Una semana después

Los sábados para JiMin siempre significaban amanecer descansando y disfrutar de su tiempo libre ya fuera leyendo, ejercitándose o bailando.

Pero este sábado era distinto, sus ojos pesaban debido a que no había dormido muy bien por la emoción e intriga de qué pasaría ese día. Porque si, hoy sería su primera cita como pareja oficial con YoonGi.

El reloj marcaba las nueve de la mañana, se había dormido a las tres y desde ahí había caído profundamente. Si bien siempre solían salir y pasar la mayor parte del tiempo juntos esta vez sería diferente y todo cambiaba el sentido de su salida porque YoonGi le había dicho con esa voz tan bonita que tiene: "El sábado tengamos una cita Jiminnie" y eso había bastado para tenerlo impaciente toda esa semana pensando solamente en ese día.

Ya había ordenado su cama, se había bañado y cepillado y ahora se encontraba desayunando bajo el silencio de su departamento.

Soltó un suspiro, tratando de pensar en que debía ponerse, al terminar su desayuno lavó lo utilizado y salió de la cocina para encaminarse a su habitación. Entró y dirigió su mirada al armario, abriéndolo vio la variedad de prendas que estaban frente a él. —Lo malo de tener tanta ropa es que me cuesta decidirme.

Estaba en su gran dilema cuando el celular sonó, haciéndole prácticamente correr hasta la cama que era donde estaba el aparato.

Al ver quién llamaba olvidó todo su dilema de antes y solo contestó con una sonrisa en la cara. —¡Yoonnie! Buenos días.

—Buenos días mochi — el rubio sonrió como tonto ante el apodo cariñoso que le había otorgado aquel día donde comieron esos deliciosos mochis. —¿Listo para hoy?.

—Claro hyung, solo que... Yo no encuentro que ponerme.

JiMin habló tímido pues ambos tenían mucha confianza como para decirse esas cosas. —Todo lo que te pones te hace ver hermoso Jiminnie — el mayor habló.

—Tan lindo, oye ¿No estas de turno en el hospital?... No quiero que te regañen por mi culpa hyung. — JiMin recordó aquel día en que YoonGi había llegado para contarle que su jefe le había regañado por estar hablando en hora de turno.

—Estoy en un breve receso, ya casi salgo del hospital... ¿Te parece si paso por ti a las seis?— YoonGi preguntó al mismo tiempo de haber revisado su reloj que marcaban casi las doce del mediodía. Aún le quedaban dos horas pero quería sorprender a su ahora novio.

—Claro hyung, así puedo prepararme con mas tiempo — ambos soltaron una risita, disfrutando escuchar la voz del otro, pequeñas cosas que para ellos eran de gran significado. —Nos vemos hyung... Ten un lindo día.

—Gracias Jiminnie, te quiero~ —  y con eso tras escuchar una risa nerviosa proveniente del rubio colgó.

Sus días eran brillantes desde que conoció a aquel rubio de mejillas abultadas. Él era feliz.

Eran las seis de la tarde y JiMin ya se encontraba listo, había decidido por unos pantalones, una camisa, una chaqueta y zapatillas del mismo color: negro. Su pelo rubio se encontraba liso y peinado, había agregado un poco de maquillaje y sus aros. Revisó la hora de su celular eran las seis y diez.

¿Por qué tarda tanto?

Su espera fue terminada al escuchar el timbre, corrió y al ver que era su hyung abrió la puerta. —¡Yoonnie!.

JiMin exclamó admirado y emocionado al ver un ramo de flores que estaban arregladas de manera bonita. —¡Dios mío que lindo, gracias hyung! — el rubio recibió el ramo y se fundieron en un abrazo.

—Me alegra que te haya gustado... Lamento tardar pero hay mucho tráfico, me costó llegar.

Ambos se separaron, y se miraron, ambas miradas llenas de amor y la alegría de que estaban juntos era notable. YoonGi acortó la distancia y besó al menor, un beso suave, sin prisas el menor correspondió enseguida y al terminar el beso juntaron sus frentes, sintiendo la respiración del otro.

—¿Vamos?— el mayor susurró sobre los labios del menor y éste ante la grata sensación solo asintió y tras un último beso se pusieron en marcha, no sin antes colocar el ramo de flores en un lindo jarrón con agua.

—Vamos Hyung.

Si has llegado hasta aquí, mil gracias.

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