Tres semanas después

-¡Voy! - JiMin gritó desde la cocina, lavando sus manos para ir a abrir la puerta.

Corrió y sonrió al ver en la pantalla a un YoonGi con una bolsa que según veía era de aquella cafetería donde habían comido el día en que se conocieron.

Abrió la puerta y la sonrisa provocó que sus ojos se volvieran media luna.

-¡Pasa hyung!- JiMin se hizo a un lado para dejar pasar a YoonGi.

-Oh, gracias- respondió tímido el mayor, despojándose de sus zapatos y colocando unas afelpadas pantuflas.

Tres semanas habían transcurrido desde su inesperado encuentro y se habían vuelto muy amigos.

Salían a comer los fines de semana; debido a que durante la semana se les complicaba por sus actividades.

YoonGi pasaba muy ocupado en el hospital; cuando el salía, JiMin iba de camino a la universidad y luego a su trabajo de medio tiempo, entonces ellos tenían rutinas en horarios distintos. Los fines de semana eran su salvación para la amistad que tenían.

Ambas personalidades eran totalmente distintas pero esa era la forma de como se completaban.

-Compré algunas cervezas y Snacks- mencionó el mayor sentándose en el sillón marrón, acomodándose y esperando por el menor.

-¡Gracias hyung, voy enseguida!- gritó JiMin desde la cocina, se encontraba preparando el ramen.

Mientras en la sala un YoonGi se encontraba sumamente nervioso, es decir, era su cuarta vez en el departamento del menor y en tres semanas habían formado una linda amistad pero el presentía que su palpitar al ver la sonrisa del rubio y los detalles que hacía por él, como llevarle comida a su trabajo o escucharlo hablar cuando estaba frustrado y necesitaba desahogarse no era solo por que eran amigos.

-Aquí está hyung - el mayor vio como con gran agilidad JiMin colocaba los platos, el ramen, los snacks y las cervezas sobre la mesa instalada al centro de los sillones.

-Vaya, ¿no es demasiado?- el mayor vio como JiMin se sonrojaba. -Usted coma todo lo que quiera, ha trabajado duro hyung.

La risa de YoonGi movió algo en el corazón del menor, le gustaba ayudar a su hyung, sabia que se esforzaba y trabajaba muy duro así que de vez en cuando le dejaba comida para que su hyung se mantuviera saludable pues éste solía descuidarse al tener mucho trabajo.

Ambos vieron una película, risas fueron escuchadas en esa sala; con las luces apagadas para una mejor experiencia. Todo fue devorado por ambos, mas que todo por el mayor.

Entonces JiMin pudo notar la comodidad que se sentía en el ambiente cuando estaban juntos, las risas y chistes que compartían.

Entonces JiMin supo que quería seguir haciendo esas cosas, que su rutina no arruinara su amistad y que siempre quería ver esa sonrisa; donde YoonGi mostraba sus encías rosadas. Una sonrisa que significaba felicidad.

«¿Se lo digo?» pensó JiMin. Ahora entendía todo a la perfección, quería decirle "te quiero hyung". Pero el miedo a arruinar todo lo hizo tragar sus palabras. Vieron la película al mismo tiempo que devoraban todo, cuando el menor quiso soltar la frase fue tarde, al mirar como en YoonGi el alcohol había surgido efecto: se había quedado dormido. Le hizo sentirse decepcionado al no poder decirle lo que sentía.

Esa noche JiMin sonrió al ver a su hyung mostrando una cara apacible al dormir. Definitivamente JiMin quería seguir al lado de su hyung y tal vez algún día decirle esa frase importante: «Te quiero mucho, hyung».

Buenooo, éste es el segundo capítulo.

Estoy amando escribir esto❤

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