14
Jungkook:
"Mi juego"
Misuk realmente no sabía en lo que se estaba metiendo, y yo tampoco entendía porque a pesar de todo su rechazo seguía detrás de ella, cuando claramente tenía que ser al revés. Pero por fin tenía a Misuk tal y como la quería, ella ya no se negaría a nada de lo que yo le pidiera.
Aunque tenía que ser sincero conmigo mismo, y aceptar que después de que me comí todo el coñito delicioso de Misuk, tuve que ir a darme un baño de agua fría y bajar por mi mismo la erección que ella había provocado. Nunca había probado a alguien tan dulce, Misuk definitivamente era la chica que yo estaba buscando para mis fetiches más oscuros.
Luego de todo lo ocurrido, ella se sonrojaba cada vez que me veía, pero está vez un poco más desvergonzada, me sonreía pequeño y me hablaba inocentemente. No iba a negar que era muy atractiva verla de esa manera, aunque Misuk era atractiva de todas las maneras habidas y por haber. Ni siquiera ella era consciente de la belleza que cargaba. Aún así, mi vida tenía que volver a su rutina, el trabajo no lo podía dejar de lado, y aunque quisiera quedarme en casa disfrutando de Misuk, no podía.
Pasaron al rededor de cuatro días luego de nuestro encuentro, mis días de basaban en lo mismo, salía temprano, desayunaba en el trabajo dejando que Misuk durmiera hasta un poco más tarde, me pasaba el día de reunión en reunión, hablando con personas importantes para luego volver tarde a la casa, ver la cena servida pero no a Misuk por ningún lado. Claramente ella dormía temprano, y yo no me iba a quejar por ello.
En resumen, no había podido encontrarme con Misuk durante cuatro días seguidos debido a mi atareado trabajo.
Y a pesar de que ahora tenía un entretenimiento que me gustaría aprovechar, mi trabajo era importante. Además de que sabía que a Misuk no podía meterla en el mundo del sadomasoquismo de un día para otro, tenía que ir con calma con ella, y eso lo tenía claro, además de que tenía que firmarme un contrato aceptando ser mi sumisa y aceptar cualquier tipo de trato que yo le diera, fuera malo, bueno o doloroso.
Y también, ella tenía que marcar algunos límites, los que no marcaba con mis anteriores sumisas y debido a ello casi maté a la última que tuve, Jimin y Tae me dijeron varias veces que tenía serios problemas con la ira, y lo sabía, había veces que me cegaba completamente y terminaba maltratando de más a mis sumisas, y eso no era lo que quería con Misuk, además de que Misuk parecía el tipo de chica frágil, que con el mínimo error, la perdería por completo, por eso, tenía que tener cuidado.
Cuando llegué a la casa, aparcando mi Mercedes Benz, entré a mi casa quitando mi corbata y tirando mi bolso en el sofá de la sala. Estaba agotado, podía sentir como los párpados me ardían y amenazaban con cerrarse en algún momento del cansancio. Trabajar hasta tarde no era para nada divertido, trabajar no era divertido, pero era necesario.
Me quité los zapatos en la entrada de muy mala manera y fui dejando prendas de ropa a medida que me acercaba a la cocina, quedándome solamente en el pantalón de pinza azul oscuro, del cual tuve la necesidad de desatar el cinturón, justo en este momento todo me asfixiaba, y al estar casi desnudo, en medio de la cocina, me hacía sentir muy cómodo.
Abrí el refrigerador en busca de alguna bebida, encontré mis Banana Milk bien acomodadas y no dudé en agarrar una, vi como en la barra se encontraba mi cena tapada, y me senté en uno de los taburetes altos para cenar. Tenía que admitir que Misuk tenía buena mano para la cocina, su comida era deliciosa y ya me estaba acostumbrado a comerla todas las noches y no dejar nada de nada en los platos.
Me mantuve viendo mi móvil mientras comía, entretenido en un video aleatorio de Youtube, solo hasta que sentí unas pantuflas que se arrastraban por el suelo llevadas por una chica en pijama y con una cara de sueño total, al parecer, hoy me estaba esperando. Porque cuando me vio cenando y ambos conectamos nuestras miradas, ambas muy cansadas, ella me sonrió, yo no lo hice, pero a ella le dio igual, estaba acostumbrada a mi actitud neutra y sin ningún tipo de emociones, a mí lo único que me hacía sonreír, era el placer. Las cursilerías de ver al amor de tu vida y sonreír, no iban conmigo, no sabía que era el amor y tampoco quería descubrirlo.
—Buenas noches, señor Jeon —me saludó, su voz se escuchaba un poco ronca debido al sueño.
—Buenas noches —se lo devolví, ella caminó arrastrando los pies hasta colocarse en un taburete delante de mí, con la barra separándonos —¿Me estabas esperando? —pregunté sin poder evitarlo.
—Mmm —asintió —Pero me dormí, aún así usted hizo mucho ruido y terminé escuchándolo —dijo, sonriendo un poco y sonrojándose a la vez, era hermosa incluso ahora con su cara lavada y sin una gota de maquillaje.
—¿Porqué me esperabas? —pregunté.
—Solo quería verlo, lleva días muy ocupado con el trabajo, y sé que mañana tiene descanso —asentí.
Me sorprendía que Misuk comenzara a llevar la cuenta de mis días en el trabajo y supiera que mañana me tocaba descansar, o tal vez Misuk esta vez contaba los días porque quería repetir el sexo oral, por alguna razón esa idea me pareció maravillosa, Misuk no sabía lo adictivo que era tener sexo, y yo estaría encantado de enseñarla, ella se estaba metiendo a mi juego sola, yo ni siquiera estaba haciendo nada.
Sonreí perversamente de solo pensar en que el motivo de que Misuk contara los días fuera ese.
—¿Hay alguna razón en especial por la que te interese tanto que mañana sea mi descanso, Misuk? —mi pregunta fue efectiva, y el cuerpo de Misuk y sus expresiones hablaron por ella misma.
Sus ojos desviaron mi mirada, buscando cualquier lugar que no fueran mis ojos para mirar, se había puesto tan nerviosa que incluso su cuerpo tembló. Alcé una ceja satisfecho. Tenía a Misuk justo donde debía de tenerla.
—¿Q-Que? Solo me preocupo por su bienestar, señor Jeon —me ralamí los labios al verla tan sonrojada, inocente, diciendo: señor Jeon y mordiéndose su labio inferior con ansiedad.
—Mi bienestar —repetí vuelto loco con la imagen que me estaba brindado.
Si no fuera porque sabía que Misuk era más virgen que el aceite, ya la hubiera follado en la cocina y azotado por ser tan tierna. Yo era el tipo de Amo que castigaba por lo que se me viniera a la mente, y me molestaba mucho que Misuk fuera tan tierna y descontrolara mis pensamientos y mi polla.
—Si, señor Je...
—Vuelves a mencionar el señor Jeon con esa cara y juro que azoto tú hermoso trasero hasta dejarlo rojo —se hizo el silencio en toda la cocina, vi a Misuk tragar saliva, pero en sus ojos no había miedo, había... Curiosidad.
¿Era demasiado pronto para azotarla? Porque me moría por ver mis manos marcadas en su perfecto trasero de piel pálida y suave.
—Sí, señor Jeon —apreté mi mandíbula con fuerza, tratando de controlar mi ira.
Misuk, no sabía lo que estaba despertando en mi, ella quería jugar, ella quería llorar, y lo iba a lograr. Claramente si había repetido el señor Jeon a pesar de advertirle lo que le haría, era porque deseaba que lo hiciera. A la muy perra le gustaba jugar con fuego, porque no dudé en ponerme de pie, rodear la barra y agarrar una de sus manos para arrastrarla hasta la sala.
Como tenía claro que Misuk no estaba preparada para la verdadera tortura, no sería tan brusco con ella y le daría solo diez azotes con una fuerza media. No era bobo de asustarla a la primaria, a pesar de que ella lo había hecho a propósito.
Ella claramente no sabía en lo que se estaba metiendo.
Me senté en el sofá con brusquedad, dejando a Misuk delante de mí. La luz de la sala era tenue pero la que venía de la planta de arriba ayudaba a que viera la cara toda roja y avergonzada de Misuk.
—Quítate la ropa —ordené.
Ella, sin objetar nada, levantó su larga bata de dormir hasta dejarla caer a un lado. Su delgado y frágil cuerpo quedó descubierto, quedando solo en unas bragas para nada atractivas, pero eso era lo de menos en unas circunstancias como estás.
—Dije toda la ropa, Misuk —aclaré, ella tragó saliva con fuerza y se inclinó un poco, sin despegar su vista de la mía para bajar sus bragas y quedar completamente desnuda ante mi.
Tomé aire, ver el cuerpo de Misuk, con su piel tal blanca, cuidada, y suave, solo hacía que despertara el deseo de marcarlo completo, era tan hermosa que dolía.
—Recuestate sobre mis muslos boca abajo —indiqué.
No tuvo problema con la explicación, en menos de nada la tuve de manera horizontal, con sus tetas aplastadas contra mi muslo izquierdo, y su culo elevado esperando por mis azotes.
—Hágalo suave, señor Jeon —su inocente mirada conectó con la mía —Por favor —añadió, pude sentir como temblaba encima de mi.
No mencioné nada y me acomodé acercándome a su cuerpo.
Llevé una de mis manos a su suave espalda y acaricié toda su espalda, provocándole escalofríos hasta llegar a sus nalgas. Las acaricié con suavidad, sintiendo su tersa piel debajo de mis dedos, me entretuve un rato dándole masajes suaves a su nalga derecha, y cuando menos se lo esperó, mi mano impactó contra ella con una fuerza medida, pero la suficiente para alarmar a Misuk, aún así, no se movió, y mucho menos protestó.
—Tú querías azotes ¿No es así? —miré su hermosa carita mientras mordía su labio inferior —Pues eso es lo que vas a recibir —esta vez impacté la izquierda, llevando a la par las nalgadas.
Ni siquiera le estaba dando como realmente yo recriminaría a mi sumisa por buscar el peligro. Misuk no sabía aún lo que era el verdadero dolor.
Sus ojos se cerraron con fuerza cuando azoté dos veces seguidas, una en la derecha y una en la izquierda nuevamente.
—Se están poniendo tan rojas, que parecen una viva imagen de tus mejillas —dije, explicando cómo su hermoso culo se formaba tan rojo y apenas llevaba cuatro.
Volví a azotarla en ambas nalgas, esta vez sí tuvo que aguantarse el grito, claramente ya comenzaba a sentir como escocía cada vez que mi mano arrepentía contra su piel. Yo me estaba divirtiendo mucho, no había nada como azotar con conecentimiento y diversión, solo hacía que mi polla se alterara y demandara lo necesitada que estaba por atención, y que el culo de Misuk rebotara cada vez que la azotara, no ayudaba mucho.
Volví a azotarla unas cuatro veces más, Misuk aguantó como una campeona, resistió el dolor apretando sus labios y haciendo puños sus manos, pero en ningún momento me dijo que me detuviera, y la verdad es que yo esperaba que ella se rindiera, y no lo soportaba más, pero fue todo lo contrario y eso me fascinó como no tenía una idea.
Por lo mismo, decidí parar yo mismo, Misuk no estaba preparada para un castigo, ni mucho menos para enterarse ahora de mis verdaderas intenciones, solo la había azotado porque ella quería, si ella no hubiera jugando conmigo, y se hubiera quedado calladita, yo no le hubiera puesto una mano encima hasta que su firma estuviera en un contrato que requería de su autorización para realizar este tipo de actos.
Ella se quedó esperando más azotes, sin embargo, por mi parte no llegó ninguno más, pero no pude aguantar la tentación de tantear con uno de mis dedos por su coño, y apreté la mandíbula con fuerza al tocar una humedad que comenzaba incluso a bajar por el interior de sus muslos.
Busqué su mirada, incrédulo de tenerla tan mojada con solo unos azotes.
—Yo... —se avergonzó, escondió su rostro detrás de sus manos y yo sonreí más que satisfecho.
Saqué mi mano de su coño deliciosamente húmedo a la fuerza y la levanté sin problema alguno, poniéndome de pie para mirarla desde arriba.
Misuk era muy pequeña (literalmente), y eso solo aumentaba el morbo de la situación.
—Creo que te debo una depilación personalmente —dije, loco por probar a Misuk de nuevo.
Ella solo me estaba demostrando lo que yo tanto quería saber, y era que en mi mundo, se iba a adaptar más que bien.
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¿Dos actualizaciones en una semana? ¿Esto es real?
Pues si, bellezas mías, capitulito acabadito de sacar del horno (lo acabo de terminar) y como tenía ganas de actualizar lo hice, la verdad es que tengo tantas ideas que me desbordó, estoy más loca que ustedes de que estos dos avancen, por eso hay más actualizaciones, pero ya no nos veremos hasta la próxima de semana, voy a escribir en borradores mientras (aunque si me animo las sorprendo, nadie sabe😁)
Disculpen si tienes algún error ortográfico, no lo edité, la verdad es que estoy editando las historias una vez las termine y así me siento mejor.
Bueno, no tengo más que decirle.
Bueno si, que Taehyung me tiene así 🤤🥴, y sus canciones y su voz es lo más hermoso que he escuchado jamás.
Nos vemos lueguito.
Lxs sarangheo❤️
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