para estar completamente feliz. Sólo espero ir por el camino correcto y no equivocarme.
Uhh ahora si Alanís está madurando! ¿Qué dicen? Eh? 😅🙌🏻
Espero disfruten del capítulo!
Los quiero ! 💜
Los espero en mis redes chicos, no se olviden !
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