Para JiMin cocinar era una de sus mayores pasiones, trabajaba en un restaurante en el área de cocina, aunque su tarea era solo preparar hamburguesas, el lo hacía con amor y siempre dando lo mejor de sí.

Ese día quería sorprender a su hyung en el trabajo, quería cocinarle un delicioso Bibimpap. Descubrió cuanto le gustaba a YoonGi ese platillo así que le daría una sorpresa.

Con dedicación comenzó la preparación del platillo. Era un tanto entretenida pero le gustaba hacerlo.

Había salido corriendo al supermercado, luego de entregar el libro de estudio en la biblioteca. Hoy tenía libre en su trabajo así que debía aprovechar.

Ordenó todo en el depósito, y con sumo cuidado lo colocó sobre la manta color menta, haciendo un nudo y asegurándose de que no lo botaría. Sonrió al ver todo acomodado.

Al salir, decidió pasar por aquella cafetería que estaba frente al parque y compró un jugo natural de naranja, también era el preferido de su hyung.

Con todo listo, subió al taxi y dando la dirección espero, espero con ansias ver a su hyung.

—Señor Jung, me alegra que responda bien al tratamiento — habló un sonriente YoonGi al ver a su paciente; un señor de aproximadamente setenta años. —Si sigue así, pronto estará con su esposa e hija— YoonGi terminó de anotar en su libreta y tras hacer una venía de respeto al mayor se retiró.

—YoonGi, hay alguien que te busca — YoonGi escuchó la voz de su colega y volteando a ver donde éste le señalaba, supo que su cansancio había disminuido.

Vio aquella sonrisa que tanto comenzaba a adorar y a su vitamina humana caminando a su dirección. Llevaba un depósito envuelto en la manta color menta y uno de sus jugos favoritos.

—Hola hyung — saludó un alegre JiMin.

—Hola— saludó sonriendo en grande. —Vamos al comedor.

JiMin fue tomado del brazo y llevado a una de las mesas del gran comedor de aquel hospital. Al sentarse puso las cosas frente a su hyung y soltó la manta, dejando el depósito descubierto.

—Espero te guste, esta vez lo hice yo solito— contó el menor. — Waa, JiMin me estas mal acostumbrando — dijo a modo de broma, haciendo reír al menor.

—vamos coma, algo me dice que su estómago ha sobrevivido a la cafeína.

—Supones bien, gracias por la comida Jiminnie— el menor sonrió ante el agradecimiento y dejó comer a su hyung.

—¿Comiste?— preguntó YoonGi al momento de meter un bocado, tras mezclar su bibimpap.

—Sip, en la universidad.

—Así que me veras comer, la próxima vez comamos juntos— esas palabras bastaron para llenar el corazón de JiMin.

Definitivamente quería seguir con su hyung.

«Sigamos siendo así hyung»

—Hagamoslo hyung — ambos se sonrieron y ese día YoonGi sintió felicidad y realizó su trabajo con mas ánimos que antes.

JiMin se había convertido en alguien especial, era lo que necesitaba para seguir.
Por que incluso si estaban agotados, sin estaban tristes o frustrados se rehabilitaban sus fuerzas, uno al otro.

Mi inspiración esta bien el día de hoy.

🍁Hotcakeworld🍁