Misteriosa misión
—¿Sai? ¡¿Que haces, baka?!—gritó la kunoichi a todo pulmón, porque, en cierto modo, no le había molestado estar así con el cejotas y eso la hizo enfadarse más.
—Fea, es que leí hace tiempo que si hacía eso y, se sonrojaban, era porque sentían algo por el otro. Sólo he querido comprobar si era verdad; además, los dos seguís sonrojados.—Sai sonrió, de verdad, porque la escena que se presentaba delante de él era verdaderamente divertida.
Lee iba a hablar cuando la pelirrosa carraspeó con fuerza, llamando la atención de los dos.
—Lo siento, Lee. Me he acordado de que tengo algo importante que hacer, adiós.—intentó decir mientras se escabullia, nerviosa.
Pero, de un momento a otro, notó como la agarraban de la mano y la tiraban hacia atrás. Cuando iba a protestar la abrazaron, abrió los ojos con sorpresa al ver quien era el dueño de esos brazos que la rodeaban en ese momento. Sin saber porque, le había correspondido con fuerza, como temiendo que en cualquier momento se fuera.
Es todo tan complicado, Lee.
Lee sonrió mientras la dejaba libre del abrazo, ella le correspondió con una sonrisa más grande. De repente Shikamaru apareció entre ellos, interrumpiendo el gran momento que se podría haber generado entre los dos.
—¿Interrumpo algo?—preguntó mientras sonreía divertido. Los dos, mientras se sonrojaban, negaron con la cabeza.—Bueno, en cualquier caso, he venido por que el Hokage os llama, a los dos.
Sakura y Lee corrieron hacia la torre del Hokage para saber que querría. Cuando llegaron, la ninja medico llamó a la puerta escuchando un "pasad" por parte del rubio. Abrieron la puerta lentamente divisando a la gente que se encontraba ahí.
Sasuke, Karin y el Hokage los miraron con una sonrisa al ver sus manos unidas que, por cierto, no se habían dado cuenta de cuando se habían juntado. Al darse cuenta de ello, se separaron con prisa mientras miraban hacia otro lado, sonrojados.
—Hokage-sama, ¿qué quería de nosotros?—preguntó Sakura aun nerviosa por las miradas de los allí presentes.
—Ahora que estáis todos, Hinata, pasa.—la aludida entró con una sonrisa en la cara. Ese geto le resultó extraño a la rosada.—El equipo 7 hará una misión, junto con Hinata, Lee y Karin.
¿Que planeas, Naruto?
—Pero Hokage-sama, ¿para que nos necesita a todos?—inquirió nerviosa, juntando las manos a la altura de su pecho, temiendo lo peor. Antes de que Naruto respondiese a su pregunta, pudo notar como una mano le sujetaba con firmeza el hombro, transmitiéndole la tranquilidad que necesitaba.—Gracias, Lee-kun.
¿Porque eres así conmigo cuando fui tan mala contigo? ¡¿Porque, Lee?!
—La misión no es nada fuera de lo común, tenemos que dividirnos en grupos de dos, para rastrear la zona. Nos han enviado información de que alguien esta merodeando la zona, y no quiero pasar riesgos. ¿Entendido?—informó serio, con sus manos apoyadas en su mentón.
Estoy orgullosa de ti, Naruto-kun.
—Los grupos ya están elegidos.—diji Hinata mientras sonreía a su marido.—Lee, tú iras con Karin hacia el este. Yo iré con Naruto hacia el oeste. Y tú, Sakura, iras al norte con Sasuke.—acto seguido miró a Naruto, mientras esté observaba el ligero desconcierto de la pelirrosa.
—P-Pero... ¿Porque no puedo ir con Lee?—estaba sonrojada, lo sabía. Pero prefería mil veces ir con Lee que con Sasuke. Aunque se llevasen bien ahora, seguía sintiéndose incomoda a su lado.
—Lo siento, Sakura-chan. Pero tú conoces mejor la forma en la que Sasuke lucha, y tal y como es el teme, tendrás que hacer de ninja medico más veces que con cualquier otro grupo.—soltó rápidamente el séptimo, esa explicación no tenía ningún sentido, aun así, afirmó con la cabeza dando a entender que lo había comprendido todo.
Lo raro es...que Karin no haya dicho nada. En especial, porque ella también puede curar a Sasuke si es necesario. ¿Que tanto tramas, Naruto?
—Bien, si no hay ninguna pregunta, doy plr comenzada la misión.—hizo una pausa, esperando alguna objeción por parte de sus compañeros, pero todo el mundo se quedó callado.—Entonces, que tengáis suerte. No olvidéis comunicarnos de cualquier cosa externa a la misión que veáis.
—Sakura-chan, no te preocupes por nosotros. Ya sabes que si veo que te pasa algo, iré rápidamente a protegerte, con mi vida, no lo olvides.—había soltado el de cejas pobladas, calmando los demonios de su corazón.
Y así, cada grupo se dirigió hacia su destino. Ya era entrada la noche, Sasuke y Sakura se habían instalado en una cueva pequeña con un fuego improvisado hecho por el Uchiha. No se habían dirigido ninguna palabra en todo el trayecto, lo cual el Uchiha agradeció internamente. Cuando la pelirrosa se disponía a cambiar de turno con el azabache, éste le habló, lo que a ella le sorprendió de sobremanera.
—Oye, Sakura, ¿tienes algo con Lee?—podía notar que lo había dicho con cierto tono gracioso en su voz.
—S-Sasuke, que cosas piensas. Lee y yo solo somos amigos.—inquirió nerviosa mientras se removía intranquila del sitio.—Cambiando de tema, ¿ya sabéis como llamareis a vuestra hija?
—Ah, pues sí. Lo aclaramos hace unos dias, la niña se llamara Sarada, Uchiha Sarada.—le dijo con orgullo, lo que hizo que la ninja medico soltara una ligera risa.
—Me alegro, Sasuke-kun.
Sarada...bonito nombre.
El Uchiha hacía unas dos horas que se había dormido, o eso pensaba ella, tampoco le incomodaba como otras veces su compañía. De un momento a otro escuchó un ruido extraño, así que se puso alerta, hasta que divisó un ligero brillo a pocos metros de ella. Despertó a Sasuke con un audible susurro diciendo "Sasuke, peligro".
Un kunai pasó al lado su cara, haciendo un ligero corte en ésta. Maldijo internamente, a estas alturas y no había podido notar un kunai viniendo hacia ella. Está vez logró esquivar otro que iba a toda velocidad detrás de ella. Juntó chakra en su mano derecha y golpeó el suelo con todas sus fuerzas, haciendo que los ninjas que los atacaban se viesen perfectamente delante de ellos.
—Así que...tenemos aquí a la discípula de la quinta, ¿eh?—una áspera voz detrás sonó detras de ella, dándole una patada momentos después en la espalda lanzándola contra una roca con fuerza.
Sasuke activó su sharingan y empezó a lanzar sus jutsus, pero al final se dio cuenta, al igual que la kunoichi, que iban a una velocidad extremadamente rápida incluso para su sharingan.
Sakura juntó chakra en sus pies y corrió hacia ellos, mirando fijamente la banda que tenían en sus frentes.
¿Ninjas del...sonido? ¿Porque?
—¡Sasuke, ten cuidado, son ninjas del sonido!—gritó ella entendiendo porque se movían tan rápido.—¡Shannaroo!
Mas tarde, estaban exhaustos, habían logrado noquear a cuatro de los 10 individuos. Momentos después habían llegado Hinata y Naruto pudiendo por fin dejar solo 4 de ellos vivos. Pero, ellos también estaban agotados.
—Mierda...teme, ¡vamos!—los dos amigos salieron corriendo en dirección a los 4 ninjas que quedaban, sin darse cuenta del gas tóxico que ahora se levantaba alrededor de losn dos, cayendo inconscientes segundos despues en el suelo.
—¡Naruto-kun, Sasuke-san!—Hinata corrió hacia los dos chicos y se los llevó a dentro de la cueva donde horas antes habían dormido Sakura y Sasuke.
—¡Hinata!—llamó la pelirrosa, ajustándose sus guantes.—Vete aplicándoles ninjutsu mientras yo intento hacer tiempo hasta que lleguen Karin y Lee. Por nada del mundo dejes de aplicarselo, o morirán.—suspiró. Confiaba en que Hinata seguiría al pie de la letra sus instrucciones y así lo hizo. Miró a los 4 sujetos que se reían enfrente de ella.—Ésto será divertido.
Lee, ten cuidado.
Corrió hacia ellos consiguiendo derribar a uno por puro despiste. Notó como un shuriken era enterrado en su hombro derecho y gimió del dolor. Se lo quitó rápidamente pero no se curó, tenía que guardar chakra para luego tratar a sus dos amigos que yacían inconscientes a unos pocos metros alejados de ella.
Cayó al suelo al notar como la agarraban rápidamente de las piernas y los brazos. Miró a su compañera rogando para que no dejara solos a los dos chicos, que no se preocupara por ella; y a duras penas Hinata lo cumplió. Empezaba a sentirse mareada mientras pasaban el kunai por su cuello, intentando incitarle miedo.
—¡Gran remolino de la hoja!—escuchó mientras sentía que la liberaban del agarre.—Sakura, ¿estas bien? ¿Quién te ha hecho esto?
Y entonces, Sakura reparó en su ropa, medio rota, llena de heridas que luego tendría que vendar. Dejó que una lágrima se le escapara y callera por su torso, mientras agarraba la cara de su salvador con fuerza.
—Lee...—susurró, recordando viejos tiempos.
Ohayo! Aquí Bea-Chan, este apartado a sido editado. Si todo sale como tengo previsto, acabará en el siguiente episodio y luego vendrá el epílogo. Espero que os guste tanto como ami escribirla.
Besos kawaiis para todos♡
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top