Capítulo 21| Un nuevo comienzo

Cedric

El día que había estado esperando desde que me enamoré de Alanís, llegó al fin. Esta mañana cuando nos disponíamos a desayunar, Jessi ingresó a nuestro dormitorio cual tornado llevándose todo. Dijo que Alanís debía estar con todas las mujeres preparándose para llegar espléndida al altar. Ante tanta insistencia no podía negarme, pues de hecho, todas las mujeres se pusieron de acuerdo para ir juntas al salón de belleza.

Mientras tanto papá se encargaba junto con Philip de todo el protocolo de seguridad, más las instalaciones donde realizaremos la boda civil y religiosa. La casa de papá disponía de un enorme jardín trasero con una hermoso paisaje, por lo tanto cuando habíamos decidido hacerlo aquí, Alanís escogió toda la decoración acorde a sus gustos y algunos consejos de su abuela y su tía Danila. Ambas estuvieron muy felices de poder participar en ese proceso y sobre todo estar al lado de Alanís.

— ¿En qué tanto piensas? — por poco olvido que Alessandro estaba acompañándome, nos encontrábamos en mi antigua habitación cerciorándonos de los últimos detallados de nuestros trajes.

— Discúlpame, es que... Es que realmente no sé cómo Alanís puede estar tan tranquila. Estaba radiante y parecía transmitir pura paz. Le pregunté si aún estaba segura de lo que haríamos y sin dudas algunas contestó que si.

— ¿Quieres decir que estás dudando de lo que harás?

— ¡No! No, en absoluto. Es solo que... tenía miedo ¡Bah! Que digo tenía, tengo miedo de que Alanís se arrepienta y me diga que no desea todo esto, que está confundida o que está equivocada. ¡No lo sé! Simplemente yo... La amo, la amo tanto que me da pavor perderla.

— Eso no sucederá, quítate todos esos pensamientos de la cabeza. ¡Por Dios! Estás a horas de casarte, Cedric. Entiendo que estés nervioso, te entiendo, créeme. Pero nada malo pasará y mucho menos Alanís dará marcha atrás. Ella también te ama, te adora. Y si te dijo que si desde el principio es porque claramente está segura de dar este paso contigo— Alessandro se acercó a mi colocando una mano sobre mi hombro— Quédate tranquilo y relájate, todo estará bien.

— Gracias Alessandro, gracias por todo tu apoyo.

— Ni lo agradezcas amigo, soy yo quién debe darte las gracias. Antes... realmente yo era un grano en el trasero. Estaba equivocado, si no fuese por ustedes... De verdad yo no hubiese podido seguir. Además, gracias a ti conocí a la mujer que amo. Jessi me vuelve completamente loco, ella es mi cable a tierra, ojalá un día de estos podamos dar el siguiente paso como lo están haciendo tú y Alanís el día de hoy.

— Eso espero, aunque... Creo que esos antojos... Nah... no me hagas caso— estaba cargando a Alessandro, quería ver que cara ponía si le bromeaba diciéndole qué tal vez Jessi también pudiera estar embarazada.

— ¿Qué? ¿Qué antojos? ¿De qué hablas Cedric?

— No sé si decírtelo, puede que sean sólo imaginaciones mías, no lo sé. Tal vez con el embarazo de Alanís estoy pudiendo ser más perceptivo y me pareció que Jessi... No, olvídalo, en verdad, de seguro son sólo imaginaciones mías.

— ¡No! Ahora me lo dices porque me lo dices. ¿Qué pasa con Jessi? ¿ Y qué tiene que ver el embarazo de Alanís?

— Es que mira, Jessi nunca fue de cuidarse mucho con la comida. De hecho la palabra dieta no cabe en su diccionario y eso que tampoco lo necesita.

— Estoy totalmente de acuerdo, su genética es envidiable. Tener ese cuerpazo y no preocuparse en absolutamente que comer o que dejar comer es...

— ¡Hey! Estamos hablando de mi hermana. ¡Concéntrate!

— ¿Y? Alanís es mi prima, es como mi hermana. En fin, desviamos el tema, dime de una vez ¿qué pasa con Jessi?

— Cierto, disculpa, te decía que Jessi no es de las que hacen dietas y tampoco es muy selectiva en cuanto a la comida pero últimamente... He sido testigo de algunos antojos que suele pedirle a Odette.

— ¿Antojos? ¿Cómo cuáles?

— Si, que sé yo, una lasaña de carne, un pudín de crema, cosas así. Y fuera del horario normal de la comida, ya saben lo que dicen...

— No, ¿que dicen?— llevé mis manos a mi rostro dramáticamente queriendo disimular la sonrisa que ya se me formaba por estar tomándole el pelo a Alessandro. Jamás he sido testigo de ningún antojo ni nada de eso.

— Pues que sólo la embarazadas tienen antojos a cualquier hora del día. Quién quita y en una de esas también está embarazada ¿no crees?

— Jessi es así, le gusta probar cualquier tipo de comida. A veces me pide algunos bombones raros que sólo puedo conseguirlos en— Alessandro parecía no haber captado de inmediato lo que le había dicho hasta que de pronto dejó de hablar observándome asombrado. Cómo si le hubiese echado un balde de agua fría— ¡No! ¿Tú crees que Jessi esté embarazada?

— No lo sé, yo solo...

— Debo irme, nos vemos en unos minutos. No demores que no quedará nada bien que el novio llegue tarde a su boda.

— ¡Oye, espera! ¿A donde vas a ir?

— Luego te cuento, no olvides la pajarita y la rosa blanca en el bolsillo— Alessandro salió como alma que lleva el diablo de la habitación y no pude más que reírme del pobre. En verdad se había creído lo que le había dicho. Segundos después papá ingresó a mi habitación.

— ¿Qué le pasa a Alessandro? ¿ Por qué iba corriendo así?

— No te preocupes, le hice una pequeña broma. Le dije que Jessi podría estar embarazada, cuando se de cuenta de que no es así volverá y querrá matarme— me reía mientras terminaba de contarle a papá lo que había pasado.

— Bueno, broma... broma no fue. Puede que al final de cuentas le hayas dicho la verdad.

— ¿Qué? ¿De qué hablas papá?— yo sólo le había hecho una broma a Ale, no puedo creer que al final eso sea verdad.

— Cómo lo escuchas, tu hermana también está esperando un hijo. O hija, no la sabemos. Tu madre me lo ha dicho anoche, Jessi estaba un poco rara últimamente y fueron al médico para que se realice un control hace un par de días atrás. ¡Al fin esta familia crecerá hijo! Me hacen muy feliz que todos ustedes cumplan sus sueños y se amen así. De verdad, estoy muy orgulloso de ti, de Alanís, Alessandro y Jessi. Han traído una inmensa felicidad a esta casa.

— ¡No me lo puedo creer! Eso si que es una sorpresa. Y no tienes que agradecer papá, soy yo quién te agradece por darme la oportunidad de tener una familia. La familia que siempre quise— papá se acercó a mi abrazándome para luego despedirse.

— Estoy muy feliz por ustedes, no te robo más tiempo. Ya debemos estar listos, hijo. Las mujeres llegarán en cualquier momento, te esperamos abajo.

— Gracias por todo papá, nos vemos abajo.

*** Horas más tarde***

—Estamos aquí presentes, reunidos junto al altar, para que Dios bendiga esta unión. El matrimonio de Alanís y Cedric Campbell, donde iniciarán una nueva vida. La vida de marido y mujer. Los declaro ante la Dios y la ley desde este momento. ¡Que esta unión no lo separe el hombre! ¡Los novios pueden besarse!

¡Por fin Alanís y yo éramos marido y mujer! Ante Dios y ante la ley. Era todo lo que había esperado desde que me perdí en sus ojos color café. Nos besamos y al finalizar toda la ceremonia acompañamos a todos los presentes al brindis que se había organizado junto con la cena para festejar nuestra unión.

La noche parecía ser la magia pura y absoluta, era nuestro momento disfrutándolo con mucho amor. Nuestros padres, familiares, amigos, todas las personas que verdaderamente nos acompañaban en este nuevo comienzo. No podía dejar de observar a cada persona del lugar y luego posando mi mirada sobre mi mujer. La dicha plena para mí, la mujer que amo con toda el alma era mi esposa y el mejor regalo que me había dado era el poder disfrutar con ella la espera de nuestro bebé.

— ¿Por qué me miras de ese modo?

— Porque soy el hombre más feliz del mundo, gracias por darme la dicha de amarte y amarme como lo haces. Eres mi vida entera, Alanís. Te amo, siempre te amaré.

— Y nosotros te amamos a ti, mi amor— llevó mi mano junto con la suya sobre vientre y luego dejó un pequeño beso sobre mis labios— Vamos, Jessi y Alessandro quieren anunciar algo muy importante.

— ¿Puedes creerlo? Yo sólo quería hacerle una broma a Alessandro y resulta que todo era verdad. Jessi también está embarazada.

— ¿Ya lo sabes?

— Si, papá me lo dijo esta mañana.

— Nosotras nos enteramos hoy, en el salón de belleza. Bueno, tú madre ya lo sabía. Jessi me pidió un pequeño momento para poder compartir la noticia con toda la familia. Anda, vamos mi amor, brindemos con ellos y sigamos disfrutando de nuestro día.

— Vamos mi cielo y no te olvides que luego desapareceremos de aquí. Sólo seremos tú y yo— le guiñe un ojo a Alanís para luego morder sugerentemente sus labios y besarla una vez más.

Esta noche sería nuestra primera noche del inicio de nuestras vidas.
Pese a todo lo malo que hemos pasado, a toda esa tormenta que creíamos que arrasaría con nuestras vidas. Ahora estoy seguro que valió la pena llegar al final del camino. Porque ahora sólo puedo agradecer a Dios y a la vida por permitirme disfrutar toda esta vida acompañado del amor, la familia, la paz, la salud. Absolutamente con todo lo que universo entero nos regala.

Awww llegamos al final mis amores 💕 espero les haya gustado esta historia.
Saben que siempre les espero en los comentarios y les agradezco Infinitamente por la preferencia y sus buenos deseos.
Con cariño
Pati 💜🦋

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