Capítulo 5: Cercanía

El fin de semana es un respiro de aire fresco para Chaeyoung, recostada en su cama escuchando música y dibujando cosas al azar. Es domingo y el día de ayer terminó todos sus deberes. Ya tenía tiempo sin dedicarle tiempo a su persona.

Su madre ha ido de visita con una amiga suya, por lo que estar sola en casa también es un alivio, ha hecho toda la limpieza y no le queda nada más por hacer. Desliza el lápiz por el papel, como la luna cuando guía las olas del mar, así es como Chaeyoung guía sus trazos.

Estudiar artes plásticas siempre fue su más grande sueño y aunque estudiar la carrera es algo sumamente difícil y también costoso, está segura de que quiere vivir para pintar y plasmar su arte de diferentes maneras.

Recargada en la pared a la que está pegada su cama, tararea las canciones que suenan en su pequeña bocina. Está tan concentrada en su burbuja que no se da cuenta del cuerpo que está dibujando, absorta en los pensamientos más profundos de su mente.

Con un lápiz suave ya está haciendo las sombras de los pechos que caen como agua, y con su propio dedo difumina el grafito que impregna el papel. La puerta de la casa se abre y ella lo escucha, salta de su cama para recibir a su madre y asegurarse de que esté bien.

La libreta se queda en la cama con un dibujo del cuerpo de Mina, sin rostro.

—Hola, mami. —Chaeyoung recibe a su madre con un abrazo, desde la noche en el hospital se ha asegurado de que coma y descanse bien. —¿Cómo te fue?

—Todo bien, corazón. —Sowon despeina un poco la cabellera de Chaeyoung mientras caminan a la cocina. —¿me podrías alcanzar un vaso de agua? —Chaeyoung asiente y se lo pasa a su madre en un dos por tres.

Cuando su mamá está hidratada, van a la sala y prenden la T.V. Chaeyoung se acurruca contra ella en el sillón y deciden ver una repetición de un programa de variedades. Sowon abraza a su hija y aunque se le dificulta respirar un poco con el peso extra, no se mueve ni un poco cuando Chaeyoung cae profundamente dormida en la calidez de los brazos de su madre.

El lunes por la mañana llega y Chaeyoung abre los ojos, siente caricias en su cara y cuando logra enfocar la vista; su madre está frente a ella con los ojos rojos. —¿Mamá?

—Cariño, es hora de ir a la escuela. —Su madre le pellizca la mejilla con cariño.

—Mmmm... sí está bien. —dice con un suspiro, no quiere ir, pero tiene que. Chaeyoung observa los ojos rojos y húmedos de su madre. —¿Estás bien? —pregunta una vez se sienta correctamente en el sillón en el que se quedó dormida. —¿Dormiste aquí conmigo?

—Estoy bien, cariño. Y no, dormí en mi cuarto, tontita. Me hubieras pateado en la noche. —explica su madre, pero Chaeyoung aún tiene duda del porqué su mamá se ve tan triste.

—¡Ey! No soy tan mala durmiendo ¿okey?

—Lo eres, mocosa. Ve a prepararte.

—Sí, mamá. —reniega la coreana alargando las palabras y su madre ve con orgullo cómo su hija va a su cuarto. Sowon sabe que Chaeyoung puede vivir sin ella, demasiado disciplinada y talentosa como para necesitarla.

Sowon sabe que puede dejar de luchar e irse en paz, sabiendo que su hija estará bien.

—Ya me voy, mamá. —Chaeyoung viene bajando las escaleras y su madre le pasa un tupper con un refrigerio que preparó antes de levantar a su hija. —Gracias, ma'.

—No agradezcas hija, te amo.

—Nos vemos en un rato.

Chaeyoung sale de su casa con comida caliente en su mochila y mucha más motivación. Y también con un papel arrugado en la última página de su libreta, no quiere pensar en ella, no cuando tiene ocupaciones que atender.

—Suerte con Mina. —Las clases terminaron hace unos minutos y el pequeño grupo de amigas está por irse a casa. Dahyun le desea suerte a Chaeyoung, pero antes de que suba a la gran camioneta que siempre la custodia, Chaeyoung la intercepta.

—Gracias...oye Sana pregunto por ti la otra vez. —Dahyun se gira con rapidez, sus mejillas se tornan de un color rojo. —¿Qué? —pregunta Chaeyoung con sorna, sabe que algo está pasando entre ellas.

—No menciones eso de nuevo, no mientras esté cerca del personal de mis padres. Luego te platico, cuídate. —Y sin más, se sube a la camioneta y deja a Chaeyoung con la palabra en la boca y mucha curiosidad. Saca su telefono y le manda un mensaje.

"Que te traes con Minatozaki? No me vas a dejar así, dubu."

"No te importa, ve a pintar las carnes de la señora Myoui" Un sonrojo recorre la piel de Chaeyoung, tiene esa carne grabada en su memoria.

"De seguro te está cogiendo Sana, pervertida"

"Y tu de seguro me tienes envidia, metete en tus asuntos" Chaeyoung ríe cuando ve el emoji del dedo de en medio acompañado del mensaje de su mejor amiga. Si Dahyun no le cuenta, le sacará la información a Sana.

Son las 2:00 p.m. ya antes de que toque el timbre del majestuoso departamento de Mina, la puerta se abre. —Buenas tardes. —En la entrada hay una mujer pelinegra con fleco, su fuerte acento japonés delata su saludo y Chaeyoung casi frunce el ceño al verla. ¿Qué está haciendo en casa de Mina?

—Hola, ¿está la señora Myoui? —Chaeyoung trata de estirar su cuello para ver detrás de la puerta, pero la mujer bloquea su vista de manera sútil. Chaeyoung se empieza a impacientar.

—En un momento te atiende. —Los ojos casi negros de la mujer le penetran el alma, como si le estuviera leyendo cada pensamiento.

—¡Momo, déjala entrar! —Es la primera vez que Chaeyoung escucha a Mina gritar, aunque ha sido desde el interior de su hogar.

—Pasa. —dice Momo mientras por fin se quita de su camino.

Chaeyoung se siente incómoda, no suele tener conversaciones con personas mayores que ella, solo con Sana, Mina y la señorita Yoo. Bajando las escaleras, aparece Mina, con su habitual bata blanca.

—Buenooo, yo me voy. —Momo va hacía a Mina y le da un abrazo rápido, Chaeyoung puede notar que le dice algo al oído, y ahora tiene curiosidad por saber que le ha dicho a la rubia.

—Ve con cuidado, nos vemos. —Mina despide a su amiga y Momo solo hace un movimiento de cabeza hacía Chaeyoung.

—Vamos a la habitación. —Mina ordena una vez que Momo se ha ido.

Cuando Momo sube a su auto, marca al número de Sana. —Hola, Shiba. Ya conocía la mocosa.

—¿Mocosa? Más respeto, Momo. —reprende Sana a través de la línea telefónica. —Ella no tiene la culpa.

—Pues ya se ve bastante grandecita para saber en lo que se está metiendo. No quiero que se aproveche de la situación.

—Momo, te recuerdo que la que se está aprovechando de ella es Mina. Chaeyoung no tiene en qué caerse muerta, pero no es mala persona. He hablado con Dahyun de eso.

—Mmmm ¿y qué dice nuestro pequeño tofu? —a Momo le brillan los ojos cuando escucha el nombre de la chica más pálida, olvidando por completo el tema de la nueva persona en la vida de Mina.

Chaeyoung está preparando la paleta de colores que usará hoy. Hoy está muy despierta, muy sensible a sus emociones, podrá pintar mejor. Mina ya se ha quitado la bata, cada vez es menos difícil desnudarse ante la pintura. De hecho, todo el día espera para poder hacerlo.

—La pintura está secando bien, vamos por los primeros tonos de piel. El rostro lo dejaremos al final ya que conlleva mucho detalle.

—Mmmhm. —Es lo único que dice Mina, absorta en mirar la concentración de Chaeyoung al manejar las palas y la pintura. Hoy quiere jugar un poco con ella, quiere probar sus límites. La sesión comienza.

A Chaeyoung se le hace difícil pintar, la posición que ha adoptado Mina es diferente a las dos anteriores, por supuesto ella como pintora tiene que resolverlo pero es difícil cuando ya estaba acostumbrada a otra pose. Mina siempre fue buena musa, no entiende porque ahora tiene las piernas más cerradas y una mano en donde no tiene que ir.

Observa su cuerpo con detenimiento, las cortinas del cuarto recogidas en una posición específica para tener las mismas luces y sombras, por eso es importante verse a la misma hora del día, así la luz natural no cambia tanto. Se ha recortado un poco los vellos de su pubis, pero todo lo demás es igual, a excepción de su posición.

—Señora Myoui, está mal posicionado su cuerpo. —Chaeyoung dice suavemente, su ceño se frunce y aunque el aire acondicionado está encendido, puede sentir mucho calor. Hay algo en el ambiente que Chaeyoung no puede descifrar, pero le gusta.

—Oh, lo siento. —Mina acomoda su cuerpo y Chaeyoung asiente satisfecha. Pasan unos minutos y Mina está prácticamente desparramada en la cama, completamente despreocupada de la molestia que está causando en la coreana.

—¿Qué? —pregunta Mina al sentir la mirada intensa de Chaeyoung, quien ha soportado algunas faltas de respeto solo por el poder que tiene Mina, pero nadie se interpone entre el arte y ella.

—Pues ya le dije, su posición no es la correcta y si sigue así, no podremos avanzar. —Mina se ríe de ella, por un momento olvida que está desnuda frente a una mocosa, pero pronto se recompone. —No se ría de mí. —exige Chaeyoung con el ceño fruncido y los labios paraditos, como un bebé enojado y Mina tiene que reunir toda su compostura para no tomar sus mejillas y actuar como una señora cuando ve a un niño.

La japonesa eleva una de sus cejas, da el primer paso—Entonces ven a acomodarme. —y se deja caer en las suaves almohadas, anhela volver a sentir aquellas majestuosas manos en su cuerpo de nuevo.

Chaeyoung no lo piensa, avienta el pincel a la mesita donde están sus materiales y camina hacía Mina. Su cuerpo de cerca es mejor, los pezones bien erectos, la curva de su abdomen tan atractiva y esos malditos muslos. La coreana toma con algo de fuerza las muñecas de Mina y la endereza, está fastidiada por su actitud tan infantil, la suelta y toma sus muslos por la parte de abajo para posicionarlos correctamente.

Cuando hace eso, puede ver una mancha de humedad entre ellos, traga saliva. Sube su mirada y se encuentra con esos ojos profundos mirándola como nadie jamás lo ha hecho, está segura de que Mina la desea.

Todo pasa relativamente rápido, Chaeyoung quita todo contacto pero se sienta a un costado de la cama, olvidando los óleos y el solvente. Mina se endereza también, la desnudez siendo demasiada comodidad para ella, ya no piensa en el pudor o en el que dirán, al diablo. Ella se siente maravillosa con su piel al aire y descubierta.

Chaeyoung no puede esconderlo más, Mina no quiere aplazarlo más. Los cuerpos se acercan cautelosamente, como si estuvieran aterradas de hacer un movimiento erróneo que las pudiera sacar del ambiente que han creado. Mina toma la mandíbula ajena y se acerca a sus labios.

Chaeyoung cierra los ojos, no quiere mirar ese rostro tan perfecto, podría morir en ese momento. Sus bocas se rozan entre sí, Mina suspira temblando y toma a la coreana por la nuca para acercarla, sus labios encajan perfectamente.

Un movimiento suave, pausado cargado de curiosidad y deseo, Mina nunca había besado a una mujer, pero así es como se debe de sentir; como un jardín floreciendo de tu pecho lleno de hermosas flores de diferentes colores y especies. Se siente mágico.

Chaeyoung por su parte siente que el corazón se le va a salir, besar a una mujer mayor y rica no es la gran maravilla, lo asombroso de todo esto es como quiere más y más de ella, solo por ser su musa.

Mina succiona el labio inferior de Chaeyoung después de unos segundos, ahora quiere todo de ella, pero Chaeyoung se separa antes de que la lengua traviesa de la japonesa se introduzca en su boca. —Me tengo que ir.

Eso no le gusta a Mina. —¿Por qué?

—Se hace tarde. —La excusa es vaga, llevan apenas media hora en el trabajo.

—Mentiras, yo te llevo a tu casa. —Chaeyoung la mira a los ojos, nunca la ha llevado. Siempre ha sido alguno de los empleados de Mina quien la lleva a su casa. —Quédate. —La vuelve a besar y Chaeyoung se derrite en el beso, está vez más hambriento, más lujurioso.

—Si me quedo, será para pintar, Señora Myoui. —Chaeyoung dice una vez que se separa y va a su puesto, siente el corazón en todas las partes de su cuerpo. Está apunto de llegar al banco cuando siente unos brazos delgados abrazarla por la espalda.

Mina no quiere separarse de ella, Chaeyoung le da un alivio en el pecho, no sabe porqué ni como paso, pero la quiere solo para ella desde que la vio en aquella subasta. —Dame un beso antes de continuar.

Chaeyoung no se niega y se gira entre sus brazos, pega su pecho cubierto por el mandil al de Mina que está completamente desnudo y la besa mientras la abraza completamente, el calor de la mujer inundando todo su ser, sus besos se están volviendo adicción y cada vez es más difícil separarse, pero ambas están conscientes de que hay cosas que hacer.

Con pequeños besos se alejan de la otra, Mina se da la vuelta y Chayeoung siente que ahora sí puede disfrutar de la vista sin pena, admirando la curva de su trasero con fervor. —Ponte en la posición correcta, Mina.

Mina.

La ha llamado por su nombre, y todo se siente correcto.

Para cuando la sesión se extiende por dos horas, ambas están exhaustas pero el resultado es magnífico, en el lienzo ya se pueden distinguir la forma del cuerpo de Mina y los detalles de los pies y pantorrillas. —Te llevo. —dice Mina cuando ya está vestida con cualquier ropa cómoda.

—No tienes que hacerlo. —Chaeyoung se está poniendo su mochila ya muy gastada por el tiempo.

Mina observa atentamente. —Quiero hacerlo, anda. —Abre la puerta de su apartamento y bajan al estacionamiento, Chaeyoung nunca había estado ahí. Todos los coches se veían muy caros y de lujo.

—Aquí. —Mina la saca de sus pensamientos, hay varios coches estacionados y Mina sube a uno completamente negro, Chaeyoung no sabe que modelo es pero cuando entra, su mandibula cae y se acomoda la mochila en sus piernas. —Bonito ¿verdad? —presume Mina con orgullo.

—Es precioso. —dice Chaeyoung pasando sus manos por el tablero. Mina arranca y el motor ruge, salen de la torre de departamentos y Chaeyoung pone el gps.

—Debemos hablar. —Mina dice mientras gira el volante en una vuelta, Chaeyoung la admira desde el asiento del copiloto, sus lentes oscuros, una mano en el volante y la otra en la palanca de cambios la hace ver jodidamente atractiva.

—Claro. —Chaeyoung acepta apretando la mochila contra su pecho.

—No sé que tienes o que haces, pero haces que quiera desearte así que quiero proponerte algo, —Mina hace una pausa antes de continuar— claro si tu estás de acuerdo.

—Te escucho.

—Soy una mujer de negocios, así que quiero que veas esto como tal. Quiero que me hagas compañía, que me beses como hoy lo hiciste y que, más adelante —la japonesa pasa saliva. No puede creer que está haciendo esto. —Haya otro tipo de... cosas.

—¿Sexo? —Mina voltea a ver a Chaeyoung con las mejillas sonrojadas.

—No quería decirlo así.

—No soy una prostituta. —Chaeyoung sabe a dónde quiere llegar Mina.

—Y nunca pensé eso, solo quiero tener algo de compañía. Solo si tu quieres, puedo ver en tus ojos que sí lo haces, pero respetaré si no quieres hacer el trato. —Están a punto de llegar a casa de Chaeyoung. —Me limitaré al cuadro y cuando termines, no volverás a saber de mí.

Se estaciona fuera de la casa de Chaeyoung, Mina observa y todo es muy...modesto pero acogedor. Sin siquiera entrar la japonesa puede sentir la calidez de un hogar. —En cambio, puedes obtener muchos, muchos beneficios. —Mina decide que es lo último que dirá del tema.

—Dejame pensarlo, y quiero saber que implica tener mi "compañía". —dice haciendo comillas con los dedos.

—Te mandaré un mensaje de texto.

—Y quiero tener contacto directo contigo, Mina. Hablar a través de Lia no es muy cómodo. —Mina rueda los ojos, suspira y termina asintiendo. —Entonces ¿serás mi sugar mommy? —pregunta Chaeyoung con ojos juguetones, puede que tenga que ser muy madura, pero su personalidad veinteañera nunca la abandona.

—Vuelve a decirme de esa manera, y hago que te expulsen de la universidad. —Puede que la acusación suene grave, pero Chaeyoung ríe y toma a Mina del cuello, quien secretamente está apretando los labios para evitar reír.

Chaeyoung la besa de nuevo, suspiran y se deshacen en ese beso. Mina la empuja más cerca, desesperada por ese calor que siente en el pecho. Sus labios hacen ruidos obscenos y cuando una luz del interior de la casa de la coreana se enciende, se tienen que separar.

—Me tengo que ir. —Chaeyoung le da un pico a Mina y abre la puerta. —Mande sus requerimientos, señorita Mina.

—Largate, mocosa. —Chaeyoung se encoge de hombros y cuando camina a la puerta de su casa, alza el dedo medio hacía Mina quien abre la boca sorprendida.

—Te lo mereces por grosera. —Grita Chaeyoung antes de entrar. Mina se ríe, su personalidad siempre ha sido fuerte y si no fuera porqué Chaeyoung es Chaeyoung, ya hubiera hecho una rabieta, sin embargo solo enciende su auto y arranca.

Además, Mina si es grosera y ella lo reconoce. A veces tiene que serlo.

—Lia, buenas tardes. Necesito un favor.

Cuando Chaeyoung llega a casa, su madre la mira con una ceja alzada. —No me mires así, madre. Solo me trajo a casa.

—Cuéntame todo.

—No, mamá.

La noche cae y Chaeyoung está estudiando cuando suena el timbre, baja rápidamente al primer piso, su madre ya está dormida. Cuando abre la puerta, hay un hombre con una gran caja de color menta en el suelo. —¿Son Chayeoung?

—Soy yo. —El hombre deja la caja en la sala de Chaeyoung, se despide y se va. En la tapa, hay una nota:

"Tu compañía es de lo mejor que me ha pasado en meses, por favor considéralo.

Atentamente: Myoui Mina... o tu sugar mommy. ;)"

Chaeyoung ríe y abre la caja. Sus manos van a su boca con asombro. Dentro de la caja hay un set de pinturas óleo, colores pastel, colores profesionales, un set de brochas y acuarelas artesanales. En el fondo, una mochila nueva. La placa con la marca "Prada" resalta del color negro de la mochila.

Chaeyoung voltea a todos lados, no sabe qué hacer. Cuando saca la mochila, un celular de última generación cae del fondo, afortunadamente aún en su caja de protección. Mina debió haber notado su mochila desgastada y el mal funcionamiento de su viejo celular.

Un mensaje suena en su celular antiguo.

"Mañana te estaré mensajeando a tu nuevo celular, por ahora lo que requiero de ti es:

-Compañía en mi departamento.

-Compañía fuera de él.

-Tal vez que me acompañes a un evento, no te preocupes. Te servirá de exposición como artista.

-Contacto fisico.

-Sexo.

Te veo en mi oficina a las seis para definir los términos del negocio. Buenas noches"

Chaeyoung se deja caer en el sillón, mirando la gran caja y tocando sus labios con anhelo. ¿Debería venderse por lujos? ¿O es verdadera atracción a esa mujer?

¿Qué podría salir mal?

-

Ahí está, wujuuuu. Este cap se supone que iba a estar ayer, pero la verdad es que hasta hoy me dio por terminarlo.

¿Si ustedes fueran Chaeyoung que harían? ¿Mina es todo lo que parece? ¿Chaeyoung es todo lo que parece? Diganme que opinan del cap de hoy.

Buen fin de semana, besos.

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