Kim Taehyung uno de los empresarios más prestigiados de Corea que con 28 años ya había logrado muchas cosas en su vida.

Tenía una hermosa esposa a la cual juraba amar hasta que la muerte los separe, ambos tienen dos hermosos hijos, el mayor Kim Seokjin de 5 años y el menor Kim Soobin de 3 años.

Siempre que Taehyung se encontraba libre de trabajo se los llevaba de paseo para poder tener tiempo de familia, cosa que Kim Yeonjin—su esposa—agradecía demasiado ya que Taehyung pocas veces estaba en casa, entre semana llegaba tarde a su casa y los fines de semana no estaba en casa, aveces era por trabajo y otras por cenas con sus amigos.

Y es que Yeonjin amaba demasiado a Taehyung como para sospechar de él ya que este nunca le había dado motivos, siempre la respetaba a ella y a sus dos pequeños.

Ambos se habían conocido en sus épocas de universitarios pues habían salido a un bar con sus amigos y en una noche de tragos y sexo sintieron cierta atracción entre ellos, por lo que comenzaron a conocerse más y al año de haberse conocido ya eran oficialmente novios.

Ellos eran felices con la compañía del otro, en su relación siempre había confianza, cualquier cosa se la contaban para evitar futuros malentendidos. 4 años luego de que ambos terminaron sus estudios decidieron casarse, fue algo sencillo ya que ninguno quería algo extravagante.

Kim era el heredero de una familia demasiado millonaria, desde pequeño aprendió a ser alguien muy caprichoso, sus padres siempre lo consentían en todo, pero siempre fue alguien demasiado educado con todas las personas a su alrededor.

Bueno, eso había cambiado un poco cuando el heredó la empresa, se había vuelto más codiciado, siempre se encontraba rodeado de todos los lujos posibles y por supuesto que su familia también.

Y es que un año después de haber recibido la empresa comenzó a entrar en los negocios oscuros que su padre le había dejado para poder mantener a la empresa y su gran poder. Taehyung por nada del mundo se arrepentiría de lo que se había convertido.

Cada cierto tiempo Kim recibía cierta cantidad de dinero para así pasar drogas a otros países, sus mayores compradores eran los de Estados Unidos.

Taehyung no se quejaba, entre las dinero, más feliz se encontraba.

Fue una noche que sus socios lo invitaron a un bar, el no sabía nada de ello, por lo que grande fue su sorpresa cuando se encontraba enfrente de aquel prostíbulo, estuvo apunto de irse pero aquellas persona lo obligaron a quedarse y Kim no tuvo de otra.

Pero es que una vez el show comenzó y conoció al famoso Jeon Jungkook no se arrepentía, pues aquel chico se había vuelto su más grande obsesión y por nada del mundo dejaría de ir a verlo y claro que se volvió un gran cliente de aquel prostíbulo.

Durante su esposa no se enterara no tendría ningún problema, pero es que vamos, con Jeon podía hacer lo que su esposa le privo un año después de que Soobin naciera.

Era un hombre y tenía necesidades.

—Jennie cancela el contrato con Choi—le dijo a su secretaria.

—Señor Kim, ¿Esta seguro? Estaríamos perdiendo millones con esto—La mujer lo miro aterrada.

—Si, el maldito quería engañarme, iba a pasar drogas y luego de ello le avisaría a las autoridades.—su ceño estaba fruncido—Es un imbécil, es mejor perder millones a perder toda la empresa.

Jennie asintió, tenía razón, ella tenía gustos que cumplir, no tenía pareja ni hijos, solo le quedaba su padre, pero ni siquiera lo consideraba como uno, siempre sufría abusos por parte de este, incluso por el es que su madre la dejó a su suerte con aquel monstruo. Si perdía el empleo no sabría que hacer, tenía buena paga y no iba a negar que ella era la cómplice de Taehyung en todo—incluso lo ayudaba para que Yeonjin no sospechara cuando iba a encontrarse con Jeon—.

—Inmediatamente voy a cancelarlo, ¿Algo más señor?.

—Si, comunícame con Min.

Jennie hizo una pequeña reverencia y salió de la oficina de su jefe para atacar lo pedido.

—Señor Min—habló por teléfono—El señor Kim necesita hablar con usted.

Min solo hizo un sonido en forma de asentimiento. Jennie rápidamente le paso la llamada a Taehyung, quien la atendió rápidamente.

—Min Yoongi—llamó.

—Kim Taehyung, que placer escucharlo—río.—Dime, ¿Para qué me necesitas?.

—Choi Siwon.

—¿Lento o rápido?.

—Lento, dile que es de mi parte, es una lección para que no vuelva a engañarme.—la mirada de Kim estaba fija en la puerta de su oficina.

—Okey, pronto tendrás noticias de mi—Y sin más Yoongi colgó la llamada.

—Siwon, Siwon, muy mala idea haberte metido conmigo.

Ming Yoongi era el verdugo personal de Taehyung, lo había contratado para casos como estos, Min siempre se encargaba de deshacerse de los problemas de Taehyung, y pues Yoongi era una persona demasiado fiel, por lo que Kim no corría riesgo de ser traicionado por el.

El día había acabado y Taehyung estaba demasiado agotado, casi todos los empleados ya se habían retirado, justo ahora se encontraba bajando por el ascensor hacia el estacionamiento.

Cuando llego a su auto se subió a este, solo quería llegar a su casa con su familia. El recorrido era de aproximadamente 30  minutos, milagrosamente ese día no había trafico como días anteriores y fue más rápido el viaje.

Estacionó su auto y entro rápidamente a su casa, solo habían pasado pocos segundos cuando un pequeño cuerpo se acerco a el corriendo.

—¡Papi!—Seokjin salto a los brazos de su padre con una sonrisa en su rostro—Te extrañe.

—Yo también campeón—Taehyung ml recibió con una sonrisa.

Cuando se trataba de sus hijos todo su cansancio se iba al carajo y es que Taehyung nunca negaría el gran amor que tiene hacia sus hijos.

—Cariño—saludo Yeonjin mientras se acercaba con Soobin en brazos, una vez estuvo enfrente de su esposo le dejó un casto beso en los labios.

—Asco—dijo Seokjin con el ceño fruncido.

Yeonjin solo pudo reír un poco—Ve a ponerte la pijamas bien, tu padre está cansado.

—No—El pequeño se pego mucho más al cuello de su padre.

—Déjalo, no me molesta.—sonrió Kim.

—Nosotros ya comimos, pero tu comida ya esta servida, ¿Quieres comer?.

Taehyung solo asintió mientras se dirigía hacia el comedor para poder cenar, se sentó con el pequeño en su regazo.

—¿Como estuvo tu día?—Yeonjin preguntó curiosa.

—Bien, algo pesado como siempre pero nada fuera de lo normal—mintió.

—Me alegro.

Kim comió mientras su familia le hacia compañía, se sentía agradable que al llegar del trabajo fuera recibido por su hermosa esposa e hijos a los cuales juraba amar.

Oh si tan solo Yeonjin supiera.

Iba a actualizar hace unos días pero se me olvido xd.

¿Cuando volveré a actualizar?.

Pues fácil, en tres años uwu.

Espero les haya gustado, bye<3.