Chapter XXVI: Nuevos Inicios
Sasuke y Hinata disfrutaban felizmente un momento que tenían juntos. Después de tanto, compartían una pequeña hora en la que a Sasuke le dejaron respirar.
Estaban en la cocina junto a Kakashi y Sakura que merendaban un platillo realizado por la peli-rosa. Ellos estaban mirando una revista que mostraba los encantadores lugares turísticos de las cinco naciones. Desde las maravillas naturales, hasta los museos y parques.
Cada lugar era hermoso.
El Uchiha más que mirar lo bello de los lugares, miraba a Hinata sonreír y emocionarse con cada nuevo lugar que aquella revista mostraba.
No entendía cómo es que nunca se cansaba de mirarla, que nunca se cansaba de verla sonreír, reír y ver ese hermoso sonrojo en sus mejillas que podía pasar a toda su dulce carita de ángel. Estaba enamorado, y mucho.
Es curioso... en ningún momento de su vida se llegó a imaginar que estaría así. Enamorado como un gran idiota, y sacando suspiros frescos de su alma cada que pensaba en ella. Que estando a su lado podía sentirse como un humano, podía sentirse contento, feliz... vivo.
Durante algún tiempo fue difícil asumir todos esos sentimientos. Toda una vida siendo un malnacido, siendo un hijo de Lucifer, y destruir vidas a lo bestia. Robar, matar, e incluso torturar... para pasar a otra donde incluso hacer una pequeña travesura ya le carcomía la conciencia.
Es evidente que aún no podía terminar de asumir todo, aun se sentía extraño, raro. Se sentía incluso incómodo. Pero eso era parte del cambio...
Un cambio que él quiso realizar.
Esa tarde le hizo una promesa, y esa promesa era que una vez terminado el asunto con Kuro, ambos se irían a donde ella quisiera, a iniciar una nueva vida lejos de todo y todos. Algo así como una propuesta de matrimonio fue lo que hizo... aun a su joven edad.
Sasuke no necesitaba más pruebas para saber que la amaba, y para saber que ella lo amaba, que aceptarlo con todo y el infierno del que venía, con cada demonio y pecado que manchaba su alma. Con todo eso... ella lo amaba, y la amaría a ella.
Según esas películas románticas que siempre miraba a medias, cuando amas a una persona la aceptas tal cual es. Y si te acepta tal cual, estarás seguro que será el amor de tu vida. O al menos eso es lo que muchas dicen que sucede.
Y que se pudra Hollywood sino es verdad.
-Mira este lugar... es hermoso—Sonrió la Hyuga señalando el artículo que hablaba sobre una casa a la orilla del mar. Lo que más llamaba la atención de Hinata era el atardecer, y la forma en que las olas eran pequeñas y tranquilas.
Dio vuelta a la página para continuar mirando los demás lugares. Cada uno más bello que el otro, con paisajes casi irreales.
-Son buenos lugares para iniciar una familia, ¿no crees?—Dedico una mirada hacia la Hyuga, quien al posar sus ojos sobre los opuestos, no evito sonrojarse.—Unos... dos o tres niños—Continuo poniéndola roja como sus tomates.—Pero... claro que disfrutaremos del proceso de hacerlos antes... ya sabes—Se acercó a ella, haciendo que ya no solo el rostro de la Hyuga ardiese como mil soles, sino que ahora se sintiese tan caliente que sus orejas podrían dejar escapar humo. Si eso se pudiera humanamente claro.
Kakashi noto a la joven pareja de enamorados, sobre todo cuando vio como Hinata ocultaba su rostro con ambas manos, negando con la cabeza. Sasuke parecía estar disfrutando molestarla, esa sonrisa que hacia lo decía todo.
Estaba feliz por él. No evito sonreír por debajo de su máscara, y pensar en toda la vida que aún le quedaba por vivir a su hijo. Incluso se imaginó a los hijos de esos dos y la forma en la que aquellos niños le dirían abuelo.
Casi inmediatamente sintió el golpe de los años en su joven orgullo.
Sakura parecía disfrutar mucho la escena, ver a Hinata feliz, aunque la estuvieran molestando, y ver a su nuevo novio contento.
Parecía que las cosas salían perfectamente, e incluso se sintió con mucho entusiasmo y con grandes esperanzas para el futuro.
Sin embargo, un golpe fuerte que provino de la puerta principal saco a todos de sus burbujas.
-Parece que alguien llego de mal humor—Bromeo Kakashi.
-No creo que solo sea mal humor... ese sonido parecía querer romper la puerta—Hablo Sakura. — ¿Quién habrá sido?—
En cuestión de minutos, el causante de aquel golpe se hizo presente por la puerta de la cocina. Un aura peligrosa le rodeaba, sus ojos carecían de todo sentimiento que no fuera una incontenible rabia y odio hacia quien quiera que mirara.
Sasuke se puso de pie al ver a su amigo de esa forma. Pero apenas estar cerca del rubio alegre de siempre, este le metió un golpe con tal fuerza que el Uchiha fue a dar contra el suelo.
Hinata se apresuró a su ayuda. Mientras que Kakashi se quedaba perplejo al igual que Sakura.
-¡¿Qué mierdas te pasa maldito Usura— ¡?—Aquella frase se quedó incompleta cuando la mirada de Sasuke se cruzó con la de Naruto.
-No... no te atrevas a decirme eso—Hablo, por primera vez en todo ese momento. Pero su voz sonaba grave y podría jurar que le inquieto bastante. —Lo es todo—
Kakashi se tensó al igual que Sasuke.
-¿De qué hablas?—El Uchiha se puso de pie con ayuda de Hinata. Mientras que ambos continuaban mirando al Uzumaki que desprendía aquella aura asesina.
-Tu... maldito—Gruño. —Maldito... ¡MALDITO HIJO DE PUTA!—Grito, ahora hacia Kakashi quien era el centro de su irrefrenable ira.
Nadie entendía que ocurría perfectamente, quizá solo Kakashi y Sasuke.
-Fue por tu bien—Dijo el peli-gris. —Siempre que te hemos mentido es por tu bien—Hablo el líder acercándose un poco más hacia su hijo, quien ya entendía a perfección la razón del porque estaba tan enojado.
Naruto hizo crujir sus dientes por la rabia que llevaba corriendo irrefrenablemente por sus venas. Ni él sabía qué hacer, ni él sabía cómo debía reaccionar ahora. Quería golpear todo, gritar, disparar, beber, fumar, tener sexo, volver a gritar, volver a golpear... quería hacer mucho en ese momento, quería sacar todo el dolor y la rabia que estaba cargando en su corazón.
-¿Mi bien?... ¡Ja!, y una mierda con eso—Continuo. —Odio a las personas que me mienten y que se mienten a sí mismas. ¡Y usted maldito viejo de mierda, es uno de ellos!—
A Kakashi le faltaba poco para darle un buen golpe en la boca por su insolencia... pero no podía hacerlo. Parte de todo eso era su culpa... parte de verlo en ese estado tan deplorable era su culpa.
-No fue Kakashi quien dio la orden para no decirte donde estaba Naemi—Hablo el Uchiha, captando la atención de su amigo. —Yo di la orden... Kakashi la respeto porque ambos sabíamos que era por tu bien—
La mirada de Naruto pareció cambiar drásticamente a una llena de tristeza y decepción. Casi se podría decir que no creía en lo que decía su amigo. De todos... ¿Por qué fue el quien mintió de esa forma?
Inconscientemente el rubio negó con la cabeza, no queriendo creer lo que estaba diciendo.
-Sabía que te lanzarías de cabeza por ella, que no querrías medir el peligro y aunque fueras a morir... habrías ido por ella—Dijo Sasuke tratando de acercarse a su amigo. —Sabes que solo te he mentido cunado debo hacerlo—
Sasuke era quizá una de las pocas personas que conocía que no importaba la situación, su tono de voz no podía suavizarse, ni hacer disminuir el golpe de esas palabras a la hora de decir la verdad.
-Si Hinata estuviera en su lugar... yo no sería capaz de mentirte—En ese instante, dos miradas, una azul y una negra se clavaron la una contra la otra. —Te habría ayudado a salvarla... porque ella es importante para ti... tanto como Naemi lo es para mí... pero... veo que eso no te importo. —
-Naruto, entiende que—
-¡¿Qué entienda que?! ¡¿Qué no confiabas en mí?! ¡¿Qué todos creyeran que me lanzaría por ella?!—Grito. Y esta vez, su voz se escuchaba ahogada, como si apenas pudiera salir debido a la cantidad de emociones que el rubio estaba manejando.--¡Ya no soy un maldito niño! ¡Ya no soy tan idiota como antes! ¡Se la clase de riesgos que había para salvarla! ¡Pero la maldita incertidumbre de no saber dónde estaba me mataba! ¡¿Es que no se dieron cuenta?! ¡Con saber que estaba sana y salva me habría esperado a poder salvarla!—Continuo gritando, solo que esta vez, ese chico fuerte, ese salvaje sin emociones ni escrúpulos que mataba, dejaba salir lágrimas. El amor le había vuelto de esa forma...
La mirada azul del rubio se paseó por todos ellos, las miradas de Sakura y Hinata asustadas por verle en ese estado tan malo en que llego, la mirada de Kakashi y la de Sasuke que se mostraban fuertes pero débiles a su vez.
-Veo que jamás se dieron cuenta—Dijo el Uzumaki.--¿Por qué habrían de darse cuenta? ¿Por qué les importaría?... Sus mujeres están aquí...sanas y salvas... ¿no?—Soltó una risa. —Malditos... --Y esa mirada de rabia irrefrenable surgió otra vez.
Con sus últimas palabras dichas, Naruto ya no resistió seguir en ese lugar, y solo salió de la cocina.
Muchas veces lo vieron triste, muchas otras veces le mintieron... muchas otras veces habían hecho todas esas cosas por su seguridad...
Pero esta vez...
¿Habría sido una de ellas también?
--
Pain fumaba pacíficamente por el jardín trasero de la mansión. Necesitaba relajarse después de todo lo que había sucedido anteriormente.
Había ido en busca de Kakashi para avisarle lo que había visto en las pantallas hacía rato, pero llego tarde, dado que lo único que vio fue a un Uzumaki cabizbajo que se dirigirá a los pisos de arriba. Aunque intento llamarlo, el rubio no hizo el mayor caso, solo soltó un bufido y avanzo más rápido.
Con ello, fue hasta la cocina, donde el Uchiha era revisado por su novia aquella mejilla que se estaba poniendo hinchada. Kakashi estaba aún de pie sin decir nada, mientras que su novia recogía los trastes.
Sabía que Naruto regresaría, y estaría más que encabronado por lo que sucedió. Pero no imagino que fuera tan malo o que fuera a ese grado de dejar a Kakashi sin habla y golpear a Sasuke contar fuerza.
Sin otra cosa, decidió ir a hablar con Naruto. Algunas veces que se enfadaba con Kakashi y con Sasuke, era él a quien recurría. Pero, esta vez no fue lo mismo.
Estuvo tocando la puerta varios minutos, pero nadie atendía. Insistió. Pero nuevamente nadie atendió. Estaba por darse vencido, hasta que la puerta se abrió y una joven rubia abría la puerta.
-Tengo que hablar con Naruto—Dijo Pain.
-Lo... lo siento. —Respondió Naemi. —No... no quiere hablar con nadie—
Suspiro.
-Cuando se le pase el coraje, dile que venga a verme, ¿ok?—Ella afirmo, y después él se marchó.
Se sintió tenso y estresado por la nueva situación que ahora tenían que afrontar, no podían darse ese lujo, no ahora, ya que era mañana la ejecución del plan... pero, con este nuevo fallo, ya no estaba tan seguro de lo que sucedería.
Y ahora, por esa razón, estaba en los jardines traseros fundando y disfrutando de la brisa fresca. Hasta que recordó la charla que tuvo con Kakashi en su despacho...
"-Naruto vino hace un rato... me pregunto que a quien elegiría si debía salvarlo a él o a Naemi—Pain guardo silencio esperando a que continuara. —Le dije que la salvaría a ella—
-¿Y eso no es verdad?—Kakashi afirmo.--¿Le mintió para que lo dejara tranquilo o para que él estuviera tranquilo?—
-Ambas—Respondió. —Rompí la promesa que le hice a esa Mujer hace tanto tiempo, que salvarla ahora me sentiría como un completo hipócrita, después de todo lo que deje que le pasara... protegerla ahora ya no serviría de nada... Naruto es mi hijo, no de sangre, lo sé—Aclaro el último punto ante la mirada del peli-naranja. —No existe amor más grande que el un Padre por sus hijos... o al menos eso dicen—
-Imagino que usted cree que llegara el momento en que deberá decidir, ¿no es verdad?—El líder afirmo. —Naruto no se lo perdonaría nunca—
-Lo sé—
-¿Recuerda aquella vez que dejamos que su conejo muriera?... No hablo con nadie en dos meses—Una sonrisa surco los labios de ambos. —Si la chica muere...
-Si... Naruto dejara la banda—
-¿Prefiere que la deje a que...?—
-Lo prefiero mil veces a tener que enterrarlo—
Un silencio sepulcral lleno toda la estancia. No serían los hombres que son ahora sino hubiesen tenido que enterrar a tanta gente que ocupo un valioso lugar en sus vidas. Yahiko tampoco quería imaginarse las cosas si su hermano menor de pelos necios rubios muriera.
-Llegara el momento... una corazonada me lo dice—Explico Kakashi. —Y cuando llegue ese momento... deberemos ser lo más crueles posible. Jamás les enseñe lo que era el amor, y prefiero que se vaya odiándome, a culpándose por lo que suceda—"
Siempre había obedecido a Kakashi hasta en la decisión más absurda de todas. Era más que un simple jefe para él, era un Padre, un amigo, era alguien cercano y si no fuera por la pequeña diferencia de edades, podía llamarlo hermano.
Sabía que, aunque algunas veces el peli-gris fuera estricto, fuera malo, cruel y un ser despreciable, siempre procuraba hacer lo mejor para su Familia. Y esta vez no era diferente...
Debía ser difícil para él pensar en eso... decidir sobre a quién salvar cuando la hora llegue. Prefería que Naruto lo odiara de por vida, a tener que meterlo tres metros bajo tierra. Todo fuera por que siguiera vivo.
-Por esa razón... no pienso tener hijos—Bromeo el peli-naranja consigo mismo. —Es una carga muy pesada—Finalizo sus palabras, para dejar escapar el humo de su cigarro.
--
Tras lo sucedido en la cocina hacia horas. Sasuke daba vueltas por su habitación, sabía que solo era cuestión de tiempo para que Kakashi llamara a todos y re-organizar el plan.
No estaba tranquilo, y mucho menos por lo que paso. Las palabras de su mejor amigo dolieron cruelmente. Además de eso, también estaba el hecho del cómo, ¿Cómo fue que Naemi había escapado de Kuro? Y aún más importante, ¿Cómo fue que se encontraron ambos?
Eran muchas dudas las que chocaban en la cabeza del Uchiha, tratando de encontrar alguna respuesta coherente.
Hinata lo miraba dar vueltas, no entendía bien porque estaba tan tenso, es decir, Naemi ya estaba de nueva cuenta al lado de Naruto, y eso debía quitar un peso de encima, ¿no?
Sin embargo, parecía que la llegada de la rubia había creado muchos más problemas de los que se imaginó. Estaba contenta en parte porque volvieran a estar como antes... pero preocupada a su vez por ver a Sasuke en estado.
Pensaba que todo tenía que ver por la forma en la que Naruto le dijo todo aquello, ver lo dolido que estaba por esa mentira y por lo que todos le ocultaban. Ella misma se sentía mal por esa razón. Sasuke había dicho que esa mentira era por su bien...
-Sasuke—Llamo la Hyuga a su apuesto galán que continuaba dando vueltas. —Sasuke, ¿todo está bien?—
El azabache salió de su mundo para prestar toda su atención en la joven Hyuga que le miraba preocupada desde la cama. Suspiro para sus adentros antes de acercarse a ella.
-No... no... nada está bien—Soltó honestamente el Uchiha. —El plan de mañana... todo lo que teníamos preparado deberá ser cambiado o suspenderlo en el mejor de los casos. —
Hinata ladeo un poco su cabeza, mirándolo. Quería ver que era lo que inquietaba a Sasuke de esa forma, quería poder leerlo como él podía leerla a ella... pero él parecía todo un mundo diferente al suyo.
-Sasuke—Guio su mano sin titubeos hasta la mejilla del contrario, para acariciarla con una dulzura extrema. El Uchiha guiado por el gesto, la observo. Admirando esa sonrisa que encendía sus mejillas y aumentaba a ritmos frenéticos los latidos de su corazón. —Todo saldrá bien—
Con simples y dulces palabras dichas por la Hyuga, su mente se volcó en una disputa, entre queriendo creer lo que decía sobre que todo saldría bien hasta su lado raciocinio de que solo lo decía para calmarlo.
Se acercó más a ella, lo suficiente para poder tomar su rostro entre sus manos. Apoyo su frente contra la de ella. Permitiendo que sus miradas se clavasen profundamente, un momento donde solo eran ellos dos.
-Hinata—Hablo. —Gracias... por todo—Aunque aquellas palabras sonaran hermosas, poseían un extraño sentimiento que a la Hyuga no le agrado mucho. Y su desagrado se mostró en sus ojos. —No te pongas así, que no lo digo como si te fuera a dejar—Soltó honestamente el Uchiha al notar el sentimiento de Hinata.
La Hyuga se apeno por dicha razón.
-L-Lo siento—Se apresuró a disculparse. —E-Es solo que-que lo has dicho muy—
-Lo digo ahora porque sentía ganas de decírtelo—Suspiro. Y de inmediato retomo el ambiente que se dejó de lado. —Quiero darte las gracias por aceptarme y estar a mi lado a pesar de todo—Una sonrisa surgió en labios de ambos, una acompañada de un rojo que pinto las mejillas. —No importa lo que pase, yo siempre estaré a tu lado, y...--
Sasuke no se mostró cómodo con decir la siguiente frase, sentía aquel sentimiento, realmente lo sentía, pero... no podía decirlo.
-Lo sé—Hinata le atrajo nuevamente, con esa sonrisa. —T-También te amo... Sasuke—
Y esta vez, no fue solo ella quien tiño sus mejillas de rojo. Las mejillas del Uchiha también ardieron llenándose de ese color intenso.
Aquello provoco que Sasuke se apartara de golpe y tratara de ocultar su rostro junto a ese adorable sonrojo, que hizo a Hinata sonreír aún más y que mejor, dejar escapar algunas risitas por verle actuar como un niño. Esa dulce imagen de su novio sonrojado quedaría grabada a fuego en su corazón.
-Toc, toc—Alguien abrió la puerta tras esa presentación. — ¿No están haciendo nada sucio?—
Y ese era Shisui, quien era secundado por Itachi. El primero entro tapando sus ojos para evitar llevarse alguna escena.
Sasuke se puso de pie, dejando atrás su lado sensible y volver a su actitud fría y cabrona de siempre.
-Se habían tardado—Saludo a los dos.
-Bueno... re-organizar todo, tiene su tiempo—Dijo Itachi. —Ambos tienen que venir—
-¿Ambos?—Esta vez fue Hinata quien hablo.
-Kakashi tiene algo importante que decir, y dijo que todos debemos ir—Respondió Shisui.
Sasuke fulmino con la mirada a Shisui, quien le dio una importancia de cero. Tras él, fulmino a su hermano, quien se encogió de hombros.
-¿Ya... ya fueron con Naruto?—La mirada del menos de los Uchiha se intercalo en ambos.
-Pain fue a avisarle—Dijo Itachi.
Sasuke pareció un poco más tranquilo con eso.
-Vamos, Hinata—Tendió su mano hacia su novia, quien la tomo para levantarse de la cama y caminar junto con él.
Para así, ponerse en marcha hacia el despacho de Kakashi.
--
Kakashi estaba sentado en su silla, sus brazos estaban cruzados delante de su pecho y mantenía su mirada fija en las hojas que estaban sobre su escritorio. Pain y Shikamaru estaban a cada lado suyo.
Sakura estaba al lado de Ino, quien a su vez estaba al lado de Sai, y estos a su vez al lado del líder de Suna, Gaara junto a su hermano Kankuro. A su lado contrario a ellos, estaba Kiba junto a Hidan, Kakuzu, Sebastián, Sasori, Naruto y Naemi.
Solo haciendo falta, los tres Uchiha y la joven Hyuga. Quienes no tardaron nada en hacer su aparición por la puerta.
Apenas entrar, y tomar un lugar, Sasuke no evito mirar hacia donde estaba su amigo, quien mantenía abrazada a la rubia, ocultando su rostro en el cabello de esta.
No es necesario decir que el ambiente se tensó como un cable de acero.
-Bien, ya que todos estamos reunidos. Me gustaría comenzar—Dijo el líder firmemente, tomando algunas hojas. —El plan esta cancelado—Aclaro la duda de la mayoría. —Después de estarlo, hablando, llegamos a esa conclusión. ¿Todo sigue bien para ti, Gaara?—
-Si... mientras aun haya otra forma de matar a Kuro, no importa los planes—Respondió.
-Bien. El siguiente punto... es que ya no estamos a salvo aquí. Este es el nuevo plan que tenemos—Dijo, dando paso a Shikamaru de contar lo siguiente.
-Nuestro informante en la policía nos dijo que un sujeto ha llegado el día de hoy para darnos caza, según mis cálculos, ya debe de estar ahora en la jefatura tomando datos o en algún auto patrulla siguiendo nuestros pasos. Investigamos algo sobre él y resulta que es él a quien llaman para hacer valer la ley, más que eso, es quien ha atrapado a muchas otras organizaciones. Además de eso, está el... rastreador que Naemi tenía en su ropa. —
Casi por impulso la mayor parte de miradas se centraron en la pareja, Naruto apretó más su agarre en ella, aun sin mirar a nadie.
-Ahora entendemos porque llego hasta nosotros. Si mis cálculos no fallan, Kuro ya debió de triangular nuestra posición... así que tenemos el plazo máximo de mañana por la mañana sufrir el ataque... o hoy en algún momento de la madrugada—Suspiro, su habitual molestia.—Sin embargo, no vamos a darle el gusto de atacarnos por sorpresa. Y es por eso, que ahora, el nuevo plan, consistirá en... atraer a ambos, al agente, y a Kuro, y matarlos aquí—
Ante la mención del nuevo plan, fue Kakashi el centro de atención del resto. Todos, o la gran mayoría sabía que de las casas del líder, esta era su preferida...
-¿Destruiremos la mansión?—Cuestiono Itachi.
-Si—Afirmo el peli-gris dejando escapar un suspiro muy sutil entre esa afirmación. —La destruiremos, y usaremos la ruta de escape para huir mientras que ellos mueran aquí—
Hubo un silencio, que aunque duro poco realmente, para todos fue una parte de la eternidad. Pain rompió el silencio con un falso tosido.
-Todos debemos estar preparados... incluso las mujeres—Acompaño su falso tosido.
Ahora ya se entendían por que ellas estaban en esa reunión.
-Deberán de llevar un arma con ustedes, señoritas, o morir—Dijo Pain. Como siempre, siendo brutalmente honesto.
-Si... con eso... ya llevamos una parte—dijo Shikamaru rascando su nuca. —Bien... Shisui, Itachi, ustedes dos deberán de estar en la azotea de la mansión, junto a los demás francotiradores—Los dos Uchiha afirmaron.
-Seguro—Acompaño la afirmación Itachi.
-Hidan, Kakuzu, están a cargo de los explosivos del jardín delantero y la defensa principal—Dijo el Nara.
-Cuenten con eso—respondió orgulloso el albino con media sonrisa.
-Sasori y Shikamaru se quedaran en la sala de control, nada debe escapar de sus ojos sin que lo sepan—Dijo Pain. Los dos afinaron. —Gaara y Kankuro, ustedes se aseguran de la defensa del patio trasero—
-Bien—Soltó el pelirrojo sin mayor importancia.
-Sai, Kiba, Naruto y Sasuke—Llamo la atención esta vez Kakashi. —Ustedes defienden desde adentro. —
Los mencionados afirmaron.
-Señoritas... Ustedes se quedan junto a Sebastián cerca de la salida de emergencia de la mansión. Deberán obedecer a Sebastián en todo lo que diga. —Ordeno de nueva cuenta el peli-gris.
Y de nueva cuenta, afirmaron.
-Pain y yo... seremos el cebo, para atraerlos a todos. —Continúo hablando Kakashi. —Esto es importante, así que escuchen con mucho cuidado—
Esta vez, todas las miradas estaban sobre Kakashi, incluso la de Naruto que dejo de ocultarse entre los cabellos de su novia.
-Se... que siempre he dicho que salvarnos entre la organización es importante, pero... esta vez, vamos contra enemigos fuertes, contra sujetos que no se tentaran el corazón para arruinar sus vidas... desde aquel que los matara sin vacilación, hasta aquel que los encerrara por el resto de sus condenadas vidas. —Hizo una pequeña pausa. —Esta vez... si ven que las cosas salen mal, si ven que estamos perdiendo... huyan, y no miren atrás en ningún momento—
Aquello, tomo por sorpresa a todos, incluidos Pain y Shikamaru. A todos menos a los de la arena que no mostraron tanta sorpresa.
Gaara frunció su entrecejo sabiendo a donde se dirigía el líder de la organización. Una orden así solo significaba que Kakashi no estaba seguro de lo que ocurriría.
Estaba dando carta blanca para que huyeran en caso de que las cosas salieran mal. Daba carta blanca a abandonarse los unos a los otros si eso ponía en riesgo su vida.
¿Tan mal se veía el futuro para ellos?
-¿Huir? ¿Así tal cual?—Cuestiono Hidan.
-Si... huir—Re-afirmo Kakashi. —Apenas las cosas salgan mal... o ya no exista esperanza de que todos salgamos vivos, la organización se deshará y cada quien salvara su culo—
Una mirada sería se expresaba en aquellos ojos negros del líder, quien se permitió ver las diferentes reacciones de sus hijos.
El silencio reino por segunda vez en ese momento, dejando sentir un ambiente muy deprimente. Casi al grado de querer ahogarlos a todos.
Nadie estaba seguro de porque lo decía, ¿no tenía confianza en ellos? ¿Conocía algo que ellos no?
-¿Algo más que quiera decir?—Pain rompió el silencio, salvando el ambiente nuevamente.
-Nada más—Soltó Kakashi con si fuera un suspiro. —Esta vez... no hay ningún futuro seguro para nadie... bien todos vayamos a morir... o vivir. Ni siquiera yo estoy seguro—
-¿Cuándo hemos estado seguros de algo?—Interrumpió Kakuzu. —En ningún momento de nuestras vidas hemos estado seguros de algo, ¿o sí?—
-A menos que fuera dinero, maldito avaricioso—Siseo Hidan con media sonrisa, solo para molestar a su colega.
-Como sea—Rodo los ojos con molestia el contrario. —El punto es, que nunca hemos estado seguros de nada en nuestra vida. Ni siquiera cuando el vago hace planes perfectos—
Shikamaru dejó escapar una sonrisa.
-Kakuzu tiene razón, siempre hemos estado sujetos a todo esto... la muerte rondando detrás nuestra con la idea de tomarnos en el menor descuido, pero, véanos aquí, todos vivos—Contribuyo Itachi. —Es cierto, no hemos intentado matar a dos tipos "peligrosos" a la vez, pero... siempre esta una primera vez para todo, ¿cierto?—
-Para variar... concuerdo con Itachi—Ahora se unía Pain. —Siempre existe una primera vez para todo... y así como otras primeras veces que hemos tenido juntos, saldremos vivos. Somos los malditos Unhealing después de todo—
-Estamos dementes—Dijo Sasori. —Algunos más que otros. —Señalo con la mirada a Hidan.
-Y nuestra demencia nos ha ayudado a superar cosas como estas... aun con magullones y heridas de bala, hemos salido vivos de cada obstáculo. Juntos, como una de las familias más raras—dijo Shikamaru.
Kakashi sabía porque lo estaban diciendo, porque decían esas cosas. Aunque el diera carta blanca a deshacer la banda en caso de emergencia ellos no se abandonaría los unos a los otros, no se rendirían y, como muchas otras veces, mostrarían de lo que son capaces.
Así fue como él les educo.
No evito sonreír, se sentía el padre más orgulloso del mundo, por ver lo bien que sus hijos habían crecido y madurado.
-En ese caso... cuando les vea en el infierno, no me culpen—Sonrió.
El ambiente dejo de sentirse tan tenso, tan deprimente y adquirió una forma mucho más positiva.
-Bien, bien—Interrumpió el momento Kankuro. —Si ya dejaron de ponerse sentimentales, creo que deberíamos hablar sobre las estrategias, a menos que quieran darse un abrazo grupal—
-Alguien está de malas, ¿no te consiente tu novia o qué?—Se burló el albino. Una mirada asesina se dirigió hacia el albino que aun con esa mirada que le estaba dedicando Kankuro, este se mostraba con una sonrisa.
-Déjalo pasar, Kankuro—Ordeno Gaara. —Concuerdo con mi hermano, ¿hablamos de trabajo o nos abrazamos antes?—
-Está bien, hablemos de trabajo—dijo el líder. Con una energía recuperada en un cincuenta por ciento, y una sonrisa amable debajo de su máscara.
--
¡Heeee!
Yo de nuevo, apuesto que no esperaron que actualizara más pronto que antes ¬w¬
Okno, la inspiración llego y pues... esto salió.
Gracias por leer, por votar y comentar, ¡Se agradece mucho! :D
Att:
Midna-Nightly ;u;7
PD: Tengo sueño u.u
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